Lección 080 – Adaptaciones a la vida higiénica dentro de la familia

UNIDAD 80: ADAPTACIONES A LA VIDA HIGIÉNICA DENTRO DE LA FAMILIA.
TEMA: LA HIGIENE NATURAL ES MÁS BENEFICIOSA CUANDO PARTICIPA TODA LA FAMILIA

INSTRUCTORES: Doctora en Ciencias, ELIZABETH D. McCARTER

         Doctor en Filosofía, Robert W. McCarter.

·        Razonamiento

·        Objetivos de la unidad

·        Definiciones

·        Conceptos claves

·        Puntos principales

·        Índice

·        Introducción

·        Resumen

·        Ejercicios

·        Respuestas a los ejercicios

RAZONAMIENTO

    Lo más normal es que la familia no posea el control de sí misma. Cada miembro de la familia, y la familia en conjunto, tiene las características que le otorgan sus experiencias individuales y familiares. De forma inevitable, el pasado tiene cierta influencia determinante sobre el presente.

    Los estudios demográficos bombardean a las familias y a los individuos  por todas partes, con palabras impresas, imágenes y mensajes orales que se repiten una y otra vez. De esta forma, se registran en el inconsciente y afectan al consciente. Todos están sometidos a las presiones que ejercen, tanto activa como calladamente, su grupo de iguales y la sociedad en general, con restricciones legales y de otra clase. No obstante, se trata del territorio familiar. Son reacios a abandonar el campo familiar y a comenzar un nuevo camino libre de trampas. Las familias, por lo general, prefieren formar parte del molde, y estar dentro del mismo, antes que ser dejadas a un lado, a pesar de que esta separación les pudiera traer el tan deseado regalo de la propia vida. Incluso el pensamiento de ser diferente puede paralizar una acción positiva.

    Como practicantes higienistas, debemos conocer las posibilidades de nuestro trabajo. Deberíamos determinar las probabilidades y, lo que es más importante, deberíamos llevar siempre con nosotros el aura del positivismo.

OBJETIVOS DE LA UNIDAD

    Cuando haya acabado esta unidad, el estudiante debería saber:

1. Las familias deben convencerse de que la Higiene Natural es lo mejor para ellas.

2. Los padres son responsables de su salud y de la salud de sus descendientes.

3. Si toda la familia participa, se obtienen muchos mejores resultados de la Higiene Natural.

4. El pasado de una familia ayuda a determinar el presente  y futuro éxito, o fracaso, de la Higiene Natural.

5. Si los niños se crían desde el principio dentro de la Higiene, lo más normal es que mantengan estos saludables principios durante toda la vida.

DEFINICIONES

    SÍNDROME DE CHARCOT: Explicado en el texto. Ver pág.

    TEJIDO CONJUNTIVO: El tejido corporal cuya función es la de sostén o relleno.

    DEMOGRAFÍA: Esa rama de la ciencia de la estadística relacionada con el bienestar social de la población. Entre los datos demográficos se pueden incluir:

1. Análisis de la población en base a la edad, parentesco, estado físico, raza, ocupación, estado civil, dependiendo del tamaño y densidad de cada división.

2. Cambios en la población como resultado de nacimientos, matrimonios o defunciones.

3. Estadísticas sobre migraciones; los efectos y relaciones que tienen en las condiciones económicas.

4. Estadísticas de criminalidad, ilegalidad y suicidio.

5. Niveles de educación

6. Estadísticas económicas y sociales, en especial, las relacionadas con la seguridad.

Estos datos se utilizan en publicidad para influir en determinados grupos de edad e incitarlos a comprar.

ÚLCERA DUODENAL: Una úlcera en el duodeno, el órgano que en el tracto gastrointestinal viene tras el estómago. Normalmente, se trata de una úlcera péptica.

CAUSA OCULTA: Una causa que no es inmediatamente aparente.

RESPUESTA INADAPTADA: Una respuesta que se considera anómala. Se suele utilizar con relación a las respuestas de comportamiento.

PEDIATRA: Un practicante de medicina especializado en el tratamiento de las enfermedades infantiles. Miembro de los especialistas farmacológicos.

GRUPO DE IGUALES: Personas de edad similar. Se suele utilizar en referencia a cierto grupo de edad, cuyos miembros tienen una estrecha relación social, así como valores y costumbres similares.

PERVERSIÓN: Comportamiento anormal, a menudo asociado con el comportamiento sexual, aunque no siempre. Por ejemplo, uno puede tener perversión del apetito y comer sustancias que normalmente no se consideran adecuadas, sal, por ejemplo.

POSITIVISTA: Una palabra rebuscada para indicar que se tiene una actitud positiva hacia la vida en general.

CONCEPTOS CLAVES

    En términos humanos, y en esta unidad, la familia incluye a los padres y a sus hijos, aunque otros miembros familiares, que no necesariamente tienen que vivir bajo el mismo techo, sino que tienen un contacto más o menos íntimo con la familia, pueden entrar dentro de nuestras deliberaciones e influir sobre un determinado curso de acción.

    Muchos problemas psicológicos, y también físicos, pueden surgir al trabajar con varias familias que tienen diferentes orígenes y antecedentes culturales, y, con frecuencia, hay que resolver estos problemas antes de poder llegar a una conclusión satisfactoria.

    Los higienistas naturales deben conocer el efecto actual que sobre el progreso de un paciente individual y/o de los miembros de la familia más cercana pueden tener los acondicionamientos del pasado.

    El higienista debería conocer los servicios y programas que ofrece la comunidad, y que puede utilizar para mejorar su trabajo.

PUNTOS PRINCIPALES

1. Esta unidad se refiere básicamente a la familia restringida, aunque se acepta que la familia, como tal, está sometida a muchas influencias externas, incluyendo las transgresiones de familiares.

2. Los individuos que buscan nuestro consejo deben ser considerados dentro del contexto de la familia a la que pertenecen.

3. La edad no es el único factor que influye en la forma de enfocar los problemas del individuo.

4. Los adultos jóvenes, debido a que suelen tener abundantes reservas de poder vital, son los que menos acostumbran a buscar el consejo de un practicante higienista, ya que lo que buscan es un rápido alivio de las crisis agudas.

5. La mayoría de la gente recurre a un practicante higienista cuando ha agotado todas las demás profesiones.

6. Puesto que la Higiene Natural es la única que ofrece un curso correcto a seguir, tanto fisiológica como biológicamente, debido a que está en armonía con el Plan General de la vida orgánica, es la única que puede ofrecer a la humanidad el camino correcto a seguir.

7. En el transcurso normal de los acontecimientos, los resultados de una forma de vida higiénica siempre son saludables.

ÍNDICE

I.      INTRODUCCIÓN

A. Definición de familia

II.   FACTORES INFLUYENTES

A. Dentro de la familia

1. ejemplo nº1: familia de Elizabeth

2. ejemplo nº2: familia de Jane y Bill

III. LA FAMILIA MODERNA

A. influencias adicionales

IV.   RESPUESTAS DE COMPORTAMIENTO INADAPTADAS

A. Abusos que otros miembros de la familia cometen sobre el resto de los miembros familiares.

V.      LOS RECIÉN CASADOS

A. Adultos jóvenes

1. Caso: Ruth y Jack

B. Adultos mayores recién casados

1. Caso: May N. y Harry S.

VI.   LOS NIÑOS Y LA FAMILIA

A. Llamadas a los servicios de urgencia

B. Problemas serios de larga duración

1. Necesidad de cooperar con las instituciones públicas.

C. Caso: Jana

D. Caso: Maura y Jerry

E. Caso: Ann Marie

VII. LOS ADULTOS DENTRO DE LA FAMILIA

A. Caso: Mark, Alice y sus tres hijos. Otros miembros familiares

VIII.        CONCLUSIONES

 

 

 

ADAPTACIONES A LA VIDA HIGIÉNICA DENTRO DE LA FAMILIA
Por los doctores Elizabeth D. y Robert W. McCarter
I.      INTRODUCCIÓN
A. Definición de familia

Con la intención de definir los límites de esta unidad, quizá deberíamos explicar qué es lo que nosotros incluimos en el término familia.

Según la clasificación biológica, la FAMILIA se refiere a un grupo de genero con características similares. Sin embargo, en términos humanos, nos referimos a una unidad más cerrada, una en la que generalmente se incluye a los padres y sus hijos. Algunas veces, también reconocemos la estrecha relación entre abuelos, tías, tíos y primos. Sin embargo, en el contexto que nos ocupa ahora nos referiremos básicamente al grupo de familia más restringido que incluye sólo a los padres y a sus descendientes. En los Textos Suplementarios hemos incluidos dos experiencias de dos abuelos para ilustrar brevemente cómo incluso los contactos ocasionales entre generaciones pueden servir para promover una vida higiénica.

II.   FACTORES INFLUYENTES

El estilo de vida al que aspira una familia que vive dentro de una sociedad determinada depende en gran parte de las prácticas sociales tradicionales —las costumbres culturales de la propia sociedad—. Parece que estas costumbres se absorben, se transmiten y se pasan, entre aquellos que viven en la agrupación mayor, de un individuo a otro. Muy pocas personas se resisten a imitar la influencia gregaria; la mayoría sigue de buena gana las tradiciones y costumbres de la gente con la que vive.

Probablemente, los factores influyentes más importantes dentro de la agrupación social son: la relación existente entre varones y hembras, donde la relación perfecta está en gran parte sin determinar; las realidades económicas de ganarse la vida y mantener a la familia, proporcionando alimentos, protección, educación, enseñanza moral y ropa; y, por último, las costumbres que prevalecen, es decir, que se aceptan sin reproche o condena. Por supuesto, estas últimas determinan en gran parte el cortejo, noviazgo, matrimonio, la cantidad de niños en el matrimonio y la relación entre sexos tanto fuera del contexto marital y como entre generaciones.

A. Dentro de la familia

Dentro de la familia suele haber una adhesión a un molde común. Este molde se elabora con la formación y antecedentes culturales tanto de la esposa como del marido. Cuando los antecedentes culturales de la pareja son bastante similares, la unión familiar suele tener más éxito que cuando dos personas con antecedentes muy diversos se unen para formar una unidad familiar, aunque no siempre es así.

Algunas veces, una de las partes amplia los horizontes que tenía de joven, emprende un nuevo camino o caminos, entra en una nueva dimensión de vida y deja a su compañero de sexo detrás. De esta forma, se crea un cisma.

El cisma puede ser intelectual, emocional (espiritual) o físico; e incluso puede que abarque todas estas dimensiones a la vez. El cisma puede aparecer de repente, como cuando algún miembro de la familia se da cuenta de los beneficios que produce la vida higiénica, o puede tardar años en emerger a la consciencia y consolidarse.

Sea cual sea la naturaleza de la nueva verdad, puede convertirse en un factor importante a la hora de continuar con la unidad familiar. Es una realidad que debe afrontarse con inteligencia para poder encontrar alguna solución aceptable.

La diferencia entre el grado de inteligencia de los padres impide con frecuencia que el resto de los miembros familiares  progrese en el conocimiento de los principios higiénicos. Las diferencias educacionales pueden tener importantes efectos sobre la aceptación de nuevas ideas, esas ideas que son diferentes a las que generalmente practica la mayoría de la comunidad. Una buena combinación de conceptos y creencias dará lugar a una familia feliz; una mala aceptación y adopción de los mismos conllevará conflictos y fracasos familiares.

Para ilustrar cómo pueden variar las relaciones dentro de las unidades familiares con diferentes antecedentes culturales, examinaremos brevemente dos familias relacionadas por matrimonio entre el hijo mayor de uno y la hija de otra, y los hijos de esta unión.

1. Ejemplo 1: Familia de Elizabeth

El padre nació en Gales. Era hijo de un ministro de la iglesia anglicana que ocupaba una buena posición dentro de su jerarquía. Su familia reflejaba la unión, la alegría, el amor al arte y a la música tan característicos del pueblo galés.

    La madre de esta nueva familia era la hija de un comerciante inglés. Sus hermanos volvieron a Inglaterra para asistir a un internado privado. Ella fue educada para ser una típica lady inglesa. De gestos comedidos y ropa discreta, ella siempre fue la curiosa intelectual.

    De esta forma, los niños de esta unión se vieron expuestos a dos culturas: una muy unida y amante de la alegría; la otra, más formal y estirada, acoplada al comportamiento social que, en su país de nacimiento, se consideraba correcto a principios de siglo.

    Es interesante destacar que todos los domingos se reservaban para los hermanos de la parte del padre (y eran doce), sus esposas o maridos, y sus hijos (que eran muchos), que se reunían en el hogar galés de los abuelos, junto con la mayoría de la comunidad galesa expatriada. Diversión, comida y alegría era el orden del día. La música y las canciones llenaban el aire. El amor y la unión que había entre ellos se demostraba abiertamente.

    La tan formal madre inglesa era una mujer inteligente. Aunque esta clase de pasatiempos le eran totalmente ajenos, ella los admitían por lo que eran: diversiones sanas. Por tanto, no sólo permitía que su propia familia tomara parte en esta nueva forma de vida, sino que ella misma participaba como un miembro más de la familia, por lo que llegó a ser aceptada y querida.

    Los varios miembros de la familia inglesa estaban separados por tierra y mar. Sin embargo, mantenían un estrecho contacto gracias al correo. Una vez al año, tías, tíos y primos se reunían en la casa de la abuela. Hacían excursiones al campo para recoger bayas, iban al río a nadar, había cenas familiares y reuniones los domingos por la tarde. No obstante, la mayor parte del tiempo la pasaban escuchando música en el viejo gramófono y leyendo libros que escogían los más mayores, libros de Dickens, Thackeray y poemas de los grandes poetas ingleses: la tradicional hora tranquila británica.

    Los encuentros entre tías, tíos y niños eran en su mayoría formales. Se preguntaba con educación por la salud de cada uno, por los planes para el futuro de los niños, y cosas así. La unidad que compartía la familia galesa era obvia, mientras que la de la familia inglesa era, al menos por lo que se veía, inexistente. De hecho, estaban muy unidos, como demostrarían acontecimientos posteriores, en los que no entraremos aquí.

    ¿Acaso no sería interesante especular sobre cómo marchó este matrimonio y los niños? Bien, podemos hacerlo, porque la Dra. Elizabeth era uno de esos niños.

    Tres niños de esta unión llegaron a hacerse adultos. Todos tenían inclinaciones científicas. A todos les concedieron becas para varias universidades. Dos tenían talento musical y tuvieron excelentes profesores mientras manifestaron deseos de aprender. Uno se hizo ingeniero electrónico, otro ingeniero químico y el pequeño, tras llevar toda una vida dedicado a la educación, recibió el reconocimiento internacional en el campo en el que se especializó; y, después, estaba Elizabeth.

    El matrimonio permaneció intacto a pesar de tener antecedentes culturales tan distintos. En otras palabras, la regla general no se cumplió en esta pareja. De hecho, todos los matrimonios que se celebraron en ambas familias, la galesa e inglesa, permanecieron intactos y todas las generaciones permanecieron en contacto, las viejas generaciones influyendo sobre las jóvenes, transmitiendo la seguridad que ofrece la unidad familiar, los valores tradicionales y una gran gama de experiencias.

    Elizabeth dice que la razón era obvia y, sobre todo, en su familia inmediata: uno de los miembros de la familia era el motor, el que oficialmente guiaba el futuro bienestar de la familia; y esa persona era la tan estricta y correcta lady inglesa. Ella era quien ponía las metas y establecía las reglas. Era ella la que pensaba en el futuro, un futuro de cumplimiento y servicio; y, por eso, era ella la que con firmeza y disciplina, suavizada con amor, se preocupaba de que la familia fuese hacia delante. A pesar de no ser una familia higiénica, sí nos proporciona un modelo a seguir.

2. Ejemplo 2: la familia de Jane y Bill

Por otra parte, Jane y Bill nos ofrecen una situación por completo diferente. Formaron su familia hace unos veinte años. Sus antecedentes culturales eran bastante similares. Sus padres eran personas que trabajaban duro, casi sin estudios y muy religiosos. Ni Jane ni Bill acabaron la educación secundaria. De hecho, Jane ni siquiera acabó la primaria. Bill solía trabajar en el ferrocarril, todas las semanas llevaba a casa el cheque y los fines de semana iba a pescar y al bar. Era un tipo bastante pendenciero, una persona dura y embrutecida en muchas maneras.

Jane era digna de lástima. Sus antecedentes familiares eran bastante tristes: una madre que proclamaba sus profundas convicciones religiosas, pero que descuidaba a sus hijos; un padre que maltrataba a los niños y que se emborrachaba. También el matrimonio de Jane fue desgraciado, sin embargo, siguió con Bill y tuvo dos hijos. Quizá debido a sus propias experiencias familiares, se preocupaba tanto por sus hijos que llegó a convertirse en una tirana.

Tras 18 años de matrimonio, Jane se dio cuenta de que sus hijos habían crecido y que estaban a punto de abandonar el nido, así que empezó a plantearse sus propias aspiraciones. Empezó a tomar clases aquí y allí, clases sobre muchos temas. Una noche asistió a una conferencia sobre Higiene Natural. Lo que escuchó le pareció sensato y, sabiendo que estaba muy enferma, nos pidió consejo profesional.

Jane había tomado fármacos durante toda su vida matrimonial y cada invierno tenía que pasar algún tiempo en el hospital. La Higiene Natural le ofreció una esperanza. Ayunó en un Centro de Higiene en tres ocasiones y no pasó mucho tiempo antes de que comenzara a recoger las recompensas que conlleva un modo de vida y de alimentación correcto.

Su estado físico mejoró, pero pasó algo más: su vida, sus intereses, sus costumbres comenzaron a cambiar, llevándola a un territorio extraño donde había nuevos conocimientos y experiencias. En las reuniones y fiestas que celebraban los higienistas conoció a gente que vivía en un mundo muy diferente al suyo. Este nuevo mundo la intrigaba. Deseaba formar parte de este nuevo mundo y, lo que es más, deseaba que su familia también lo conociera.

Sin embargo, a Jane le faltaba tacto. Era demasiado brusca. Quería que todos los miembros de su familia cruzaran todos los puentes juntos y al mismo tiempo, de un solo salto. Era exigente e impaciente. Como resultado, sus dos hijos abandonaron el nido familiar para buscar sus propios caminos. Su esposo no sólo la maltrataba físicamente, sino también psíquicamente, amenazándola cada vez más con el divorcio o  la separación. Lo que una vez había sido un hogar aceptable se convirtió en una casa en la que vivían dos personas solitarias sin hijos, una casa llena de tristeza y desesperación.

¿Tenía su marido razón al afirmar que el nuevo interés de su esposa, la Higiene Natural, era cosa del diablo? O, ¿Acaso fue el entusiasmo de Jane el culpable? ¿Tenemos nosotros, los que abarcamos los principios de la Higiene Natural, ser más conscientes del papel que jugamos cuando intentamos no sólo impartir el mensaje de la Higiene Natural a la sociedad en general sino también tratar con las familias que se acaban de incorporar a nuestros preceptos? Creemos que sí, si es que queremos servir bien a nuestros clientes. No podemos limitarnos a señalar los puntos importantes y convertirnos en programadores de menús. Tenemos que penetrar en los rincones ocultos de las dudas y los conflictos que pueden surgir de vez en cuando en aquellas familias de las que nuestro cliente individual forma parte.

III. LA FAMILIA MODERNA

La mayoría de las familias de hoy en día no comparten el sentimiento de unión, el objetivo común de las familias de años anteriores. Existen excepciones, por supuesto. Algunos grupos religiosos no sólo promueven la unidad familiar, sino también la responsabilidad comunal hacia otros miembros de su sociedad eclesiástica.

Hoy en día, la mayoría —si no todos— de los niños está físicamente separada de sus abuelos, tíos, tías y primos por cientos o miles de kilómetros. El divorcio ha arrojado ráfagas de conflictos y riesgos sobre muchos niños.

Incluso la familia restringida, la que incluye a los dos padres y a los hijos, ha cambiado. El 50% de las madres estadounidenses ha abandonado lo que durante mucho tiempo se consideró el papel biológico normal de la madre; criar, enseñar, disciplinar, alimentar y amar a los hijos que dieron a luz; a favor de un crecimiento personal, una seguridad económica y de esas posesiones tangibles que ofrecen placer y comodidad. Han cambiado la función más tradicional por una casa más bonita en la que vivir, un barrio mejor, una escuela de más elite para sus hijos, ropas más caras y otras diversiones. En la mayoría de los casos, se ha sustituido el bienestar físico, mental y moral de los niños por cosas. Por supuesto, esto no ocurre en todas las madres trabajadoras, muchas de las cuales se ven obligadas a trabajar porque un único sueldo en la familia no basta para cubrir las necesidades familiares básicas.

Uno de los cambios más importantes que hemos podido observar se ha producido en la atención e interés que se le presta al bienestar de los niños dentro de la familia. Aunque es más usual que reciban atención emocional, afecto y cierta cantidad de apoyo que el que no lo reciban, variando, por supuesto, de una familia a otra, el cuidado real del cuerpo físico del niño y su educación en todas las áreas de desarrollo posible se ha relegado a instituciones externas a la familia: la guardería, la educación preescolar, el colegio público, la iglesia y otras escuelas especializadas. Instituciones donde más o menos se obliga al niño a encajar en el molde de un patrón educacional, moral y físico prescrito para un desarrollo programado dentro de una norma aceptada. Se convierten en robots dentro de una sociedad acomodada.

En gran medida, también la transmisión de valores tradicionales, culturas y costumbres, el conocimiento y experiencia de los miembros mayores de la familia y de gran parte de la sociedad ha adquirido menos importancia al ceder los niños a instituciones públicas de una clase u otra: Boy Scouts, Asociación de Jóvenes Cristianos, terapeutas de una clase u otra, campamentos de verano, etc. El resultado es que un ambiente social y educacional bastante peripatético se ha convertido en la norma aceptada de vida.

Rara vez se permite que los niños sean simplemente niños. Siempre deben estar activos. El Dr. Shelton señala que esto es muy estresante para los cuerpos jóvenes que están en el proceso de maduración. El valor tradicional o físico de lo que hacen no tiene mucha importancia: es el hecho de que haga algo lo que adquiere una importancia inmediata. Cuál será el resultado final de este estrés sobre las futuras generaciones es algo que se verá con el tiempo.

A. Influencias adicionales

Asimismo, cuando los niños comienzan a andar ya empiezan a verse influidos por su grupo de iguales, ya que siempre están en contacto. Esto no ocurría en el pasado, cuando los niños vivían en el hogar particular de la familia. También los medios de comunicación les influyen sobremanera, sobre todo la televisión.

Los niños de hoy en día se ven constantemente acosados por los miles de millones de dólares que se invierten en mensajes visuales y orales: por objetivos económicos se les pone, literalmente, bajo un control mental programado.

Ya desde el comienzo de su vida se les limita con alimentos para los que sus cuerpos no están adaptados, el azúcar estimula y sobrecarga el sistema nervioso y la avalancha de aditivos químicos acaba por destruirlo.

Los adolescentes están notoriamente influidos por sus iguales y, en la mayoría de los casos, mucho más por estos que por las actitudes y costumbres familiares. Sin embargo, la presión del grupo de iguales no sólo se ejerce sobre ellos, sino también sobre el resto de los miembros de la familia, incluyendo a los padres. Los padres jóvenes tienden a comportarse como se comportan sus amigos. Tienden a querer las mismas comodidades que tienen sus amigos, quieren socializar en todos los aspectos en los que lo hacen sus amigos. Ello incluye comer la misma clase de comidas que comen sus vecinos y amigos. En otras palabras, optan por el modelo de conducta que sigue su grupo de iguales porque no quieren que estos los consideren raros. Al igual que los niños, la mayoría de los adultos anhela la aceptación de su grupo de iguales, en lo que encuentran una comodidad y un sentido de aceptación social que es muy importante para ellos.

En la guardería y en la educación preescolar, los niños aprenden que algunas cosas saben bien. Por tanto, estas son las cosas que esperan y quieren comer, ya que el gusto es algo que se aprende. También aprenden cómo relacionarse con su grupo de iguales y a imitar su comportamiento porque, también ellos, al igual que sus mayores, quieren formar parte del todo. Unos 17 millones de niños menores de seis años están ahora en esta clase de instituciones.

Desde los muy jóvenes hasta los que están en edad escolar, la mayoría de los niños está expuesta, más o menos constantemente, a una amplia variedad de comidas y prácticas antihigiénicas. Por ejemplo, la de estar encerrados durante muchas horas: sus pequeños cuerpos doblados sobre los pupitres, comprimiendo los pulmones, el corazón, los órganos abdominales, lo que provoca que la columna se curve y desvíe. Los obligan a beber agua del grifo contaminada en vez de tener acceso a agua pura destilada. Hacen poco ejercicio, no aprenden nada sobre sus cuerpos y necesidades ni sobre la mejor forma de satisfacer esas necesidades. Los almuerzos escolares son, en la mayoría de los casos, un riesgo para salud.

La mayoría de los niños de hoy, con o sin el consentimiento de sus padres, tienen libre acceso a drogas y al alcohol, tanto dentro como fuera de casa. Se sabe que hay padres que han llegado a alimentar a sus hijos con cerveza o vino, tan poco es el conocimiento que tienen de las realidades de la vida.

La ley exige que casi todos los niños de hoy en día sean inmunizados contra una o más enfermedades, y debido a esta práctica fraudulenta y a la continua oferta de fármacos por parte de las autoridades, están siendo programados para enfermedades futuras y para la muerte prematura. El personal de las escuelas públicas e, incluso, de las guarderías, administra tranquilizantes prescritos médicamente a aquellos niños que dan muestras de un metabolismo desbordante. Fuera del colegio, el grupo de iguales (incluyendo a niños que aún están en primaria) o los camellos de la muerte que ya están enganchados  distribuyen, con más o menos libertad, drogas a niños de todas las edades.

A los niños de hoy en día no se les enseña que el único resultado posible del error es el dolor y el sufrimiento, tanto del cuerpo físico como de las capacidades perceptivas.

Debido al frenético estilo de vida que llevan los padres trabajadores, al hecho de que tanto el padre como la madre se someten al estrés de competir en una sociedad muy competitiva, con orientaciones egoístas y confusa, y de que el único propósito de esta competición sea el  de satisfacer unos valores falsamente establecidos de confort y bienestar físico, los niños rara vez disfrutan del relajado ambiente familiar que se establece cuando toda la familia se reúne en la mesa al final del día. En vez de eso, los miembros de la familia comen a la bulla, descongelando algo o comiendo solos en uno de esos restaurantes de comida rápida, tras lo cual cada uno sigue su camino para realizar distintas actividades. Tienen relativamente pocas oportunidades de reunirse como una familia en un terreno común, de tener una charla tranquila, aprender o transmitirse sus valores o experiencias, de contarse los problemas individuales o los asuntos de importancia común.

Nosotros creemos que nuestros adolescentes están en peligro. Los bombardean por todas partes con costumbres y prácticas antihigiénicas. Para ellos, la familia es menos importante que los colegas de su edad. Consideraremos estas áreas de interés con más profundidad en la unidad 82. Sin embargo, en estos días, también los niños pequeños están amenazados. Todos los higienistas deben muy conscientes del hecho de que los padres higienistas que vivan en un asentamiento moderno deben enfrentarse con los sistemas de valores actuales y con la educación y comportamiento aceptados. Esto no es una tarea fácil. Todos los higienistas deben ser muy conscientes del hecho de que es obligado cambiar la educación y el cuidado de los niños pequeños si queremos que los adolescentes del mañana tengan alguna oportunidad de resistirse a la tentación de error siempre presente en cualquier sociedad.

Cómo llevar a cabo la temprana educación que proporcionará las bases del conocimiento y la enseñanza de los correctos principios y prácticas higiénicas es, creemos nosotros, un tema que se debe enfocar. A menudo, a los practicantes nos llaman para trabajar con toda una familia porque ya habíamos trabajado con un miembro de la misma. Con frecuencia, nos llamarán para guiar y dirigir a los padres que luchan desesperadamente por proporcionar a sus hijos lo mejor de la vida y educarlos bien. Nos pedirán ayuda para influir tanto sobre los jóvenes como sobre los más mayores, para guiar a los jóvenes adultos en su lucha por conseguir una vida mejor, tanto para sus hijos como para sus parejas. La unidad familiar puede ser un vehículo para influir sobre las futuras generaciones de la humanidad. Las palabras de vida pronunciadas por un practicante higienista pueden hacer sonar el mensaje de salud en los siglos venideros. Cuando seamos muchos, podremos influir sobre el mundo.

IV. RESPUESTAS DE COMPORTAMIENTO INADECUADAS

    Este es uno de los aspectos de la unidad familiar que, por lo que nosotros sabemos, no ha recibido mucha atención en la literatura higiénica, pero que, por desgracia, se ha convertido en un asunto preocupante en la sociedad actual. Hablamos sobre las respuestas inadecuadas ante el múltiple estrés que  bombardea a la gente por todas partes y de todos los estratos sociales.

    Las respuestas inadecuadas ante el estrés pueden ser de muchas clases, pero normalmente implican alguna forma de comportamiento peligroso. Ya hemos dicho en esta unidad que la mayoría de los niños están, por ejemplo, bien nutridos. Sin embargo, existe la otra cara de la moneda, porque, en realidad, casi la mitad de las familias estadounidenses están expuesta a alguna respuesta de comportamiento inadaptada que pueden afectar de forma negativa el progreso de un miembro individual de una familia o de la familia como unidad. Muchos de estos comportamientos perjudiciales se producen repetidamente dentro de la propia unidad familiar y a menos que el practicante esté alerta ante la posibilidad que esto puede pasar y de que puede perjudicar, y perjudicará, el resultado de su trabajo con una familia determinada, podría dudar y sentirse inseguro sobre su propia habilidad.

    Nos referimos a situaciones como el abuso de los niños dentro del hogar por uno o ambos padres, al abuso sexual de la esposa por parte del marido y, con menos frecuencia, del marido por la esposa; al alcoholismo, drogadicción, incesto, abusos emocionales, abusos verbales y una gran variedad de abusos que podemos clasificar bajo el término negligencia.

    Pueden tratarse de negligencia emocional, como cuando se ignora a un niño que quiere hablar de algo con su padre, pero este está demasiado ocupado y preocupado por el bienestar económico de su familia para tener tiempo de escuchar el parloteo de un niño que podría estar muy angustiado por una situación o problema que a él le preocupa mucho.

    Puede tratarse de negligencia física cuando los padres no proporcionan ciertas comodidades o requisitos imprescindibles de la vida orgánica, como que el niño haga suficiente ejercicio y le dejan que vea la televisión durante horas.

    Puede tratarse de negligencia permisiva, como cuando los padres no controlan el comportamiento y otros hábitos del niño, por ejemplo, dejándole que coma comida basura simplemente porque quiere, o no saber lo que el niño hace en su tiempo libre porque los padres están demasiado involucrados en sus propias actividades sociales y laborales.

    Está claro que la gama de respuestas problemáticas de comportamiento es muy variada. Si el higienista o la higienista quiere obtener buenos resultados cuando trabaja con situaciones familiares, debe estar alerta ante la posibilidad que tales violaciones estén presentes y saber que, si existen, pueden tener un profundo efecto sobre el futuro progreso del cliente.

    Una de esas violaciones estará presente en casi todos los casos que atienda un practicante higienista. Nos referimos, por supuesto, al hecho de que un tratamiento previo puede ser una gran parte del problema existente. Los fármacos puede haber afectado, y seguro que lo han hecho, el bienestar físico del cliente. De eso, estamos seguros. Lo que es más, debemos ser aún más conscientes sobre el hecho de que todos los fármacos (e incluimos tratamientos farmacológicos como el uso de azúcar, condimentos, suplementos, drogas sociales, etc.) también influirán negativamente, en mayor o menor medida, sobre el sistema nervioso.

    Puede haber un miembro determinado de la familia que esté tan neurótico a causa de los fármacos o drogas, y que dependa tanto de ellos, que se produce una reacción en cadena que afecta a toda la familia. Cuando esta clase de comportamiento anómalo continúa, otros miembros de la familia suelen responder con alguna forma de inmadurez emocional y perder el autocontrol. Esto sucede a menudo cuando surge alguna forma de abuso.

    Está claro que como practicantes de higiene debemos aprender a llevarnos bien con la gente, pero también debemos aprender a afrontar las realidades de la vida. Nuestra eficacia y la verdadera utilidad de nuestros consejos se verán no sólo en lo bien que sepamos analizar los problemas inmediatos de un cliente individual e intentemos encontrar una solución adecuada, sino también en la experiencia que tengamos al buscar y definir aquellas causas, acontecimientos y experiencias exteriores que pueden determinar, tanto directa como indirectamente, su progreso de una forma negativa. Las respuestas de comportamiento inadecuadas que tenga cualquier otro miembro de la familia inmediata pueden tener una causa tan oculta que antes de poder hacer ningún progreso hay que desenmascararla.

    Al tratar con niños, en especial con los más pequeños, el practicante debe estar alerta ante pruebas físicas de abusos, como heridas, decoloración inusual de la piel, llantos, comportamiento neurótico o hiperactividad, etc. Uno debe tener tacto y ser diplomático cuando sospecha que puede haber abuso infantil, no dudar en demostrarlo, pero, hacerlo de forma delicada y discretamente. Recuerde que se puede aprender mucho escuchando, escuchando no sólo a los padres, sino también escuchando las palabras y los movimientos corporales de los niños cuando responden ante una pregunta. El hecho de que miren rápidamente a los padres o de que rehuyan la mirada puede proporcionarnos una pista ante unas circunstancias determinadas. Conforme vaya adquiriendo práctica, el practicante higienista se irá familiarizando con las posibles zonas ocultas de la vida familiar.

    Sugerimos que el practicante comience a estudiar, si es que no lo ha hecho ya, algo sobre  problemas psicológicos. Su librería local le podrá recomendar algunos libros adecuados para este estudio. El tiempo que dedique a este asunto le será de gran utilidad en la práctica. Con toda seguridad, conocerá mucho mejor las debilidades, las distintas formas de practicar las posibles perversiones y, también, algunas respuestas ante el estrés que, a pesar de ser características, son anormales.

    Por supuesto, en principio todas estas observaciones deben mantenerse en privado. Si el patrón de comportamiento preocupante involucra al niño, se debe llamar la atención de los padres sobre esto. Los niños pueden mostrarse reacios, por una causa u otra, a revelar un abuso paterno y cuando uno se da cuenta, ese conocimiento no tiene que ser inmediatamente compartido con los padres, es decir, no necesariamente debe confrontarlos. A menudo, los niños tienen una imaginación muy vívida. Algunos sólo quieren llamar la atención o vengarse de un padre por alguna herida imaginaria. Una vez que se ha determinado el comportamiento abusivo sin ninguna sombra de duda, entonces debe afrontarse y, si es posible, resolverse de forma que sea en interés de toda la familia. En otras palabras, asegúrese de que existen evidencias antes de actuar.

    Para ilustrar hasta dónde puede llegar el abuso oculto de la familia, contaremos una historia real de abuso sexual de niños. Hace varios años hicimos de consejeros en un reformatorio de chicas. Una chica preciosa de 14 años vino voluntariamente a nosotros, en busca de «alguien con quien hablar». Nos contó cómo cuando tenía 12 años, su madre la obligaba a practicar el sexo con su padre porque «mamá siempre estaba cansada». En un año, la madre empezó a invitar a hombres dentro de la casa, por dinero, y a hacer fiestas sexuales en la que esta niña era la víctima. La amenazaban con castigos físicos para que no dijera nada a nadie.

    En apariencia, esta familia parecía ser igual que el resto de las familias del vecindario. La falsa máscara de respetabilidad se mantenía cuidadosamente. No se cayó hasta que la chica, a la edad de catorce, huyó de casa y la policía la cogió ejerciendo la prostitución. Entonces, se destapó toda la sórdida historia.

    Como practicantes, debemos, por supuesto, conocer las causas aparentes, pero debemos igualmente ser conscientes de que también pueden existir causas ocultas de naturaleza enfermiza. Con frecuencia, es comparativamente fácil determinar las causas más obvias, ya sean causas emocionales, hábitos nocivos de una u otra clase, deficiencias o excesos del estilo de vida o de la dieta. No obstante, no olvide la posibilidad muy real de que puede haber tendencias ocultas como las que hemos descrito, y muchas más, que pueden impedir un futuro progreso.

    Un punto con el que queremos acabar esta sección, pero que surgirá de vez en cuando, es el de la negatividad. Los practicantes novatos suelen quedarse atónitos de la cantidad de clientes que no tienen esperanza, de cuántos padres tienen pensamientos negativos sobre sus hijos y, lo que es más trágico, de cómo muchos niños piensan mal de sí mismos.

    Nosotros pensamos que esta actitud negativa hacia la vida en general, hacia problemas de inmediata preocupación y las esperanzas de solucionarlos, suele tener sus raíces en la infancia. Se debería educar a los padres para que se relacionen positivamente con sus hijos y para que alienten lo que nosotros llamamos el positivismo de la vida. Como practicantes, debemos estar empapados de los fabulosos resultados que se pueden conseguir gracias a la aplicación de la Higiene Natural, tanto en nuestras vidas como en las vidas de aquellos que nos consultan. Cuando seamos capaces de comunicar a los que tienen problemas este sentido de «los fabulosos resultados posibles-probables», normalmente podemos relajarnos y ver la evolución.

Una aclaración

Con el objetivo de ser más claros hemos decidido dividir nuestra exposición en segmentos, afrontar los problemas entre determinados grupos de edad, que de vez en cuando le puede surgir al practicante, como si fuesen miembros individuales que pueden relacionarse unos con otros como miembros de una familia. Hacemos esto plenamente conscientes de que problemas y preocupaciones similares pueden surgir, y surgen, dentro de todos los grupos y de que los ejemplos específicos y las soluciones adoptadas pueden tener más implicaciones y aplicaciones que las que indicamos en esta exposición limitada.

V. LOS RECIEN CASADOS
A. Los adultos jóvenes

Entre los miembros de este grupo suelen surgir pocos problemas relacionados con la Higiene Natural, probablemente debido al hecho de que es raro que los problemas de salud sean graves —todavía—. En otras palabras, el abundante suministro de fuerza vital que, por regla general, poseen los miembros jóvenes de la sociedad en comparación con la cantidad considerablemente disminuida presente en los más mayores, produce más síntomas agudos que suelen tratarse con fármacos que los suprimen, por lo que los síntomas se olvidan y las parejas jóvenes casadas que han tenido algunos problemas temporales continúan con su estilo de vida acostumbrado y con sus hábitos alimentarios sin darles más vueltas al asunto.

Sin embargo, algunas veces surgen crisis importantes y, entonces, el que ambas partes mantengan una actitud correcta hacia el matrimonio puede convertirse en un punto decisivo. Para ilustrar qué puede sucederle a una pareja joven que les haga buscar el consejo de un practicante higiénico, consideremos la situación de Ruth Y. Ruth y Jack se casaron en agosto. En octubre de ese mismo año, ella enfermó de una grave bronquitis que no la abandonaba. Por supuesto, el resultado fue que estaba apática y se sentían ansiosa sobre muchas cosas, pero en especial, sobre mantener intacto su matrimonio. El acto sexual se convirtió en un asunto molesto en vez de en una alegre unión. Jack se convirtió en una persona impaciente.

Antes de Navidad, Ruth fue ingresada en el hospital. Le dieron muchos fármacos y le realizaron varias pruebas. Los radiografías parecían demostrar alguna clase de lesión o tumor sobre el pulmón derecho, por lo que la cirugía se convirtió en el tratamiento elegido. Se le extirpó un pequeño tumor. A su debido tiempo, Ruth se recuperó y volvió a casa armada con un arsenal de fármacos que, obedientemente, se tragaba.

A los seis meses, Ruth volvió al hospital con síntomas similares, pero esta vez parecían más graves. También, por esta época, el matrimonio se tambaleaba. Ruth sólo tenía 24 años, Jack 28. De nuevo, invadieron su pecho, lo examinaron y no encontraron nada importante, excepto, por supuesto, una zona considerable de tejido dañado, la consecuencia de la primera operación. Sin embargo, tras permanecer varias semanas, abandonó el hospital con un diagnostico confirmado de lupus eritematoso sistémico (una enfermedad inflamatoria de los tejidos conjuntivos que presenta síntomas diversos: fiebre; debilidad y cansancio; dolores en las articulaciones o artritis que parece artritis reumatoide; lesiones dérmicas eritematosas sobre la cara, cuello o en las extremidades superiores, linfadenopatía, pleuresía o pericarditis, lesiones glomerulares, etc. —Stedman’s Medical Dictionary—). Varios análisis sanguíneos específicos confirmaron el diagnóstico.

Está claro que esta joven padecía debilidad, cansancio, dolores en las articulaciones y, además, dolores musculares bastantes agudos, pero no tenían ninguna de las lesiones que normalmente se asocian con esta afección.

Un amigo le sugirió que nos consultara. En su primera visita a nuestra consulta, Ruth vino con su marido. Fue la primera y última vez. En las siguientes visitas la acompañaban sus padres o su hermana mayor. Puesto que tenía que viajar una distancia considerable para llegar a nuestra consulta, siempre venía con otro miembro de la familia, que le daba ánimos y la apoyaba.

Sin embargo, debido a que su marido no la apoyaba, ella creía que no debería considerar la posibilidad realizar un ayuno prolongado. Por tanto, todos nosotros estuvimos de acuerdo en que debería hacer lo siguiente mejor y que era embarcarse en un programa diseñado para limpiar los fluidos corporales de desechos tóxicos, aunque de una forma más lenta. Le dejamos muy claro a Ruth que este enfoque requería una voluntad considerable y poder de convicción por su parte, ya que los cambios se producían con bastante lentitud. No obstante, enfatizamos el positivismo con Ruth como tenemos que hacerlo con cualquier persona que nos pida consejo. Esta vez nos dijo que estaba deseando seguir nuestras recomendaciones.

Queríamos que Ruth viese los puntos buenos de la Higiene Natural: videos que funcionaban como lecciones o artículos suplían esta necesidad. Esta decida joven comenzó un programa controlado que la introdujo en un nuevo concepto de la naturaleza de la enfermedad, uno que le enseñó hechos simples sobre las diferentes clases de productos alimentarios, sobre nutrientes y sobre por qué son importantes, sobre las funciones orgánicas y sobre metabolismo. Aprendió por qué una ingestión limitada de proteínas era vital para su condición, también aprendió cómo seleccionar los alimentos en el mercado y combinarlos adecuadamente en casa para conseguir el máximo rendimiento. Conforme iba adquiriendo conocimientos, desarrolló un profundo sentido de convicción personal. Sabía, sin ninguna duda, que, mientras se mantuviera por el camino adecuado, estaba haciendo lo que tenía que hacer si quería volver a tener la alegría de disfrutar de un buen estado de salud. También descubrió que disfrutaba con esta nueva forma de comer y vivir.

Le dijimos a Ruth que podría crear algún resentimiento en Jack si ella intentaba de repente cambiar sus hábitos de comer y vivir, que es mucho mejor educar con el ejemplo que estar continuamente insistiendo sobre el tema.

El progreso de Ruth era alentador, en gran parte debido a que sus padres también decidieron pedirnos consejo. Se creó un efecto en cadena: primero, los padres de Ruth; después, la hermana y el marido de esta; más tarde, el niño asmático de su hermana; y, por último, un amigo que vivía en una lejana ciudad del norte y que también padecía lupus sistémico. Sin embargo, Jack seguía manteniéndose aparte.

A los tres meses, Ruth ayunaba un día a la semana. Su flujo de energía se había elevado a un nivel que, según ella misma decía, no experimentaba desde la adolescencia. Se compró un perro para que la acompañara en sus solitarios paseos matutinos. Aunque parezca sorprendente, no tuvo ningún síntoma adverso de consecuencias importantes durante todo este tiempo, ¡ni siquiera una nariz acuosa! Los antiguos síntomas, los dolores y punzadas desaparecían poco a poco.

Ha pasado un año. El matrimonio sigue intacto. La vitalidad  recién descubierta le permite tener unas relaciones sexuales normales con su marido. Jack es feliz y Ruth está extasiada, llena del positivismo del que hablamos antes. Jack todavía no lo sabe, pero también él se está convirtiendo lentamente en higienista. ¿Cómo? Porque Ruth ha hecho importantes cambios sin, como dice una frase, sacar el hacha de guerra. Por ejemplo, todas las comidas que ahora sirve están combinadas de forma adecuada. Ha eliminado la mayoría de las sustancias destructoras de la salud y todos los zumos, frutas y verduras artificiales. En vez de eso, sólo compra comida de la mejor calidad según la variedad que predomine en esa estación del año.

En vez de acostarse de madrugada, tras pasar horas mirando figuras fantasmales en la pantalla de televisión, ella y Jack se han acostumbrado a acostarse a las 10 de la noche. Cuando invitan a sus amigos, cosa que les gusta a los dos, Ruth se adapta a sus costumbres, pero siempre intenta que haya alguna fruta fresca, verduras y frutos secos. Según nos dice ella, ahora Jack también espera que haya estas cosas. Los fines de semana, Jack, Ruth y el perrito se convierten en un trío y salen a pasear. A Jack le gusta la montaña, así que cogen el coche y se van a uno de sus sitios favoritos a hacer senderismo. Por supuesto, Ruth siempre echa una almuerzo higiénico.

Está claro que Jack no está por completo dentro de la Higiene Natural, aunque sí está más dentro de lo que él mismo cree, todo gracias a que Ruth se enfrentó a su problema inmediato con inteligencia e ingenio. No intentó convencerle, ni le dio largas conferencias o le insistía sobre el asunto. Optó, muy inteligentemente, por dar pasos de bebé y está siendo recompensada por su paciencia.

Lo que es más, ahora está convencida de su propio progreso hacia un estado mucho mejor de salud, se siente más confiada de la estabilidad de su matrimonio y está segura de que, en el futuro, Jack se dará cuenta de los beneficios obtenidos debido a la aplicación de los sólidos principios Higiénicos, tanto ahora como cuando en un futuro les llegue el momento de plantearse tener hijos.

B. Adultos mayores recién casados

    Puesto que, siguiendo el curso normal de los acontecimientos, la población en general ha aumentado, también podemos comprobar cómo aumenta el número de personas mayores. Por desgracia, en muchos casos, los matrimonios celebrados en la juventud suelen acabar con la muerte de una de las partes, lo que provoca que el superviviente tenga que pasar un periodo de considerables adaptaciones: emocionales, sociales y, con frecuencia, económicas. Profundizaremos en este tema en la Unidad 83, titulada «Ciudadanos mayores que viven higiénicamente».

    La intensidad de este periodo de reajustes traumáticos puede variar, y de hecho varía, de un individuo a otro. Puede durar poco o mucho tiempo. Algunas de las partes que se quedan solas insisten en volver una y otra vez a la tumba de su difunta pareja. Sin embargo, el periodo de luto intenso suele durar entre dos y tres años, cuando algunos comienzan a buscar una nueva pareja.

    En muchas partes del país se han fundado clubes de viudos/as para aconsejar a los individuos y ayudarles a enfrentarse mejor con sus preocupaciones inmediatas, todo ello dentro de un hogar social y con otras personas de ambos sexos que han sufrido la misma clase de pérdida, muchos de los cuales, por supuesto, se enfrentan a problemas similares. Nos sentimos contentos de poder decir que en Tucson (Estados Unidos), dos de nuestros estudiantes apadrinan un grupo de esa clase.

    Muchos viudos y viudas se van a vivir a caravanas, a centros para la tercera edad o a otras instituciones en las que se ofrecen una amplia gama de programas, asociaciones, grupos de actividades, etc. En la actualidad, la mayoría de las comunidades ofrece distintas clases de actividades pensadas especialmente para la tercera edad. Gracias a estas reuniones sociales, se suelen llevar a cabo matrimonios entre las personas de la tercera edad.

    En principio, y en la mayoría de los casos, estas uniones suelen ser felices acontecimientos, pero, a menudo descubrimos que la felicidad dura poco debido a que surgen múltiples problemas, algunos de los cuales se desencadenan sin duda alguna por culpa del trauma recientemente experimentado. No obstante, muchos demuestran no ser más que conflictos entre distintos patrones de vida, que ya llevan mucho tiempo establecidos en ambas partes. Algunos se sienten especialmente frustrados cuando descubren que los antecedentes culturales de su pareja son bastante diferentes.

    La mayoría de estos conflictos no llaman la atención del practicante higienista hasta que surge un problema de otra índole. Nos referimos, por supuesto, a la enfermedad de una o de ambas partes, siendo la enfermedad de naturaleza vertical (degenerativa). Los trastornos más comunes entre las personas mayores suele ser la artritis de una clase u otra, alguna clase de trastorno renal, como la incontinencia nocturna, las enfermedades pulmonares y cardiacas, esclerosis de los canales circulatorios que conduce a la pérdida de memoria y la senilidad prematura y el cáncer, entre otras.

    Como practicantes debemos aceptar la realidad de que gran parte de los principios de la Higiene Natural son totalmente desconocidos para la mayoría de las personas de la tercera edad que pueden llegar a nosotros y que muchos de estas personas no recurrirán a nosotros hasta que no haber explorado cualquier otro camino posible. Con el tiempo, y tras un periodo prolongado de fracasos, algunos serán persuadidos de mala gana a probar con un higienista. Hasta que el practicante es totalmente consciente de las barreras mentales que, antes de nada, debe superar, el pronóstico para conseguir una buena solución de cualquier trastorno que preocupe a los mayores puede presentar problemas.

    En la mayoría de los casos, cuando trabajamos con personas mayores recién casadas, recomendamos un enfoque muy conservador. Estos individuos aún están acostumbrándose a su nueva relación marital. Algunos se sienten culpables por haber abandonado a su pareja de toda la vida. Algunas veces, este último complejo no es conscientemente aceptado, pero, no obstante, está ahí, y debemos tratar con él. Algunos se sienten muy atormentados emocionalmente, en especial, cuando la enfermedad comienza a manifestarse poco después de la boda. Además, las personas mayores suelen tener unas ideas preconcebidas sobre qué constituye una terapia adecuada y se preocupan mucho cuando son expuestos a este extraña y nueva forma de enfocar la salud.

    Por todas estas razones, y sin duda existen muchas más, nosotros necesitamos una evaluación bionutricional y un perfil completos. Después, se les va introduciendo, de forma gradual y progresiva, en los principios de la Higiene Natural. En algunos casos, planteamos la posibilidad de un ayuno prolongado.

    Pensamos que la evaluación y el perfil son útiles, no porque definan los síntomas, sino más bien como una herramienta motivacional. Ofrece a estas personas una primera comprensión real de su estado. También, por primera vez, se encuentran cara a cara con una razón verbal y gráfica para tomar un nuevo rumbo y entrar en una nueva dimensión de vida. Algunas veces, con las personas mayores se necesita una fuerza motivadora muy poderosa.

    May N. y Harry S nos proporcionan un ejemplo muy bueno de cómo se pueden obtener resultados óptimos con esta clase de enfoque. También nos ofrecen un ejemplo de cómo la interferencia familiar puede ser muy traumática, tanto para el practicante como para el paciente.

    May llevaba viuda más de cinco años. Debido a los años de exposición a grandes altitudes en climas extremadamente fríos, donde ella y su esposo eran misioneros y donde tenían que soportar trabajos muy duros durante muchas horas, careciendo de una alimentación adecuada, May desarrolló el síndrome de Charcot (claudicación intermitente), una afección causada por isquemia —una anemia local debida a la obstrucción mecánica del suministro sanguíneo causado principalmente por un estrechamiento de las arterias— de los músculos de las piernas debido a la esclerosis. Se caracteriza por una cojera dolorosa que se produce en el acto de andar (según el Stedman’s Medical Dictionary). En esta época, ella ya había enviudado, estaba sola y padecía una grave depresión, aunque intentaba sonreír a través de las lágrimas. Podía andar utilizando dos muletas, pero con mucha dificultad. Vivía sola entre extraños, en una comunidad más bien aislada de personas de la tercera edad.

    La primera vez que conocimos a May fue en una reunión social. Mencionamos que éramos practicantes higienistas y le instamos a que leyera uno de los libros del Dr. Shelton, Health for the Millions [Salud para millones]

    Algún tiempo después recibimos una llamada de May y le dimos una cita, por lo que comenzó una nueva experiencia para ella. May era una mujer inteligente. Le hicimos las pruebas usuales y después establecimos un programa de aprendizaje sobre la Higiene Natural/ Ciencia de la Vida. May demostró ser una estudiante maravillosa e hizo rápidos progresos. Probablemente, nunca olvidaremos la tarde en la que le pedimos que se pusiera de pie, le quitamos las muletas y apartamos la silla. Nos fuimos a la otra punta de la habitación, extendimos nuestros brazos y mirando a May directamente a los ojos le ordenamos «¡Anda!». Y quizá lo que siguió fue una revelación incluso para nosotros porque, de hecho, May anduvo. Cayó en los brazos de las Dra. Elizabeth emocionalmente exhausta. Probablemente todos lloramos un poco ese día, pero éramos felices, muy felices.

    Pensábamos que el progreso de May en el futuro podría ser más difícil e incluso más lento debido a su edad y a la seriedad de su trastorno. La animamos para que fuese a un centro de ayuno y, en su día, ayunó en la Escuela del Dr. Shelton, en San Antonio, Tejas (Estados Unidos).

    Sin embargo, cometió un grave error. Fue a visitar a su hijo y a su nuera que vivían en otro Estado. Ellos se horrorizaron ante su apariencia. No había esperado el tiempo suficiente para recuperarse del ayuno. Se sentía tan maravillosamente bien que quería que las personas a las que amaba se regocijaran con ella, pero, en vez de eso, ellos reaccionaron en contra.

    Por desgracia para May, antes de ir a la escuela de Shelton, le había dado a su hijo poderes no sólo sobre sus asuntos financieros sino también sobre su persona. Los hijos inmediatamente dieron los pasos necesarios para internarla en un hospital donde la obligaron a alimentarse y a tomar fármacos. Tras pasar dos semanas recibiendo esta clase de tratamiento, May escapó del hospital y fue a otro centro de ayuno durante un periodo de cinco días para recobrar tanto la cordura como parte de la salud que había perdido por el abuso a la que la habían sometido.

    Sin embargo, el daño estaba hecho y muy bien hecho. Lo que es más, los hijos no habían acabado su intromisión. En cosa de semanas, la iban a trasladar a un hogar de jubilados que estaba a miles de kilómetros de nosotros. Recordamos muy bien cómo May lloraba por teléfono. Hicimos lo que pudimos para calmarla y asegurarle que no todo estaba perdido. Le dijimos que ella sabía lo que tenía que hacer para cuidarse y cómo hacerlo. La animamos a que cuidara de sí misma lo mejor que pudiera en  las circunstancias actuales. Por supuesto, se tenía que limitar a los alimentos que preparaban y servían a los clientes del centro. Sin embargo, por suerte, May supo que las comidas se servían en una especie de bufé y que siempre tendría a mano algo de fruta fresca. Se animó y poco a poco fue adaptándose a su nuevo ambiente.

    A su debido tiempo, May mejoró, recuperó su equilibrio emocional y empezó a tomar parte en las actividades sociales que ofrecía el centro. Conoció a un hombre de su misma edad, un viudo, y comenzaron a verse. Finalmente, se acordó el matrimonio. May consiguió deshacerse del dominio y control legal de sus hijos y se buscó un esposo que la cuidara y al que cuidar, si surgiera la necesidad.

    Los recién casados volaron hasta Hawai, donde hicieron un crucero alrededor de las islas. Harry se convirtió de buena gana en las piernas de May, mientras que ella se convirtió en la alegría y en el centro de la vida de Harry.

    Una vez que pasó la excitación, May recuperó su estilo de vida higiénico. Su nuevo marido puso su vida en manos de ella y los dos establecieron su feliz relación, no en un centro, sino en una nueva casa. Hace poco visitamos a estas dos encantadores personas. Habían hecho una importante transición con resultados felices. La forma de llevar la delicada situación de May nos recuerda el hecho de que a menudo una mujer (o un hombre) debe convertirse necesariamente en la fuerza guiadora de la estructura familiar y, como siempre ocurre, la guía debe ser firme, pero también amar inteligentemente.

    Al aceptar y aplicar la Higiene Natural, May encontró esperanzas para el futuro, pero cuando los miembros de la familia no lo comprenden e interfieren, siempre existe la posibilidad de que surjan problemas inesperados. El buen practicante sabe cuando debe intervenir, pero también debe saber cuando retirarse. La historia de May nos proporciona un ejemplo perfecto de esa situación y de cómo el practicante de higiene puede muy a menudo conducir a los pacientes mayores y con problemas a una vida más feliz y plena.

VI. LOS NIÑOS Y LA FAMILIA

    Los estudiantes que están haciendo este curso de Ciencia de la Vida (¿Ciencia Natural?) ya saben bastante sobre lo necesario que es el cuidado prenatal. Además, están bien versados sobre cómo atender adecuadamente las necesidades dietéticas, entre otras, de los niños pequeños. Por tanto, el objetivo de esta unidad es tratar otras áreas de interés que pueden aparecer cuando el practicante higienista atiende las necesidades de un cliente que tiene bajo su responsabilidad el cuidado y educación de niños.

    Los problemas que, ocasionalmente, pueden surgir son interminables y es obvio que sería imposible dar un consejo para cada uno de ellos. A veces, nos llaman para aconsejar a padres cuyos hijos sufren un trastorno físico o mental. En cada ocasión, pueden surgir conflictos familiares, a menudo provocados por la enfermedad del niño. Algunas veces, los conflictos surgen cuando un padre se interesa por la Higiene Natural y el otro cree en un enfoque más ortodoxo para cuidar y alimentar a los niños.

    En cualquier caso, en esta unidad presentaremos algunos casos reales, y esperamos poder derivar algún beneficio de ellos que más tarde podamos aplicar en la práctica real o en nuestro propio hogar con nuestros propios hijos.

A. Llamadas a los servicios de urgencias

A menudo, a los practicantes nos llaman para servicios de urgencia. Hace varios años recibimos una llamada de teléfono de una madre muy preocupada de Tejas. Su hijo pequeño, con sólo tres semanas, había estado llorando y con cólicos desde que salió del hospital, donde tuvo lugar el nacimiento. Los consejos de su pediatra fueron inútiles, y tanto ella como su esposo se turnaban para pasear al bebé cada noche. No es necesario decir que ambos estaban exhaustos y a punto de caer en un estado de pánico.

Le preguntamos a la joven madre por el programa de alimentación que seguía el niño y nos dijo que le daba una leche recetada por el médico cada dos horas y que una de las tomas consistía en ¡una papilla de arroz!. Ya que la madre no podía amamantar al niño, le aconsejamos que comprara leche natural de cabra, que podía adquirirse donde ella vivía, y que la diluyera mitad y mitad con agua destilada. Le sugerimos que obtuviese alguna lactosa en la farmacia o en alguna tienda de productos naturales y que le añadiera una cantidad adecuada a la mezcla de agua y leche. Al niño le debía dar tres tomas de la nueva leche, espaciadas en un intervalo de 6 horas. No había que darle ninguna papilla de arroz. Le indicamos a la madre que los niños con esta edad no están fisiológicamente equipados para asimilar bien el almidón y que para nosotros estaba bastante claro que parte del problema del niño era debida a los gases que provoca la acción de los fermentos del almidón.

También debía darle tomas de unos 100 ml de zumo de fruta recién exprimido, espaciadas entre la toma de la mañana y la de al mediodía, y de nuevo entre la del mediodía y la de la noche. La última toma debía dársela a las 18 horas y ya se dejaba dormir toda la noche al niño.

A los tres días, la madre llamó diciéndonos que el niño dormía tranquilamente, y también ella y su marido. Los higienistas saben muy bien que el mejor alimento para un niño es la leche de su madre, pero cuando esto no es posible, el higienista debe estar preparado para aconsejar a los padres métodos alternativos de alimentar y cuidar al bebé. En este caso, ambos padres eran muy comprensivos y no volvieron a surgir problemas.

Otra vez, una madre nos telefoneó a las dos de la madrugada, histérica de miedo. Creía que su bebé se había tragado una moneda. Al menos, la madre no podía encontrarla y estaba segura de que el bebé la había cogido. Le aconsejamos a esta madre primeriza que, a su debido tiempo, siguiendo la naturaleza de las cosas, la moneda seguiría su camino inofensivamente a través del tracto gastrointestinal y que muy pronto la encontraría en las heces. Al finalizar el día siguiente recibimos noticias: había encontrado la moneda.

Este informe tuvo una continuación. Más tarde, el padre nos confesó que tanto él como su esposa se habían asustando tanto que habían cogido de un puñado al niño y lo habían llevado a toda prisa a la sala de urgencias del hospital, donde le dieron el mismo consejo. Después de lo cual, regresaron a casa y se las arreglaron para pasar lo que quedaba de noche.

A menudo, los higienistas deben confiar en el conocimiento que tienen sobre cómo la naturaleza aísla o elimina los objetos extraños que entran en el canal intestinal por accidente, y abstenerse algunas veces de realizar ninguna acción hasta que la evidencia demuestre claramente la necesidad de realizar otra intervención de naturaleza más drástica.

B. Problemas serios de larga duración

A veces, a los higienistas nos llaman para aconsejar a padres que se enfrentan a problemas mucho más serios que el de tragarse una moneda; problemas como sorderas, cegueras, malformaciones de una clase u otra. Por tanto, es bueno que el practicante de higiene se familiarice con los recursos disponibles que están especialmente creados para ayudar a estos niños y a sus padres, e insistimos mucho en que el personal que trabaje con ambos padres y el niño debe tener una preparación muy buena. Por lo general, este personal está disponible en la misma comunidad de residencia o en cualquier ciudad cercana.

Nos referimos, por supuesto, a especialistas como logopedas, uno de los cuales ha sido estudiante nuestro durante algún tiempo en Tucson; a fisioterapeutas, que a menudo pueden hacer maravillas al desarrollar una mejor coordinación de uno o varios miembros donde existía muy poca  o ninguna antes de que trabajara con el niño. Existen escuelas para niños sordos y ciegos, incluso para los que padecen daños cerebrales. El practicante deberían localizar estas instituciones para conocer todos los servicios que se ofrecen y aquellos a cargo de las instituciones deberían conocer los servicios que ofrecen los higienistas. El higienista debe asegurarles una total cooperación.

Muchos de estos servicios para niños discapacitados están subvencionados por instituciones privadas o por el gobierno, ya sea estatal o autónomo, o por ambos. La subvención de los servicios puede convertirse en un pequeño obstáculo, ya que los métodos higiénicos pueden ser contrarios a los que el sistema ortodoxo suele aprobar. Esto ocurre en especial con los métodos de alimentación. Sin embargo, algunas veces padres desesperados recurren a un higienista porque han fracasado con otros métodos. Esperamos que, si cooperamos activamente, con interés y ánimo, nuestra función sea constructiva.

C. Caso 1: Jana

Me viene a la mente uno de esos casos en los que no tuvimos éxito. Sin embargo, lo citamos aquí para destacar un hecho importante, como veremos.

El caso del que hablamos tiene que ver con una niña de dos años y medio que nos llegó a través de una agencia de protección de menores. La madre de esta niña, que aún se consideraba un bebé, trabajaba en una guardería. De hecho, el bebé había crecido dentro de los límites de la guardería donde recibía la misma atención y consideración que los niños de pago, incluso un poco más.

Janita, como la llamaban, tomó el biberón y papillas desde que nació. De hecho, su alimentación era la misma que la que, por desgracia, reciben muchos niños pequeños de hoy en día y produjo resultados similares. Para desayunar, a los pequeños se les daba un huevo frito con tostadas y mermelada o, a veces, zumo de naranja embotellado con cereales y leche.

A las 10 de la mañana, todos los niños de la guardería, entre ellos Jan, tomaban una bebida artificial muy conocida más una galleta o dos, tras lo cual se tendían en el suelo y echaban una siesta. Al mediodía, se reunían para el almuerzo que, la mayoría de las veces, consistía en sándwichs de pan blanco con mantequilla de cacahuete o mermelada y un vaso de leche. De postre solían tomar algún dulce; a veces, una manzana, pero puesto que los niños de la guardería preferían los dulces, normalmente eso era lo que tomaban.

A media tarde, los niños tomaban la bebida de por la mañana, un vaso de zumo embotellado de distintos sabores, o leche a la que le añadían una cucharada de algún preparado de cacao. Tras esto, venían las inevitables galletitas.

En la cena, el padre y la madre se sentaban con su pequeña para cenar juntos. Janita comía cualquier cosa que se ponía sobre la mesa. La comida seguía los patrones habituales de la mayoría de estadounidenses que come en casa: algún tipo de carne servida con una mezcla de arroz de paquete o puré de patatas de paquete. Algunas veces, había verduras, normalmente congeladas. Había mucho pan blanco y margarina, además de gelatina y mermeladas. Pimienta, sal, mostaza y los condimentos habituales estaban presentes. Por supuesto, el helado era el postre favorito de la familia, y siempre se servía con galletas dulces.

Cuando la madre estaba demasiado cansada tras todo un día de trabajo en la guardería, la familia solía ir al McDonald para tomar una hamburguesa, patatas fritas y coca-cola. La madre nos dijo que a Jana le encantaba ir al McDonald.

Nos trajeron a la niña porque era hiperactiva y también porque tenía problemas de comportamiento. Era incapaz de adaptarse a los niños de su edad, les mordía y arañaba. Cuando se sentía frustrada, chillaba y tenía rabietas. De hecho, se hizo casi incontrolable, y no paraba su actividad física y emocional hasta que caía exhausta.

La madre tenía más de 20 kilos de sobrepeso y al padre se le habían diagnosticado tendencias diabéticas. Ambos usaban fármacos.

Jana fue claramente una víctima de abuso infantil. En primer lugar, antes de concebirla, los padres nunca se habían planteado la responsabilidad que supone traer un hijo al mundo. Ambos padres padecían graves discapacidades físicas. Después, tras el nacimiento, la niño no tomó el pecho porque la madre pensaba que tenía otras responsabilidades más importantes, es decir, su trabajo en la guardería. Está claro que la niña recibió otra clase de abuso al estar encerrada todo el día, excepto cuando todos los niños salían un rato al patio para jugar. Pero, puesto que Jana no se llevaba bien con el resto de los niños, también en estas ocasiones solía permanecer dentro. Por tanto, carecía de la suficiente luz del sol y/o ejercicio. También está claro que estaba siendo mal alimentada. No nos sorprende que la madre solicitara la ayuda de protección de menores cuando se dio cuenta de que no podía soportar más los problemas de comportamiento de la niña.

Sugerimos al funcionario que se encargaba del caso y a la madre que era necesario un cambio radical en la alimentación y en el estilo de vida. Ambos estuvieron de acuerdo en seguir nuestras recomendaciones, por lo que elaboramos un programa adecuado de alimentación con instrucciones precisas sobre cómo preparar los alimentos y cómo servirlos. También elaboramos un programa de esparcimiento y ejercicio, para que saliera a la calle en intervalos adecuados. Elaboramos una lista de «cosas que no se pueden hacer» y tanto la niña como los adultos se fueron con las instrucciones para volver en cuatro semanas.

La cita nunca tuvo lugar. El funcionario nos llamó para decirnos que la madre de la niña decía que el régimen era demasiado estricto y que, ocupada como ella estaba, no había ninguna posibilidad de seguirlo. Por tanto, en este caso, y sintiéndolo mucho, no pudimos presenciar una conclusión exitosa.

Pero, ¿fallamos nosotros? No, al contrario, el fracaso es de la familia de Jana. Es un fracaso por negligencia, uno que determinará un futuro de fracasos para la pequeña Jana. Sin embargo, podemos aprender de este caso. Quizá, debido a la gran preocupación que nos embargaba sobre la salud inmediata de la niña, no investigamos lo suficiente en nuestro primer encuentro. Quizá llegamos demasiado lejos y demasiado rápido. De aquí podemos sacar una lección. Tras un caso que se ha resuelto, favorable o desfavorablemente, siempre es bueno repasar los consejos que hemos dado, para comprobar dónde hemos podido equivocarnos y qué podríamos haber cambiado para llegar a un resultado más saludable, si es que había alguna posibilidad. El hecho importante que destacamos es, está claro, que el practicante de higiene debe aprender de sus fallos tanto como de sus éxitos. Por regla general, ¡tendrá más éxitos que fracasos!.

En el caso de Jana, la niña no recibió apoyo de su familia, pero en la historia de la familia de Albert comenzamos a comprobar lo importante que es la cooperación de la familia para conseguir una buena aplicación de los principios higiénicos al trabajar con algún miembro de la familia, pero, sobre todo, cuando trabajamos con niños muy pequeños que dependen por completo de la buena cooperación de sus padres. Este caso es especialmente interesante porque, como el estudiante comprobará, podría haber fracasado, pero no lo hizo.

D. Caso: Maura y Jerry

A los 18 años Maura se casó con Jerry, de 51. En realidad, nadie pensaba que esta unión funcionaría, pero se equivocaron, ya que resultó ser una pareja perfecta.

Jerry había sido un solitario durante muchos años. Había estado casado antes, tuvo varios hijos y después, se divorció. Muy intelectual y con varios títulos en ingeniería, abandonó las formas tradicionales de vida a favor de un estilo de vida «enraizado en la tierra».

La mejor forma de describir a Maura es la de una encantadora jovencita, sin ningún mundo. En apariencia, su educación acabó cuando terminó la secundaria. Ella buscaba la imagen de un padre y la encontró en un esposo mucho mayor.

Jerry optó por no entrar en el mercado de trabajo para sustentar a su mujer, quien no tenía unas habilidades especiales por sí misma. En vez de eso, eligió hacer chapuzas para los rancheros, construir invernaderos y trabajar en los jardines.

Cuando esta pareja de recién casados supo que Maura iba a tener un hijo, empezaron a buscar un consejero de salud adecuado. Puesto que Jerry era un naturista, en el sentido en que el criaba los alimentos de la familia y evitaba cualquier clase de alimento procesado, estaba determinado a no tener nada que ver con los tunantes médicos. Nos lo enviaron y Maura le siguió sin más.

Supimos que su hogar era una cabaña el campo donde vivían y trabajan lo más que podían en el exterior. Ambos querían un buen cuidado prenatal para su hijo. En consecuencia, le dimos a Maura una dieta de embarazo basada en los principios higiénicos, tal y como se ha indicado en unidades anteriores, y, a su debido tiempo, dio a luz a un niño perfecto a quien amamantó hasta los catorce meses, cuando se le retiró la leche.

Tras nuestro primer contacto con Maura y Jerry, no volvimos a saber de ellos hasta que un día nos los encontramos por casualidad en un supermercado, en el que enseñaban felices a su hijo. Nos dijeron que no había habido ningún problema con el parto, que tuvo lugar en su hogar, y que después habían tenido pocos problemas con el bebé. La joven pareja parecía feliz y bien. ¿El bebé? ¡Fantástico!

Pasaron más de dos años y Maura nos llamó para concertar una cita. Acaba de dar a luz a otro niño al que también amamantaba, pero tenía algunos problemas sobre los que quería hablar con nosotros.

Jerry y Maura vinieron, ¡pero qué diferencia con la primera vez! El matrimonio había tenido un éxito considerable. ¡Maura había sido la buena influencia para Jerry, no al contrario! En vez de su forma de vestir poco convencional y, a menudo, desaliñada, Jerry apareció en la consulta vestido con un traje. Supimos que ahora trabajaba como ingeniero ejecutivo. Él y Maura compraron una hermosa casa en las afueras de la ciudad donde vivían y ambos parecían muy felices con su relación.

Lo que les preocupaba eran sus hijos. El nuevo bebé tenía cólicos la mayoría de las veces, a menudo rechazaba el pecho y estaba inquieto por las noches. Mientras que su primer hijo se desarrolló bien, con una excelente estructura corporal, ojos azules claro, y una excelente complexión, el segundo hijo tenía sobrepeso, estaba rechoncho; también se mostraba muy a menudo caprichoso, lo que, según su padre, no era su comportamiento acostumbrado.

Tras las preguntas, supimos que se trataba de la misma historia que tan a menudo oímos los higienistas al tratar con bebés y niños pequeños. Los padres se preocupan demasiado. Escuchan a sus vecinos y comienzan a pensar que quizá ellos saben más. Esto es lo que le ocurrió a esta pareja. Habían sobrealimentado y mimado demasiado a sus hijos, así mismo, constantemente estimulaban en exceso las estructuras nerviosas de estos. Por ejemplo, alguien le dijo a Maura que el nuevo bebé DEBÍA tomar cereales y ella había sucumbido a la insistencia amistosa. Las vecinas se reúnen para tomar café y pasteles, y les dan a los pequeños alguna bebida azucarada. Ella escuchaba el «Vamos, Maura, es bueno para él», así que el pequeño Jerry, o J-J, solía tomarse su bebida azucarada. También comía pan, integral, por supuesto; con mantequilla, pura, por supuesto, y otros alimentos inadecuados. Jerry, Maura y, en especial, los pequeños, estaban empezando a recoger las recompensas de sus locuras.

Como se suele decir, tuvieron que volver a sus raíces. Le volvimos a recordar a los padres el hecho de que los niños pequeños no pueden procesar el almidón y que, si querían tener dos niños sanos, debían satisfacer sus necesidades biológicas de una forma que se adecuara mejor al sistema digestivo de unos cuerpos inmaduros. Establecimos programas de alimentación para ambos niños y también decidimos hacer uno para los padres.

En este caso tuvimos la completa colaboración de dos padres inteligentes y atentos. El seguimiento ha sido excelente, y, hasta donde podemos ver, en unas condiciones normales no tienen por qué tener problemas en el futuro. Debería ser una familia feliz. Los niños, gracias a una cuidada alimentación y a que tienen el resto de sus necesidades igualmente cubiertas, tendrán las bases adecuadas para toda llevar una vida de felicidad, alegría y relativamente libre de enfermedades.

E. Caso: Ann Marie

En este caso sólo hicimos de observadores. Estuvimos presentes en alguna ocasión desde antes de que naciera el niño, pero no seremos testigos cuando acabe la historia, aunque podemos predecir, con cierto grado de seguridad, lo que ocurrirá.

Con frecuencia, los padres pueden abusar inconscientemente de sus hijos. Un primer ejemplo de esta clase de abuso inocente, pero extremadamente dañino, es el tema de esta parte de nuestra exposición. La esposa del propietario de una imprenta se quedó embarazada y durante todo el embarazo, justo hasta la semana antes de dar a luz, Ann Marie —la futura madre— trabajaba ocho horas o más en la planta. Aquí se vio sometida a mucha presión, como guardar los libros, lo que exigía una fuerza considerable; andaba, andaba y andaba todo el tiempo en una atmósfera contaminada con muchos y distintos productos químicos Una de sus responsabilidades era ordenar los suministros y mantener un inventario, así como  muchos otros deberes asociados con el manejo de un negocio de esta clase y magnitud. Además, hacía lo que podía para llevar su hogar. Le dijo a la Dra. Elizabeth que cada noche caía exhausta en la cama.

Dos semanas después de nacer su hijo, Ann volvió al trabajo. ¡Se llevaba al niño! El niño se alimentaba con biberones, uno de sus padres lo paseaba por la tienda o lo ponían en el cochecito y, más tarde, en un parque en medio de la tienda. Era raro ver a este niño sin un biberón o un chupe en su boquita. Cuando no se tranquilizaba de esta forma, lloraba, y fuerte. Esto molestaba tanto a los trabajadores como a los clientes.

Durante ocho horas al día durante seis días a la semana, este niño era, y sigue siendo, sometido a los ataques de múltiples luces brillantes e intensas que destrozan los nervios, a la radiación que emana de todas las máquinas de impresión, al chirrido constante de las prensas, a la charla de los trabajadores y de los clientes y a una alimentación irregular e inadecuada. Además, cada vez que lloraba, lo que sucedía a menudo, lo sometían a la tensión que supone el estar constantemente cogiéndolo y soltándolo.

Hemos visto como este niño se convertía en una gruesa bola de manteca, con los ojos siempre hinchados, rojos y llorosos y una naturaleza demasiado acalorada. Nosotros sólo podemos, por supuesto, hacer conjeturas sobre la salud futura de este niño, pero sabemos, sin ninguna sombra de duda, que a este niño se le está provocando un gran daño que limitará toda su vida futura. En este caso, los padres están canjeando el futuro bienestar de su hijo por una seguridad y comodidad económica, lo que, en realidad, es un infortunado cambio.

Cuando nos piden consejo sobre el cuidado de un niño, debemos, como higienistas que somos, estar siempre alerta ante la posibilidad de abusos pasados y presentes. En este último caso, no se nos pidió consejo, pero, como higienistas, podemos aprender mucho de la observación.

Cuando nos traen bebés y niños pequeños con problemas, debemos buscar causas ocultas y, si es posible, debemos hacerles preguntas a ambos padres,  no sólo a la madre. Debemos ahondar lo máximo posible en el pasado para poder ofrecer un consejo inteligente. Si el niño de este último caso cayera claramente enfermo, podríamos ver al instante que hay más cosas involucradas que la alimentación. Cuando los cambios en la dieta no solucionan el problema inmediato, quizá sea hora de ahondar un poco más y buscar la causa real o las múltiples causas de los malestares del niño.

VII. ADULTOS DENTRO DE LA FAMILIA

A. Caso: Mark, Alice y sus tres hijos

A veces, uno o ambos padres tienen problemas que afectan a toda la familia. Mark, Alice y sus tres hijos, dos niñas y un chico, se enfrentaban con un problema que involucraba no sólo a esta unidad familiar, sino también los padres de Mark, sus dos hermanos, las esposas e hijos de estos. Es interesante observar hasta qué punto la enfermedad de un solo miembro de la familia puede afectar a los miembros de la familia restringida e incluso a otros miembros de la familia extensa.

Mark trabajaba con su padre y con sus dos hermanos en un negocio propiedad de la familia. El negocio iba bastante bien, aunque no triunfaban. El padre y los chicos trabajaban muchas horas y esto bajo una presión considerable, sobre todo Mark, quien tenía la responsabilidad de una esposa y tres hijos.

Nosotros entramos en escena sólo después de que Mark desarrollara una úlcera duodenal. Según parece, Mark ya llevaba tiempo con la úlcera y había estado bajo el cuidado de un médico. Había seguido obedientemente las instrucciones del médico y se había tragado las pastillas, pero no se había curado. Cuando le hablaron de nosotros, Mark padecía tanto dolor que solía tenderse en el suelo y revolcarse de dolor. El médico le había sugerido que se operara, pero ni Mark ni Alice aceptaban esa opción.

Nosotros le sugerimos un ayuno de diez días, que realizó a pesar de los gritos de protesta de sus familiares. Los gritos de protesta de estos se hicieron tan beligerantes e incluso amenazadores que Mark renunció a su puesto en el negocio familiar. El ayuno funcionó, el dolor cesó y Mark se sentía estupendamente. Incluso a pesar de haber perdido una cantidad considerable de peso, Mark quedó cautivado por la Higiene Natural.

La familia decidió tener un jardín. Mark, con su recién descubierto tiempo de placer y con el sentimiento de euforia que le invadía, metió a toda la familia en el asunto. Alice cooperó por completo y también los niños. Sembraron árboles frutales y toda clase de productos. Mark comenzó a engordar y Alice perdió algunos kilos. Los niños crecían lozanos. Las últimas noticias que tenemos de ellos es que han adoptado a otro niño y que a toda la familia le va bien. Mark ha vuelto al negocio familiar. Sus familiares le han perdonado la forma extraña de comportarse que tenía antes y le han dado la bienvenida. Ahora, incluso celebran reuniones familiares; no obstante, ahora todo el mundo sabe que esta familia, la familia de la que Mark es el cabeza, es una familia higiénica, una a la que le va bastante bien, gracias a Dios. De hecho, ahora están más unidos de lo que nunca lo estuvieron. Mark me cuenta que piensa que sus hermanos están empezando a comprender un poco de qué va la Higiene Natural.

RESUMEN

    Las familias son importantes. Los miembros de la familia son igualmente importantes. Pero, nadie es importante a menos que se convenza a sí mismo. Como higienistas, debemos convencer a los padres de lo conveniente que es la Higiene Natural, tanto para ellos como para sus hijos. Los padres deben afirmarse como tales y aceptar por completo la responsabilidad de sus propias familias.

    Aunque no siempre nos demos cuenta de ello, tanto los padres como los individuos poseen responsabilidad, es algo inherente a la paternidad, al ser. Los padres no sólo son responsables de su propia salud y seguridad, sino también de la salud y seguridad de sus hijos quienes, en sus primeros años, dependen casi por completo de los padres (o de otra persona responsable) para que los alimenten, cuiden y eduquen, y la forma como se haga esto dejará una huella sobre ellos para el resto de su vida.

    El hecho de que todos los miembros de la familia compartan los consejos que les da el practicante higienista y los sigan no sólo proporciona unos mejores resultados, sino también consigue que la experiencia sea más agradable para todos los miembros participantes de la familia. A menos que esta relación exista, las peleas y los malestares, siempre influencias nocivas, se pueden convertir en la pauta de la vida familiar.

    Cuando desde muy pequeños se condiciona a los niños por la fuerza y el miendo, cuando existe el sentimiento de que hay un poder dominador y peligroso, las bases que se establecen pueden ser inseguras, tanto emocional como físicamente, unas bases que influirán negativamente al niño de por vida.

    Muchas familias están encerradas en una prisión enfermiza porque uno de los niños o, a veces, un padre, coloca inconscientemente una red invisible, si bien asfixiante, sobre toda la familia. A veces, para el practicante higienista es un privilegio ser llamado a la prisión para cortar la enmarañada red y liberar a los débiles.

    Con las familias que nos piden consejo, debemos recordar que su pasado no está justo detrás de ellos, sino en cada uno de los miembros que componen la familia: influirá sobre lo que aconsejemos y sobre lo bien que sigan nuestras instrucciones y determinará el éxito con el que se enfrenten al futuro.

    Descubriremos que hay familias encerradas en las viejas ideas y que se niegan a evolucionar, mientras otras se unen como un único miembro, abandonando los malos hábitos y adoptando los nuevos.

    Como higienistas debemos preguntar al enfermo: «¿Qué abandonaría para llegar AQUÍ?» Aquí, por supuesto, representa la cima de la ciudadela de la salud plena, la cumbre del positivismo.

    Al trabajar con familias, debemos ser conscientes de que más de medio millón de niños estadounidenses tienen el hígado intoxicado debido a las costumbres dietéticas insalubres que han llevado desde su nacimiento; que uno de cada cuatro niños padece un trastorno grave; que casi todos los niños han soportado su primer shock en el momento del parto y acarrean la profunda huella ocasionada por un parto difícil y medicado en cada una de las células de sus diminutos cuerpos.

    A menudo, nosotros, los practicantes higienistas, tenemos la vida de estos pobres niños y de sus preocupados padres en nuestras manos. La responsabilidad que asumimos es tanto terrible como magnifica. No obstante, también debemos recordar que la Higiene Natural está programada para salir victoriosa. Todo lo que se nos pide a nosotros y a las familias a las que servimos es que sigamos sus preceptos. Este camino puede ser complicado, como hemos visto en nuestros casos, pero también puede ser provechoso. Gracias a nuestros predecesores, nosotros tenemos un proyecto de vida a seguir fiable y demostrado, científicamente exacto. Porque no hay ninguno mejor, según el gran diseño de la vida orgánica, podemos tener plena confianza en la validez del curso que seguimos tanto nosotros como las familias que ayudamos.

    Lo hemos visto muchas veces: cuando los niños se crían según los principios de la Higiene Natural y bajo la inteligente tutela de un padre y una madre, normalmente no demuestran ningún deseo de abandonar los hábitos alimentarios y de vida establecidos durante sus años de crecimiento. Los hábitos y principios que demuestran ser un fuerte baluarte contra las tentaciones de tiempos presentes y futuros se pueden educar y llegar a formar parte de la persona durante los años de crecimiento, cuando el cuerpo infantil va madurando lentamente.

    Todos los miembros de la familia tienen una función importante dentro de la estructura familiar: padres, madres y niños. En especial, los niños necesitan saber que son una parte importante del hogar, que contribuyen a formarlo. Los padres necesitan enseñar a sus hijos a ser responsables no sólo del hogar, sino de su propia persona, de su propio bienestar físico. Aquí es donde las enseñanzas de la Higiene Natural son tan importantes. Por supuesto que a veces los niños se rebelarán; es algo natural. Pero si, durante su juventud, no son sometidos a los elementos destructores de la salud, sino más bien a una alimentación sana y natural, a frutas, verduras, frutos secos y semillas, todo crudo y servido cómo y cuándo sea necesario y, después, se les enseña la alegría que se deriva de una vida provechosa con su familia y en su ambiente natural, el mundo al aire libre, cuando lleguen a adultos tendrán que agradecer a sus padres esas enseñanzas higiénicas que les ha dado un vigoroso cuerpo, una mente despierta y un profundo y permanente amor por la humanidad doliente. La admonición bíblica que dice «Entrena al muchacho conforme al camino para él; aún cuando se haga viejo no se desviará de él» [Pr 22:6] es tan cierta hoy en día como cuando se pronunció. Es dentro de la institución familiar donde los pequeños cuerpos y mentes se construyen falsamente o, por el contrario, se preparan para toda una vida provechosa y saludable. Este trabajo tan importante es propiamente la función de la familia higiénica. En nuestra opinión, este trabajo es demasiado importante para delegarlo en extraños.

MATERIAL SUPLEMENTARIO
Alimentando pañales

Por el Dr. Herbert M. Shelton (de la revista Dr. Shelton’s Hygienic Review, enero de 1979)

    Cuando yo era un chaval, la costumbre general era que las madres dieran el pecho a sus bebés, siendo bastante normal que lo hicieran al menos los dos primeros años. A los bebés se les alimentaba cada dos horas durante el día, y cada vez que se despertaban y lloraban por la noche. El pecho de la madre se utilizaba como un chupe, como las boquillas de goma que tanto se usan hoy en día. Puesto que ningún bebé ha sacado jamás, ni siquiera con el movimiento de succión más fuerte, ningún alimento de una boquilla de goma, podemos dar por sentado, al comprobar la evidente satisfacción que el bebé siente con el chupe, que no tenía hambre.

    Ningún bebé, por muy robusto que fuese, podía digerir y asimilar la cantidad de leche que implica el plan anteriormente mencionado. No sólo el bebé obtenía un exceso de fluidos, por lo que necesitaba orinar con mucha frecuencia (poliuria) para librar al cuerpo del exceso de agua, sino que, además, obtenía demasiado material nutritivo del cual sólo podía utilizar una parte como material de crecimiento. Mucho del excedente alimenticio se utilizaba en la producción de grasa, creando de esta forma las famosas roscas tan admiradas por los atentos familiares y amigos. Gran parte de la leche no utilizada se expulsaba a través del recto, alimentando el pañal.

    La micción y los movimientos intestinales eran tan frecuentes que la madre o la niñera se pasaban el día tendiendo pañales y limpiando al bebé, mientras que otra persona tenía que lavarlos. La poliuria y la defecación frecuente seguían por la noche, impidiendo que tanto la madre como el bebé pudiesen dormir. Como consecuencia directa de alimentar al bebé las veinticuatro horas del día, se producían muchos cólicos y gases, por lo que había que estar paseando al bebé por la noche y darle líquidos azucarados para tranquilizarlo. El estreñimiento se alternaba con diarrea, mientras que los trastornos veraniegos o cholera infatum afectaba a un gran número de las víctimas de la brigada de las roscas. El índice de natalidad infantil era alto y llegaba hasta bien entrada la infancia.

    La dentición era una experiencia dolorosa para la mayoría de los bebés y se la solía hacer responsable de otras enfermedades. La regurgitación (echar) de la leche era casi universal, por lo que el babero formaba parte del uniforme del bebé. También era una costumbre casi universal alimentar a los bebés cuando se encontraban mal, así que lo que comenzaba como una simple irritación causada por la leche se convertía en una enfermedad temible.

    En la granja de mi padre, nosotros alimentábamos a los terneros dos veces al día. A veces, un ternero se escapaba de su establo y llegaba hasta su madre. Casi siempre tomaba un exceso de leche, lo que le provocaba diarrea, o lo que en las vacas se conoce como purga. Mi padre sabía la causa de la purga y la curaba dejando al ternero sin comida durante un día o dos. Nunca utilizó el mismo método para tratar la diarrea de sus hijos, tampoco alimentaba a sus bebés dos o tres veces al día. Esto es un ejemplo asombroso de la costumbre que tenemos de ser más inteligentes en el cuidado de nuestros animales que en nuestro propio cuidado o en el de nuestros bebés. Parecía más científico darles a los bebés bebidas azucaradas como jarabe de higos, manzanilla con azúcar, aceite de ricino o láudano, que alimentarlos de forma sana.

    La consunción excesiva de la madre que resultaba de estar casi continuamente amamantando y la pérdida de sueño provocada por la atención nocturna que exigía el bebé sobrealimentado causaba mucho sufrimiento innecesario para las madres. Los embarazos recibían una condena inmerecida debido a la falta de entendimiento sobre las verdaderas causas de la enfermedad de la madre. ¡Qué resultados tan diferentes produce un modo más higiénico de alimentación!

    En toda la naturaleza, no existe otro ejemplo entre las especies de mamíferos donde la hembra permita que sus pequeños se alimenten cuando ellos quieren. Todas ejercen un control sobre la alimentación de su descendencia, ya den a luz a un único bebé o a toda una camada. El bebé humano o puede sentirse satisfecho con tres tomas diarias y ninguna por la noche o puede aprender a tener una rabieta 20 veces al día por comida. ¡Ni siquiera Dodot puede mantener seco y confortable a un niño sobrealimentado de esa forma!

    En el número de mayo de 1978 de la revista Hygienic Review publicamos un artículo en el que el Dr. Charles E. Page contaba brevemente sus experiencias con el método de tres tomas diarias. Al describir los resultados de este método de alimentación, decía:

    «Desde principio a fin, el estado físico de la niña ha sido perfecto. No ha emitido ningún llanto de dolor que indique molestias estomacales o intestinales y no me ha provocado ningún momento de ansiedad o intranquilidad desde el momento que nació. Todos los que la han observado día a día están maravillados de su tranquilidad, bienestar y fuerza muscular. Ha eludido por completo la obesidad, con ese aspecto blando tan común en los niños. El cuerpo y los miembros han crecido de forma normal y están bien recubiertos y rodeados de músculo y carne, su constitución era, y sigue siendo, bronceada y rubicunda, como la de cualquier ser humano bien nutrido que pasa mucho tiempo, como ella, al aire libre, tanto durante el invierno como desde que comienza la primavera. No ha tenido hipo, vómitos, cólicos, estreñimiento, diarrea y, de hecho, ninguna de la variedad de trastornos que comúnmente se suponen son naturales e inevitables en un pionero de este mundo de pecados y enfermedad. Desayuna a las 6, almuerza a las 12 y cena a las 18; las comidas se las toma con muchas ganas, satisfaciendo por completo su apetito y manteniéndola durante veinticuatro horas sin ninguna muestra de hambre o falta de alimento. Su sueño ha sido perfecto, profundo y seguido desde la cena hasta casi la hora del desayuno. Desde el principio, la acostábamos despierta unos cuantos minutos después de la cena y no se la molestaba ni a ella ni a quien la cuidaba hasta que despertaban por la mañana. Esto también implica que duerme con ropa suelta y que no la aprieta, tan segura como limpia, como deberían hacer los adultos sanos. En pocas palabras, ha sido un encanto para sí misma y para nosotros, satisfaciendo por completo mis expectativas más optimistas, desde un punto de vista científico, y ha sido así durante toda su infancia. Mientras a otros bebés la mayoría de las veces hay que cogerlos en brazos para tranquilizarlos, o calmarlos con el pecho o los biberones cada hora o dos durante el día, nuestra comedora tres veces al día es una alegría en sí misma y requiere poca más atención, excepto en el asunto de la locomoción, que una saludable gatita.»

    El Dr. Robert Walter, un gran higienista de la época, dice en su comentario sobre la descripción que el Dr. Page hace de la vida de su hija a base de tres comidas al día: «En esencia, estas son las opiniones durante mucho tiempo mantenidas, y las prácticas aconsejadas, por el director de esta revista. Nuestra propia experiencia en la crianza y cuidado de los niños demuestra que dos veces al día es suficiente para los niños después del segundo año y tres veces al día antes de esa edad. Nuestros niños son saludables, despiertos, activos y vigorosos, y ninguno de los tres ha tenido nunca ningún problema serio de estómago o intestino desde que nacieron. Las enfermedades intestinales que se llevan a miles de niños y que el Dr. Page declara que son el resultado de la sobrealimentación, son totalmente desconocidas en nuestra familia. Sabemos que el Doctor estaba en lo cierto y recomendamos sus ideas a todos nuestros lectores.»

    Este método de alimentación infantil se adoptó ampliamente con los mejores resultados. Entre los que destacan por haber adoptado este método tenemos al Dr. John H. Tilden, George E. Weger, el Doctor en Medicina George Crandall, y Louis Crandall. Mi propia experiencia con este método de alimentación corrobora por completo el artículo del Dr. Page.

Introducir a los nietos en la vida higiénica

PARTE I

    El trabajo de nuestro hijo le obligaba a mudarse de una ciudad a otra. Por esta razón, nunca llegamos a conocer bien a nuestros nietos. No los visitábamos muy a menudo.

    Primero, llegó Steven, seguido de Suzanne, tres años menor. Su madre es una enfermera diplomada y muy familiarizada con las prácticas dietéticas más ortodoxas.

    Nuestro primer contacto con los niños llegó cuando Steven tenía 7 años y Suzanne, tres. Estuvieron con nosotros tres días y después se fueron con sus abuelos maternos. El tiempo que pasaron con nosotros estuvo lleno de peleas, empujones y riñas. Era difícil conseguir que los niños durmiesen. En especial, Steven, que tenía que tomar medicamentos cada cierto tiempo por sus problemas asmáticos.

    Conocíamos la situación de los niños por nuestras visitas anteriores, pero, puesto que nos íbamos pronto y realmente no teníamos tiempo para saber si pasaba algo malo con ellos, no nos dimos cuenta de la verdadera situación en la que se encontraban. Sin embargo, ahora, con nuestros recién adquiridos conocimientos sobre nutrición, todo estaba claro.

    Para comenzar, su desayuno era el mismo con el que nos habían criado a nosotros, con (ahora lo sé) las mismas reacciones: cereales procesados o cornflakes con leche, y cuando crecíamos, huevos, leche, tostadas, etc. Ambos niños, según su médico, eran alérgicos a la leche de vaca, por lo que bebían un conocido sustituto de la leche.

    Una visita a su restaurante favorito de comida rápida para comerse una hamburguesa y beber una coca-cola era algo rutinario y casi obligatorio.

    La situación de mi hijo se complicó, así que en la próxima visita que nos hicieron, nos dejaron a los niños durante toda una semana. Nos asombró la rapidez con la que los niños se adaptaron a nuestra forma de vida bionómica. Ante todo, se convirtieron en parte de la familia. Hacíamos cosas juntos. Discutíamos sobre temas en la mesa, entre ellos, de sexo, imagínese, con estos dos mequetrefes. No nos habíamos dado cuenta de lo ansiosos que estos niños estaban por aprender y experimentar. Por ejemplo, las comidas no las hacía mi esposa para todos, sino que cada uno se preparaba su propio desayuno, o la ensalada del almuerzo, con todas aquellas frutas y verduras disponibles y compatibles, sabiendo que había más de allí de donde provenían. El mercado estaba sólo a dos manzanas y si uno de nosotros decidía que quería más de una fruta o verdura determinada, sólo teníamos que ir al mercado y coger lo que queríamos.

    Para resumir nuestra experiencia de esa semana: al final, los niños se calmaron, ya no había patadas, bocados ni arañazos. Steven no tomaba la medicación. Sólo bebían agua destilada y zumos de frutas, algunos pasteurizados o concentrados, aunque sabíamos que deberían haber sido recién exprimidos. No comieron ninguna proteína animal, carne, pescado ni huevos.

    Al irse, Steven comentó lo buena cocinera que era su abuela. No se daba cuenta de que la mayoría de la comida era cruda y que sólo una pequeña parte estaba ligeramente cocida al vapor, lo justo para que perdiera la dureza.

PARTE II

    Tras acabar nuestro curso de «Salud bionómica» y vivir de esa forma durante más o menos tres años, después de muchos años de llevar unos hábitos de vida incorrectos, descubrí que John y yo habíamos encontrado un nuevo estilo de vida: buena salud, felicidad y una alentadora perspectiva para el futuro.

    Después, también tuvimos la oportunidad de ofrecer a nuestros nietos este Hermoso regalo de vida. Steven tiene diez años y Suzanne, siete.

    Nos enseñaron que los niños se adaptan muy rápidamente, aunque yo estaba un poco preocupada sobre nuestro experimento; sin embargo, quedó demostrado con nuestros nietos.

    Trabajábamos todos juntos planeando y preparando las comidas y, de esta forma, desarrollamos una estrecha relación. Las conversaciones se centraban sobre el funcionamiento del cuerpo. Los niños aprendieron cosas nuevas y excitantes sobre sí mismos y sobre cómo funcionaban.

    El resultado que obtuvimos al aplicar nuestro sistema de nutrición se traduce en la erradicación del comportamiento hiperactivo de los niños, en la adopción de buenos hábitos de sueño, en un comportamiento muy social y en que ellos mismos reconocían los cambios que se producían en el crecimiento emocional y físico.

    Es importante destacar que su estancia consiguió que abandonaran los fármacos por completo durante todo el tiempo que estuvieron con nosotros. Esto era especialmente importante en el caso de Steven, porque le habían diagnosticado alergias y había estado tomando medicamentos desde que tenía seis meses. Sabíamos que esto se podría corregir por completo si él siguiera nuestro régimen. Sin embargo, los niños habían quedado cautivados por la costumbre de comer frutas y verduras frescas.

Antes de dejarnos, el último comentario de Steven fue: «¡Abuela, eres la mejor cocinera! Me encanta la forma en la que cocinas nuestras comidas!». De hecho, todos hacíamos nuestras comidas, utilizando las gráficas de combinación de alimentos que nos proporcionó la Dr. Elizabeth. Por supuesto, tenía que recordarle a Steven que en realidad no estábamos cocinando, sólo combinando las frutas y las verduras de forma adecuada y disfrutando todas y cada una de ellas. Justo antes de irse, los niños querían saber si ellos podían tener su propia gráfica de combinación de alimentos. Por supuesto que podían. Nosotros estábamos encantados.

    Ahora estamos esperando que nos hagan otra visita, en la que esperamos reforzar su anterior experiencia de aprendizaje, sabiendo bien que, aunque son muy jóvenes, retendrán algo de la información y harán un buen uso de ella cuando en el futuro piensen en el tiempo tan divertido que pasaron con el abuelo y la abuela.

CÓMO PODEMOS ESTIMULAR EL DESARROLLO FÍSICO DE NUESTROS HIJOS
Por Chuck y Mimi Young

    A la tierna edad de seis años, a Ben le seleccionaron para formar parte de un equipo de gimnasia con niños muy preparados. Su entrenador, muy solicitado por aquellos que tenían esperanzas olímpicas, dijo que Ben era uno entre cientos de miles. La fuerza y el conocimiento de su cuerpo le daban a Ben la forma y el control de los gimnastas de 10 o 12 años que llevaban compitiendo varios años. Ben sólo había entrenado en un gimnasio dos meses antes de que le pidieran unirse al equipo.

    Tras llevar seis semanas entrenando, la hermana mayor de Ben, con ocho años y medio, fue solicitada para unirse al entrenamiento avanzado del equipo de gimnasia. Cualquier otra niña del equipo tenía dos o tres años de experiencia.

    No fue sólo el conocimiento gimnástico de Hanna o Ben los que le llevaron a sus equipos. El entrador de Hanna lo puso de la siguiente forma: «Si tienen fuerza, agilidad, equilibrio, conocimiento y control de su cuerpo, entonces, puedo enseñarles todos los trucos que necesitan saber.»

    Como padres de Ben, a menudo nos preguntan «¿Qué hicieron ustedes?» Nuestra filosofía para estimular el desarrollo físico radica en tres áreas:

1. La gente se divierte haciendo aquello en lo que son buenos.

2. La gente tienen a imitar lo que ven.

3. Desarrollo de las herramientas básicas necesarias para cualquier actividad.

La experiencia que había adquirido como profesora de educación física de un instituto de enseñanza media le permitió a Mimi contactar con muchas chicas entre 11 y 14 años que odiaban las clases de educación física. En resumen, sus observaciones y experiencias son las siguientes:

1. Si eres bueno, te diviertes haciéndolo.

2. Si NO eres bueno, NO te divertirás haciéndolo.

Lo contrario también parece cumplirse:

1. Si te diviertes haciéndolo, serás bueno en eso.

2. Si NO te diviertes haciéndolo, NO serás bueno en eso.

Sea esto absolutamente cierto o no, este el centro de nuestra filosofía: el punto principal que nosotros utilizamos al elaborar diariamente las actividades de nuestros hijos. Dividir las capacidades o habilidades en pequeñas partes aumenta las oportunidades del éxito. El éxito alimenta la confianza y la diversión.

El segundo concepto que nosotros capitalizamos es el del deseo natural del niño y la capacidad de imitar. Sin tener en cuenta la habilidad, nuestra actitud hacia la actividad física es rápidamente copiada. Incluir algunos abdominales junto con algunos revolcones divertidos por el suelo comunica el mensaje sin palabras de que el ejercicio también es divertido. Nuestras actividades lanzaban la invitación silenciosa de ¡sígueme! Creaban un canal productivo para la energía sin límites de un niño, mucho más productivo que dejar que el niño vea televisión.

Alentar el desarrollo de las habilidades básicas para la mayoría de los deportes es nuestra tercera área de énfasis. Estas herramientas dan confianza y promueven el éxito en cualquier actividad.

Lo primero que me viene a la mente es la fuerza. Durante su primer año de vida, animábamos a nuestro hijo a empujar, ponerse derecho y a gatear. Le permitíamos y ayudábamos a andar siempre que era posible. Esto significa NO llevarlo en brazos al cuarto de baño, por el vecindario, o ayudarlo a subir en la silla alta para comer. El dejar que nuestro pequeñín empujara el cochecito durante nuestro paseo diario hasta que se cansara era una buena práctica. El tono muscular, el equilibrio y un profundo sueño son los primeros beneficios de la paciencia. El saber correr derecho y rápido se desarrolla con la práctica, no con los cumpleaños.

La coordinación entre los ojos/manos es otra herramienta importante que podemos desarrollar paso a paso. Sacar y meter cosas en cajas, hacer torres con los bloques de construcción, jugar con la arena, etc., son unos buenos comienzos. Las pelotas de cualquier tamaño, forma y color son parte del mobiliario de nuestra casa. El simple hecho de hacerla rodar y cogerla provoca familiaridad y confianza con la pelota. Lentamente, añadíamos una actividad cada vez. Cuando Ben podía andar, los regates que papá hacia en broma con la pelota había provocado un reto silencioso por imitarlo. La ayuda promueve el éxito cuando un niño pasa el nivel frustrante de cada nueva actividad.

El equilibrio y el ritmo son otras dos herramientas que alabamos y alentamos. Las bicicletas de niños pequeños ayudan a fortalecer las piernas y a estimular el ritmo. A su vez, esto les lleva a dar saltitos, brincar, saltar, galopar y dar volteretas. Cuando aprendió a empujarse sólo en el columpio le aplaudimos tan fuerte como cuando hizo pipí solo.

Las bicicletas, triciclos, biciclos y los patines convierten la inagotable energía en canales positivos. Con cinco años Ben y sus hermanas gemelas de siete años y medio hacían más de 25 Km en bicicleta con mamá y papá un domingo. Cuando íbamos a entrar en el garaje de casa, Ben preguntó si podía ir a montar en bicicleta con sus amigos. Acabamos de hacer más de 12 kilómetros cuesta arriba en 45 minutos.

¿Qué conlleva todo este desarrollo físico? Diariamente vemos las ventajas que supone preparar a nuestros hijos para una vida física adecuada. Las siguientes son las que más se notan:

1. El niño es un niño feliz.

a. Ella/él suele estar menos aburrido

 b.     Le divierte ponerse metas y conseguirlas.

c. La propia imagen del niño mejora radicalmente cuando ella/él puede realmente HACER algo.

d. Se produce una relación más fácil con su grupo de iguales. «El niño que al menos puede pegarle a la pelota lo escogen para el equipo».

2. Una paternidad más fácil —si es que eso es posible.

a. Existen más maneras de que los padres canalicen las energías.

b. Desarrollo del carácter, es decir, el niño tiene ejemplos concretos de hacer un esfuerzo, hacerlo lo mejor posible y no rendirse

c. Hay más áreas donde los padres y los hijos pueden jugar juntos.

EVITAR LA VACUNACIÓN OBLIGATORIA
Por el Dr. Christopher Kent

    Muchos Estados han elaborado leyes que, en apariencia, obligan a la vacunación. Sin embargo, prácticamente todas tienen alguna clase de excepción. Vaya a una librería y pida una copia de los estatutos del Estado. Busque usted mismo la ley actual. No confíe en el trabajo de los funcionarios de la salud quienes con frecuencia no suelen leer las leyes actuales. En general, existen tres tipos de excepciones:

1. EXCEPCIÓN POR CONCIENCIA: Para aquellas personas que tienen creencias morales, éticas o científicas que se oponen a la vacunación. Por regla general, una declaración notarial a esos efectos basta en aquellos Estados que tienen una «cláusula de consciencia» en sus estatutos.

2. EXCEPCIONES RELIGIOSAS. Los miembros de religiones reconocidas con dogmas y prácticas específicas que se oponen a la vacunación están exentas en muchos Estados. Por norma general, una iglesia debe tener un número de identificación fiscal y una política eclesiástica específica que se oponga a la vacunación. Una iglesia que cumple estos requisitos es la Church of Your Choice (La Iglesia de Su Elección), 1105 North Main, Suite 20-F, Gainesville, Florida, 32601 (Estados Unidos). Ellos le darán un certificado de miembro y una exenta de inmunización gratis a cualquier persona que sinceramente crea que no deben obligarla a que ellos se vacunen o a vacunar a sus hijos.

3. EXEPCIONES MÉDICAS. Están creadas para dejar exentos a aquellos niños que tienen alergias u otros problemas médicos en los que la administración de las vacunas estaría contraindicada. En algunos Estados, sólo los Doctores en Medicina y los osteópatas pueden emitir estos certificados, mientras que en otros Estados, los quiroprácticos y los médicos naturistas también pueden hacerlo. Si su médico es comprensivo y respeta su posición, puede que consiga que le expida un certificado de excepción médica. Si está seguro que no quiere que inmunicen a su hijo, ejerza su derecho de elección.

EJERCICIOS
Verdadero o falso

1. Los antecedentes culturales diferentes de los padres pueden ocasionar problemas físicos y fisiológicos dentro de la unidad familiar.

2. Al aconsejar a un cliente debemos recordarle que el consejo de familiares y amigos la mayoría de las veces es más equívoco que acertado.

3. La edad puede ser un factor a considerar cuando se plantea un método higiénico.

4. La mayoría de los clientes acuden al higienista tras haber intentado muchas otras modalidades de tratamiento

5. La mayoría de los clientes que buscan los servicios y consejos de un higienista son gente joven.

6. Con algunas personas, el sólo pensamiento de ser diferente puede paralizar cualquier acción positiva.

7. El alcoholismo es con frecuencia el resultado de tener acceso libre a bebidas alcohólicas tanto dentro como fuera del hogar.

8. La mayoría de los fármacos no tienen efectos secundarios perjudiciales.

9. Todo el mundo debería ser estar vacunado contra las enfermedades.

10.   El practicante higienista debería conocer los muchos servicios y programas que ofrecen las comunidades y de los que puede disponer para mejorar su trabajo.

11.   La mayoría de las personas de hoy en día se ven sometidas al estrés que supone ganarse la vida dentro de una sociedad muy competitiva.

12.   Los antecedentes culturales de las parejas deberían ser similares o es seguro que la familia se romperá.

13.   Las diferencias entre los niveles de inteligencia de los padres puede impedir que se produzca una total aceptación y realización de los principios higiénicos.

14.   El ser el cabeza de familia no siempre es una cuestión de sexo, sino que se convierte en la función de la persona que se guía por la inteligencia y tiene la capacidad de planear con antelación.

15.   Cuando el cuidado de los niños se delega en manos extrañas, estos tienden a convertirse en robots dentro una sociedad estirada.

16.   Por fortuna, a los niños de hoy en día se les enseña que el único resultado posible del error es el dolor y el sufrimiento.

17.   Nuestros niños se ven acosados por todas partes con costumbres y prácticas antihigiénicas.

18.   A los practicantes higiénicos a menudo nos llaman para trabajar con toda una familia debido al éxito obtenido con un miembro individual de la misma.

19.   Nosotros siempre podemos influir sobre cualquier persona para que adopte los principios y prácticas higiénicas.

20.   La unidad familiar puede ser un vehículo para influir sobre las futuras generaciones de la humanidad.

Rellenar los espacios en blanco

1. La Higiene Natural ofrece el único camino correcto a seguir porque busca las ………………… de la enfermedad.

2. Las familias y los individuos son bombardeados por los medios de comunicación y en especial por la TV para que busquen consejo ……………….

3. Todos estos consejos tienen en común el concepto de que hay que ………… ………… ………..

4. La Higiene Natural pierde a muchos adultos jóvenes debido a que estos sucumben a la presión de su ……………………….

5. Las instituciones educativas, incluso las privadas, tienden a hacer que la mayoría de la gente se …………… a un molde común.

6. Exigir notas muy altas en la escuela es una forma común de abuso ……………………. entre las familias cuyos miembros son profesionales.

7. Tras un abuso verbal suele seguir un abuso ……………………..

8. Las respuestas inadaptadas ante el estrés pueden ser de muchas clases, pero en general implican alguna forma de ……………………. peligroso.

9. Los miembros individuales de la familia pueden estar tan neuróticos debido a su dependencia de los fármacos que se produce un …………………………. que afecta a toda la familia.

10.   Sugerimos que los practicantes higienistas deberían estudiar ………………….., si es que no lo ha hecho ya, para que familiaricen con algunas de las debilidades, posibles perversiones y respuestas anormales más comunes de los humanos.

Cada oveja con su pareja

a. Una escuela especializada en la enseñanza de las ciencias nutricionales.

b. Una persona que receta fármacos.

c. Ofrece educación de métodos médicos para curar enfermedades.

d. Una institución que ofrece oportunidades recreativas para chicos y chicas.

e. Una institución pública pagada con los impuestos públicos que educa a la mayoría de los niños.

1. Una universidad

2. Una facultad de medicina

3. Una escuela eclesiástica

4. Un médico

5. Una clínica

6. Boys Scout, y Asociación de Jóvenes Católicos.

7. Escuela pública

8. Colegio Americano de Ciencia de la Salud

Respuestas cortas

1. Nombra tres prácticas sociales comunes que se piensa que contribuyen a las tradiciones culturales.

2. Nombra siete funciones que en años anteriores se consideraban normales en la maternidad.

3. ¿Qué tres pasos constructivos dio la mujer mayor muy preocupada, que nosotros llamamos May, para liberarse del control de su hija y de su yerno?

4. En el caso de Mark y Alice, ¿qué problema entorpecía la relación entre su familia y sus padres y hermanos? ¿Cuál fue la solución?

5. Nombra cinco datos que se incluyen en los estudios demográficos.

6. En el artículo del Dr. Shelton (Material suplementario) él declara la razón de por qué cree que los embarazos han recibido una inmerecida condena. Escribe estas razones.

7. ¿Cuántas tomas al día recomienda el Dr. Page? ¿cuántas horas deben pasar entre toma y toma? ¿Cuál sería un programa adecuado de alimentación infantil, según su método?

8. ¿Por qué crees que la abuela Nemec y el abuelo obtuvieron tan buenos resultados en su intento por transmitir los principios higiénicos a Steven y Suzanne? Da al menos tres razones.

9. Explica por qué el Dr. Shelton cree que la educación física es más importante que la educación mental en los primeros años de vida de un niño. Da al menos dos razones.

10.   El Dr. Chrisopher Kent cita tres tipos de excepciones para la vacunación obligatoria. Nómbralas.

Redacciones cortas

1. Describe con tus propias palabras cómo las fuerzas externas pueden influir sobre la familia moderna, y a menudo, de forma negativa.

2. Comenta la clase de abusos que un miembro de la familia puede perpetrar sobre otro miembro.

3. Comenta la diferencia entre los programadores de menús (dietéticos y los así llamados nutricionistas) y los Higienistas, y el enfoque que estos realizan para los que les piden consejo.

4. Muchas madres modernas han abandonado el papel biológico que conocemos y han optado por los placeres y las comodidades. Nombra algunas de estas y comenta brevemente el efecto que esta elección puede tener sobre sus hijos, ya sea para bien o para mal, si es que tiene algún efecto.

5. Define el concepto de POSITIVISMO y di por qué puede tener tanta importancia cuando se trabaja con clientes de todas las edades.

RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS
Verdadero o falso

1. Verdadero                                   11. Verdadero

2. Verdadero                                   12. Falso

3. Verdadero                                   13. Verdadero

4. Verdadero                                   14. Verdadero

5. Falso             15. Verdadero

6. Falso             16. Falso

7. Verdadero             17. Verdadero

8. Falso             18. Verdadero

9. Falso             19. Falso

10.   Verdadero               20. Verdadero

Rellenar los espacios en blanco

1. Causa o causas.

2. Médico

3. Ir a ver al médico

4. Grupo de iguales

5. Conformarse/adaptarse/adecuarse/integrarse

6. Psicológico (emocional)

7. Físico

8. Comportamiento

9. Reacción en cadena

10.   Problemas psicológicos

Cada oveja con su pareja

a.8

b.4

c.2

d.6

e.7

Respuestas cortas

1. Relaciones existentes entre varones/hembras

Las costumbres que prevalecen sobre cortejo, matrimonio, etc.

La necesidad de ganarse la vida y mantener a una familia.

2. Criar, educar, disciplinar, alimentar, amar, proteger y confortar.

3. Buscó los servicios de un higienista. Buscó un marido. Consumó un matrimonio.

4. Las muchas protestas de los familiares.

Dejar su trabajo en el negocio familiar.

Construir un jardín e implicar a su propia familia en el trabajo.

5. Análisis de la población en base a la edad, parentesco, condición física, raza, ocupación y estado civil.

Cambios en la población como resultado de nacimientos, matrimonios y defunciones.

Estadísticas sobre migración y sus efectos y relaciones en las condiciones económicas.

Estadísticas de criminalidad, ilegalidad y suicidio.

Niveles de educación.

Estadísticas económicas y sociales, en especial, las que se refieren a la seguridad.

6. En el artículo del Dr. Shelton él declara por qué cree que el embarazo ha recibido una inmerecida condena: la falta de un verdadero entendimiento sobre la verdadera causa de las enfermedades de la madre.

7. Tres/ seis horas/ 6 a.m.; 12.00 y la última toma a las 18.00

8. Se dieron cuenta de la necesidad de llevar a cabo un cambio higiénico en la alimentación y estilo de vida de sus nietos.

Le explicaron las razones de por qué se producían ciertos cambios.

Involucraron a los niños en sus prácticas higiénicas, incluyendo el ejercicio, alimentación, estudio, etc.

9. Un cuerpo físico fuerte, vigoroso y sano tendrá más probabilidades de producir una mente fuerte, despierta y productiva. Él piensa que la salud y la fortaleza son mucho más importantes que saber latín o francés. En la juventud, el cuerpo es más susceptible de ser cultivado que la mente.

10.   De consciencia./religiosa/médica.

Redacciones breves

1. Existen muchas fuerzas externas que pueden influir sobre la familia moderna. Entre ellas podemos incluir los modelos y métodos educacionales, la presión del grupo de iguales, las películas y la TV, las palabras impresas, las fuerzas económicas y sociales, la religión, etc.

2. ¿Qué clase de abusos se perpetran? Físicos, emocionales, negligencia, etc.

3. Un dietético y/o nutricionista suele contentarse con formular un plan de comidas basado en la supuesta necesidad de calorías, proteínas, etc., para un grupo de edad específico, mientras que un practicante higienista intenta determinar la causa de cualquier estado enfermizo, sugerir un método para erradicar o eliminar la causa o disminuir su impacto. Por último, el practicante higienista intenta formular un método de acción en el que incluye una alimentación y un estilo de vida constructivos creados para promover un mejor estado de salud.

4. Una casa más bonita, un barrio mejor, una escuela de más elite, ropa más cara, diversiones más sofisticadas, etc. Esto ha hecho que en muchos casos la madre tenga que trabajar fuera de casa, por lo que delega el cuidado de los niños a otras personas, con las que no suele tener ninguna relación familiar, normalmente a una institución pública donde otra persona se encarga de cuidar y controlar al niño.

Puede negar la transmisión de los valores del pasado a la generación futura y sustituirlos por un molde fijo en el cual se moldea, con más o menos facilidad, al niño.

Educacional, moral, espiritual y recreativo.

5. El concepto de POSTIVISMO implica el desarrollo de una actitud positiva que influye sobre todas las acciones, pensamientos, etc. Esta actitud puede ser utilizada por el higienista y por el cliente como un método para motivar esa clase de acción que producirá unos resultados saludables.