Lección 048 – Cómo cortar un ayuno – Después del ayuno

EL SISTEMA DE  SALUD DEL HIGIENISMO

Copyright @ 1986 LIFE SCIENCE INSTITUTE

La Ciencia de la Nutrición

NOVENA PARTE:

EL AYUNO

CUADRAGÉSIMA OCTAVA LECCIÓN:

Cómo romper el ayuno; Qué hacer después.

LIFE SCIENCE INSTITUTE

TEMA: El final del ayuno es sólo el comienzo de la transición a la vida normal.

TEMA COROLARIO: Un supervisión adecuada e inteligente a la hora de romper un ayuno puede ser incluso más crítica que la supervisión de un ayuno.

PROFESORA: Hannah Allen

*GENERALIDADES

*OBJETIVOS DE ESTA LECCIÓN

*DEFINICIONES

*CONCEPTOS CLAVE

*HECHOS DESTACADOS

*ESQUEMA GLOBAL DE LA LECCIÓN

*PRESENTACIÓN DE LA LECCIÓN

*PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN

*RESUMEN DE LA LECCIÓN

*BIBLIOGRAFÍA

*TEXTOS COMPLEMENTARIOS

*HOJAS DE TRABAJO

*RESPUESTAS

GENERALIDADES

     Una supervisión experta a la hora de romper un ayuno puede ser incluso más importante que la supervisión del ayuno. La prudencia y la moderación son muy importantes durante el periodo crítico inmediatamente posterior a la terminación del ayuno. Debe escogerse con cuidado el primer alimento ofrecido, y el control del programa dietético posterior es también de máxima importancia. Después de un ayuno debe evitar comer en exceso y debe seguirse una dieta de alimentos crudos. Deben desarrollarse nuevos hábitos alimenticios y un nuevo estilo de vida de modo que pueda mantenerse una buena salud permamente.

OBJETIVOS DE ESTA LECCIÓN

     Esta lección pretende recalcar la importancia de los días, semanas y meses después de un ayuno prolongado. El estudiante debe comprender porque es necesario ser prudentes al finalizar los ayunos prolongados, y cómo evitar los posibles peligros. La persona que ayuna debe aprender cuáles son las consideraciones más importantes en la selección de los primeros alimentos, y la planificación de un programa dietético para el periodo siguiente. Y debe darse cuenta de que el ayuno solo no puede producir una buena salud permanente, a menos que sea después le siga un estilo de vida sano.

DEFINICIONES

     DESIDERÁTUM: Algo que se desea por encima de todo.

     EDEMA: Acumulación anormal de fluido seroso (aguado, acuoso) en el tejido conjuntivo, causando una hinchazón (e.g. de los tobillos); o distensión y compresión de los contenidos de una cavidad serosa (e.g. el abdomen o el pecho).

     ENDOCRINO: Secretar internamente; producir secreciones que son distribuidas por el cuerpo por medio de la corriente sanguínea en vez de ser eliminadas a través de los conductos; referente a las glándulas que segregan hormonas.

     EUFORIA: Sensación de gran felicidad y bienestar.

     HORMONA: Secreción interna que ejerce un efecto estimulador o excitador sobre una actividad celular.

     MESOMORFO: Persona de constitución muscular o atlética.

     PRÍSTINO: En su estado original; en un estado puro; incorrupto; fresco y limpio.

CONCEPTOS CLAVE

     1. Las personas que han ayunado por tener patologías graves tienen que pasar por un periodo de realimentación más importante todavía.

     2. Lo que ha ocurrido durante el periodo de ayuno no es tan crítico como lo que ocurrirá cuando se reanudar la alimentación.

     3. La duración de un ayuno no puede determinarse con antelación.

     4. La decisión de que es momento de terminar el ayuno debe ser mutua entre el ayunador y el supervisor del ayuno.

     5. Hay una gran variedad de opiniones sobre cuál es mejor método para romper el ayuno, pero todos los expertos están de acuerdo en que la reintroducción de alimentos al organismo en ayunas debe ser gradual.

     6. El requisito principal para romper un ayuno es consumir alimentos simples y sanos de acuerdo a la capacidad digestiva limitada del ayunador.

     7. Debe alimentarse la sobrealimentación. Recuperar fuerzas y restablecer la eficiencia del funcionamiento del cuerpo son mucho más importantes que un aumento de peso rápido.

     8. Después del ayuno el ayunador debería consumir una dieta cruda tanto como sea posible, y establecer un programa de alimentación permanente y racional.

     9. Si con el tiempo se incluye algún alimento cocinado en la dieta, reserve al menos algunos días para comer alimentos crudos, y nunca tome alimentos cocinados más de una vez al día -después de una gran ensalada cruda.

     10. Asegúrese de que la dieta en conjunto incluye no más de un 20% de alimentos que no están enteros y crudos -preferiblemente no más del 10%.

HECHOS DESTACADOS

     1. Muchos alimentos y métodos diferentes se han empleado para romper ayunos prolongados, algunos de los cuales (alimentos difíciles de digerir) puede que causen más estrés al organismo que ayuna (sándwiches, palomitas de maíz, langosta, etc.)

     2. Los supervisores de ayuno higienistas han roto ayunos con raciones pequeñas de zumos de fruta o de verdura frescos y crudos; o, en algunos casos, con fruta fresca entera; raras veces, puede ser empleado un caldo vegetal en situaciones inusuales y difíciles.

     3. Aunque el primer alimento sea líquido o sólido, debe «masticarse» o ensalivarse bien. Durante el periodo después del ayuno. la masticación adecuada es extremadamente importante, para evitar sobrecargar al sistema digestivo en un momento en que está bajo estrés para recuperar su plena capacidad de funcionamiento.

     4. Al final de la primera semana, el ayunador suele ser capaz de tomar cantidades normales de alimentos.

     5. Algunas personas tienen una tendencia a comer en exceso después de los primeros días de reanudarse la alimentación, y deben ser controlados, durante dos semandas o más tiempo. Si a la persona no se le permite sobrealimentarse, la tendencia desaparece gradualmente.

     6. La sobreingesta continua distendirá gradualmente el estómago, después de lo cual la persona no se sienta satisfecha a menos que coma hasta que el estómago distentido se llene.

     7. La sobreingesta constante también puede retrasar la recuperación de la capacidad normal del cuerpo de digerir los alimentos fácilmente.

     8. La mayoría de la gente viene a ayunar con una ligera inflamación del tracto digestivo, tanto si lo saben como si no. Si comen en exceso después del ayuno,  lo más probable es que vuelvan a enfermar otra vez.

     9. La eficacia del cuerpo está determinada básicamente por los alimentos que se ingieren.

     10. El complejo equilibrio químico de todos los nutrientes de los alimentos es alterado por el calor, y se ha demostrado sin lugar a dudas que una dieta de alimentos crudos produce un tejido y una salud superiores.

ESQUEMA GLOBAL DE LA LECCIÓN

     I. EL GRAN DÍA

          A. Un periodo crítico

          B. Cuándo romper el ayuno

              1. El retorno del hambre natural

              2. Terminación prematura

                   a. La mayoría de los ayunos se rompen prematuramente

              3. La duración del ayuno no puede determinarse con antelación

              4. No termine un ayuno durante una crisis

              5. Por qué es necesaria la prudencia al terminar ayunos prolongados

              7. Métodos higienistas para terminar ayunos prolongados

     II. FACILITAR UNA DIETA VARIADA

          A. Sobrealimentación después del ayuno

          B. Control permanente del programa de alimentación

          C. Coma alimentos crudos tanto tiempo como sea posible

          D. Las necesidades proteínicas después del ayuno

          E. Un fenómeno interesante

          F. Tenga cuidado con los alimentos cocinados y otras concesiones

     III. SÍNTOMAS DESPUÉS DEL AYUNO

     IV. TRANSICIÓN A UNA VIDA RACIONAL

     V. MEDICAMENTOS Y OTROS VENENOS

     VI. TOMESELO CON CALMA

     VII. AYUNAR NO ASEGURA AL CUERPO CONTRA LA ENFERMEDAD

     VIII. CÓMPUTO LOS BENEFICIOS DEL AYUNO

     IX. DEBEN FORMARSE NUEVOS HÁBITOS

CÓMO ROMPER UN AYUNO. QUÉ OCURRE DESPUÉS

por Hannah Allen

     He aprendido que el hombre que sale de un ayuno largo no debe apresurarse por recuperar la fuerza perdida y también debe refrenar su apetito. Quizás sean necesarias más prudencia y restricción al romper un ayuno que al mantenerlo.

-Mahatma Gandhi

EL GRAN DÍA

     Cuando el Gran Día llega, puede haber una tendencia a sentir que la batalla ha sido ganada, que la lucha ha terminado, que el problema ha sido resuelto. Que a partir de ahora todo es «diversión y diversión.» Tanto el supervisor del ayuno como el ayunador, con una gran sensación de alivio porque la espera y abstinencia han terminado, quieren que el ayunador vuelva a la rutina y al placer de la vida lo antes posible. Y ¿cuál es la mejor manera de hacer esto? Porque debemos poner algo de carne sobre ese cuerpo flaco, debemos alimentarlo y nutrirle para que vuelva a su tamaño y fuerzas normales. Ha estado sin comer nada tanto tiempo. Ahora podemos compensarle

     ¡Un momento! El final del ayuno es sólo el comienzo de la transición a la vida sana.

Un periodo crítico

     Una supervisión adecuada e inteligente a la hora de romper un ayuno puede ser incluso más crítica que supervisar el ayuno.

     La gente que ha ayunado debido a patologías graves sufren un periodo aún más importante. Lo que ha ocurrido durante el periodo de ayuno casi no es tan importante como lo que ocurrirá cuando la alimentación se restablezca. Y, si se cometen errores durante este periodo, las consecuencias pueden ser impredecibles, hasta el punto de la negación de los beneficios potenciales  del ayuno, o,aunque extremadamente raro, con la posibilidad de perder la vida del paciente.

Cuándo romper el ayuno

     La decisión sobre cuando romper el ayuno es, desde luego, de gran importancia. El estado del ayunador debe ser valorado día a día, y tomar la decisión de continuar o de finalizar el ayuno. Esta decisión debería ser mutua entre el ayunador y el supervisor del ayuno.

El retorno del hambre natural

     Si el ayuno se prolonga hasta el retorno del hambre natural, ciertos signos se manifestarán. La lengua saburrosa generalmente se despeja, la boca huele a fresco y a limpio, el mal aliento desaparece. Se experimentan una sensación de rejuvenecimiento y de bienestar. El deseo (o deseo intenso en realidad) de comida se hace apremiante -y hay una sensación real de hambre, que es una sensación en la boca y en la garganta.

     El hambre auténtico no es una sensación molesta, sino que uno es consciente de un deseo urgente, pero placentero de comer. Las sensaciones abdominales, o la sensación de debilidad, que normalmente atribuimos al hambre, son causadas por la irritación. La mayoría de la gente nunca ha experimentado hambre auténtica. Es posible que uno no pueda experimentar hambre auténtica en nigún momento durante el ayuno.

     A veces la lengua saburrosa no se aclara completamente, pero las indicaciones del retorno del hambre natural son visibles para el supervisor del ayuno y el ayuno debe romperse -o la inanición empezará.

     Se dice que el mejor momento para romper el ayuno es cuando la naturaleza da esas señales del retorno del hambre. Es imposible saber por adelantado cuando ocurrirá esto. El ayuno nunca debe ser prolongado más allá de este punto.

Terminación prematura

     La ruptura prematura del ayuno es también indeseable -romperlo en cualquier momento antes del retorno del hambre auténtica se considera prematuro. La terminación prematura de un ayuno a veces puede ocasionar consecuencias desagradables. El paciente puede experimentar reacciones desfavorables cuando se le ofrece alimento, y ser realmente incapaz de tolerar el alimento. O, pueden ser experimentados una serie de síntomas desagradables durante algunos días. El ayuno realmente puede tener que ser reanudado y finalizado en una fecha posterior.

     La mayoría de los ayunos se rompen prematuramente. Aunque el retorno del hambre auténtica se considera el momento ideal para romper el ayuno, y Hereward Carrington mantiene que es realmente peligroso romper el ayuno prematuramente, debemos recordar que la mayoría de los ayunos se rompen prematuramente (antes de los signos del hambre auténtica). Yo (y otros) han observado que generalmente, si se tiene cuidado en la reanudación gradual de la alimentación, no se experimenta un gran perjuicio o problemas graves. Realmente, el fenómeno del retorno del hambre auténtica raras veces se ve.

     La mayoría de los ayunos se rompen «prematuramente» por varias razones. Los ayunos se cortan debido a limitaciones de tiempo (el ayunador debe volver a trabajar, o tiene otras obligaciones; o no puede «permitirse» estar en un centro para ayunos por un periodo indefinido). O el cuerpo puede indicar que su energía vital y sus rescursos se han reducido tanto que obligan a interrumpir el ayuno (el supervisor del ayuno debe estar cualificado para reconocer estas señales.) O al ayunador se  le puede acabar la paciencia -mental o emocionalmente. Estas consideraciones subrayan la importancia de una supervisión profesional del ayuno.

La duración del ayuno no puede determinarse con antelación

     Cuando se ayuna, es mejor no tratar de determinar su duración con antelación. Se debe ir día a día, sin fijar una fecha límite. Es mejor ayunar el tiempo que sea necesario, de modo que la meta pueda alcanzarse.

     El Dr. Alec Burton dice, «Algunos creen que una enfermedad determinada, e.g., úlcera gástrica, requiere un ayuno de dos semanas, y que la duración del ayuno está en cierto modo determinada por la enfermedad, ya sea artritis, asma o colitis, etc. Esto no es una consideración válida. Sólo nos preocupan las necesidades y capacidades del individuo y no la ‘enfermedad’ y su tratamiento. Debería ser obvio que la única persona cualificada para hacer un juicio válido sobre la duración del ayuno es el doctor encargado del caso.»

     No obstante, debemos admitir que hay un cierto grado de validez en fijar metas cuando se ayuna para la remisión de ciertas patologías, puesto que la experiencia ha indicado que dicha remisión normalmente requiere un mínimo de días de ayuno. El higienista profesional, aunque no es infalible, está cualificado para hacer dichas predicciones, dichas «conjeturas,» de modo que el ayunador generalmente tiene alguna idea de si puede ser necesario un ayuno corto o largo.

     Aunque hay un consenso pleno respecto a que ayunar hasta la finalización tiene más posibilidades de producir unos resultados óptimos, y que la terminación prematura del ayuno puede hacer que sea necesario ayunar después, deben tenerse en cuenta algunas consideraciones. Como indicamos anteriormente, hay otros signos inconfundibles de que ha llegado el momento de romper un ayuno, por razones físicas, fisiológicas, mentales o emocionales -y en ellos hay que fijarse.

     El Dr. Burton dice, «El hambre generalmente sólo ocurre en un ayuno muy largo y entonces sólo con el agotamiento casi completo de las reservas nutritivas. Sin embargo,  es algo en lo que el facultativo no debería confiar damasiado, ya que es totalmente subjetivo y hay muchas preguntas sin responder sobre él. Es más, debido a que la gente nunca ha experimentado un hambre ‘auténtico’ (i.e., la sensación que se dice acompaña al agotamiento de las reservas), realmente no saben lo que están buscando. Muchas personas dicen que no saben si tienen o no tienen hambre. Debido a que el hambre es subjetivo, debería ser evaluado junto con fenómenos más objetivos. Por ejemplo, el hambre invariablemente está acompañado de un flujo de saliva, mientras que una boca seca no tienen nada que ver con el hambre.»

No rompa un ayuno durante una crisis

     No es aconsejable romper un ayuno mientras el paciente está experimentando una crisis (un periodo de malestar agudo). Es importante dejar que la crisis siga su curso antes de decidir si es momento de finalizar el ayuno.

     Una crisis durante el ayuno es la manifestación de un síntoma, o grupo de síntomas, durante el transcurso del ayuno. Dichas crisis pueden ser la manifestación de la liberación en la corriente sanguínea de subproductos del metabolismo (a menudo mórbidos) almacenados, produciendo una irritación temporal en varias partes del cuerpo. Las crisis durante el ayuno a veces pueden ser las indicaciones de procesos reparadores y la manera del cuerpo de iniciar una corrección.

     La mayoría de los ayunadores no experimentan crisis durante el ayuno. Algunos pueden experimentar uno o dos incidentes suaves y fugaces, que pueden seguir su curso en una hora o dos. Los procesos de limpieza iniciados por el ayuno generalmente no son de una naturaleza violenta o desagradable. La mayoría de la excreción de materias tóxicas se lleva a cabo sin niguna molestia o incovenientes. Los individuos extremadamente tóxicos pueden esperar experimentar algunas molestias -que es una indicación de que necesitaban un ayuno.

     Durante un ayuno se han podido observar diversas crisis: dolores de cabeza, náuseas, vómitos, erupciones cutáneas, y otras.

     Los dolores de cabeza pueden aparecer al principio del ayuno, y, excepto en casos raros, desaparecer en un día o dos. Las náuseas  y los vómitos (o, a veces náuseas con vómitos) ocurren en aproximadamente el 10% de los pacientes, a veces sólo en las primeras etapas, a veces durante periodos más largos. Si los vómitos persisten, la deshidratación puede ser una amenaza (sobre todo si el ayunador no puede retener agua), y puede ser necesario romper el ayuno. En algunos casos (extremadamente raros), la diarrea acompaña a los vómitos, ocasionando una gran pérdida de líquidos y el ayuno debe interrumpirse.

     Si se experimenta dolor, el ayuno no debería romperse hasta que el dolor disminuya (como normalmente sucede, en seguida). Es mejor no romper el ayuno hasta el día después de que se experimenta ese dolor. Por regla general, espere hasta que el bienestar y la comodidad han vuelto antes de romper el ayuno.

     A veces (aunque esto es infrecuente), un  ligero malestar (náuseas) continuará a lo largo del ayuno, y no desaparecerá hasta que la persona vuelve a comer. Obviamente, esta clase de malestar no será una contraindicación para terminar el ayuno, si es aconsejable interrumpirlo ya.

     Algunas personas necesitan dormir muy poco durante el ayuno, pero cuando vuelven a comer pronto necesitan dormir más. Algunas personas duermen mucho, especialmente durante la primera semana más o menos de un ayuno prolongado. El cuerpo no se priva del sueño que necesita.

     Algunso individuos tóxicos experimentan una subida de la temperatura durante el ayuno. Generalmente la temperatura, la frecuencia del pulso, y la presión arterial disminuyen en cuanto el ayuno comienza. El corazón descansa, y hay una reducción en la circulación. Después de la primera semana poco más o menos, a menudo se experimentan debilidad y mareos, a la par que la inevitable pérdida de peso.

     El Dr. Burton dice que la debilidad experimentada por el ayunador es «esencialmente una debilidad locomotora -una debilidad en el sistema muscular y en los órganos de la locomoción. No es una debilidad de los órganos vitales.» La energía del organismo está siendo dirigida y utilizada para la desintoxicación y curación. Bajo estas condiciones, los músculos no necesitan la energía -pueden esperar de momento.

     El Dr. Herbert M. Shelton dice, «Parece que a menudo (durante el ayuno) hay una acumulación de sangre en el abdomen. Hay menos sangre en el cerebro, aunque el pensamiento es claro. Bajo estas circunstancias, pasar rápidamente de la posición horizontal a la vertical, puede dar lugar a mareos e incluso desvanecimientos a causa de que el ajustamiento de la circulación en la cabeza no es tan rápido como la velocidad con que el cambio de posición se hace. Para evitar un posible desvanecimiento, que puede ocurrir en algunos casos (aunque sin ninguna consecuencia), uno debe levantarse lentamente, En lugar de forzar al organismo, incorpórese lentamente, sintiése a un lado de la cama durante un breve tiempo, y entonces pongase de pie lentamente.»

     Después de reanudar la alimentación, la debilidad y el mareo desparecen gradualmente -digamos en una semana más o menos, al igual que el aumento de peso. Las precauciones sobre el cambio gradual de posición, y seguir descansando en la cama, deberían continuar hasta que estas condiciones mejoren.

Por qué es necesaria la prudencia al terminar ayunos prolongados

     Existe una diversidad de opiniones sobre cuál es el mejor método para romper un ayuno prolongado -pero todos los expertos están de acuerdo en que la reintroducción de alimento al organismo en ayunas debe ser gradual.

     Debemos enteder que el periodo de ayuno, y la reanudación posterior de la alimentación, ha sometido necesariamente al organismo a dos situaciones muy estresantes, dentro de un periodo de tiempo relativamente reciente.

     Cuando se inicia el ayuno, el cuerpo hace lo que puede para adaptarse a las nuevas condiciones. Los órganos digestivos ya no son necesarios para realizar sus funciones habituales, y virtualmente dejan de ejercerlas. No hay señal alguna de secreción de enzimas y jugos gástricos, o de secreciones normales en los intestinos.

     Sin alimento que lo mantenga dilatado, el estómago se contrae; los intestinos y el colón hacen lo mismo. Los movimientos intestinales generalmente cesan por completo después de los primeros días del ayuno; aunque, a veces, cuando los desechos están atrapados en los divertículos del colon, son expulsados gradualmente, cuando «salen» las paredes del colon se contraen; en este caso, pequeños movimientos intestinales pueden continuar durante una semana o más tiempo. En algunos pacientes con colitis, que han estado experimentando diarrea aguda, la diarrea (a un ritmo reducido) puede continuar durante un tiempo durante el ayuno.

     En cualquier caso, los órganos de la digestión están casi completamente en reposo, mientras que otros órganos y procesos se hacen cargo y hacen horas extra. Los órganos de eliminación inician una operación de limpieza heroica, a través de la orina, los pulmones, las membranas mucosas y la piel (y a veces, como hemos señalado, a través de movimientos intestinales continuos).

     El organismo moviliza sus reservas, de modo que los órganos y tejidos en funcionamiento sigan recibiendo nutrimentos. Los excedentes de materias almacenados en el cuerpo se utilizan para este propósito. Los tejidos vitales son nutridos primero a partir de las reservas de nutrientes en el tracto digestivo (donde hay generalmente un suministro de tres días), y entonces la grasa, los depósitos y los crecimientos anormales son desintegrados, de tal modo que los nutrientes puedan ser salvados y absorbidos, y los desechos son eliminados por el proceso de la autólisis: desintegración de los tejidos por las propias enzimas del cuerpo. Esta es una parte normal de la fisiología pero se acelera y se intensifica por el ayuno. La sabiduría del cuerpo es su propia protección, y usa las materias almacenadas menos importantes; los órganos y tejidos esenciales del cuerpo, como el corazón, el sistema nervioso, los pulmones, y otros partes vitales permanecen intactas, y no se pierde ninguna célula.

     Todos los recursos del organismo son movilizados para esta metamorfosis, y el cuerpo se esfuerza por utilizar y mantener su energía disponible para realizar las funciones de limpieza, nutrición y curación iniciadas mediante la retención de nuevos sumnistros de alimentos. El organismo actua de una manera ordenada, siempre en la misma dirección, cada parte del cuerpo cooperando por la conservación de la vida y por la limpieza, nutrición y curación.

     Cuando el ayuno se rompe -sobre todo cuando se rompe antes de que el hambre auténtica vuelva-el cuerpo está expuesto a una situación más estresante que la que ocurrió cuando el organismo se vio obligado a adaptarse al cese de la alimentación.

     El cuerpo ha perdido temporalmente su capacidad para digerir alimentos de la manera habitual. Cuando se le ofrecen otra vez alimentos al organismo, debe dársele una oportunidad para que gradualmente recobre su capacidad para funcionar normalmente. Cuanto más largo sea un ayuno, más cuidados serán necesarios en el método de romperlo.

     Los métodos de romper el ayuno están diseñados para restablecer la función intestinal y reactivar las facultades digestivas que han estado en reposo. El cuerpo debe hacer cambios y ajustes en la fisiología, para acomodarse a la nueva situación.

     Si el primer alimento es de una naturaleza tal que los órganos no son capaces de manejarlo, el paciente puede tener náuseas y vomitarlo. Esta reacción violenta puede causar un perjuicio mental y físico; y el ayuno debe reanudarse, al menos por un día o más tiempo, quizás incluso más.

     Sin embargo, por regla general, el primer alimento es recibido con agrado y sabe delicioso. Si es zumo de naranja recién exprimido, o fruta fresca, gneralmente sabe como néctar o ambrosía, y el ayunador está deseando que llegue la próxima comida con esperanza y regocijo.

     Si se le ofrecen la clase incorrecta de alimentos, quizás el paciente pueda disfrutar de él, pero apenas habrá una respuesta digestiva, y el alimento puede pudrirse o fermentar. Si no se produce una acción peristáltica para que el alimento avance a lo largo del tracto digestivo, puede ocurrir la impacción, con la posibilidad de un estreñimiento incómodo.

     Como indicamos antes, las opiniones difieren en cuanto a cuál es el mejor método para romper el ayuno, y es probable que no haya un método mejor. Después de un ayuno prolongado, sólo un experto supervisor de ayunos está cualificado para ofrecer los primeros alimentos y para observar las reacciones del paciente, y para modificar el método, siempre que sea indicado, Debemos recalcar lo siguiente: las precauciones necesarias para romper un ayuno dependen de la duración del ayuno y del estado del ayunador.

     El Dr. Shelton dice, «Casi cada defensor del ayuno ha desarrollado sus propias técnicas para romper un ayuno. Parece existir una tendencia para que cada hombre asuma que sus propias técnicas son las mejores. Puede haber varias técnicas, cada una de las cuales es tan buena como la otra. El principal requisito a la hora de romper un ayuno es usar alimentos simples y sanos y darselos al ayunador sin pasar por alto su limitada capacidad digestiva. Se necesita tiempo para que las secreciones digestivas empiecen a ser producidas en cantidades normales y, hasta que sean segregadas en cantidades normales, la capacidad de digerir alimentos está limitada.»

Ejemplos de métodos para terminar ayunos prolongados

     Algunos de los alimentos y métodos que han sido usados para romper los ayunos prolongados incluyen:

     El Dr. Allan Cott, en Fasting as a Way of Life, página 27, recomienda mezclar una pinta de agua hervida con una pinta de zumo de uva, naranja o de albaricoque, y hacer que el paciente beba a sorbos dos o tres cucharaditas de esta mezcla cada diez o quince minutos a lo largo del día. El segundo día le da hasta un cuarto de zumo puro, cuatro onzas cada dos horas. El tercer día fruta entera; el cuerto día ensalada y algún alimento cocinado.

     El Dr. Otto H.F. Buchinger rompe el ayuno con manzanas, más tarde (al día siguiente) seguido por ensaladas y alimentos cocinados.

     Paul Bragg rompe el ayuno con tomates cocinados, más tarde (al día siguiente) seguido por ensaladas y alimentos cocinados.

     Algunos supervisores de ayunos recomiendan romper los ayunos con caldos vegetales, especialmente para personas que han estado ayunando por problemas digestivos severos (como colitis ulcerativa), seguido a su debido tiempo por pequeñas cantidades (si se toleran) de ensaladas y frutas.

     Hay otros alimentos que se recomiendan y se emplean para romper los ayunos, pero están tan alejados de los conceptos higienistas que sólo loe mencionaré muy brevemente (alimentos cárnicos, leche).

     Hace años, escuché una conferencia dada por el Dr. Theron Randolph, un famoso alergólogo de Chicago, que ayunó a sus pacientes durante cinco días, y entonces experimentó ofreciendo diversos alimentos para determinar cuáles eran los alimentos que provocaban esos problemas «alérgicos.» Dijo que normalmente rompía estos ayunos con langosta. Su razonamiento era que la gente normalmente se vuelve alérgica a los alimentos que comen habitualmente, y no es probable  que sucediera esto con la langosta. Utilizaba la langosta para romper ayunos para protegerse contra las reacciones alérgicas de los primeros alimentos ofrecidos. Desde luego, hay un gran abismo con los métodos y principios higienistas.

     Romper ayunos con sándwiches, palomitas de maíz, langosta y una variedad de alimentos difíciles de digerir puede o no puede ser la causa de reacciones negativas evidentes, pero sin duda se suman al estrés de un organismo que difícilmente puede permitírselo. Ninguno de los métodos mencionados arriba son utilizados por los supervisores higienistas de ayunos, con la excepción del método del caldo vegetal, que a veces es utilizado por higienistas profesionales en ciertos casos inusuales.

Métodos higienistas de terminar los ayunos prolongados

     Durante muchos años, los supervisores higienistas de ayunos  han roto ayunos con zumos de fruta o zumos de verdura frescos y crudos. Los zumos de fruta se han usado con más frecuencia. El zumo de naranja es el que se prefiere generalmente.

     Algunos usan cuatro onzas de zumo sin colar y sin diluir durante la primera comida -algunos cuelan y diluyen (con agua destilada) el primer zumo, cuelan (pero no diluyen) la segunda toma, y dan zumo entero sin colar y sin diluir para la tercera toma. Algunos dan cuatro onzas cada hora, u ocho onzas cada dos horas para equilibrar el primer día (habiendo sido las dos primeras tomas de cuatro onzas cada una, con una hora de diferencia). Si, como a veces ocurre, la persona queda saciada después de cinco raciones, la frecuencia se reduce. Algunos dan ocho onzas cada tres horas después de las dos primeras tomas, y una naranja entera para las tomas cada tres horas durante el día siguiente o dos.

     La Dra. Vetrano ha  cambiado los zumos por la fruta entera para romper la mayoría de los ayunos más prolongados. Sirve media naranja cada dos horas el primer día; el segundo día una naranja entera cada dos horas. O cambia el segundo día sirviendo una pieza de una fruta diferente cada dos horas -seis raciones. A veces rompe ayunos con tomates para aquellos que no desean ganar peso. Para las personas con un historial de problemas digestivos, puede romper el ayuno con zumos.

     La Dra. Vetrano cree que los movimientos intestinales se reanudan antes si el ayuno se rompe con alimentos sólidos en vez de zumos, y que la mayoría de la gente prefiere la oportunidad de masticar.

     Tanto si el primer alimento es líquido como si es sólido, debería «masticarse» o ensalivarse bien. Durante el periodo post-ayuno, la masticación adecuada es extremadamente importante para evitar sobrecargar al sistema digestivo en un momento en que está sometido a un gran estrés para recobrar su plena capacidad de funcionamiento.

     El Dr. Shelton dice que a veces usa un caldo vegetal templado para romper el ayuno, en aquellos casos raros en los que el ayunador tiene dificultades con los zumos crudos.

     Siempre que el individuo se sienta incapaz de tomar la cantidad que se le ofrece, las cantidades deben reducirse, u omitir la toma.

     El Dr. Shelton dice al tercer día el ayunador puede tomar una naranaj para desayunar, dos naranjas al mediodía, y tres naranjas para cenar. Al cuarto día puede tomar más variedad de alimentos, como melón o uvas u otra fruta para desayunar, otra fruta en la comida del mediodía, y una ensalada de verduras para la comida de por la noche, con una verdura no feculenta, si le apetece. El Dr. Shelton dice que, al comienzo del quinto día, debe tomarse diariamente una proteína con la comida de verduras. Dice que, al cabo de unos días. puede tomar un almidón cocinado con la comida de verduras durante algunos días, si le apetece. (Ver discusión posterior en esta lección referente a la inconveniencia de ofrecer alimentos cocinados tan pronto, a menos que sea absolutamente necesario).

     Mi propia experiencia y preferencia es por cuatro onzas de zumo de naranja colado y diluido como primer alimento. Si se tolera bien, una hora más tarde se da cuatro onzas de zumo colado, sin diluir; y ocho onzas de zumo de naranja entero (sin colar y sin diluir) dos horas después. Dos o tres horas más tarde, se sirven una o dos naranjas enteras, y de nuevo al cabo de tres horas.

     El segundo día -fruta entera a intervalos de tres horas; al tercer día -dos otres comidas ligeras de fruta, y una ensalada pequeña por la noche, si al ayunador le apetece -en caso contrario, siga con la fruta. A mi me va bien este régimen y también a mi marido.

     Me gusta empezar con zumo diluido y colado para reducir el posible peligro de la masticación insuficiente de las duras membranas de los cítricos; también, para reducir la acidez del primer zumo.

     Me gusta romper un ayuno por la mañana, pero no hay una razón de fuerza mayor por la que un ayuno no pueda romperse en otro momento durante el día, sobre todo cuando el hambre auténtica ha vuelto. Me gusta más por la mañana debido a la oportunidad de ofrecer varias «comidas» antes de acostarse.

     Algunos supervisores de ayunos recomiendan régimenes más estrictos, y otros más abundantes, Arnold De Vries recomienda cinco días de zumos después de un ayuno de tres días, pero califica esto de una orientación general.

FACILITAR UNA DIETA VARIADA

     Algunas personas pueden comer una dieta variada antes que otras personas -el supervisor del ayuno toma esta decisión, basándose en cómo reaccione el individuo. La mayoría de la gente es capaz de tomar sólo pequeñas cantidades de alimentos durante varios días, y no debe darseles más de lo que puedan digerir sin sufrir molestias. Generalmente están satisfechos con pequeñas cantidades de alimentos al principio, y, es cierto, sólo se necesitan pequeñas cantidades.

     La razón por la que el ayunador es incapaz de tomar cantidades más grandes es porque el estómago se ha contraido durante el ayuno. Algunos supervisores de ayuno sirven cuatro comidas pequeñas diariamente durante una semana o más, para permitir que el individuo recobre el peso y las fuerzas algo más rápido: desayuno, comida, cena y un pequeño tentempié de fruta por la noche.

     El Dr. Shelton dice que al final de la primera semana, el ayunador debería ser capaz de tomar cantidades normales de alimentos.

Sobrealimentación después del ayuno

     Algunas personas pronto demandan gandes cantidades de alimentos para compensar las restricciones previas.Aquellos que tengan una tendencia a sobrealimentarse tras los primeros días de comer, se les debe impedir. La sobrealimentación constante distendirá de nuevo el estómago, después de lo cual la persona no se siente satisfecha a menos que coma para llenar el estómago distendido. Aquellos a los que se permite comer demasiado pueden encontrar que la sobrealimentación puede retrasar el restablecimiento de la capacidad normal del cuerpo para digerir los alimentos de manera cómoda.

     La mayoría de la gente no tiene problemas digestivos después de un ayuno (si el ayuno se rompe con prudencia) -algunos de ellos los tienen, aunque en el pasado no fueran conscientes de esta clase de problemas. La Dra. Vetrano dice que la mayoría de la gente viene a ayunar con una inflamación del tracto digestivo, tanto si lo saben como si no. Dichas personas tienen más probabilidades de enfermar otra vez, si se les permite sobrealimentarse en el periodo inicial después del término del ayuno.

     Charles W. Johnson, Jr. (Fasting, Longevity and Immortality) dice que si al «monstruo del apetito» se le da vía libre después del ayuno, llega a ser muy difícil de controlar, ocasionando una pérdida de gran parte de los beneficios del ayuno, además de la probabilidad de un daño significativo. Escuchar al centro de control del apetito en este momento puede confunfirle.

     Los que están muy delgados y tardan en aumentar de peso deberían ignorar su peso. Ganar fuerzas y restablecer la eficiencia del funcionamiento del cuerpo es mucho más importante. No deberían comer en exceso ni comer alimentos que engordan. Deberían estar satisfechos y aceptar el aumento de peso gradual que seguramente se producirá a su debido tiempo. Incluso si aumenta sólo una libra a la semana, son veintiseis libras en seis meses. En cualquier caso, el peso se estabilizará con el tiempo.

     El Dr. Shelton dice, «Después de un ayuno de una duración considerable, hay una periodo de varios días, que puede llegar hasta dos semanas, durante el cual el individuo se siente hambriento la mayor parte del tiempo. Si no se le guia con cuidado, es casi seguro que comerá en exceso. Si controla su alimentación hasta que este periodo inicial de hambre ha pasado, se acostumbrará y volverá a tener un apetito normal y el peligro de comer en exceso pasará.

     «Descontrolado, puede comer tanto durante este periodo que pierda mucho de lo que ha ganado en el ayuno. Una ventaja importante de ayunar en una institución es que el control continua hasta que el nivel normal de apetito se ha estabilizado. En dicha institución la dieta del paciente está cuidadosamente supervisada; no se le permite comer en exceso. En casa, debe ser un hombre más auotdisiciplinado que la media si quiere evitar sobrealimentarse.»

     El Dr. Shelton también dice, «El animal rompe su ayuno con el alimento que se encuentre disponible en el momento en que reanuda la alimentación. Por lo general, los animales parecen controlarse mejor que el hombre. No son propensos a llenarse cuando rompen un ayuno, sino que pueden tomar una porción pequeña del alimento al hacerlo así. Un perro que ha ayunado durante casi un mes, por ejemplo, puede tomar unos pocos sorbos de leche y rechazar cualquier producto cárnico durante los primero cuatro o seis días, después de que reanuda su alimentación. Si la intuición del hombre todavía fuese tan fiable como guía a la hora de comer como lo es en el caso del animal, dudo que necesitáramos supervisar la ruptura de un ayuno.»

     Si es posible, debería tratar de permanecer en el centro de ayuno el tiempo suficiente para ganar peso para parecer «presentable» ante la familia y los amigos, si está muy delgao. Si no es posible, lo mejor no es preocuparse por ello. La familia y los amigos observarán gradualmente el nuevo florecimiento de salud a medida que transcurran los meses.

     Muchas personas que tenían un peso crónico insuficiente antes del ayuno experimentan tal mejoría en la asimilación después del ayuno que alcanzan un peso más normal cuando el peso se estabiliza. Esto es debido a que la capacidad de las células para absorber y asimilar los nutrientes se ha incrementado, algo que siempre ocurre después de ayunar. El aumento de peso es a menudo menos eficaz después de una enfermedad, a causa de los daños producidos por las toxinas y los medicamentos.

     Upton Sinclair, en The Fasting Cure, sostiene que después de un ayuno «volvemos» a nuestro peso «ideal,» a veces menos y a veces más que el peso que teníamos antes de ayunar. Upton Sinclair se transformó, después de varios ayunos, de un «ectomorfo» muy delgado a un «mesomorfo» atlético.

     Por otro lado, las personas cuya meta es perder peso pueden beneficiarse mucho mediante un ayuno. El Dr. Edgar S. Gordon de la universidad de la Facultad de Medicina de Wisconsin, dice que las personas que ganan peso con facilidad probablemente tienen una tasa metabólica baja. Convierten la glucosa en grasa demasiado rápido y no producen bastante energía disponible. Los experimentos del Dr. Gordon con animales sugieren que un ayuno puede «romper el bloqueo metabólico,» produciendo cambios endocrinos sutiles que hacen la asimilación de los alimentos más eficiente. Un informe en Lancet, una publicación médica británica, opina que los cambios hormonales ocasionados por el ayuno pueden continuar favoreciendo la pérdida de peso incluso después de que se reanuda la alimentación.

     Esto no siempre ocurre en todos los casos de obesidad, pero es un importante beneficio potencial del ayuno para la pérdida de peso. Desde luego, nada en el mundo impedirá que el indiviudo engorde si este vuelva a sus hábitos alimenticios de glotón.

     El ayuno hace que aprendamos a distinguir la diferencia entre el hambre y el apetito, y reeduca las papilas gustativas. Si el ayunador puede recibir ayuda durante el periodo crítico inicial, puede lograr una alteración en sus hábitos alimenticios. Muchas personas salen del ayuno con una pasión por las frutas y verduras frescas. Un informe de 1976 del British Medical Journal dice que casi todos los pacientes que ayunan «reconocen un cambio radical en sus hábitos alimenticios anteriores.»

     Aunque un ayuno, por lo general, adecue el apetito a la necesidades reales del cuerpo, el Dr. Allan Cott dice (Fasting As a Way of Life, p.25), «La persona prudente sigue un programa de realimentación sensato. Con cuidado si quiere seguir sintiéndose estupendamente… En efecto, el cuerpo es reedudaco por un ayuno. ‘Olvida’ los hábitos de sobrealimentarse y ‘contaminarse.’ ‘Nace otra vez.’ Se inclina hacia un estado natural. Quiere sólo tanto alimento como sea naecesario para mantenerse. Prefiere la clase de alimentos que son naturales al sentido del gusto y armónicos con el sistema digestivo.» Advierte que debe adherirse a un programa de realimentación cuidadoso durante el mismo número de días que ayunó. Si hace esto. «la probabilidad es que, cuando recupera sus pautas alimenticias normales, comera de una forma más selectiva y austera, lo cual es muy beneficioso.»

     Después de unas dos semanas, o quizás un poco más, la sensación de estar hambriento a todas horas tiende a desaparecer, si el «monstruo del apetito» ha sido mantenido bajo control.

Control permanente del programa de alimentación

     El Dr. Cott dice que después de ayunar, hay muchas más probablilidades de un control permanente del programa de alimentación que después de cualquier dieta. Dice, «El sistema ahora quiere rechazar alimentos que sobrepasen las necesidades del cuerpo. Ahora debería ser capaz de tener una nueva perspectiva sobre la comida y una nueva relación con los alimentos que puede impedirle sobrealimentarse o comer alimentos indeseables. Un ayuno y un programa de realimentación sensato han conducido a este desiderátum.»

     El Dr. Cott dice también, «Después de un ayuno largo el paladar recobra su antigua pureza. Prefiere el sabor de los alimentos que son simples, enteros y naturales. Tiende a rechazar los alimentos procesados y fragmentados, además del alcohol y el tabaco.»

     El Dr. Shelton dice que si se usa el ayuno para aliviar una enfermedad crónica -incluso si el paciente a pasado sólo por un ayuno corto (menos de catorce días) -generalmente es deseable utilizar una dieta de eliminación durante algún tiempo después de la finalización del ayuno, quizás algunas semanas. Una dieta de eliminación es una dieta baja en proteínas, carbohidratos y grasas, lo que hace que las células usen las reservas almacenadas para satisfacer sus necesidades. Durante una dieta así, el cuerpo puede eliminar desechos tóxicos y desechos acumulados, pero nunca tan bien como en un ayuno. Obviamente, una dieta de eliminación no se recomendaría si la persona hubiese ayunado previamente hasta el final.

Coma alimentos crudos tanto tiempo como sea posible

     Cuando el individuo pasa a consumir una dieta variada, pueden comerse una amplia gama de alimentos sin cocinar. Incluso si la persona intenta volver a consumir algún alimento cocinado, esto debería postponerse tanto como sea posible.

     Un cuidadoso control del programa alimenticio debera continuar al menos dos o tres semanas después de romper el ayuno. La frágil situación del cuerpo va desapareciendo gradualmente, a medida que el sistema digestivo vuelve lentamente a su eficacia normal.

     Algunos individuos extremadamente debilitados o ansiosos están impacientes con su lenta y gradual recuperación de las fuerzas y del peso, y encuentran tremendamente difícil comer sólo alimentos crudos. En tales casos, podría ser aconsejable permitir cantidades pequeñas de alimentos cocinados, únicamente en la comida de por la noche.

     Pero realmente es mucho mejor comer moderadamente alimentos enteros y crudos y esforzarse por calmar las dudas del individuo después de ayunar. Se están haciendo adaptaciones que serán más rápidas cuanto mayor sea la calidad de los alimentos enteros y crudos.

     Durante este periodo, es muy beneficioso seguir una dieta de alimentos crudos, si es posible. Cuanto más tiempo sa mantenga esta dieta de alimentos crudos, mejor comienzo tendrá la persona. Debe abstenerse de contaminar la corriente sanguínea realtivamente pura con los desechos patógenos de los alimentos cocinados indefinidamente, si es posible.

     Después del ayuno, el cuerpo necesita alimentos enteros, crudos y no recibirá con agrado los alimentos cocinados, en los que todas las enzimas han sido destruidas, junto con muchas de las vitaminas y minerales. Por si fuera poco, los aminoácidos y las grasas han sido transformados y se han vuelto menos digestibles y a veces tóxicos, y el equilibrio de la naturaleza ha sido alterado.

     Una dieta óptima de alimentos enteros, sin procesar es especialmente importante durante las primeras semanas (o incluso meses) tras el ayuno, cuando el cuerpo está recuperando su peso normal, y se esta formando un nuevo protoplasma.

     La química del cuerpo está determinada básicamente por los alimentos que se comen, aunque otros factores (ejercicio, sol, aire fresco, etc.) tienen alguna influencia. Aunque las causas de la enfermedad incluyen factores químicos, bacterianos, mecánicos y mentales, la química domina la eficacia de las funciones fisiológicas del organismo, siendo los demás factores secundarios para la condición química del cuerpo.

     El complejo equilibrio químico de todos los nutrientes de los alimentos es alterado por el calor, y se ha demostrado sin lugar a dudas que unos tejidos y una salud superiores son el resultado de una dieta de alimentos crudos.

     Recuerde que los nutrientes utilizables en los alimentos crudos exceden a los de los alimentos cocinados en varios cientos por cien, y después de un ayuno prolongado, este es un periodo crítico para decidir-¿con que calidad de tejido reemplazará al tejido que ha descartado?

     El ayunador y el supervisor del ayuno deben tomar esta decisión en cooperación, siempre con mente puesta en que el ayunador ya ha hecho una inversión tremenda, que puede ser protegida o amenazada por el programa de alimentación posterior al ayuno.     

Las necesidades proteínicas después del ayuno

     Después de un ayuno prolongado, puede ser necesaria una cantidad ligeramente mayor de proteínas de lo usual, si no están por encima de las capacidades digestivas del cuerpo. Inmediatamente después de un ayuno prolongado, el cuerpo no puede manejar una gran cantidad de alimentos proteínicos. Las proteínas concentradas son más difíciles de digerir que los demás alimentos, porque son los elementos nutritivos más complejos, y su desdoblamiento y utilización son los más complicados. El cuerpo puede utilizar sólo una cantidad limitada de proteínas en el periodo inmediatamente posterior al ayuno.

     El Dr. Shelton dice, «No obtenemos ningún beneficio con una sobrealimentación después de un ayuno. Las prisas por recobrar las fuerzas y recuperar el peso hace que muchos exigan cantidades excesivas de proteínas, pensando que la proteína se utiliza en proporción directa a la cantidad ingerida. En The Nutrition of Man (1907) el Catedrático Russel H. Chittenden de la universidad de Yale, destallando sus experimentos que abarcaban el establecimiento y mantenimiento del equilibrio del nitrógeno en muchos niveles de la ingesta de nitrógeno nos dice: ‘El hombre que ayuna al haber perdido gran parte de sus reservas de proteíns puede reemplazarlas sólo lentamente, aun cuando coma alimentos proteínicos en abundancia… El cuerpo humano no almacena proteínas rápidamente y esto es así no importa lo mucho que los tejidos necesiten este reabastecimiento. Comer proteínas en exceso no conduce a los resultados correspondientes, debido básicamente a las peculiares propiedades fisiológicas de las proteínas; su efecto estimulador general sobre el metabolismo, la tendencia del cuerpo a establer un equilibrio de nitrógeno a diferentes niveles, y el hecho recalcado por van Noorden de que el depósito de carne es principalmente una función de la energía específica de las células en desarrollo… Generalmente se considera un factor establecido, que en el hombre es imposible lograr un almacenamiento o depósito grande y permanente de carne mediante la sobrealimentación. Del mismo modo, se sabe que la fuerza muscular del hombre no puede ser considerablemente incrementada por una ingesta excesiva de alimentos… Podemos llamar la atención hacia el hecho bien conocido de que al alimentar a los animales, aunque la grasa pueda ser depositada en grandes cantidades, la carne no puede incrementarse tanto por la sobrealimentación.»

     Shelton continua, «Es obvio que no obtenemos ningún beneficio por una ingesta excesiva de proteínas, después de un ayuno. El cuerpo puede hacer uso de una cantidad determinada de proteínas en el periodo post-ayuno, y debe excretar toda la proteína que no ha usado… La retención de nitrógeno se incrementa por la ingesta de minerales y carbohidratos y es más importante que la dieta contenga cantidades adecuadas de estos que contenga un exceso de proteínas.»

Un fenómeno interesante

     Una observación interesante y probablemente significativa hecha por Charles W. Johnson, Jr., en Fasting, Longevity and Inmortality, página 26, se refiere a un hecho (que he observado a menudo) que, después de un ayuno, puede que el peso aumente más sin que los alimentos que se ingieren justifiquen ese aumento. Suele afirmarse que son necesarias tres mil calorías acumuladas para aumentar o perder una libra, y he observado que esto es  un resultado coherente, tanto cuando se ayuna como cuando se come.

     Johnson dice, «Mis notas muestran que rompí mi ayuno de cuarenta días el 28 de marzo de 1964, pero cuatro días antes, al trigésimosexto día de ayuno, estuve trabajando duro en mi jardín plantando. Del 22 al 28 de marzo mi peso permaneció en 135-136 libras. Esto saca a colación lo que puede ser el misterio más importante del ayuno.

     «Podemos calcular la energía que es necesaria para mantener nuestro corazón, nuestro mecanismo de respiración, y el funcionamiento de nuestro cerebro. Añadiendo una poca actividad física mínima, podemos concluir que un ayunador moderamemnte inactivo debería perder casi una libra de peso al día. Es decir, a falta de alimento para quemar energía, el cuerpo debe quemar, o catabolizar, casi una libra por día de su propio peso para ‘ir tirando’ . Durante la mayor parte de un ayuno esta es una cifra típica de pérdida de peso.

     «Sin embargo, aquí estoy yo, casi al final de un ayuno de cuarenta días, sintiéndome con más energía que al principio del ayuno, haciendo más trabajo físico, y sin perder peso. Imposible, desde luego, e ignoré insensatamente el hecho -la ausencia de pérdida de peso-asumiendo que era el resultado de un control u observación errónea. (Con cuanta frecuencia los científicos pasan por alto algo importante simplemente porque sabemos que es imposible y por lo tanto nos negamos a verlo.) Por consiguiente, sin embargo, leí que otros habían observado el mismo fenómeno, y en algunos casos con gran concentración.

     «Parece existir una violación bien definida de una ley sagrada de la física: la ley de la conservación de la masa y la energía. Alguna fuente misteriosa de energía está suministrando su energía para que nuestro cuerpo la use.»

     Johnson dice que después de su ayuno de cuarenta días, se dio cuenta de que no estaba comiendo ni bebiendo lo bastante como para justificar su pérdida de peso. «La violación de la conservación de la ley la masa y la energía, manifiesta en los últimos días del ayuno por la ausencia de pérdida de peso,  continuaba ahora que estaba comiendo. Ahora estaba tomando la forma de un mayor aumento de peso de lo que mi ingesta de alimentos y agua podrían justificar… sin duda en este punto hace falta realizar una importante investigación.»

     El Dr. Cott dice, «Una vez reanudada la alimentación, se produce algún aumento de peso de forma natural.  El cuerpo retiene líquidos, lo cual se traduce en peso a causa del contenido de sodio de los alimentos. Durante un tiempo después de cualquier ayuno, esto será más peso del que es equilibrado metabólicamente en relación a la cantidad de calorías que se consumen.»

     Esto puede ser una explicación parcial para el fenómeno observado por Johnson (y otros), pero de ninguna manera justifica completamente las inconsecuencias en la pérdida de peso y en el aumento de peso y su relación con las calorías consumidas.

Tenga cuidado con los alimentos cocinados y otras concesiones

     Para aquellos que con el tiempo vuelvan a consumir una dieta variada que incluya alimentos cocinados -¡permanezca alerta! Las concesiones pueden seguir a otras concesiones y, al final, puede encontrarse de nuevo en el mismo sendero destructivo que ocasionó el problema que necesitó un ayuno prolongado.

     Volver a sus viejos hábitos puede invalidar todo lo que ha hecho y retroceder. Este es el momento para reeforzar su decisión para persistir en un estilo de vida higienista, y experimentar incluso una mejoría mejor en años venideros.

     Puede pasar un año antes de que consolide sus beneficios y desarrolle la salud y la fuerza que visualizó cuando emprendió el ayuno. Pero sin duda llegará a pasar si continua estudiando la Higiene Natural y vive de acuerdo a sus requerimientos naturales.

     Aquellos que usen algunos alimentos cocinados deben tener cuidado de no pasarse. Una vez que deja de consumir los alimentos más perfectos de la naturaleza (crudos e intactos), es demasiado fácil hacer esta excepción y empezar a tomar postres, alimentos procesados, etc.

     Si come alimentos cocinados, espere lo más que pueda después de terminar el ayuno, y entonces:

     1) Reserve algunos días para comer todo crudo.

     2) Nunca coma alimentos cocinados más de una vez al día, como parte de una comida empezando con una gran ensalada cruda.

     3) Asegúrese de que en toda su dieta no incluye más de un 20% de alimentos que no están enteros o crudos -prefiblemente no más del 10%.

     4) Sea estricto consigo mismo -al menos durante el primer año después de un ayuno prolongado. Si alguno de sus síntomas reaparecen, asegúrese de «retroceder» inmediatamente y siga una dieta de alimentos crudos que pueda controlar bien.

SÍNTOMAS DESPUÉS DEL AYUNO

     Algunos síntomas fugaces ocurrirán o recurrirán durante un periodo corto después de romper un ayuno prolongado. Algunas personas experimentan dolores de garganta, llagas en la boca, edema (normalmente tobillos ligeramente hinchados). A veces hay una recaída suave del problema original -o un episodio doloroso muy breve.

     Generalmente son las manifestaciones de los esfuerzos del organismo por efectuar los ajustes necesarios durante el periodo de transiciónen el que pasa de ayunar a la necesidad de procesar suministros de alimentos nuevos.

     No debe intentarse paliar esos síntomas y no es necesario (ni aconsejable) empezar a ayunar otra vez en este momento. Descanse mucho, y siga comiendo con cuidado, preferiblemente alimentos crudos, y estos síntomas disminuirán de forma gradual.

TRANSICIÓN A UNA VIDA RACIONAL

     Generalmente el periodo de transición no es realmente difícil: la mayor parte del tiempo no hay problemas reales.

     Los primeros moviminentos intestinales pueden ser normales y fáciles -suelen ser muy oscuros y malolientes, cambiando gradualmente a un color normal y perdiendo su mal olor. Si experimenta alguna dificultad, no se esfuerce ni se preocupe -comentéselo a su supervisor de ayunos y él le ayudará.

     Después de reanudar la alimentación, sus heces probablemente serán bastante blandas, pero adquirirán gradualmente su consistencia normal.

     Tras unas pocas comidas, el ayunador empieza a sentirse mejor, y puede experimentar una sensación de euforia. Está tan feliz por haber culminado con éxito el ayuno -tan feliz de estar disfrutando de los placeres de la comida otra vez. Puede tener la sensación de haber recobrado las fuerzas y el bienestar, y  desear hacer una locura, como entregarse a una actividad agotadora. Pero, en realidad, los mareos y la debilidad retroceden sólo gradualmente. Uno debe ir recuperándose lentamente. El cuerpo apreciará que se le dé tiempo para adaptarse gradualmente a la nueva situación.

     Johnson dice que el milagroso poder del ayuno produce una «inextingible exuberancia» y entusiasmo por la vida, sobre todo durante un periodo inmediatamente después de romper el ayuno. Dice, «El gourmet no conoce la auténtica sensación de las papilas gustativas tentads hasta que ha roto un ayuno de al menos varios días con un alimento secillo.» Todos los ayunadores y todos los supervisores de ayunos estarán de acuerdo con las elocuentes expresiones de Johnson de euforia experimentadas después del ayuno.

     Si no ha ayunado hasta el final, la lengua se aclarará gradualmente -normalmente tarda varios días (a veces más tiempo) en eliminar la lengua saburrosa y el mal aliento.

     El Dr. Shelton dice, «El descanso en la cama debe continuar durante la primera semana en que se restablece la alimentación y la actividad comenzar muy gradualmente. Es común para el ayunador querer llegar a ser activo en cuanto empieza a comer. Esto no aconsejable. No es tan fuerte y no tiene la resistencia que cree que tiene. Algunos ayunadores quieren dar paseos largos tanto pronto como empiezan a comer. Pero dan tantos paseos que retardan la recuperación y provoca que el peso del individuo se inmovilice. Debe tomárselo con calma durante algunos días antes de llegar a estar tan activo como antes.»

     A medida que recobra las fuerzas, debe empezar -al principio con prudencia- a tomar paseos cortos y a hacer algunos ejercicios fáciles. Es muy importante para ir fortaleciéndose gradualmente para poder realizar ejercicios vigorosos, según el estado del cuerpo, ya que esto ayudará al restablecimiento de la capacidad digestiva normal.

     La capacidad de procesar y asimilar los alimentos se  incrementará considerablemente después de un ayuno y su correcta terminación, y tras un periodo inicial de adaptación. Descansar después de cada comida también favorecerá considerablemente la digestión, el aumento de peso, y el nuevo vigor.

MEDICAMENTOS Y OTROS VENENOS

     ¡Esto es muy importante! No debemos olvidar que los medicamentos y otros venenos representan una gran amenaza después de que el cuerpo se ha limpiado mediante un ayuno, porque los «callos» han desaparecido. El nivel de tolerancia ha disminuido -el cuerpo ya no tolera las toxinas y reaccionará fuertemente para eliminarlas.

     Cuando el individuo toleraba las toxinas, él (o ella) estaban desarrollando la enfermedad y matándose gradualmente. Un nivel de tolerancia más bajo supone un tremendo paso hacia delante, pero le deja a uno más vulnerable. De modo que es importante permanecer lejos de los hospitales y de los medicamentos y de otros materiales tóxicos. Evite los fumadores, los gases de monóxido de carbono, y el aire contaminado en la medida de lo posible.

     Desde luego, no es necesario o aconsejable usar suplementos dietéticos después del ayuno, ni a todas horas. Después del ayuno, es incluso más importante no sobrecargar al cuerpo purificado con dichas sustancias cuestionables. El cuerpo es propenso a reaccionar violentamente ante su uso e, incluso si no lo hace, el organismo se ve obligado a descomponer estas sustancias, tratar de utilizar los nutrientes que estén presentes, y eliminar los excesos y los productos de desecho. El estrés resultante y el gasto de energía es lo único que posiblemente pueda ser obtenido de las pastillas.

     Es cierto que, tras un ayuno, hay una urgente e imperiosa necesidad de proteínas, minerales, y vitaminas -no de pastillas o polvos, sino de las frutas y verduras enteras y naturales y de frutos secos y semillas crudos y sin salar. Estos contienen todos los nutrientes utilizables.

     Después del ayuno, debería aprender a vivir de tal manera que conserve bajo el nivel de tolerancia. La tolerancia de toxinas interfiere con el funcionamiento normal del cuerpo, conduciendo inevitablemente a la primera fase de la toxemia (enervación, falta de suficiente energía nerviosa) a la que seguirá más adelante la enfermedad y la muerte de los tejidos.

TOMESELO CON CALMA

     Tras regresar a casa, no debería tener mucha prisa por volver a las responsabilidades y obligaciones. Debería reanudar las actividades gradualmente; dormir mucho y comer con cuidado para no disipar los beneficios que se han logrado. La inversión en la salud no merece la pena si no «se lleva a cabo hasta el final.»

AYUNAR NO HACE AL CUERPO A PRUEBA DE ENFERMEDADES

     El ayuno no es sino el primer paso para combatir la enfermedad y debe ser seguido por una vida correcta. Las personas que han sufrido enfermedades crónicas degenerativas nunca deberían cometer el error de quedarse a medio camino entre lo convencional y los conceptos higienistas. Después de un ayuno, prolongado, nunca deberían retroceder a las pautas alimenticias convencionales o volver al «síndrome de prevención» del control de la salud, para que sus problemas no vuelvan.

     Es difícil imaginar que alguien que ha experimentado los prodigios de un ayuno prolongado puediera ser persuadido jamás a desviarse de  la Higiene Natural, porque un error así podría ser grave, quizás desastroso.

     Los principios de la Higiene Natural y el empleo del ayuno se basan en el estudio de la causa y el efecto. Suprima las causas de la mala salud mediante un estilo de vida higienista y el efecto será una salud mejor. Suprima los efectos acumulados del anterior estilo de vida irracional (mediante el ayuno), y el cuerpo tenderá hacia la curación y el rejuvenecimiento.

     El ayuno no asegura al cuerpo contra las enfermedades. Es cierto que algunos síntomas y manifestaciones de la enfermedad desaparecen durante el ayuno y no vuelven. Pero hay algunas enfermedades que tienen una tendencia a volver rápidamente después del ayuno si el ayunador vuelve a los viejos hábitos que provocaron la enfermedad. Mucho depende del tipo, extensión y gravedad de la degenerción y de la fuerza y vitalidad del individuo.

     Durantes las primeras semanas o meses -quizás durante el primer año o dos después de un ayuno prolongado, el estilo de vida y la alimentación pueden ser críticos en la conservación de la mejoría en la salud que se ha conseguido.

CÓMPUTO LOS BENEFICIOS DEL AYUNO

     Si se sigue un estilo de vida higienista después del ayuno, los beneficios del periodo del ayuno se seguirán notando durante semanas, meses, e incluso años después de terminar el ayuno.

     La relación entre ayuno y nutrición debe admitirse. La recuperación de una patología a menudo puede lograrse a través de un ayuno, pero la recuperación permanente depende del estilo de vida posterior, sobre todo del programa alimenticio.

     Algunas personas aceptan el ayuno como una necesidad más o menos dramática y drástica -pero piensan que es una panacea, tras el cual desaparecerán todos sus problemas.

     Después de mi ayuno de 29 días en 1967, mis expectativas poco realistas dieron lugar a una sensación de decepción. Esperaba experimentar una salud perfecta inmediatamente. En realidad, no fue hasta que pasó un año cuando me dí cuenta de todas las consecuencias de mi ayuno, y comprendí la plenitud del milagro que había ocurrido en mi cuerpo.

     Años después -en 1979-tuve una experiencia similar. Había estado molesta con un dolor ligero pero persistente en un costado durante casi dos años. Aunque había estado ayunando treinta y seis horas dos veces al mes, y había hecho varios ayunos de tres y cuatro días, el leve dolor persistía.

     Entonces decidí ayunar más tiempo pero, a causa de las limitaciones del tiempo y a compromisos anteriores, rompí el ayuno después de nueve días. (Como puede ver yo también estoy sometida a las mismas presiones y flaquezas humanas que puedo deplorar en los demás. Lo ideal sería que hubiese ayunado más tiempo, posiblemente hasta el final).

     En cualquier caso, el dolor leve persistió durante y después del ayuno. Estaba ocupada y decidí ignorarlo de momento y realmente me olvidé de él la mayor parte del tiempo.

     Unos seis meses después, repentinamente me volví hacia Lou (mi querido esposo) y exclamé, «Acabo de darme cuenta -ya no tengo ese dolor en el costado -y no sé cuando cesó!» Nunca ha vuelto.

DEBEN FORMARSE NUEVOS HÁBITOS

     El ayuno es un medio de promover la salud eliminando las condiciones que causan enfermedades -limpiando el cuerpo de toxinas acumuladas y permitiendo que se cure.

     Los apetitos pervertidos pueden normalizarse mediante el ayuno, pero deben formarse nuevos hábitos para sustituir y superar cualquier presión por volver a los apetitos que produjeron la enfermedad.

     El periodo inmediamente posterior al ayuno es el mejor momento para formar y mantener los hábitos que le darán a uno la sensación de haber nacido otra vez.

     El Dr. Shelton dice, «El verdadero remedio para todos los males de la salud es una correción completa del estilo de vida. Cuando se suspendan los hábitos enervantes, el enfermo empezará a ponerse bien, y, una vez que se ha recobrado, seguirá bien a menos que se vuelva a caer en los hábitos enervantes.»

     El ayuno prolongado para la eliminación de la toxemia no es sino la preparación inicial para un programa de restablecimiento de la buena salud. La salud se desarrolla con la vida correcta. El ayuno comienza la inversión de los procesos de la enfermedad, de tal modo que los poderes autocurativos del organismo puedan iniciar los procesos de restablecimiento de la salud.

     Pero el factor más importante en el progreso hacia una salud óptima es hacer los cambios necesarios en los hábitos de vida. A menos que se hagan cambios para corregir el estilo de vida después del ayuno, no se puede tener una buena salud permanente.

     No lo olvide nunca: la Higiene Natural es un estilo de vida. El ayuno no es una modalidad que tenga que utilizarse para corregir síntomas incómodos, tras los cuales uno puede volver al estilo de vida que produjo la enfermedad.

     El estilo de vida higienista, sobre todo si se complementa con el uso de periodos de ayuno regulares y cortos, como un instrumento para mantener la salud es la mejor garantía y el mejor seguro para una buena salud y una vida larga.

PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN

PREGUNTA: Después de un ayuno prolongado, ¿cuándo se puede pensar en volver a trabajar a jornada completa?

RESPUESTA: No hay manera de dar un cálculo exacto del tiempo requerido. Los factores implicados son la gravedad de la patología, la duración del ayuno, el estado físico del individuo, el ritmo del regreso de la fuerza y el peso normales, y la clase de trabajo. Si el ayunador estaba obeso, y ayunaba principalmente para perder peso, esa persona es probable que se recupere muy rápido. Si el peso del ayunador es bastante bajo cuando el ayuno ha terminado, obviamente será necesario permitir un tiempo más considerable para la recuperación. Yo diría que, después de un ayuno de 21 a 30 días, uno generalmente debería contar con al menos un mes, y posiblemente dos meses o más, para ser capaz de incorporarse a un programa de trabajo completo. Sin embargo, he conocido a gente que recobró toda la fuerza y la vitalidad en menos tiempo. Esencialmente, depende del individuo y de otras circunstancias de la situación del ayuno, y es realmente más o menos impredecible.

PREGUNTA: ¿Cuánto tiempo después de romper un ayuno debería permanecer en un centro para ayunar?

RESPUESTA: De nuevo, como la pregunta anterior, no se puede dar una respuesta general aplicable a todos los casos. Sin embargo, es mejor tomar medidas para permanecer el tiempo suficiente para acostumbrarse al nuevo programa de alimentación, y más allá de la etapa donde uno «se siente hambriento todo el tiempo.» Después de un ayuno de 21 a 30 días, se deberían considerar dos semanas de alimentación como mínimo antes de abandonar el centro; si hay problemas sin resolver, sería mejor permanecer más tiempo.

PREGUNTA: ¿Exactamente a qué se refiere por ayunar hasta el final, o el retorno del hambre auténtico, y cuántos días de ayuno calcula que requeriría?

RESPUESTA: Ayunar hasta el final, o el retorno del hambre auténtico o natural, se considera un punto en el que el cuerpo se ha deshecho de la mayoría de su carga tóxica, y casi ha agotado esas reservas que pueden ser utilizadas para salvar las materias nutritivas. Se considera estar cercano al punto en el que el ayuno cesa y la inanición comienza. Los signos de que este punto ha sido alcanzado son obvios para el supervisor de ayunos, y la mayoría de ellos han sido mencionados en la lección. Es imposible calcular cuándo se producirá esto. He conocido a personas que han ayunado 30, 40 y 45 días, sin ningún signo del retorno del hambre auténtico. Incluso supe de una mujer muy obesa que ayunó 92 días (tras los cuales seguía obesa -había perdido 87 libras) y todavía no había signos de hambre auténtica al término de su ayuno. Por otro lado, algunos de estos signos han aparecido al final de los 20 a 30 días de ayuno, e incluso más al final de los 40 a 45 días. La duración del tiempo que tardaría es esencialmente impredecible, pero únicamente suele ocurrir en un ayuno muy largo.

PREGUNTA: ¿Qué entiende por equilibrio del nitrógeno?

RESPUESTA: El nitrógeno es el ingrediente principal de la proteína, y cada 6.25 gramos de proteínas contienen un gramo de nitrógeno. Un deficiencia proteínica, o un equilibrio de nitrógeno negativo (en el que la proteína se descompone más rápido de lo que se forma) existe:

     1. Cuando la dieta no está aportando las proteínas adecuadas para mantenimiento y reparación.

     2. Cuando la dieta es deficiente en algún aminoácido esencial.

     3. Cuando el cuerpo está recibiendo un aporte insuficiente de carbohidratos y grasas, y debe deaminar proteínas necesarias para satisfacer las necesidades energéticas.

     4. Cuando el cuerpo ha perdido su capacidad de digerir, asimilar o sintetizar correctamente las proteínas.

     El equilibrio del nitrógeno es mantenido normalmente por un organismo saludable que está recibiendo de 25 a 50 gramos de proteínas diariamente. Una dieta higienista, compuesta principalmente de frutas y verduras crudas, más de dos a cuatro onzas (máximo) de frutos secos y semillas crudos ingeridos 2-3 veces a la semana, satisfará de forma adecuada las necesidades proteínicas del cuerpo y dará lugar a un equilibrio del nitrógeno, a menos que exista una seria patología afín. En este caso, un ayuno puede ser necesario para restablecer la capacidad del cuerpo para digerir, asimilar y sintetizar apropiadamente las proteínas. Si se usan otras fuentes de proteínas concentradas además de los frutos secos y las semillas (brotes, queso, legumbres, granos), las cantidades de frutos secos y de semillas consumidas deberían reducirse. Las personas con dietas de alimentos crudos necesitan menos proteínas concentradas.

     Obviamente durante un ayuno, las proteínas no están siendo suministradas por la dieta, y las necesidades mínimas de proteínas son satisfechas a través del proceso de autólisis, cuando el cuerpo desintegra los tejidos menos importantes, y salva los nutrientes para satisfacer sus necesidades. Mientras el ayuno no dure después de que las reservas se han agotado, el equilibrio del nitrógeno no se verá afectado. Es cierto que, posterior al ayuno, el cuerpo habrá perdido gran parte de su proteína almacenada, que debe ser gradualmente reemplazada en las semanas y meses posteriores al ayuno. Como se citó en la lección, Chittenden dice que, aunque, después de un ayuno, el cuerpo tiene una gran necesidad de reabastacer sus reservas de proteínas, puede reemplazarlas sólo lentamente, aun cuando la personas coma alimentos proteínicos en abundancia.

PREGUNTA: ¿Á que se refiere cuando menciona los desechos patógenos de los alimentos cocinados?

RESPUESTA: Un estudio realizado por un científico suizo, Paul Kouchakoff, M.D. ( en la década de los años 40), reveló que la leucocitosis es debido a un predominio de alimentos cocinados en la dieta. La leucocitosis -aumento del número de glóbulos blancos, y la alteración de la correlación del procentaje entre ellos-antiguamente fue considerada como un fenómeno fisiológico normal, puesto que parecía ocurrir después de consumir alimentos.

     Un número excesivo de glóbulos blancos en la sangre (leucocitosis) también ocurre en respuesta a la inflamación, la presencia de números excesivos de bacterias, y es, en realidad, un fenómeno patológico.

     Los glóbulos blancos son los organismos defensivos de la sangre que impiden la intoxicación de la sangre por las bacterias, alimentos cocinados u otros materiales tóxicos.

     Kouchakoff descubrió que los alimentos cocinados a presión producían una leucocitosis mayor que otras clases de cocción; y que el vino, el vinagre y el azúcar blanco producían aún más. Las carnes preparadas o procesadas (cocinadas, ahumadas, saladas) ocasionaban la reacción más violenta, equivalente al recuento de leucocitosis por envenenamiento.

     «Después del consumo de productos alimenticios frescos y crudos, producidos por la naturaleza, nuestra fórmula sanguínea no cambia en ningún momento, ni a consecuencia de cualquier combinación.» (Viktoras Kulvinskas, Survival Into the 21st Century, p.316.)

     Cuando la dieta está compuesta de más de un 20% de alimento que ha sido alterado por altas temperaturas u otros complicados tratamientos, el resultado es la leucocitosis. La mayoría de la gente puede tolerar una dieta de un 80% de alimentos crudos, con un 20% de alimentos cocinados de forma moderada. La dieta de alimentos crudos compensará generosamente el efecto adverso de una pequeña cantidad de alimentos cocinados, de tal modo que no causen leucocitosis.

     Las conclusiones de Kouchakoff fueron alcanzadas después de más de trescientos experimentos sobre diez individuos de diferentes edades y sexo.

RESUMEN DE LA LECCIÓN

     Esta lección lleva al estudiante desde el día en que se rompe el ayuno a través de las fases posteriores de alimentación y estilo de vida después del ayuno -ambas en un centro para ayunar y después de volver a casa. Se da información relativa a los métodos de romper el ayuno, la reintroducción gradual del organismo en ayunas a las cantidades normales de alimentos,, evitando la sobrealimentación, y cómo establecer un programa alimenticio óptimo de manera permanente. Se incluye alguna información básica sobre el periodo del ayuno para explicar las razones de las diversas recomendaciones.

BIBLIOGRAFÍA

     Allen, Hannah, Your First Fast -What to Expect; y The Happy Truth About Protein; publicado por Life Science.

     Bragg, Paul C., The Miracle of Fasting, publicado por Health Science, Box 477, Desert Hot Springs, CA, 1976.

     Buchinger, Otto, H.F., M.D., About Fasting, a Royal Road to Healing, Thorsons Pub. Ltd., London, 1961.

     Carrington, Hereward, Fasting for Health and Long Life, reimpreso por Health Research, Mokelumne Hill, CA, 1963.

     Cott, Allan, M.D., Fasting: The Ultimate Diet, Bantam Books, NY, 1975; Fasting As a Way of Life, Bantam Books, New York, 1977.

     De Vries, Arnold, Therapeutic Fasting, Chandler Book Company, Los Angeles, 1963.

     Johnson, Charles W. Jr., Fasting, Longevity and Immortality, publicado por Survival, Turkey Hills, Haddam, CT, 1978.

     Kulvinskas, Viktoras, Survival Into the 21st Century, Omangod Press, Wethersfield, Ct, 1975.

     Shelton, Herbert M., Fasting Can Save Your Life, Natural Hygiene Press, Chicago, IL, 1964; Fasting for Renewal of Life, Natural Hygiene Press, Chicago, IL, 1974; Human Life, Its Philosophy and Laws, reimpreso por Health Research, Mokelumne Hill, CA, 1979; The Hygienic System, Volumen III, Dr. Shelton’s Health School, San Antonio, Texas, 4th Rev. Ed., 1963; Dr. Shelton’s Hygienic Review, «Fasting Not a Cure,» enero 1970; y «Breaking a Fast,» agosto 1975.

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

ROMPER UN AYUNO

por Dr. Herbert M. Shelton

     En su relato personal de su ayuno de treinta y un días que llevó a cabo en el Instituto Carnegie en 1913, el Prof. Levanzin dice: «He sometido a experimentos casi todos los sistemas de romper un ayuno. El cómo es tan peligroso cómo el cuándo. Para el mío he añadido la experiencia de  mi mujer, mis hijas y de muchos de mis amigos. Después de un estudio largamente pensado y meditado de los principios fisiológicos probados por métodos prácticos, creo he llegado a la solución correcta. Tuve la intención de someter mi sistema a prueba durante la ruptura de este último ayuno, pero no pude hacerlo porque tuve que seguir  a regañadientes la voluntad inflexible de otra personas.»

     El profesor expone su caso cuando declara que el cómo romper un ayuno es tan peligroso como el cuándo. Romper un ayuno es algo fácil y sencillo de hacer y no hay necesidad de este proceso sea peligroso. Es preciso observar unas pocas reglas sencillas en todos los casos y la necesidad de estas depende de la duración del ayuno y el estado general del ayunador. Muchos ayunadores se han hecho daño a sí mismos, y en algunos casos han fallecido por comer demasiado o por comer alimentos y combinaciones inadecuadas.

     El Prof. Levanzin dice, «El Dr. Goodall, que se ocupaba de mí durante el ayuno desde el punto de vista médico, insistió en que rompiese el ayuno con un ‘caldo de almejas’ y con un ‘té de buey!!!’ Y porque le dije que esto me mataría, él y el Dr. Benedict desistieron y pusieron toda la responsabilidad bajo mis hombros. La acepté y rompí el ayuno con éxito sin ninguna molestia aunque más tarde lo echaron a perder en el hospital.»

     No es probable que el caldo de almejas o  el té de buey hubiesen matado al profesor, en mi opinión, ninguno de estas bazofias es adecuada como consumo humano bajo ninguna circunstancia de la vida. Para que hubiera podido producirse la muerte por romper el ayuno con caldo de almejas y té de buey, tendría que haber consumido cantidades desmesuradas. Sin la supervisión adecuada para romper un ayuno, el individuo puede comer demasiado o demasiado a menudo o puede comer el alimento incorrecto y dañarse.

     Al considerar la inadecuación de algunos alimentos y combinaciones alimenticias para romper un ayuno Upton Sinclair escribió, «Desde que deje el Macfadden Healthatorium, en varias ocasiones he tenido ocasión de ayunar, y he probado diferentes alimentos para romper el ayuno. Mientras estaba en Alabama, hice un ayuno de doce días, y al final fui tentado por un caqui delicioso y grande, que había estado mirándome desde el anaquel de la despensa durante todos los doce días. Comí ese caqui -y que estaba totalmente maduro; a pesar de lo cual me doblé de dolor a consecuencia de un terrible calambre-y por esta razón no recomiendo los caquis a los ayunadores. Conozco a un amigo que tuvo una experiencia similar con el zumo de una naranja; pero era un hombre que nunca la había gustado la fruta ácida. Conozco a otro hombre que rompió su ayuno con una hamburguesa; y esto tampoco lo recomiendo. Tengo otro amigo que ayunó una semana y rompió el ayuno con arroz y huevos cocidos, y este amigo tampoco obtuvo beneficio alguno por revelar la experiencia, aunque los alimentos le sentaban perfectamente y no tuvo la tentación de comer en exceso. Esto es casi lo que debería haber esperado, como mi propia experiencia me ha llevado a creer que el peor alimento que la gente come son esos pasteles muy concentradas que son deficientes en sales naturales y no contienen desechos para mantener los intestinos activos. Una persona puede comer alimentos como huevos y arroz durante semanas y nunca tener un movimiento intestinal. Lo sé porque a mí me ha pasado; y puede darme un dolor de cabeza tan duradero al igual que otros hombres pueden tener resaca por beber champán.»

     Macfadden rompió ayunos con zumos de frutas seguidos de una dieta de leche. Esta dieta era muy popular porque la leche se tomaba cada media hora durante el día y satisfacía plenamente la aguda sensación de hambre que sigue a un ayuno y proporcionaba un aumento de peso rápido. Macfadden dice que ha visto aumentos de tres libras al día y recuerda que ha visto casos de aumentos de veinticinco libras en una semana después de un ayuno por medio de la dieta de leche. Mis propias observaciones y las experiencias con la dieta de leche coinciden con esto.  He visto aumentos de tres libras al día y diez libras a la semana. Ví a un hombre que aumentó veinte libras en una semana. La dieta de leche no se suspendió debido a la pérdida de popularidad, sino debido a que la industria láctea hizo cada vez más difícil obtener leche cruda, y porque se descubrió que era imposible obtener los mismos resultados deseables con la leche pasteurizada.

     El aumento de peso que se conseguía con la dieta de leche era en gran medida debido a la sobrecarga del cuerpo con líquido, como era evidente por la hinchazón de la cara, los pies, y los tobillos y la velocidad con la que se perdía una vez que la dieta de leche se suspendía. La dieta de leche hacía trabajar en exceso al corazón, al sistema digestivo, y a los riñones, y aumentaba la presión arterial. No era una dieta ideal para después del ayuno.

     En mi último libro, Fasting for Renewal of Life, he recalcado el hecho de los animales que ayunan en la naturaleza rompen su ayuno con el alimento que estuviese disponible. No tienen las ventajas de las máquinas eléctricas para hacer zumos de sus alimentos, sino que comen su alimento entero. El hombre puede hacer lo mismo. Un ayuno puede romperse con cualquier alimento sano que esté disponible. Es necesaria una mayor prudencia con algunos alimentos más que otros. El requisito principal es la simplicidad y una pequeña cantidad cada vez. Si se dan en cantidades grandes o con demasiada frecuencia, el alimento más adecuado puede dar problemas. Determinado alimentos que pueden no dar problemas en la gran mayoría de los casos, pueden dar problemas en un caso esporádico. Nunca he roto un ayuno con caquis pero dudo que la mayoría de la gente sufriese calambres, según describe Sinclair, si rompiésemos su ayuno con caquis. El caso es diferente con la piña. La fruta frecuentemente quita la piel de los labios y de la lengua de quien la come. Aunque nunca he roto un ayuno con piña, he dado piña dos o tres días después de romper un ayuno, y he descubierto que frecuentemente causa molestias en el estómago además de pelar los labios y la lengua. Dichas experiencias sacan a relucir la siguiente cuestión: ¿Es la piña un alimento adecuado para el hombre?

     El Prof. Levanzin dice: «Rompí mi ayuno con ácidos y carbohidratos inmediatamente después de mi comida de proteínas. La facilidad y la rapidez con la que los tejidos se reconstruyen, sin accidentes adversos, es realmente sorprendente.»

     No da detalles sobre su técnica de romper un ayuno y no podemos más que sugerir que quizás su forma de romper ayunos no era el ideal, Si no mezclase los ácidos con carbohidratos o si no mezclase los carbohidratos con las proteínas, su programa de alimentación post-ayuno podría haber mejorado considerablemente.

     Muchas personas han afirmado que el ayuno debería romperse con el alimento que el ayunador desee más. Es probable que el ayunador ansie los alimentos que tenía el hábito de comer antes de ayunar o puede anhelar algún alimento que vea o que haya visto en una foto mientras estaba ayunando. El deseo puede estar condicionado psicológicamente más que fisiológicamente. Será mejor romper el ayuno con algún alimento simple y sano, como una naranja, un tomate, un melocotón, una ciruela o un trozo pequeño de sandía.

EL AYUNO NO ES UNA CURA

por el Dr. Herbert M. Shelton

     En 1959, un veterinario que estaba empleando el ayuno en el cuidado de sus pacientes animales y había hecho trabajo experimental con el ayuno, me escribió: «Al revisar la bibliografía del Dr. Pochedly sobre el ayuno, observo que una gran cantidad de ayunos fueron realizados por médicos y osteópatas en 1930, obteniendo excelentes resultados en muchos síndromes -el factor más importante que hizo fracasar al tan alabado ayuno parece radicar en el hecho de que nadie sabía cómo dirigir al paciente para vivir del tal modo que no volviera  a caer en sus síndromes. No se dice nada sobre la supresión de las causas.»

     El médico dió en el clavo en un punto vital. Los cuidados después del ayuno son tan importante como la adecuada supervisión del propio ayuno. Todos los beneficios derivados de un ayuno largo pueden desvanecerse en unas pocas semanas o en unos pocos meses mediante una vida inadecuada después del ayuno. La suposición, tan comunmente hecha, de que el ayuno es una cura y que todo lo que tiene que hacer es ayunar y ponerse bien, ha provocado muchos fracasos. Es importante comprender que la salud se recobra mediante un estilo de vida global del que el ayuno es sólo una parte.

     También es importante saber que el ayuno no hace a nadie a prueba de los efectos de estilos de vida erróneos. Si uno es adicto a fumar o a baber bebidas alcohólicas, el ayuno no le permitirá seguir estas prácticas com impunidad. Sólo «las curas» ofrecen al hombre esperanzas de recuperarse de los efectos de las causas mientras estas causas siguen vigentes. Sólo «los inmunizadores» ofrecen al hombre esperanzas de ser a prueba de las causas. «Las curas» y los «inmunizadores» son procesos taumatúrgicos -pertenecen al vuduismo, no a la ciencia.

     La afirmación del médico subraya la importancia de la supervisión adecuada del ayuno y el posterior programa de vida que es vitalmente esencial para obtener unos resultados plenos. También, por deducción, recalca la importancia de enseñar estilos de vida correctos. No basta con limitarse a comer correctamente después de un ayuno, sino que todo el estilo de vida debe estar en armonía con las leyes naturales. Si esto no se hace así, los resultados del ayuno no serán duraderos.

     Es importante, a este respecto, recalcar el hecho de que, si uno quiere mantener los beneficios obtenidos durante un ayuno, hay que seguir estrictamente al estilo de vida higienista, al menos, el tiempo suficiente para consolidar los beneficios obtenidos. Si fuera posible borrar los efectos de un estilo de vida erróneo con unos pocos días o unas pocas semanas de ayuno y recobrar la salud por completo por este medio solo, significaría que vivir incorrectamente no sería tan malo después de todo. Significaría que se puede beber, fumar, comer en exceso, pasarse, y abandonarse a su gusto, y luego hacer un ayuno y hacer borrón y cuenta nuevo. Sólo los vendedores de curas sostendrían esa promesa y falsa esperanza al enfermo.

     Demasiados miembros de las escuelas orientadas a las curas se han interesado superficialmente por el  ayuno. Es una cuestión para la que no están preparados ni cualificados. Por mucha preparación que tengan en terapias con medicamentos, en manipulaciones, en ajustes de la columna vertebral, en electro-terapia o en cirugía no pueden cualificar a un hombre para supervisar ayunos. El ayuno es un tema que debe ser estudiado y en el que se debe tener una experiencia probada, antes que intentar supervisar un ayuno.

ROMPER EL AYUNO

por el Dr. Herbert M. Shelton

(Reimpreso del The Hygienic System -Volume 3)

     Un hecho importante que necesita recalcarse es que el ayuno es un proceso mucho más complicado de lo que normalmente se supone, incluso por sus defensores. El proceso de ayunar es mucho más importante que no comer nada. El ayuno es un arte, pero, para que este arte se ejecute correctamente, debe basarse en la ciencia del ayuno. Su uso parece, a veces, ser casi ilimitado, sus incoveniencias no son grandes, sus peligros son pocos y raras veces se ven, pero para los resultados más satisfactorios. debe ser supervidado por alguien experto en su aplicación. Es demasiado vital e importante para ser llevado a cabo sin darle la importancia que se merece.No es un proceso que deba dejarse en manos de aquellos que tiene un conocimiento limitado de cómo debe supervisarse y de quienes no tienen experiencias en supervisar ayunos. Romper el ayuno es uno de los elementos más importantes del ayuno.

     Es posible romper un ayuno con cualquier alimento que esté disponible -pan, carne, huevos, frutos secos, etc.-con tal de que se tengan en cuenta unas sencillas precauciones. Los animales no siguen ninguna de nuestras rutinas cuando rompen sus ayunos. Comen lo que sea que esté a mano y no se llenan normalmente en su primera comida. De esto, puede pensarse que somos excesivamente prudentes, pero no lo creo así. No sólo hay diferencias entre lo que el animal hace y lo que el paciente medio tiende a hacer, si se le da libertad, sino que parece haber una gran diferencia entre las capacidades digestivas, en favor del animal. Existe también la posibilidad de que el animal conserve más los beneficios del ayuno si rompiese el ayuno con más cuidado.

     No empleamos los alimentos previamente mencionados al romper un ayuno por la razón de que disponemos de mejores medios de romper un ayuno. Al final de un ayuno largo, las secreciones digestivas no son abundantes y son aconsejables comidas pequeñas o cantidades pequeñas de alimentos. La cantidad de alimento dada al paciente se incrementa cuando la secreción se hace más abundante. Cuando se observa esta regla, hay poca dificultad en romper un ayuno y ningún peligro al hacerlo así.

     La supervisión adecuada del ayuno es muy importante. Realmente hay muy pocos facultativos de cualquier escuela que sepan cómo supervisar un ayuno o cómo romperlo correctamente. Un naturópata de New York City rompió los ayunos de una madre y de una hija, que habían estado ayunando dieciseis y treinta y tres días respectivamente, con caramelo de chocolate. La acidez gástrica e intestinal resultante les causó grandes molestias por todo el cuerpo. Me llamaron en uno de estos casos, y se necesitaron de cuatro a cinco días de ayuno para hacerlas volver a un estado cómodo. Este método de romper un ayuno no es otra cosa salvo algo criminal.

     Una amiga de mi esposa me describe cómo ayunó diecisiete días bajo la dirección de un quiropráctico en California y trabajaba duro durante el ayuno. Trabajaba para el quiropráctico que no la permitía faltar al trabajo mientras ayunaba. Rompió su ayuno con una tostada y una fruta ácida. Esta mujer desarrolló inmediatamente un caso de edema malnutricional. Este uno de los pocos casos de esta clase que he conocido después de un ayuno.

     Este caso debería hacer hincapié en la necesidad de ponerse en manos de una persona competente y experimentada, si va a hacer un ayuno largo. Un quiropráctico que no sepa nada de ayuno o de dietética, y pocos de ellos saben algo de ambas cosas y que experimenta con sus pacientes de esta manera, nunca será suficientemente condenado. Si los quiroprácticos quieren aplicar métodos higienistas, deje que se cualifiquen para esto mediante la preparación adecuada. Esto va también por los osteópatas y los médicos. No intentaría una intervención quirúrgica sin primero cualificarme para el trabajo, y estoy seguro de que ningún quiropráctico, osteópata o médico debería intentar un ayuno largo, o intentar emplear otro método higienista sin primero prepararse para el trabajo. Los quiroprácticos que van a la facultad aprenden a golpear las columnas vertebrales y luego, al descubrir que esto es ineficaz, intentan prescribir una dieta, etc., después de leer un libro o dos sobre estos métodos, están en la misma posición que el médico que intentó «ajustar» columnas después de leer un libro sobre quiropráctica. Realmente es deshonesto e indigno de confianza.

     El Dr. Wm. F. Harvard recuerda los siguientes casos: «Un hombre joven de veinticuatro años de edad que había sufrido de estreñimiento e indigestión crónica, ayunó 27 días después de leer un artículo en una popular publicación sobre la salud. Al vigésimo octavo día tomó una comida formada por un filete de vaca, patatas, pan, mantequilla y café. Le dieron ataques  violentos de vómitos y no podía tolerar ni siquiera una cucharadita de agua en el estómago. Cuando me llamaron para ver el caso, descubrí un dolor intenso en todo el abdomen y las indicios de una gastritis aguda.» Un hombre joven de unos 30 años que había ayunado por iniciativa propia durante 42 días intentó romper el ayuno con pan con el resultado de que vomitó y el estómago se irritó tanto que no podía retener nada. Había una demacración acusada y una debilidad extrema y todo apuntaba a que debía nutricirse inmediatamente.»

     Un parte de Associated Press fechado el 28 de agosto de 1929, narra la muerte de Chris Solbert, un modelo artístico de 40 años, tras un ayuno de 31 días, que rompió «consumiendo varios sándwiches.» Los sándwiches, decía un informe posterior, contenían carne de vaca. La ignorancia y la falta de autocontrol mataron a este hombre. El parte nos dice que «su ayuno (de 31 días) le había hecho pasar de 160 a 85 libras,» o una pérdida media de más de dos libras al día. Creo que esta pérdida es imposible. Las pérdidas medias durante un ayuno de tal duración varian entre 25 a 36 libras.

     El «Profesor» Arnold Ehret habla de ver dos casos de fallecimientos por la interrupción insensata del ayuno. Dice: «Un comedor de carne, parcial que sufría de diabetes rompió su ayuno de una semana comiendo dátiles y murió a consecuencia de los efectos. Un hombre de 60 años de edad ayunó 28 días (demasiado tiempo); su primera comida de alimentos vegetarianos contenía principalmente patatas hervidas.»

     Ignorando la absurda explicación de estas muertes, dada por el «profesor,» diríamos que el paciente diabético puso demasiado azúcar (procedente de los dátiles) en su cuerpo y murió a consecuencia de hiperglucemia. Probablemente murió por un coma diabético. Explica que el segundo paciente ayunó demasiado tiempo para un hombre de su edad, y que «una operación mostró que las patatas fueron mantenidas en los intestinos contraidos por un moco espeso y pegajoso tan fuerte que un trozo tuvo que extirparse y el paciente murio poco después de la operación.» El «Profesor» Ehret era tan aficionado al moco que no se fijó en otra cosa. Este ayuno se rompió muy mal pero el paciente, con toda probabilidad, habría sobrevivido si no le hubieran operado. El ayuno no era demasiado largo para un hombre de esa edad. El «Profesor Ehret realmente sabía muy poco de ayunos o de dietética.

     Estos casos contribuyen a predisponer a muchas personas en contra del ayuno aunque sean el resultado de la peor clase de ignorancia e inexperiencia. ¿Quién sino un ignorante daría a un caso diabético una comida de dátiles después de una semana de ayuno? Sin duda no se puede culpar al ayuno del resultado. Antes de que hablemos de «los males» y de «los peligros» de ayunar, asegurémonos de que estos realmente pertenecen al ayuno y no a otra cosa.

     Sinclair dice: «Conozco a otro hombre que rompió su ayuno con una hamburguesa  y esto es algo que tampoco se recomienda.» Tuve un paciente que rompió un ayuno de más de 20 días comiendo una libra y media de frutos secos el primer día. Aunque no se hizo daño, ni siquiera la más leve molestia, este método de romper un ayuno sin duda no es aconsejable.

     En algunos casos en los que se realizan esfuerzos por alimentar al paciente hacia el final de un ayuno prolongado, pero antes de que el hambre haya regresado, se ha observado un fallo en el funcionamiento del estómago. El Dr. Dewey menciona dichos casos, que fueron inducidos por los amigos o por los médicos a comer, y que fueron absolutamente incapaces de digerir los alimentos y vomitaban cualquier cosa que comieran. El ayuno fue reanudado y continuó hasta el retorno del hambre natural, con el resultado de que la digestión siguió su curso estupendamente.

Cuándo romper el ayuno

Los primeros higienistas decían: cuando la lengua esté limpia, el descanso tranquilo, la piel limpia, los ojos brillantes, no haya más dolor, y tenga un hambre terrible, puede escoger en la tienda los alimentos, descritos en las obras higienistas, que más le agraden y comerlos con moderación. Ese es un consejo sensato, pero falta información. Las indicaciones usuales para romper el ayuno (para ayudar a determinar la línea divisoria entre el ayuno y la inanición) son las siguientes:

     1) El hambre invariablmente retorna.

     2) El aliento, que durante toda o la mayor parte del ayuno ha sido repugante, se vuelve dulce y limpio.

     3) La lengua está limpia. La densa capa que la cubría durante la mayor parte del ayuno se desvanece.

     4) La temperatura, que puede haber sido más baja o más alta de lo normal, vuelve a la normalidad, y se mantiene así.

     5) El pulso se vuelve normal en tiempo y ritmo.

     6) Las reacciones cutáneas u otras reacciones se normalizan.

     7) El mal gusto en la boca desaparece.

     8) La secreción salivar se normaliza.

     9) Los ojos se vuelven brillantes y la vista mejora.

     10) Los excreta pierden su olor. La orina se vuelve ligera.

     Además de los signos usuales que muestran que es momento de romper el ayuno, el Prof. Levanzin incluye una sensación de buen humor y júbilo como una manifestación de que ha llegado el momento de terminar el ayuno. No se me ocurre mejor cosa  que citar la descripción de Carrington de las sensaciones del paciente en este estado. Dice (Vitality, Fasting and Nutrition, p.544), «Un rejuvenecimiento repentino y completo; una sensación de ligereza, y una buena salud invaden al paciente de forma irresistible; trayendo alegría y una sensación general de bienestar, y de la posesión de una gran energía.» La circulación mejora, como puede comprobarse con la reanudación del color rosáceo normal debajo de las uñas de los dedos. La rapidez mayor con que la sangre refluye hacia la piel es otra indicación del efecto rejuvenecedor del ayuno llevado a su fin.»

     La indicación básica de que el ayuno tiene que romperse es el retorno del hambre; todas las demás indicaciones que he enumerado son secundarias. A menudo una o más de estas indicaciones no están presentes cuando el hambre vuelve, pero no eviten romper el ayuno cuando hay una demanda inconfundible de alimentos, simplemente porque la lengua, por ejemplo, no esté limpia. Puesto que todos los signos no  siempre aparecen en todos los casos, no vacile en romper el ayuno cuando el hambre retorne.

HOJAS DE TRABAJO

Sección Rellene el espacio en blanco

1) Lo que ha ocurrido durante el periodo de ayuno casi no es tan importante como lo que ocurrirá cuando ________________________________________________.

2) Las sensaciones abdominales, o la sensación de debilidad, que normalmente se atribuyen al hambre, son causadas por ____________.

3) Sin alimentos que lo mantengan dilatado, el estómago se contrae;  los _____________ y el __________ hacen lo mismo.

4) Los desechos atrapados en los ______________ en el __________ son expulsados gradualmente durante el ayuno.

5) Los órganos de eliminación inician _____________________ heroica durante un ayuno prolongado.

6) Los métodos para romper el ayuno están diseñados para restablecer __________ _____________ y reactivar _____________

______________ que han estado descansando.

7) Si no se produce una acción peristáltica que impulse los alimentos a lo largo del tracto digestivo, puede producirse _____________.

8) Al final de la ____________ ___________, el ayunador debería ser capaz de tomar cantidades normales de alimentos.

9) Aquellos que tienen tendencia a comer en exceso después de los primeros días de comer deberían ____________:

Sección Verdadero o Falso

1) El final del ayuno es sólo el comienzo de la transición hacia una vida normal.

2) La duración del ayuno debería determinarse antes de que el ayuno empiece.

3) La mayoría de la gente nunca ha experimentado hambre auténtica.

4) Un úlcera gástrica requiere un ayuno de dos semanas.

5) Una supervisión adecuada e inteligente a la hora de romper un ayuno puede ser incluso más crítica que la supervisión del ayuno.

6) El higienista profesional está cualificado para hacer una «conjetura aproximada.» respecto a la duración probable del ayuno.

7) El hambre natural es una sensación incómoda.

8) Un ayuno debería terminarse durante una crisis.

9) La mayoría de los ayunadores no experimentan ninguna crisis durante el ayuno.

10) Después de que la alimentación se reanuda, la debilidad y el mareo desaparecen gradualmente.

11) Sólo hay un método correcto de finalizar un ayuno prolongado.

12) Los ayunos deberían romperse siempre por la mañana.

13) Después de un ayuno prolongado, la mayoría de la gente es capaz de tomar sólo cantidades pequeñas de alimentos durante varios días.

14) El ayuno nunca debería prolongarse más allá del retorno del hambre natural.

15) La mayoría de los ayunos se rompen prematuramente.

Sección Elección Múltiple

1) Lo siguiente se consideran «crisis» durante un ayuno:

     a) insomnio

     b) mal aliento

     c) malestar o dolor agudo

     d) lengua saburrosa

     e) náuseas y vómitos

     f) mareos

2) Durante el ayuno, los órganso de eliminación inician una operación de limpieza a través de :

     a) orina

     b) movimientos intestinales

     c) piel

     d) pulmones

     e) membranas mucosas

3) ¿Cuál de lo siguiente es más importante?

     a) aumentar de peso

     b) recobrar fuerzas

     c) restablecer la eficacia del funcionamiento del cuerpo

4) ¿Aproximadamente cuándo comienza a desaparecer la sensación de tener hambre a todas horas?

     a) 6 semanas

     b) 10 días

     c) 2 semanas

     d) 4 semanas

5) La química del cuerpo está determinada básicamente por:

     a) ejercicio

     b) sol

     c) alimentos

     d) aire puro

6) Para aquellos que comen alimentos cocinados, numere lo siguiente en orden de importancia:

     a) Reservar al menos algunos días para tomar alimentos crudos

     b) La dieta en conjunto no debería incluir más del 10% al 20% de alimentos cocinados.

     c) Nunca coma alimentos cocinados más de una vez al día -cómalos después de una gran ensalada cruda.

Sección Respuestas breves

1) ¿Qués una dieta de eliminación?

2) ¿Por qué es especialmente imprudente usar suplementos dietéticos después de un ayuno?

3) ¿Cuál es el verdero remedio para los males de la salud?

4) ¿Cuál es la mejor manera de romper un ayuno?

Sección Respuesta larga

1) ¿Por qué los ayunos se rompen prematuramente?

RESPUESTAS

Sección Rellene el espacio en blanco

1) se reanuda la alimentación

2) irritación

3) intestinos, colon

4) divertículos, colon

5) operación de limpieza

6) función intestinal, facultades digestivas

7) impacción

8) primera semana

9) restringida

Sección Verdadero o Falso

1) Verdadero

2) Falso

3) Verdadero

4) Falso. La duración de un ayuno no puede determinarse de antemano.

5) Verdadero

6)  Verdadero

7) Falso

8) Falso

9)  Verdadero

10)  Verdadero

11) Falso

12) Falso

13)  Verdadero

14)  Verdadero

15)  Verdadero

Sección Elección Múltiple

1) c y e son correctas

2) Generalmente, a través de todos los métodos nombrados excepto los movimientos intestinales, y a veces incluso ellos.

3) b y  c son correctas.

4) c es correcta. A veces lleva más tiempo, sobre todo si a la persona se le ha permitido comer en exceso.

5) c es correcta.

6) b es la No. 1; a es la No. 2; c es la No 3. Todas ellas son muy importantes.

Sección Respuestas breves

1) Una dieta de eliminación es una dieta baja en proteínas, carbohidratos y grasas que hace que las célulaes usen las reservas almacenadas para satisfacer sus requisitos diarios. Durante una dieta así, el cuerpo puede elimianr desechos tóxicos y desechos acumulados, pero nunca tan bien como en un ayuno.

2) Es especialmente imprudente usar suplementos dietéticos tras un ayuno porque el cuerpo es propenso a reaccionar violentamente cuando se tomen. Incluso si esto no sucede, el organismo está sometido al estrés de descomponer esas sustancias, intentando utilizar los nutrientes que puedan estar presentes, y eliminando los excesos y los productos de desecho.

3) El verdadero remedio para los males de la salud es la formación de nuevos hábitos, y la corrección completa del estilo de vida.

4) Las opiniones difieren respecto a cuál es la mejor manera de romper un ayuno, pero el requisito principal es usar alimentos simples y sanos y que el ayunador los ingiera de acuerdo a su limitada capacidad digestiva. Generalmente los supervisores higienistas de ayunos usan zumos de fruta recién hechos o cantidades muy pequeñas de fruta entera madura y cruda.

Sección Respuesta larga

1) Los ayunos se rompen prematuramente a causa de las limitaciones de tiempo (el ayunador debe volver al trabajo y cumplir otras obligaciones; o no puede «permitirse» permanecer en un centro para ayunar durante un periodo indefinido). O el cuerpo puede indicar que su energía vital y sus recursos se han agotado de tal manera que sea necesario interrumpir el ayuno (el supervisor de ayunos debe estar cualificado para reconocer estas señales). O el ayunador puede tener que poner fin a su abstención -mental o emocionalmente. Estas consideraciones subrayan la importancia de una supervisión profesional del ayuno.