Lección 088 – La dieta vegetariana

UNIDAD 88: LA DIETA VEGETARIANA

TEMA: La dieta vegetariana sólo es el primer paso para mejorar la salud.

INSTRUCTOR: Mike Benton

Razonamiento

Objetivos de la unidad

Definiciones

Conceptos claves

Puntos principales

Índice

Introducción

Preguntas sobre la unidad

Resumen

Textos suplementarios

Ejercicios

Respuestas a los ejercicios

RAZONAMIENTO

La dieta vegetariana es uno de los métodos más conocidos para mejorar la salud. Sin embargo, existen muchas clases de dietas vegetarianas y estas sólo son los preliminares para una mejor nutrición y bienestar. Esta unidad pone la dieta vegetariana en el sitio que le corresponde en relación con las enseñanzas de la Ciencia de la Vida.

OBJETIVOS DE LA UNIDAD

Cuando haya terminado esta unidad, el estudiante debería poder definir las seis clases de dietas vegetarianas, sus ventajas y desventajas, así como comparar cada dieta con la dieta de la Ciencia de la Vida. El estudiante también debería conocer la diferencia entre vegetarianismo ético y dietético, al igual que las posibles trampas relacionadas con la dieta vegetariana. Por último, debería poder citar los beneficios obvios que supone una dieta vegetariana y, después, explicar cómo se puede mejorar aún más esa clase de dieta al aplicar los principios de la Higiene Natural y de la Ciencia de la Vida.

DEFINICIONES

VEGETARIANO ÉTICO: Una persona que se abstiene de comer carne por razones religiosas o morales.

FRUGÍVORO: Una persona cuya dieta está compuesta principalmente de frutas (entre el 75-100%).

OVO-LACTO VEGETARIANO: Una persona que se abstiene de comer carne, pero que consume huevos y productos lácteos.

LACTO VEGETARIANO: Una persona que se abstiene de comer carne y huevos, pero consume productos lácteos.

CRUDÍVOROS: Un término informal aplicado a los que ingieren todos los alimentos crudos (no tienen por qué ser vegetarianos). Todas los seres vivos son crudívoros, excepto las mascotas domesticadas y el humano.

VEGETALISTA: Una persona que vive exclusivamente a base de productos vegetales. No come huevos, leche, miel, manteca ni cualquier otro producto de procedencia animal. Además, no utilizan ropa hecha de lana, cuero o piel. No utilizan ningún producto relacionado con la explotación o matanza de animales.

VEGETARIANO: Como normalmente se utiliza en Estados Unidos, un vegetariano es simplemente alguien que no come carne. Una definición más exacta sería la de una persona que no consume ningún producto animal.

CONCEPTOS CLAVES

La dieta vegetariana es mucho mejor que la típica dieta estadounidense basada en carne y productos animales.

Aún así, la dieta vegetariana no va lo suficientemente lejos como para cambiar el estilo de vida y está llena de errores nutricionales y creencias falsas.

La dieta vegetariana puede ser una transición aceptable hacia la dieta de la Ciencia de la Vida, aunque no es la dieta más adecuada para el hombre frugívoro.

Existen muchas clases distintas de vegetarianismo. No obstante, el verdadero vegetariano vivirá únicamente a base de productos vegetales y evitará la leche, huevos, manteca, lana, cuero y cualquier otro producto o alimento que requiera la explotación o matanza de animales.

PUNTOS PRINCIPALES

La incidencia de enfermedades cardiacas y de ataques de corazón entre los vegetarianos es mucho más baja que entre los no vegetarianos.

Los vegetarianos tienen unas tasas de cáncer menores que los no vegetarianos.

Sólo un pequeño porcentaje (menos del 1%) de los estadounidenses es vegetariano. De este número, sólo una décima parte de estos vegetarianos son realmente verdaderos vegetarianos o vegetalistas. Es decir, no ingieren huevos, leche ni cualquier otro producto animal.

No obstante, casi 2/3 de la población mundial come muy poca cantidad de carne, o ninguna, bien por motivos religiosos, económicos o de salud.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

Historia del vegetarianismo

Definición del vegetarianismo

DOS ENFOQUES HACIA EL VEGATARIANISMO

Moral y ético

Dietético y de salud

¿Qué clase de vegetariano eres tú?

¿Cuántos vegetarianos hay?

CLASES DE DIETAS VEGETARIANAS

La dieta vegetariana sin restricciones

Los ovo-lacto vegetarianos

Los lacto vegetarianos.

Los vegetalistas

La dieta macrobiótica.

Los vegetarianos crudívoros.

PROS Y CONTRAS DEL VEGETARIANISMO

¿Debemos ser vegetarianos?

Los aspectos positivos del vegetarianismo

La trampa del vegetarianismo

Vegetarianismo: no llega demasiado lejos.

Vegetarianos: gente a la que le encanta odiar.

LA DIETA VEGETARIANA

Por Mike Benton

INTRODUCCIÓN

En algunas partes de Estados Unidos ya no se pueden ni cocinar ni comer perros. En los últimos años, la legislación de un Estado (Tejas) promulgó una ley que prohibía la venta de perros como alimento. Parece que en este Estado algunas personas criaban y vendían razas especiales de perros  a ciertos inmigrantes acostumbrados a comer esta especie animal como parte la dieta de su país.

Los amantes de las mascotas de Tejas protestaron tanto que se promulgó una ley para proteger a los perros y que dejaran de ser utilizados como alimento. Por supuesto, en algunas partes del mundo, las mascotas caseras siguen siendo parte de la cena. En estos países, las sobras no se les echan al perro de la familia: ¡lo más frecuente es que las sobras sean el perro!

A casi ningún estadounidense se le pasaría por la cabeza tener a Rocky o Laika para cenar, sin embargo, miles de personas hacen cola cada día para conseguir una ración de la vaca Margarita en la hamburguesería del barrio.

¡Y ellos piensan que los vegetarianos son raros!

El vegetarianismo es uno de los métodos más conocidos para conseguir una buena salud gracias a una nutrición mejor. Se ha demostrado que el hombre antiguo primero fue vegetariano y sólo empezó a comer carne en un periodo bastante tardío de su evolución. Los vegetarianos fueron los primeros, pero en los últimos mil años, los carnívoros han empezado a dominar.

Debido a que el vegetarianismo es un método demostrado para mejorar la salud y a que tiene una base sólida en los hechos y precedentes históricos, cualquiera que desee enseñar y practicar una vida sana debe ser un conocedor eminente de las clases de vegetarianismo, de su pasado  y de las relaciones que establece con la dieta de la Ciencia de la Vida. Esta unidad plantea el vegetarianismo con esa perspectiva.

Historia del vegetarianismo

El vegetarianismo no es nuevo. Ha estado aquí desde la Historia documentada, y antes. En el Lejano Oriente, los hindúes practicaban devotamente el vegetarianismo miles de años antes de que se descubriera América. En el occidente, los antiguos griegos glorificaban y alababan las virtudes del vegetarianismo. Platón, Sócrates, Aristóteles, Ovidio e Hipócrates sólo eran algunos de los muchos grandes pensadores clásicos que evitaban estrictamente el consumo de carne.

Los romanos nos dieron la palabra vegetariano, de la palabra latina vegetare. Esta palabra no tiene nada que ver con «vegetales». La palabra vegetare significa «avivar» o llenar de buenos espíritus. Cuando los romanos llamaban a alguien vegetariano no le estaban llamando «comedor de vegetales», sino que se referían a una persona vigorosa, sana de cuerpo y mente.

Definición del vegetarianismo

Por tanto, la definición original de vegetariano no era la de alguien que comía verdura, sino una persona que tenía una salud radiante, una mente despierta y un gran espíritu.

La definición común de vegetariano es «alguien que no come carne». Carne incluye pollo, pescado, insectos y cualquier criatura viva con un nivel celular superior al rudimentario. En otras palabras, puedes consumir pequeños microorganismos vivos o animales microscópicos y seguir considerándote vegetariano. Sin embargo, no puedes comer atún una vez a la semana o pavo el día de Nochebuena y seguir siendo vegetariano.

Esta es la amplia definición de vegetarianismo: evitar la carne de animal como parte de la dieta. No obstante, la definición correcta de vegetariano es la siguiente: «Un vegetariano es una persona que vive exclusivamente a base de productos vegetales. »

Esto significa que no sólo una dieta vegetariana procede exclusivamente del reino vegetal (ni huevos, ni miel, ni productos lácteos), sino que alguien que practique un verdadero vegetarianismo no utiliza ni lleva ningún producto hecho de animales. Esto significa ni zapatos de cuero, ni abrigos de piel, ni monederos o billeteros hechos de cuero, etc. También significa que los productos que se utilizan en casa, como jabones, pegamento, etc., hechos en parte a partir de los desechos de animales, no se utilizan.

Está claro que muy pocas personas son totalmente vegetarianas. En la sociedad en la que vivimos es muy difícil evitar todos los productos hechos de animales. No obstante, es bastante simple evitar todos los alimentos procedentes de animales. El vegetarianismo dietético no sólo es posible en la práctica diaria, sino que se trata de un cumplimento obligado. No podemos permitirnos durante más tiempo explotar nuestros recursos para producir unas carnes caras que sólo consumen unos cuantos elegidos.

LOS DOS ENFOQUES HACIA EL VEGETARIANISMO

El vegetarianismo es tanto una cuestión moral y ética como una práctica dietética y sana. Aunque la gente puede hacerse vegetariana por varios motivos, existen dos categorías principales de vegetarianismo: el vegetarianismo ético y el vegetarianismo dietético.

Los aspectos morales y éticos del vegetarianismo

Algunas personas practican el vegetarianismo por sus creencias religiosas o por sus principios morales. Estas personas simplemente piensan que está mal matar animales para comer. Con frecuencia, también piensan que no se debería explotar, abusar o maltratar a los animales de ninguna forma. Esto significa que un vegetariano ético se opondría a la vivisección, a desollar a los animales para conseguir pieles y cuero, a los experimentos con animales, a la caza, pesca y a cualquier otra práctica en la que se hiera o mate a los animales.

El vegetarianismo también es un dogma de muchas enseñanzas religiosas. Los hindúes, en India, y algunas sectas cristianas de Estados Unidos, como los Adventistas del Séptimo Día y la Iglesia de los Mormones, suelen evitar el consumo de carne. En estas religiones, la prohibición de comer animales está relacionada con el hecho de quitar la vida. Ellos simplemente creen que está mal asesinar o matar algo, ya sea un humano, una vaca o un pollo.

Muchos budistas que proclaman la no-violencia suelen practicar el vegetarianismo, aunque también comen carne si un anfitrión se la ofrece. Ellos no matan animales para comer, pero suelen comérselos si ya los han matados otros. Buda, el fundador del budismo, era un vegetariano estricto.

De hecho, muchos de los fundadores de las mayores religiones del mundo eran vegetarianos o se hicieron vegetarianos tras su iluminación. Hay un buen número de estudiosos de la Biblia que también piensan que Jesús era vegetariano.

El vegetarianismo como parte de una religión siempre ha existido, y siempre existirá mientras haya prohibiciones en contra de quitar la vida.

Otros vegetarianos éticos pueden negarse a comer carne por principios morales, aunque no estén asociados con ninguna religión o dogma religioso. Percy Bysshe Shelly, un poeta inglés del siglo XIX, era tanto ateo como vegetariano ético. En 1813, en un ensayo sobre alimentación afirmó que «el sistema digestivo del hombre sólo está adaptado a los alimentos vegetales» y que aborrecía la matanza de animales que va de la mano de comer carne.

Puedes considerarte un vegetariano ético si crees que toda matanza, incluyendo la de animales, es mala desde el punto de vista moral. Están los que nunca comen ninguna clase de carne, no porque piensen que es malsano o incluso antinatural, sino porque el asesinato de cualquier criatura viva les parece moralmente repugnante.

Los aspectos dietéticos y sobre salud del vegetarianismo

Además de los vegetarianos éticos, existe el vegetariano dietético o con orientaciones hacia la salud. Esta clase de vegetariano puede, o no, pensar que es moralmente incorrecto quitarle la vida a un animal. De hecho, la cuestión de la moralidad o de la ética no tiene nada que ver con la decisión de estas personas de comer o no carne.

Rechazan la carne por los problemas de salud que genera. No se incluye en la dieta por las asociaciones que en el pasado se han establecido con el cáncer, ataques cardiacos, insuficiencia renal, artritis y otras enfermedades debilitadoras.

En el pasado, la mayoría de los vegetarianos lo eran debido a creencias éticas o morales. En la actualidad, con todos los descubrimientos científicos que se han hecho sobre los efectos perjudiciales de la carne y de los productos animales, cada vez hay más personas que se hacen vegetarianos por motivos dietéticos o de salud.

¿A qué clase de vegetarianos perteneces tú?

La mayoría de las personas son vegetarianos tanto por razones éticas como de salud, y, probablemente, este sea el mejor equilibrio. Por ejemplo, los vegetarianos éticos suelen tener tendencias enfermizas y están menos sanos que aquellos que se hacen vegetarianos por razones de salud. ¿Por qué?

Los vegetarianos éticos evitan la carne por razones morales, y pueden estar o no preocupados por la salud. En consecuencia, pueden ingerir azúcar refinada, pasteles, malas combinaciones de alimentos y extrañas invenciones de sustitutos cárnicos. No obstante, algo de lo que puedes estar seguro es que aquellos que son vegetarianos éticos por razones morales tienden a ser más consistentes con su vegetarianismo. Rara vez vuelven a consumir carne, ya que tienen fuertes convicciones.

Por otra parte, aquellos que se hacen vegetarianos sólo por motivos de salud pueden vvolver a comer carne si su salud no mejora. Normalmente, están dispuestos a probar una dieta vegetariana durante un año o dos, o puede que durante cinco o seis. No obstante, muy pronto comienzan a incluir pescado o pollo en su dieta. Ellos no ven nada moralmente malo en comer carne.

El mejor enfoque hacia el vegetarianismo es aquel que implica tanto la ética como la salud. Si no sólo estás convencido de que el vegetarianismo es el mejor método de salud, sino que, además, piensas que la matanza de animales es inaceptable desde el punto de vista moral, entonces, tienes más posibilidades de ser constante en tu práctica. El vegetarianismo sin ética no puede durar; el vegetarianismo sin una orientación hacia la salud y sin una actitud racional es ineficaz. Deberíamos imbuir nuestro vegetarianismo de moralidad y de una preocupación práctica por la salud.

¿Cuántos vegetarianos existen?

Si eres vegetariano, no estás solo. Al menos una de cada tres personas en el mundo actual es vegetariana. Sin embargo, para algunas de estas personas el vegetarianismo no es una elección dietética o moral: es una necesidad real. No pueden conseguir carne o, simplemente, esta es demasiado cara para poder comprarla.

En Estados Unidos, muy pocas personas son vegetarianas por razones económicas, sino que la mayoría de las personas que no ingieren carne en Estados Unidos (la segunda nación que más carne consume per cápita) lo hacen por motivos éticos o de salud.

En 1978, la organización Roper realizó una amplia encuesta para determinar cuántos vegetarianos había en los Estados Unidos. He aquí los resultados:

        Clase                % de la población total de U.S.A

Vegetarianos estrictos: nunca comen ninguna

clase de carne, pescado o aves ………………………………………    0,5%

Principalmente vegetarianos: comen carne menos

de una o dos veces a la semana ………………………………………..  2,6%

Gente que dice tener cuidado con la cantidad

de carne que come …………………………………………………………  17%

Gente que ahora come carne con

 menos frecuencia que antes……………………………………………… 75%

En otras palabras, una de cada 200 personas en Estados Unidos practica el vegetarianismo, o lo que es igual, 1.150.000 estadounidenses no come carne. Por supuesto, un buen número de estos vegetarianos también ingiere leche, huevos, queso, miel y otros productos animales. De hecho, casi nueve de cada diez vegetarianos sigue ingiriendo productos lácteos y huevos. No obstante, es alentador que una gran mayoría de estadounidenses esté al menos reduciendo el tremendo consumo de carne.

Los motivos que estos vegetarianos dieron a la organización Roper para hacerse vegetarianos también son reveladores. Casi la mitad de estas personas que practican vegetarianismo lo hacen puramente por motivos de salud (56%). Uno de cada seis vegetarianos (16%) no come carne por razones humanitarias o morales. El ahorrar dinero y el alto precio de la carne son la razón principal del 25% de los vegetarianos y el 2-3% restante no consume carne por deseo de su familia, esposa, padres o hijos.

III.CLASES DE DIETAS VEGETARIANAS.

Aunque podemos definir con total exactitud qué es un vegetariano, no existe una dieta vegetariana estándar. Algunos vegetarianos comen de todo excepto carne; otros consumen queso y huevos. Hay vegetarianos que sólo comen alimentos crudos y vegetarianos que sólo comen alimentos cocinados. Incluso hay vegetarianos que nunca comen verduras, y aquellos que comen pescado y siguen llamándose vegetarianos.

Está claro que no hay una única dieta vegetariana y que existen diversos métodos de enfocar el vegetarianismo. La única cosa que tienen en común todas las dietas realmente vegetarianas es el rechazo de la carne. Puesto que las dietas vegetarianas son tan populares entre aquellos que buscan un buen estado de salud, deberías conocer las diferentes clases que existen y las ventajas y desventajas de cada una.

Por comodidad, las dietas vegetarianas se han dividido en seis categorías principales. Explicamos cada una de las categorías y advertimos sobre sus puntos fuertes y débiles.

La dieta vegetariana sin restricciones

Esta forma particular de vegetarianismo es fácil de describir: sus seguidores comen cualquier cosa excepto carne. Los vegetarianos que siguen una dieta sin restricciones consumen productos lácteos, huevos e, incluso en ocasiones, grasa animal en forma de manteca. Ingieren azúcar, harina refinada, sal, fritos, comida rápida y comida basura.

Comen casi todo aquello que no pueda andar a gatas, nadar o correr. Y su estado de salud suele ser bastante malsano.

Conocí a un hombre y a su esposa que eran vegetarianos desde hacia unos diez años. Ambos luchaban contra un serio problema de obesidad.

«Nunca pensé que sería un vegetariano gordo —bromeaba el hombre conmigo— pero Susan y yo pesamos casi 11 kilos más de lo que pesábamos cuando nos casamos, hace diez años. »

Yo trabajaba con este hombre, por lo que tuve ocasión de ver cómo se convirtió en un vegetariano gordo. Su dieta no tenía restricciones, por decir lo mínimo. Bebía continuamente refrescos con azúcar porque no quería esos «edulcorantes artificiales». Disfrutaba mucho con los helados, y muchos de sus almuerzos los sacaba de las máquinas, en forma de pasteles y galletas.

Su esposa y él disfrutaban cocinando comidas vegetarianas, y utilizaban huevos, mantequilla y crema en todas las comidas para hacerlas más sabrosas.

Un día, me dijo: «Sabes, odio decirlo, pero creo que Susan y yo vamos a vvolver a comer carne. »

Me quedé atónito. Tras diez años, iban a comenzar otra vez a comer carne. ¿Por qué?, le pregunté:

«Bueno, hemos leído un libro que dice que algunas personas no están hechas para ser vegetarianas. Tiene algo que ver con la glándula pituitaria, y cómo necesita proteínas animales para estimularse. Cuando tu glándula se estimula al comer carne, tu metabolismo aumenta y pierdes peso. Nosotros hemos seguido engordando con la dieta vegetariana, así que creo que intentaremos algo nuevo. Susan está preparando pescado para esta noche, y seguramente será raro volver a comer carne tras todos estos años. Aún así —dijo, palmeándose la barriga— comeré cualquier cosa para deshacerse de esto. »

Está claro que ese era exactamente el problema. Había estado comiendo cualquier cosa y de todo en su dieta vegetariana. Escucha lo que el Dr. Herbert M. Shelton tiene que decir sobre los vegetarianos que siguen esta clase de dieta sin restricciones:

«A menudo, los vegetarianos tienen la idea errónea de que rechazar la carne es todo lo que necesitan para alcanzar el cielo dietético. Ellos no saben que una dieta vegetariana puede ser incluso más peligrosa que una dieta mixta bien programada. De hecho, la alimentación de la mayoría de los vegetarianos es tan abominable que no se puede culpar a la gente por no seguirlos. »

La dieta vegetariana sin restricciones, la de «come todo lo que te apetezca», es, de hecho, una dieta más pobre que aquella dieta que incluya carne, pero, a su vez, excluya otros alimentos innaturales. Por ejemplo, la costumbre de comer carne existe desde hace mucho más tiempo que el azúcar y la harina refinada, que los conservantes y que otros alimentos basura. Hay más antecedentes culturales que predisponen al hombre a comerse un buen trozo de carne cruda que un cono de helado azucarado.

Con esto no quiero decir que es preferible comer carne a un helado de vainilla: ninguno tiene lugar en una dieta saludable. Algunos vegetarianos sólo han visto la mitad de la verdad y siguen siendo vegetarianos de helados; adictos a los alimentos basura y al azúcar, al tiempo que orgullosamente rechazan la carne.

El vegetariano que sigue una dieta sin restricciones tiene poco que recomendar. Está claro que es mejor que una dieta de carne sin restricciones; no obstante, no podemos depender de ella para crear y conservar la salud. En resumen, la dieta vegetariana sin restricciones se puede evaluar de la siguiente forma:

Ventajas: Se eliminan todos los productos cárnicos, lo que reduce el nivel de toxicidad.

Desventajas: Se mantienen los viejos y malos hábitos dietéticos. La carne se suele sustituir por alimentos basura. La persona se engaña pensando que ha mejorado la dieta, cuando, de hecho, sólo ha eliminado una pequeña porción de alimentos dañinos.

Comparada a la dieta de la Ciencia de la Vida: La única cosa que la dieta vegetariana sin restricciones tiene en común con la dieta que recomienda la Ciencia de la Vida es que ambas rechazan la carne. Aparte de eso, la dieta vegetariana sin restricciones está más en la línea de la dieta tradicional estadounidense que en la de la dieta de la Ciencia de la Vida.

La dieta ovo-lacto vegetariana

Al igual que la dieta vegetariana sin restricciones que hemos comentado, la dieta ovo-lacto vegetariana es un enfoque dietético muy liberal. Ambas dietas incluyen los productos lácteos y huevos. Los ovo-lacto vegetarianos (abreviado OLV) comen queso, beben leche, y consumen huevos como parte de su dieta habitual.

Al contrario que la dieta vegetariana sin restricciones, la dieta OLV  suele excluir los alimentos basura, el azúcar y harina refinada y otros bien conocidos alimentos debilitadores. El enfoque dietético de OLV es, pues, una forma de aumentar la salud a través de una dieta mejor.

Las personas que son ovo-lacto vegetarianas suelen ser personas que antes comían carne y que han decidido eliminarla de su dieta y, al mismo tiempo, sustituir los alimentos procesados por unos más sanos y naturales. Las personas siguen esta clase de dieta por dos razones:

Primera: Aún no tienen la suficiente confianza, o no tienen bastante educación nutricional, para dejar todos los alimentos y productos animales. Siguen ingiriendo huevos y leche para «asegurarse de que obtienen bastantes proteínas», o lo que sea.

Segunda: Lo hacen por comodidad social o familiar. Una dieta OLV  permite una gran libertad a la hora de ir a comer fuera y se puede seguir con un mínimo de inconveniencias.

Ventajas: Se elimina la carne y existe una mayor tendencia a seguir una dieta mejor, más sana. La dieta OLV es cómoda socialmente, no amenazadora y exige unos cambios mínimos en el estilo de vida.

Desventajas: La leche, los productos lácteos y los huevos son totalmente innecesarios en la dieta. Estos alimentos estriñen, provocan acidez, están llenos de pesticidas, hormonas y aditivos.

Comparada a la dieta de la Ciencia de la Vida: La dieta OLV sólo tiene dos cosas en común con la dieta de la ciencia de la vida: ambas evitan todo consumo de carne y también enfatizan la importancia de los alimentos sanos y naturales sobre aquellos procesados y refinados.

C. La dieta lacto vegetariana

La dieta lacto vegetariana es la dieta más popular del mundo. Esta dieta excluye todos los productos animales, a excepción de los elaborados con leche. Se excluyen los huevos, la manteca y los alimentos basura más agresivos. Sin embargo, se consume en cantidades ilimitadas yogur, mantequilla, queso, nata y leche.

Muchas personas siguen una dieta lacto vegetariana por conveniencia o seguridad nutritiva. De nuevo, una dieta lacto vegetariana hace más fácil el salir fuera a cenar y comer los alimentos convencionales. Algunas personas utilizan la leche en la dieta vegetariana para satisfacer la alta Cantidad Diaria Recomendada (CDR) de calcio. La leche y el queso se utilizan en esta clase de dietas para ingerir una cantidad suficiente de calcio.

No obstante, la necesidad de calcio se puede satisfacer fácilmente y de sobra con una dieta vegetariana que no incluya ningún producto lácteo en absoluto. De hecho, la duda sobre si el cuerpo puede asimilar los productos pasteurizados y la leche calentada es mucho mayor que la cantidad de calcio que puedan contener. La necesidad de calcio cuando se sigue una dieta vegetariana alcalina es mucho menor que la que existe en una dieta ácida de carne. En otras palabras, los carnívoros necesitan más cantidad de calcio que los vegetarianos.

Si conoces a algún vegetariano que ingiera productos lácteos por conveniencia, posiblemente habrá poco que puedas hacer para influirle. Si, no obstante, añade productos lácteos a su dieta por el sólo hecho de satisfacer la necesidad de calcio, entonces, dile la verdad: simplemente no hace falta.

Ventajas: la sana dieta lacto vegetariana elimina muchos de los alimentos dañinos que se ingieren hoy en día: carne, productos animales, huevos, comida basura, azúcar refinada. Es una dieta relativamente fácil y simple de seguir, y por aquellos que no desean hacer grandes cambios en sus estilos de vida pueden llevarla con toda comodidad.

Desventajas: La mayoría de los lacto vegetarianos comen productos lácteos en demasía. Es un hecho que los lacto vegetarianos comen más queso y beben más leche que muchos carnívoros y que aquellos que siguen una dieta convencional. Con frecuencia, los productos lácteos se utilizan como sustitutos, con un alto contenido proteínico, de la carne; no obstante, también estos productos están plagados de hormonas, aditivos y pesticidas.

Comparada a la dieta de la Ciencia de la Vida: Al igual que la dieta OLV, está dieta tiene en común con la dieta inmejorable de la Ciencia de la Vida que excluye la carne, así como muchos alimentos de baja calidad y alimentos basura. En la dieta de la Ciencia de la Vida también se excluyen los huevos. Aún así, la dieta lacto vegetariana incluye muchos, muchos alimentos que no se consideran naturales a nuestra herencia dietética. Cereales procesados, legumbres, cebollas, ajo, especias, hierbas y malas combinaciones de alimentos están presentes en una dieta lacto vegetariana. Aunque se trata de un paso en la dirección correcta, a la dieta lacto vegetariana aún le queda mucho para abarcar la totalidad de los principios de la Higiene Natural y de la Ciencia de la Vida.

La dieta vegetalista

Todos los vegetalistas son vegetarianos: no todos los vegetarianos son vegetalistas. Los Científicos de la Vida o Higienistas Naturales suelen ser vegetalistas: no todos los vegetalistas son higienistas naturales. ¿Confuso? Expliquémoslo:

Un vegetalista es un vegetariano que no consume ningún producto animal de ninguna clase. Una dieta vegetalista no incluye huevos, carne, leche, queso ni ningún otro producto animal. La dieta vegetalista incluso rechaza la miel, una producto animal utilizado en muchas dietas vegetarianas. El vegetalista es el verdadero vegetariano. Esos vegetarianos que siguen comiendo huevos o beben leche simplemente son no carnívoros. Las estadísticas han calculado que el número de vegetalistas es, aproximadamente, el 10% de la población vegetariana. En otras palabras, sólo uno de cada diez vegetarianos evita por completo los huevos, leche y productos lácteos.

Sin embargo, la dieta vegetalista, al igual que muchos otros regímenes vegetarianos, suele depender de los cereales y judías para obtener una gran porción de calorías. Los alimentos se suelen ingerir en malas combinaciones y en grandes cantidades. A menudo los vegetalistas sustituyen los productos lácteos y la carne por productos de soja procesados y refinados. Leche de soja, tofu, tempe, helados de soja y carne de soja son los sustitutos preferidos de la dieta vegetalista.

La gran dependencia de los productos de soja —en parte debida una preocupación errónea por las proteínas— es el principal inconveniente de la dieta vegetalista. Los productos de soja no se pueden digerir por completo debido a las enzimas que hay en la judía de la soja, y los productos de soja también inhiben la absorción del hierro. Aún así, estos productos son mejores que la leche y los huevos que consumen otros vegetarianos y que la carne que ingieren los carnívoros.

Ventajas: La dieta vegetalista elimina por completo algunos de los peores alimentos de la dieta estadounidense: carne, leche, huevos y alimentos basura. También rechaza la miel, un alimento del que los vegetarianos y otras personas preocupadas por la salud suelen abusar.

Desventajas: Los vegetalistas siguen utilizando edulcorantes, como jarabe de arce o melazas. Consumen demasiados productos de soja y comen muchos cereales y legumbres. A  menudo se preocupan por una combinación «completa» de proteínas, y con frecuencia, la mayoría de sus alimentos están cocinados o procesados.

Comparada a la dieta de la Ciencia de la Vida: La dieta vegetalista puede adaptarse fácilmente a la dieta de la Ciencia de la Vida. Todo lo que los vegetalistas deben hacer es eliminar todos los alimentos procesados, como los productos de soja, edulcorantes, etc.,  comer más alimentos crudos y vigilar las combinaciones de alimentos. Si sigues la dieta de la Ciencia de la Vida, puedes considerarte un vegetalista, o también un verdadero vegetariano.

La dieta macrobiótica

La dieta macrobiótica no es estrictamente vegetariana —aunque mucha gente piensa que sí lo es— puesto que el pescado y los mariscos suelen ser una parte pequeña, pero frecuente, de la dieta macrobiótica.

La mayor parte de los alimentos que consume una persona que sigue una dieta macrobiótica son gramíneos o cereales. De hecho, la mayoría de los defensores de esta clase de dieta recomienda que al menos el 50% de esta dieta sean cereales integrales, y no es raro que hasta el 80% de la dieta esté basada en los cereales.

El segundo grupo de alimentos que más predominan en esta dieta son las legumbres (entre el 10-15% de la dieta), seguidas de algas y verduras de hojas duras. Los frutos secos y las semillas rara vez se ingieren y cuando se comen suelen ser saladas o tostadas. Casi nunca se ingiere fruta fresca; de hecho, las manzanas son las únicas frutas crudas que se ingieren, y el resto de las frutas se suele cocinar y endulzar como postre.

La sal, los alimentos salados, las salmueras, tamari (salsa de soja) y miso se consumen en grandes cantidades en este tipo de dieta. Los japoneses, quienes son los principales exportadores de la dieta macrobiótica, ingieren más sal que cualquier otra población en el mundo. Incluso conservan y salan las ciruelas. Nada escapa a la sal en una dieta macrobiótica.

Aunque parezca raro, el que sigue una dieta macrobiótica por motivos de salud evita la mayoría de frutas y verduras frescas. Las frutas cítricas, los tomates, berenjenas, patatas y otras verduras crudas no tienen lugar en la dieta macrobiótica. De hecho, alguien hizo una vez una broma (pero que es cierta) de que una persona macrobiótica es «alguien que antes se comería un pescado que una naranja».

El hecho de evitar las frutas frescas y las verduras en la dieta macrobiótica se debe a la aplicación de la mística creencia en el yingyang. Las frutas frescas se consideran demasiado ying para ser comidas y a menudo se suelen clasificar junto con el azúcar refinada y los edulcorantes artificiales. La mayoría de la carne se considera demasiado yang para ser comida, y se dice que los cereales (en especial el arroz integral) tienen la combinación perfecta de ying y yang.

Además del exceso de sal y de no incluir frutas frescas y verduras, el principal inconveniente de la dieta macrobiótica es que depende en gran medida de los cereales. El Dr. Shelton, al comentar las dietas gramíneas, decía: «Una dieta de cereales y legumbres con una deficiencia de alimentos verdes y frutas frescas es obviamente inadecuada. Carece de elementos alcalinos y de vitaminas. »

Otro pionero de la salud, el Dr. Densmore dijo lo siguiente sobre la dieta macrobiótica basada en cereales: «Yo elimino el pan, los cereales, las legumbres y los gramíneos no sólo porque en ellos predominan la fécula, sino porque también es difícil digerir el nitrógeno que contienen y son causa de una gasto innecesario de vitalidad. »

La dieta macrobiótica tiene un gran atractivo para aquellos que vienen de una dieta basada en la carne. Una gran cantidad de cereales tienen a provocar tanto estreñimiento y acidez como la carne que se ha dejado detrás. Los alimentos muy salados superan a la ya salada dieta estadounidense. El no tener que comer fruta fresca y las verduras en la dieta encuentra un espíritu afín en la dieta de alimentos procesados de la mayoría de los estadounidenses.

No obstante, es un hecho sin discusión que las personas que siguen una dieta macrobiótica disfrutan de un mejor estado de salud que aquellos que siguen la típica dieta estadounidense. ¿Por qué? Primero, porque la dieta macrobiótica es principalmente vegetariana. Rechaza todos los productos lácteos y el azúcar refinada. La simple eliminación de carne roja, azúcar y productos lácteos incrementará en gran medida la salud y la vitalidad de una persona, y este es el punto fuerte de la escuela macrobiótica.

Ventajas: La dieta macrobiótica es principalmente vegetariana. Elimina muchos de los alimentos perjudiciales presentes en la dieta moderna. Tiene una historia bien establecida y ofrece un programa fácilmente entendible con recomendaciones y reglas específicas. Ofrece una transición fácil para aquellos que dejan su adicción al azúcar refinada, carne roja, alimentos basura y aquellos muy procesados.

Desventajas: La dieta macrobiótica depende demasiado de los gramíneos y de los productos hechos a partir de gramíneos, que son alimentos de tercera clase. La sal se utiliza en grandes cantidades y los alimentos casi siempre son cocinados. Rara vez se consumen frutas frescas, ensaladas, brotes o frutos secos, y nunca conforman más del 5-10% de la dieta.

Comparada a la dieta de la Ciencia de la Vida: La dieta macrobiótica sólo se parece a la de la Ciencia de la Vida en que elimina los alimentos basura, el azúcar refinada, la carne roja y los productos lácteos. Aparte de eso, el 95% de la dieta macrobiótica no tiene nada que ver con los buenos alimentos que se ingieren en la dieta de la Ciencia de la Vida: frutas frescas y crudas, verduras, frutos secos, semillas y brotes.

F. Dieta de alimentos crudos

Una dieta mucho más cercana al régimen de la Ciencia de la Vida es la dieta vegetariana de alimentos crudos. Las personas que son crudívoros comen una gran variedad de alimentos, pero todos se ingieren crudos.

Algunos crudívoros comen gramíneos sin cocinar y otros alimentos como leche cruda, queso crudo, y nata cruda. Muchas veces, los crudívoros elaboran entradas y platos principales que contienen entre 15 y 20 ingredientes, todos cortados y mezclados. Con frecuencia, comen en exceso ensaladas y verduras crudas y se olvidan de las frutas. Consumen aliños para ensaladas, aceites crudos y varias clases de mantequilla de cacahuete junto con sus platos de verduras crudas.

Dependen en gran medida de los aguacates, frutas desecadas y frutos secos; algunas veces, en exceso. Suelen estar entusiasmados con la terapia de zumos crudos y beben litros y litros de zumos recién exprimidos cada día.

Uno de los problemas principales de la dieta de alimentos crudos que siguen la mayoría de las personas es que sus seguidores comen muy pocas frutas y demasiados frutos secos, grasas, aceites y semillas para obtener energía. Los crudívoros que no hacen de las frutas el plato principal de su dieta ingerirán un exceso de frutos secos, aceites, aliños para ensaladas u otros alimentos concentrados. Están en el camino correcto, pero se quedan cortos cuando se trata de combinar los alimentos o de eliminar alimentos crudos inapropiados (como cebollas, ajo, queso crudo, miel cruda, etc.)

Ventajas: La dieta de alimentos crudos, cuando no incluye productos lácteos u otros alimentos relativamente indigestibles, puede fomentar un estado de salud mejor. La dieta contiene una gran cantidad de vitaminas, minerales, enzimas y aminoácidos —todos en unas formas fácilmente digeribles—. Al comer alimentos crudos, estás evitando alimentos por completo inapropiados como carnes, alimentos basura, pan, etc.

Desventajas: La dieta de alimentos crudos puede incluir algunas verduras nocivas, como el ajo y las cebollas. Puede incluir miel y productos lácteos crudos. Es habitual que dependan en exceso de las ensaladas, aliños de ensaladas y frutos secos. Si no se incluyen frutas se puede producir una rápida pérdida de peso.

Comparada a la dieta de la Ciencia de la Vida: La dieta de alimentos crudos está muy cercana a la dieta de la Ciencia de la Vida. Si se evitan todas las hierbas, especias y condimentos, al igual que todos los productos animales, se puede decir que la dieta de alimentos crudos es 90% similar a la de la Ciencia de la Vida. Cuando los alimentos crudos se ingieren en combinaciones adecuadas y según nuestra herencia biológica frugívora, entonces, esta dieta se aproxima mucho a la dieta de frutas crudas de la Ciencia de la vida, complementada con verduras, frutos secos y semillas.

IV. PROS Y CONTRAS DEL VEGETARIANISMO

¿Deberíamos todos ser vegetarianos?

Tras todos estos comentarios sobre el vegetarianismo y sobre las diferentes clases que existen, posiblemente deberíamos preguntar: ¿Es la dieta vegetariana realmente adecuada para disfrutar de un estado de salud óptimo?

Si consideramos que la dieta vegetariana es aquella que se basa principalmente en vegetales (verduras, cereales, tallos, tubérculos, raíces, etc.), entonces tenemos que responder: ¡No!, La dieta vegetariana no es la mejor dieta para fomentar la salud y el bienestar. La única dieta que realmente nos asegura el mejor estado de salud es aquella que se basa principalmente en alimentos adaptados a nuestra herencia biológica: frutas.

El hombre no está adaptado para vivir a base de hierbas, tallos, verduras y forraje que conforman la mayor parte de la categoría vegetal. Estas pueden ser adiciones a su dieta natural, pero estos vegetales solos no pueden ofrecer los nutrientes de alta calidad y la energía que necesitamos. Las frutas, con su abundante contenido de minerales, vitaminas, azúcares naturales y aminoácidos, pueden satisfacer nuestras necesidades. No son tóxicas (algo que los vegetales no pueden atribuirse en absoluto), tienen un excelente sabor y no necesitan preparación (al contrario que los gramíneos, tubérculos y raíces duras).

Puesto que T.C. Fry ha planteado tan bien esta cuestión en los textos suplementarios que siguen a esta unidad, acabaremos este comentario simplemente diciendo que la típica dieta vegetariana, como la considera la mayoría de la gente, no cumple todos los requisitos para ofrecer un bienestar óptimo. Nos apresuraremos a añadir que esto es así no porque la dieta vegetariana sea deficiente, sino porque únicamente las frutas deberían constituir la mayor parte de nuestra dieta, no las verduras.

A pesar de sus fallos, la dieta vegetariana es muy superior a la típica dieta estadounidense y se puede recomendar sin reservas al menos como el primer paso que deben dar aquellos que intentan mejorar su estado de salud. Consideremos algunos otros beneficios que ofrece la dieta vegetariana.

Los aspectos beneficiosos del vegetarianismo

Un estudio reciente que comparaba las dietas con las muertes provocadas por ataques cardiacos en siete países demostró que aquellas personas que más productos animales comían (carne, productos lácteos, huevos, etc.) también tenían la mayor tasa de mortalidad. Finlandia, que es el país donde más productos animales se ingieren, encabezaba la lista de ataques cardiacos. Estados Unidos, el segundo mayor consumidor de productos animales, también tenía el segundo lugar en tasa de mortalidad debida a ataques cardiacos. Los japoneses, que son los que menos carne comen, también son los que tienen la menor tasa de mortalidad por ataques cardiacos.

Los vegetarianos no sólo previenen las enfermedades cardiacas, sino que también su presión arterial es más baja. Un estudio de Boston demostró que los vegetarianos que ingieren pocos, o ningunos, productos animales (lácteos, huevos, etc.) tienen la presión arterial más baja y un menor nivel de colesterol que sus compatriotas que comen carne.

En la revista Journal of the American Medical Association, una publicación que destaca por su postura conservativa ante la dieta en la salud y enfermedad, el Dr. W.A. Thomas publicó que «una dieta vegetariana puede prevenir el 90% de las enfermedades trombolíticas (coágulos sanguíneos) y el 97% de las oclusiones coronarias» En su libro, Heart Attack, You Don’t Have to Die [Ataque cardiaco, no tienes por qué morir], el Dr. Christian Barnad  cita varios estudios médicos que demuestran que «las personas que ingieren una dieta con un alto contenido de productos animales (carne, huevos, leche, etc.,) tiene una incidencia mayor de enfermedades coronarias que aquellos que no consumen estos productos.»

No sólo los vegetarianos padecen menos incidentes por enfermedades cardiacas y por la alta presión arterial, sino que su suerte es mucho mejor cuando se trata de cáncer. Varios estudios epidemiológicos han demostrado una correlación muy estrecha entre la incidencia de cáncer de colon y el consumo de carne.

Uno de estos investigadores dice: «Debido a que la ingestión de alimentos vegetarianos, libres de grasa animal, resultan en un menor tiempo de tránsito y, posiblemente, en la producción de menos carcinógenos, la incidencia de cáncer de colon debería ser bastante menor para los vegetarianos que para los omnívoros. » Después, pasa a hacer la siguiente declaración reveladora: «En la actualidad, no ha habido ningún caso de este tipo de cáncer entre aquellos que son totalmente vegetarianos (vegetalistas). »

Cáncer, enfermedades cardiacas, hipertensión, la lista de las enfermedades relacionadas con el consumo de carne crece y crece. No obstante, para apreciar por completo los verdaderos beneficios que el vegetarianismo supone para la salud  hay que experimentarlo. Una dieta vegetariana no sólo aumenta drásticamente el bienestar físico, además de proporcionar nuevos niveles de energía, sino que es mucho más probable que se produzca una estabilidad emocional y un equilibrio mental cuando no se ingiere carne.

La dieta vegetariana ofrece tantos beneficios que pocos pensarían alguna vez que pueda tener fallos o desventajas. No obstante, existen aspectos del vegetarianismo que deberías evitar.

La trampa del vegetarianismo

Muchas escuelas de salud han recomendado vigorosamente el vegetarianismo. Y por muy buenas razones, si tenemos en cuenta las alternativas de las sangrías, matanzas y cadáveres que ofrece el consumo de carne. No obstante, ¿está el vegetarianismo libre de inconvenientes, fallos o trampas para el incauto? Nuestra respuesta debe ser: no. Existen peligros para la salud de aquellos que buscan la respuesta a la salud únicamente en el vegetarianismo. Investiguemos algunas de las trampas que el vegetariano debe evitar.

Vegetarianismo: se queda corto.

Siempre que alguien me pregunta en qué creen los Higienistas Naturales o los Científicos de la Vida, yo respondo bromeando que «estamos en algún lugar a la izquierda del vegetarianismo». Lo que intento decir es que mientras mucha gente considera radicales a los vegetarianos buscadores de salud, los Higienistas Naturales los consideran como los principiantes en el camino hacia una salud y bienestar radiantes.

El vegetarianismo sólo es el primer paso hacia una dieta mejor, aunque es un paso importante. La mayor trampa en la que pueden caer los vegetarianos es que, puesto que han cambiado de forma tan radical su dieta de la dieta estadounidense basada en la carne, suelen sentirse complacidos y satisfechos. Piensan que, por el simple hecho de haber dejado de comer carne,

 ya han hecho suficiente para mejorar la dieta. A menos que los vegetarianos dejen de ingerir toda clase de productos animales, que la mayoría de los alimentos que ingieran sean crudos y no procesados y que practiquen las reglas de combinación de alimentos, se verán abocados a un estado de salud mucho peor que el que disfrutan aquellos que siguen las enseñanzas de la Higiene Natural y de la Ciencia de la Vida. Además, los vegetarianos también deben embarcarse en un programa regular de ejercicios y de ayuno para completar el proceso de desintoxicación de sus cuerpos.

Sin duda alguna, el vegetarianismo es recomendable y necesario para todo ser humano que viva en la actualidad, y sin duda alguna, el mundo sería un lugar mucho mejor si se dejara de matar para comer. No obstante, hacerse vegetariano sólo es dar un pequeño paso para alejarse de las masas de los enfermos comedores de carne. Para estar realmente bien, realmente sanado, y llevar paso firme por el camino de la salud, debes ir más allá del vegetarianismo. No presumas, ni te sientas complacido o satisfecho simplemente porque ya no comes carne: aún tienes un largo camino por delante antes de que tu estilo de vida esté en armonía con el universo. Esta es la primera trampa que deben evitar los vegetarianos: la creencia de que el vegetarianismo es suficiente por sí mismo para asegurar la salud y el bienestar.

Vegetarianos: personas a las que les encanta despreciar

Otra trampa que los vegetarianos deben evitar es la del sentimiento de separación e individualidad que algunas veces viene con un cambio de dieta. He aquí una conversación que oí mientras compraba en un supermercado de California:

— Mira a todos esos idiotas esperando en el mostrador de la carne para obtener su veneno

Dijo un orgulloso hombre a su mujer.

— Sí. No puedo creer que la gente coma bebés de animales y alimenten con ellos a sus propios hijos. Puedo oler la sangre desde aquí. Tengo que salir de aquí. No puedo creer que la gente sea tan estúpida como para comer carne muerta.

Le dio la razón su mujer. Yo pasé por su lado y les pregunté:

— Ustedes deben de ser vegetarianos. ¿Cuánto tiempo hace que no comen carne?

El hombre sonrió orgulloso.

— Lo dejé hace seis meses. Los dos últimos años mi mujer sólo comía pescado, pero ahora también es una vege.

La pareja merecía que le pusieran una medalla allí mismo. ¡Imagina, no comer carne durante seis meses! No hay duda de que seguirán insultando a los amigos, ofendiendo a sus parientes y dándoles un mal nombre a los vegetarianos durante otros seis meses, hasta que encuentren otra novedad de la que puedan disfrutar y sentirse superiores.

Esta es la segunda trampa del vegetarianismo: nosotros y ellos. Cuando la gente se hace vegetariana por primera  vez suele comportarse de forma desagradable y ofensiva. Ellos piensan que los demás —los comedores de carne— están en su contra. A menudo olvidan que hace uno, dos, o incluso diez, años, ellos también hacían cola en los restaurantes de comida rápida, engullendo hamburguesas y perritos calientes junto con los otros idiotas.

Los vegetarianos necesitan humildad, paciencia y comprensión hacia aquellos que aún no se han hecho vegetarianos. La gran mayoría de la gente que practica el vegetarianismo fue alguna vez comedor de carne, y probablemente, comía más carne que la mayoría de la gente. No obstante, tan pronto como abandonan este pernicioso hábito, comienzan a buscar prosélitos y conversos poco dispuestos.

El hecho de ser humildes, pacientes, comprensivos y de estar dispuestos a perdonar no quiere decir que debamos tolerar o aceptar el hecho de comer carne como una vía alternativa a la dieta vegetariana. No te confundas: el consumo complaciente y consciente de animales está mal —mal desde el punto de visto moral y fisiológico—. No obstante, no debemos convertirnos en santurrones o hipercríticos con aquellos que aún comen carne. La compasión amable, el buen ejemplo y una gran ayuda y apoyo son las cualidades que se necesitan para hacer que los demás se hagan vegetarianos y tengan unas costumbres más beneficiosas para la salud. Evita la trampa de la santurronería del vegetarianismo. No te conviertas en el vegetariano o fanático de la salud que a todo el mundo le gusta odiar.

PREGUNTAS SOBRE LA UNIDAD

PREGUNTA: Estoy un poco confuso sobre los lacto vegetarianos y los ovo-lacto vegetarianos. ¿Cómo llama a un vegetariano que come pescado?

RESPUESTA: Un hipócrita. Posiblemente esperabas una respuesta mejor. En los últimos años, se ha puesto de moda ser vegetariano o preocuparse por la dieta y la salud. En consecuencia, muchas personas están recortando su consumo de carne. Tan pronto como eliminan el cerdo o la ternera de su dieta, esta gente suele proclamar con orgullo que son vegetarianos. Puede que sigan comiendo pollo o pescado, o quizá sólo coman carne una vez a la semana o una vez al año. Realmente no saben cómo llamarse a sí mismos, no obstante, piensan de debe haber alguna diferencia entre ellos y aquellos que siguen ingiriendo grandes cantidades de carne.

El término vegetarianismo es una palabra tan mal y tan utilizada que difícilmente puede sufrir más adaptaciones y abusos por parte de aquellas almas bienintencionadas, pero equivocadas. Quizá deberíamos llamar a esta gente que sólo come pescado o pollo, o que come carne pocas veces, medio vegetarianos o carnívoros reformados. Su propósito es admirable, pero el amplio uso que hacen del término vegetariano sólo crea confusión en la mente del público y hacen un mal servicio a aquellos que tienen convicciones más fuertes y que desean evitar todo consumo de carne.

PREGUNTA: ¿Existe algún libro bueno que enseñe cómo ser vegetariano? ¿Cómo podemos enseñar a los demás qué es el vegetarianismo?

RESPUESTA:  No tienes que hacer nada para hacerte vegetariano. Sólo tienes que dejar de hacer una cosa: comer animales. Muchos libros que conspiran para ayudar a otros a hacerse vegetarianos suelen estar llenos de recetas que sustituyen a la carne y dedican mucha más atención a la cuestión de las proteínas. Algunas cosas de las que se han escrito hacen parecer el vegetarianismo como una transición difícil, llena de peligros dietéticos. Un hecho: el 90% de todos los libros sobre vegetarianismo los compran personas que ya son vegetarianas.

Un libro o un artículo puede ayudar a que una persona tome por fin la decisión de dejar la carne de una vez por todas. Sin embargo, el deseo de hacerse vegetariano debe surgir del interior de la persona. No puedes discutir con nadie para que se haga vegetariano. Sin embargo, una vez que esta persona ha tomado la decisión, puedes ofrecerle tu apoyo y un excelente ejemplo de los efectos beneficiosos para la salud que tiene la dieta vegetariana.

PREGUNTA: Yo quiero hacerme vegetariana, pero mi esposo está totalmente en contra. Tampoco los niños están muy entusiasmados con dejar de comer hamburguesas. ¡Ayuda! No quiero comenzar una crisis familiar y odio tener que estar siempre cocinando dos comidas diferentes.

RESPUESTA: Si no puedes solucionar un problema de frente, sé inteligente. Puede que tu error sea que estás intentando confrontar o convertir a tu familia. A nadie le gusta pensar que toda su vida ha estado equivocado, en especial cuando se trata de algo tan básico como la dieta. Tus acciones están haciendo que tu familia se sienta incómoda porque ahora también ellos deben revisar sus creencias y hábitos dietéticos. Se paciente con ellos.

Primero, no tienes por qué comer carne para complacer a tu familia. Es posible ser el único vegetariano en una familia de comedores de carne. Mi consejo es que vayas sacando gradualmente la carne de la mesa familiar. No lo hagas intentando sustituirla con alimentos extraños o raros. En cambio, intenta hacer cada vez más y más platos de sus comidas preferidas que no contengan carne. Cuando cocines para ellos, utiliza la carne más como un condimento o acompañamiento. No hagas un mundo diciéndoles lo malo que es comer carne: el comer es una experiencia emocional, y los argumentos racionales rara vez influyen sobre alguien. Con las discusiones sólo conseguirás reforzar sus creencias falsas.

Sobre todo, muéstrate feliz, alegre y positiva sobre tu nuevo estilo de vida. Irradia salud y bienestar. Da un buen ejemplo y mantén el sentido del humor sobre ti misma y sobre tu dieta. Tu esposo e hijos deben decidir por sí mismos dejar de comer carne. De otra forma, el cambio puede ser sólo temporal y hacerlo de mala gana. La buena salud y la felicidad que la dieta vegetariana te dará hará que, con el tiempo, tu familia se ponga de tu lado. Sé paciente, persevera, y ten confianza en que tu decisión es totalmente correcta y que de ella sólo saldrán cosas buenas.

RESUMEN

La dieta natural del hombre es el vegetarianismo —libre de carne, productos lácteos, huevos y otros alimentos derivados de los animales—. Existen muchas clases de vegetarianismo, desde la dieta sin restricciones, que incluye todo excepto carne, a la dieta frugívora y la de alimentos crudos.

La gente se hace vegetariana por diferentes motivos: creencias morales, principios éticos, un deseo de mejorar la salud o, simplemente, por presiones económicas y familiares.

Aunque el vegetarianismo es dar un gran paso para alejarse de la típica dieta basada en la carne y del estilo de vida enfermizo de los estadounidenses no puede considerarse como un fin en sí misma. Cuando se ha dejado de comer carne, aún habría que mejorar la dieta y eliminar todos los productos animales, lo que resulta en una dieta vegetalista. La mayoría de los alimentos deben comerse crudos, disminuir el uso de cereales cocinados y de legumbres y aumentar la cantidad de frutas frescas y crudas.

La principal trampa en la que puede caer el vegetariano es la de creer que el simple hecho de no comer carne es suficiente para conseguir una salud radiante. Además de pulir la dieta, se debería seguir un programa habitual de ayuno, ejercicios y otras prácticas desintoxicadoras. El vegetariano debería mejorar sus hábitos alimenticios hasta llegar a estar más cerca de la dieta de frutas frescas de la Ciencia de la Vida, que puede complementarse con verduras crudas, frutos secos, semillas y brotes, todo ellos ingeridos en combinaciones adecuadas.

TEXTOS SUPLEMENTARIOS

FRUGÍVOROS Y VEGETARIANOS

Por el Dr. Herbert M. Shelton

Escritos anteriores ya han dejado clara la superioridad de una dieta basada por completo en plantas sobre la dieta de carne o la dieta mixta convencional. Sin embargo, aún quedan algunas cosas por decir. En la naturaleza es obvio que, al menos, en los climas templados los animales que dependen de los excedentes de plantas para alimentarse en invierno tienen infinitamente más posibilidades de sobrevivir que los predadores que dependen de matar algún animal para alimentarse. De esta forma, los animales que se alimentan de plantas tienen una gran ventaja sobre los que se alimentan de carne. Estas ventajas se extienden a otras muchos aspectos de la vida que no necesitan ser comentados aquí.

No pretendo establecer aquí una larga discusión sobre la anatomía y fisiología comparada, sino que me contentaré diciendo que cada característica anatómica, fisiológica y embrionaria del humano lo coloca sin lugar a dudas en la clase de los frugívoros. El número y estructura de sus dientes, la longitud y estructura del tracto digestivo, la posición de los ojos, la composición de las uñas, el funcionamiento de la piel, la composición de la saliva, el tamaño relativo del hígado, el número y situación de las glándulas mamarias, la posición y estructura de los órganos sexuales, la composición de la placenta humana y muchos otros factores dan fe de que el humano es constitucionalmente un frugívoro.

Puesto que no existen frugívoros puros, ya que todos los frugívoros comen libremente hojas verdes y otras partes de las plantas, también el hombre puede, sin violar su constitución natural, comer hojas verdes de las plantas. Estas partes de las plantas poseen ciertas ventajas, como ya se ha dicho antes, de las que las frutas carecen. Los análisis actuales demuestran que la adición de verduras verdes a una dieta de frutas y frutos secos mejora la dieta.

La gran mayoría de la raza humana siempre ha sido, principal o exclusivamente, comedora de fruta y plantas. Las tribus humanas que hayan vivido exclusivamente de carne o de otros productos animales han sido excepcionalmente raras o no existentes, y han tenido una vida media más corta. Incluso los esquimales comen al menos 24 clases de musgos y líquenes, incluyendo camemoros, berberís, arándanos, musgo del reno y otras plantas que crecen en el Ártico. Posiblemente, el hombre de hoy en día come más carne que en ningún otro periodo de la Historia. La civilización está basada en el vegetarianismo —en la agricultura y horticultura—. Las tribus que dependen de la caza y ganadería no son estables y no construyen civilizaciones.

«Cuando retrocedo —dice Higgins en Anacaypsis II— a los periodos más remotos de la Antigüedad en los que es posible penetrar, encuentro evidencias claras y positivas de varios hechos importantes: Primero, no se comía ningún alimento animal, no se sacrificaban animales. » Orígenes nos ha dejado el testimonio de que «los egipcios preferían morir antes que ser acusados de comer cualquier clase de carne. »

Herodoto nos dice que los egipcios subsistían a base de frutas y verduras, que comían crudas. Plinio confirma esta declaración. Harold Whitestone, en su obra The Private Lives of the Romans [La vida privada de los romanos], dice: «De los romanos se puede decir que durante el principio de la República y quizá durante el siglo segundo a. de C., se preocupaban poco de los placeres de la mesa. Vivían frugalmente y comían poco. Eran casi vegetarianos estrictos, mucha de su comida se ingería fría, y la máxima simplicidad caracterizaba la cocina y presentación de sus comidas. »

No fue hasta la conquista de Grecia que los romanos alteraron sus costumbres en la mesa y se convirtieron en un pueblo amante de los placeres y comedores de carne. Incluso entonces las clases más pobres vivían frugalmente y, como dice Whitestone, «cualquier niño en edad escolar sabe que los soldados que ganaron las batallas del Cesar vivían a base de cereales que molían en sus propios molinos y tostaban en las hogueras de los campamentos. »

Los egipcios pensaban que, puesto que los primeros egipcios vivían de frutas, raíces y otras hierbas, fue Isis, unas de las diosas más adoradas de Egipto, la que les enseñó el arte de hacer pan de los cereales antes de que estos crecieran salvajes y no se pudieran utilizar. La adoración de Isis era general en todo Egipto y le dedicaron magníficos templos.  A sus sacerdotes, consagrados a la pureza, se les exigía que vistieran túnicas de lino, sin ninguna mezcla con fibra animal, que se abstuvieran de todo alimento animal y de aquellos vegetales considerados impuros: judías, cebollas, ajos y puerros.

Han existido tribus en islas que no tenían acceso a alimentos cárnicos y también han existido varios pueblos que se abstenían de comer carne por motivos religiosos. Podemos encontrar esto en China, India, Turquía y entre los esenios de la antigua Palestina. A los espartanos se les prohibía comer carne y, al igual que los sacerdotes de Isis, también se les prohibía comer judías. Aún existen sectas en India que tienen prohibido el comer judías.

Hindhede ha demostrado que en toda la tierra y durante todo el tiempo que lleva la vida ha habido hombres más importantes entre los vegetarianos que entre los carnívoros. McCarrinson ha demostrado que los Hunzas del Norte de la India, son los que están mejor nutridos con su dieta de frutas, y que se pueden comparar en salud, fuerza, en carencia de enfermedades y duración de vida con cualquier otro pueblo de la tierra.

Los atletas vegetarianos han alcanzado honores en más de una actividad. De hecho, cuando lo que se requiere es una gran resistencia, ellos casi siempre ganan. Muchos miles de inválidos han cambiado su dieta mixta por una dieta vegetariana o frugívora y, gracias a ello, han salvado la vida, a pesar de no haber podido recuperar una salud vigorosa.

Un cirujano del Bone and Joint Hospital, de la ciudad de Nueva York, que tenía una gran experiencia con vegetarianos, me dijo que las mujeres vegetarianas daban a luz muy rápido, el poco dolor no las reducía a animales y se recuperaban con sorprendente rapidez. Añadió que cuando recibía una llamada para atender el parto de una vegetariana, él no perdía el tiempo, sino que correría a atenderla y, muy a menudo, cuando llegaba se encontraba que el bebé ya había nacido. También afirmaba que las heridas se curan antes en los vegetarianos que en otros. Él propio cirujano no es vegetariano.

Un cirujano de aquí, San Antonio, que atendió varios partos de mujeres que este escritor había atendido durante sus embarazos, me dijo una vez: «Cuando me llaman para atender a una parturienta que tú has alimentado sé que no voy a tener complicaciones y que todo irá como debe ir, pero cuando me llaman para atender a una mujer que come de forma convencional, nunca sé lo que pasará. »

 El profesor Richet descubrió que las frutas y verduras no generan anafilaxia, mientras que de los resultados e interpretaciones de los alimentos cárnicos se deduce que la naturaleza pone veto, por ser inadecuadas, a ciertas proteínas, principalmente animales. Lo que está claro es que nunca se le debe dar a un niño menor de siete u ocho años carne, caldo de carne o huevos. Hasta esa edad no tiene el poder para neutralizar estos venenos.

Los vegetarianos y frugívoros tienen menos posibilidades de padecer intoxicaciones endógenas o infecciones que los que se alimentan con animales; muchos de estos últimos casi no tienen defensas, sino que sumisamente sucumben a la imposición de los parásitos.

Tácito nos dice que los antiguos orientales se negaban a comer carne de cerdo por miedo a contraer la lepra si consumían la carne del animal que les servía como basurero. El bacon o panceta es particularmente resistente a las secreciones digestivas: su grasa ralentiza mucho la digestión gástrica. Bouchard descubrió que las soluciones preparadas con las heces de los carnívoros eran el doble de tóxicas que aquellas preparadas con las heces de los no carnívoros. Herter, de Nueva York, observó que los animales mueren rápidamente con soluciones hechas a partir de las heces de los animales carnívoros, pero no morían con soluciones similares preparadas a partir de heces de animales herbívoros.

Es evidente que la mayor toxicidad de los alimentos cárnicos descompuestos daría lugar a clases más graves de enfermedades, si la putrefacción ocurriera en el estómago y los intestinos, donde se puede producir la absorción. Quizá esto explique la frecuente aparición de cáncer y de otras patologías graves en los consumidores de carne.

En su discurso presidencial ante la Sección 1 de la British Association, en 1913, el catedrático Gowland Hopkins señaló, en relación con algunas reacciones proteínicas importantes, que el carnívoro se comporta de forma diferente del herbívoro: este último demuestra más poder de síntesis y defensa. Con respecto a la pureza, estabilidad y fiabilidad, las sustancias vegetales ofrecen al hombre proteínas y carbohidratos que son de superior calidad a aquellos que se derivan de los alimentos cárnicos. Se sabe las heridas de los nativos que se alimentan de frutas y frutos secos se curan mucho antes que las de los europeos que se alimentan de carne.

Hay datos que demuestran que los vegetarianos y frugívoros viven más tiempo que los comedores de carne. Los defensores de la dieta cárnica intentan contrarrestar esta evidencia señalando la vida media tan corta que tienen las personas de la India. Al hacerlo, ignoran todos los demás factores de vida que ayudan a determinar la duración de la vida. India es una tierra con inmensas riquezas  y el hogar de 1/5 de la población mundial. Posee recursos naturales que rivalizan con los que hay en Estados Unidos. Pero estos recursos no se han desarrollado, la riqueza está en manos de muy pocos, mientras que millones están condenados a la pobreza. India ha estado gobernada por explotadores extranjeros que le quitaron la mayor parte de lo que debería haberse utilizado para vestir, alimentar y cobijar a su enorme población. El 90% de su gente es analfabeta, sólo el 39% está bien nutrida, mientras que 80 millones de personas están permanentemente hambrientas. Además, mucha gente no conoce las reglas de una buena sanidad, o no tiene acceso a la misma. En condiciones similares de suciedad, pobreza, superpoblación, ignorancia, hambruna y malnutrición, los europeos comedores de carne de la Edad Media tenían una vida media mucho más corta. Este contraste entre los comedores de carne y los vegetarianos que viven en condiciones similares ofrece una perspectiva mucho más favorable para los vegetarianos.

La inadecuación de algunas clases de sustancias como alimentos se hace evidente por la frecuencia con la que los fenómenos anafilácticos aparecen tras su ingestión. Cuanto más se parezcan estas sustancias a la carne del cuerpo, más inadecuadas son como alimentos. Por tanto, la carne es el peor ofensor; los siguientes son los huevos y, después, la leche. El cáncer y la anafilaxia tienen mucho en común, sobre todo porque ambas afecciones se deben a una intoxicación proteínica. De hecho, la anafilaxis crónica latente puede ser el tan buscado virus del cáncer.

Aunque el cáncer es una enfermedad de los comedores de carne, en ocasiones oímos que un vegetariano muere de cáncer. En casi todos esos casos el vegetariano desciende de comedores de carne y se hace vegetariano cuando ya es adulto. En estos casos, la diátesis heredada simplemente es demasiado fuerte para poder ser contrarrestada por una reforma alimenticia casual a la que con tanta frecuencia se recurre. Muchos de estos vegetarianos sólo lo son de nombre, ya que habitualmente comen pescado, pollo u otras carnes que no son rojas.

El hombre o mujer que se convierte en un casual o parcial vegetariano sólo tras verse obligado a hacerlo por una serie de problemas graves de salud, una especie de arrepentimiento a última hora, no siempre encuentran la salvación.

El Doctor en Medicina, Louis Westerna Sanborn, ofrece una imagen muy representativa de cómo hacer que los vegetarianos padezcan cáncer en la explicación que daba sobre la incidencia de esta enfermedad entre los italianos de Sambucci que eran vegetarianos. De forma accidental, durante el curso de su explicación, hace saber que estos vegetarianos comen cerdo y son grandes bebedores de vino —hábitos que han persistido desde los días de la antigua Roma—. Si los enemigos del vegetarianismo se ve obligados a utilizar estos ejemplos de vegetarianos cancerosos en sus esfuerzos por demostrar que los vegetarianos padecen cáncer, estás abocados a fracasar.

Estoy de acuerdo con el Dr. John Round en que el argumento del vegetariano, como causa de moderación, ha sufrido por sus amigos. Al relacionar el aumento del cáncer con el avance del consumo de carne, él dice: «Entre los polinesios y melanesios el cáncer es casi desconocido; en Egipto, el cáncer rara vez o nunca se da entre las razas negras; en África del Sur, los bóer y europeos que son principalmente consumidores de carne padecen con frecuencia de cáncer, mientras que los nativos que son principalmente vegetarianos rara vez lo padecen. »

¿LOS HUMANOS SON CARNÍVOROS?

La carne que comemos es la carne muerta de animales, pescados o aves.

La putrefacción (pudrición) comienza en todas las carnes en el momento de la muerte.

Este proceso de descomposición genera varios venenos que se acumulan en el tejido animal muerto.

La mayoría de los casos de intoxicaciones alimentarias son el resultado de ingerir carne o productos cárnicos en malas condiciones; por ejemplo, carne en conserva, mariscos, etc.

Cuanto más tiempo pasa desde la muerte hasta que la carne llega a tu boca, más peligrosa es para ti.

La carne contiene una gran proporción de colesterol (un importante factor causativo de trombosis, presión arterial alta, etc.) sin lecitina (un antídoto natural) para equilibrarlo. (Por el contrario, todas las proteínas vegetales contienen lecitina para contrarrestarlo de forma natural).

La carne no es un elemento adecuado para la dieta del ser humano por las siguientes razones anatómicas y fisiológicas:

Los mamíferos carnívoros tienen un intestino más corto que les permite expulsar rápidamente la carne putrefacta, mientras que el hombre tiene un tracto alimentario largo y complicado que le permite que los nutrientes vegetales pasen lentamente y se absorban de forma adecuada.

Los carnívoros tienen una clase de bacterias intestinales que es distinta de los que no comen carne. El humano pertenece a la segunda categoría.

Los carnívoros tienen unos dientes largos y afilados. El hombre tiene los dientes de los comedores de gramíneos. (Frutas, cereales, verduras, frutos secos).

El hombre puede moler con las mandíbulas; los carnívoros no pueden hacerlo: sus mandíbulas sólo se mueven hacia arriba y abajo.

El hombre, el caballo, la vaca, el antílope y la familia de los simios, todos sudan a través de la piel. Todos los carnívoros sudan por la lengua.

El hombre sorbe los líquidos: los carnívoros lamen.

La saliva del humano contiene tialina (para comenzar la digestión de las féculas): los carnívoros no tienen tialina.

Los carnívoros tienen hígados grandes, mientras que el del humano es comparativamente pequeño.

Para tratar las cantidades de carne, hueso, plumas, tendones, etc., los carnívoros secretan en el estómago 10 veces más ácido clorhídrico que los no comedores de carne.

El carnívoro saca nutrientes de todo el animal, no sólo de la carne de músculo como hace el humano.

El humano rara vez come carne cruda. Primero tiene que cocinarla para distinguirla del cadáver que es en realidad.

El comer carne es uno de los eslabones en las cadenas de la adicción. Al ser un alimento estimulante (de aquí la sensación de fuerza de la que tan a menudo hablan los comedores de carne) exige una estimulación complementaria con cosas tales como vino, coñac, puros, drogas, té, café, cigarros, etc. La carne es sosa sin alcohol y el alcohol pide carne: van juntos.

Comer carne también es algo poco práctico, puesto que la ternera muerta primero se tiene que alimentar de una dieta vegetal (follaje, etc.) y, por tanto, su carne es sólo hierba de segunda mano. Aunque no se consume todo su cuerpo, tienen que ser alimentados y criados en una tierra en la que podrían estar creciendo alimentos para los humanos hambrientos.

Cualquiera que desee visitar un matadero puede decidir por sí mismo si hay algún dolor, sufrimiento o crueldad relacionada con la industria cárnica. Esto se perpetúa con el consumo de carne.

El comedor de carne es directamente responsable del continuo empleo de seres humanos para realizar un trabajo tan vil.

La mayoría de la carne que ingerimos en la actualidad se cría en condiciones penosas e inhumanas. Estas desgraciadas bestias son criadas en pequeñas celdas apretadas donde viven en oscuridad y con el hedor de sus propios desechos desde que nacen hasta que van al matadero.

La carne forma ácido en la corriente sanguínea y establece las bases para afecciones degenerativas como artritis, reumatismo, diabetes, arteriosclerosis y, probablemente, cáncer.

En su libro, How to Avoid Cancer [Cómo evitar el cáncer], las citas del famoso escritor Fraser McKenzie de médicos eminentes muestran cómo la enfermedad, en general, disminuye en aquellas comunidades donde se come menos, o ninguna, carne. También que en el mundo occidental los índices de enfermedad aumentan casi en proporción directa a la cantidad de carne consumida. Las comunidades vegetarianas se ven libres de enfermedades tales como el cáncer, nefritis, arteriosclerosis, trombosis, etc. Todos los datos están ahí para el lector.

En este breve estudio hemos tocado escasamente el aspecto humanitario de este tema, pero desafío a quien quiera a que demuestre cómo el comer carne puede ser compatible con alguna doctrina de amabilidad, compasión, generosidad y amor.

EJERCICIOS

Respuestas cortas

Cita las dos categorías principales o enfoques del vegetarianismo.

Di el porcentaje de vegetarianos estrictos que existen en Estados Unidos, y también el porcentaje de personas que comen carne sólo una o dos veces por semana.

¿Cuál es el motivo principal por el que la gente se hace vegetariana?

Cita las seis clases diferentes de dietas vegetarianas.

1.Cita algunos de los beneficios para la salud de los que disfrutan los vegetarianos.

Verdadero o falso

Simplemente, algunas personas no están adaptadas biológicamente a una dieta vegetariana, y harían bien en incluir pequeñas cantidades de carne en su dieta.

La dieta vegetariana es la mejor dieta que existe en el mundo actual para fomentar la salud y el bienestar.

Una de las desventajas de los vegetarianos crudívoros es que tienden a consumir un exceso de verduras y frutos secos y no ingieren suficientes frutas.

La dieta macrobiótica tiene una fuerte tendencia a utilizar gramíneos y sal en vez de frutas frescas y verduras.

Un vegetalista no ingiere ningún producto lácteo, pero muchos utilizan zapatos de piel si el animal muere de muerte natural.

Una de las desventajas de la dieta vegetalista es que depende demasiado de los productos de la soja, de los gramíneos y de las legumbres.

Los vegetarianos que estén preocupados por las proteínas pueden añadir pequeñas cantidades de productos lácteos a la dieta para mejorar su salud.

La dieta vegetariana sin restricciones sólo es parcialmente mejor que la típica dieta estadounidense basada en la carne.

La mayoría de los estadounidenses dicen comer menos carne de la que solían ingerir con anterioridad.

El mejor método de enfocar el vegetarianismo es combinar las razones éticas con las dietéticas.

Emparejar

Empareja cada plato de comida con una de las seis dietas vegetarianas. (Aunque más de una clase de dieta vegetariana puede emparejar con un plato, elige la mejor y no utilices la misma respuesta más de una vez):

Tortilla de queso.

Arroz integral y guiso de algas.

Ensalada verde con aliño de ajo crudo.

Macarrones con queso.

Galletas dulces.

Tortas de maíz y judías.

Respuestas (elige la más adecuada para cada uno de los platos citados arriba)

Vegetalista

Ovo-lacto vegetariana

Lacto vegetariana

Macrobiótica

Alimentos crudos

Vegetariana sin restricciones.

RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS

Respuestas cortas

Ética (moral) y dietética (salud).

0,5% y 2,6% (estudio de 1978).

Por motivos de salud.

Sin restricciones, ovo-lacto vegetariana, lacto vegetariana, vegetalista, macrobiótica y de alimentos crudos.

Menos enfermedades cardiacas; presión arterial más baja; menos incidencia de cáncer.

Verdadero o falso

Falso

Falso (la frugívora es mejor)

Verdadero

Verdadero

Falso

Verdadero

Falso

Verdadero

Verdadero

Verdadero

Parejas

1.B.

2.D

3.E

4.C

5.F

6.A