Lección 101 – La posibilidad humana: estilo de vida para salvar nuestro planeta 

UNIDAD 101: LA ESPERANZA DE LA HUMANIDAD: CONCILIAR SOCIEDAD, CULTURA Y ESTILO DE VIDA PARA SALVAR NUESTRO PLANETA.
TEMA: «Puede que sea hora de que aprendamos» (Harry Flynn)
INSTRUCTORA: Margaret Flynn

·        Índice de la unidad

·        Introducción

·        Presentación de la unidad

·        Resumen

·        Material de lectura recomendado

·        Textos suplementarios

«No hay nada como el hogar» (Dorothy, en el Mago de Oz)

ÍNDICE

I.      INTRODUCCIÓN

II.   VIDA

A.          Naturaleza humana: la mente y evolución de la consciencia.

B.          Sueños

C.          «Un penique por tus pensamientos»

D.          La fuerza vital

E.          ¿Qué hora es?

F.          «El tiempo es de esencia»

G.          Pensadores vegetarianos

I.      LIBERTAD

A.          Es un don ser simple, es un don ser libre…

B.          Tenemos que vencer

C.          Alargar la mano para tocar a alguien

D.          Libertad económica: ¿una peseta ahorrada es una peseta ganada?

E.          Noticias sacadas del periódico sobre economía

F.          Extractos sobre resistencia a los impuestos sobre la guerra

I.      Y LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD

A.          Interacción humana: es cosa de dos

B.          Paz en la Tierra, Buena voluntad a todos …

C.          Inviernos nucleares

D.          Pacifismo

TEXTOS SUPLEMENTARIOS:

A. ¿De quién es la culpa? La libertad incluye nuestro derecho a un medio ambiente puro

B. Peligros de la radiación

CONCILIAR LA NATURALEZA HUMANA Y LOS RECURSOS PARA SALVAR NUESTRO PLANETA De Margaret Flynn

I.      INTRODUCCIÓN

Una vez que hemos completado la increíble tarea de condensar en dos unidades la ecología de la Tierra y los millones de procesos vitales interrelacionados, podemos dar un suspiro de alivio. En estas tres unidades de «supervivencia», me he encontrado en una situación difícil: quería ser lo suficientemente exhaustiva como para abarcar una amplia gama de temas medio ambientales (y otros) relacionados con la supervivencia, pero debido a la increíble cantidad de temas relacionados y al espacio limitado, me he visto obligada a «diluir» un montón de material para evitar que el asunto se me fuese de las manos. También me di cuenta de que muchos de nosotros ya estamos familiarizados con muchos de los problemas de nuestro planeta y no quería agobiar a nadie con un diluvio de los mismos hechos negativos de siempre. Sin embargo, al resumirlos y considerarlos como un todo (lo única forma real de estudiarlos) los vemos de una forma nueva y diferente.

Con cuanta más amplitud percibamos el espectro de la realidad, más informados estaremos y más conocimiento podremos compartir con los demás. Los héroes, como las personas que aparecen en el momento justo para sacar del agua a un niño que se está ahogando, están en todas partes: sólo esperan que les pidamos que nos echen una mano. Hay pocos instintos humanos más hermosos que el verdadero heroísmo: sin compasión, este sería un mundo realmente frío y duro.

Ya que los posibles héroes están en todas partes, esperando a ayudar, nuestra tarea es comenzar a pedir y saber qué pedir, propagar la noticia entre el pueblo. Debemos ser lo suficientemente sensibles como para describir la verdadera situación, y lo suficiente fuertes como para hacerlo sin ese miedo y pesimismo que los mecanismos psíquicos entumecidos de las personas hacen saltar para bloquearlo todo. A pesar de nuestra aversión por las malas noticias, la mayoría de nosotros agradecería que se le dijera que estamos en mitad de la carretera y que un autobús se dirige hacia nosotros: cuando las personas saben que son necesarias y lo que deben hacer, los héroes aparecerán uno tras otro.

Conforme los efectos destructivos de nuestra era industrial se van haciendo más evidentes y vamos viendo cómo nuestro antiguo medio ambiente puro y prístino se deteriora y más armas mortales se acumulan entre nuestros verdes valles y colinas, aquellos lugares a los que soñábamos llamar «hogar» están siendo amenazados, dañados o destruidos. Nos sentimos traicionados, y cada vez nos unimos más para proteger nuestras vidas y las de nuestros niños: ahora nuestra propia supervivencia depende de este esfuerzo de colaboración.

Esta unidad abarca comentarios sobre la supervivencia y responsabilidad de nuestro destino, pero por supuesto de ninguna forma acaba ahí. Más bien, nos deja con el reto definitivo: el hacernos realmente responsables, el hacer: conciliar todo nuestro conocimiento, fe, esperanza y amor en una fuerza lo suficientemente fuerte como para salvar nuestro planeta.

Al hablar de supervivencia nos referimos al espíritu positivo de cooperación entre todos los seres vivos para preservar la vida. Dejemos claro desde el principio que nuestro concepto de supervivencia de ninguna forma incluye a aquellos denominados supervivientes que defienden el almacenamiento de armas y los alimentos de «supervivencia». Nada podría estar más lejos de nuestra imagen de supervivencia. Un enfoque egoísta no sólo no hace nada para ayudar a la vida que hay en el planeta o para limpiar el medio ambiente en el que se genera toda clase de vida. Además, se basa en el absurdo espejismo de que uno puede «protegerse» a sí mismo en primer lugar en un mundo donde la propia vida no puede sobrevivir. Nosotros somos la Tierra: es nuestra mayor expresión, el organismo en el que estamos incluidos. Si nosotros queremos sobrevivir, la Tierra también debe hacerlo. Nuestro objetivo es lograr un completo bienestar, porque sólo con un bienestar total pueden estar bien y florecer las distintas partes.

Aquellos que están pensando en guardar armas para «luchar con lo que quede» se llevaran una amarga desilusión cuando se enfrenten a la realidad de un mundo así y serán como ratas que luchan por el último bocado de comida en una jaula: atrapadas juntas. El miedo y el terror que habría en el mundo que ellos crearían sería mucho mayor que cualquier miedo al hambre, o incluso a la muerte, que podamos imaginar. Incluso la muerte en nuestro mundo de vida sería preferible a la llamada «vida» en su mundo de muerte. Pero dejemos estos pensamientos para la realidad y recursos del último momento, porque ahora debemos concentrarnos en la supervivencia de la vida.

Si estuviésemos en una habitación oscura y se abriera sólo una rendija de la puerta, la luz entraría, y aunque volviésemos a cerrar otra vez la puerta, nunca olvidaríamos esa luz. Igual ocurre con la verdad. Si queremos saber qué hay al otro lado de la montaña, podemos preguntarnos e imaginar o podemos subir a la cima y verlo por nosotros mismos: supone más trabajo, pero el esfuerzo merecerá la pena. Ni siquiera tenemos que ser «expertos» para ver la verdad por nosotros mismos, ni para apreciar la vida y contemplar sus maravillas: incluso cuando nuestro «conocimiento» es limitado. Todos tenemos este don especial: la prudencia, instinto e intuición no se aprenden en los libros.

Por tanto, no es «quién» somos o cuánto «sabemos» lo que determina nuestra capacidad para contribuir: lo que importa es qué hacemos con nuestros pensamientos, intuición y energía en lo que se refiere a la evolución y cambio. Si lo duda, eche un vistazo a lo que algunas de las personas de las que se dice que tienen «riqueza, influencia, poder o inteligencia» hacen con sus vidas y con las de los demás —y a lo que no hacen—: algunos de ellos simplemente se limitan a perpetuar los problemas de nuestro mundo.

Imagine que está cerca de un gran incendio y rodeado por personas con conocimiento, riqueza, influencia y poder. La verdad es que lo único que necesita para apagar el fuego es agua y acción.

Viejas excusas para la inercia:

En este momento ya las conocemos todos. He aquí algunas de mis favoritas:

·        Se me han pegado las sábanas.

·        Estoy muy ocupado.

·        Es muy tarde.

·        No tengo tiempo.

·        Lo haré después (mañana, etc.)

·        Alguien más lo hará

·        Es lunes (martes, etc.)

·        No es culpa mía.

·        No es mi problema.

·        Llámame cuando sea realmente urgente.

·        No me llames, ya te llamaré yo.

·        Necesito tiempo para pensarlo y hacer más preguntas a los «expertos».

·        No me importa.

·        No sé cómo ayudar.

·        No puedo…

II. VIDA

A. Naturaleza humana: la mente y evolución de la conciencia.

Podemos observar la forma física del cerebro y aprender sobre sus funciones. Sin embargo, aún tenemos mucho desconocimiento sobre cómo funcionan los procesos mentales y quedan muchas preguntas sin respuesta sobre la percepción y estados de conciencia y sobre cómo evolucionan a partir de la «convergencia» y «fusión» de nuestras realidades físicas y no físicas. Al menos algunos de nosotros sabemos que un cuerpo sano y una mente sana van de la mano, y que las desviaciones de la salud física fomentan las desviaciones de la salud mental.

Algunos científicos dicen que la parte izquierda del cuerpo controla la parte derecha del cerebro, y que este hemisferio derecho está muy vinculado con los sentimientos,  emociones, intuición, pensamiento subconsciente, instinto y las tendencias creativas innatas, como la música, etc. La parte derecha del cuerpo controla la parte izquierda del cerebro, que se relaciona con el pensamiento racional, análisis, conceptuación, lógica y pensamiento cognitivo (consciente). El derecho depende del izquierdo para la formación del discurso; el izquierdo lo expresa oralmente. Los estudios sobre las personas aprensivas muestran que la parte izquierda de su cerebro genera un exceso de actividad comparada con las del cerebro de los que no aprensivos (los aprensivos también exhiben un nivel más bajo de ondas alfa —una forma de medir lo relajada que está una persona). Los científicos aún no están completamente seguros sobre todas las áreas específicas del cerebro. Por ejemplo, muchos aún consideran que los lóbulos frontales son una de las partes más misteriosas del cerebro humano. Una leve estimulación eléctrica de otras partes del cerebro hace que la persona mueva la mano o un dedo, que gire la cabeza o vea destellos de luz, pero a los científicos les es muy difícil vincular esta vasta y «silenciosa» área (lóbulos frontales) con un movimiento o sensación particular. Cuando se realizaban lobotomías —gracias a Dios, pasaron de moda en los años 60— los cambios evidentes que padecían sus víctimas sugerían que los lóbulos frontales controlan capacidades tan importantes como el conocimiento de uno mismo, la capacidad de iniciativa, de planificar y sintetizar. El lóbulo frontal izquierdo parece que procesa la información sobre las formas.

Eugene D’Aquili, un psiquiatra interesado en la relación entre filosofía y neurobiología, dice que los sentimientos fuertes activan una parte determinada del hemisferio derecho del cerebro («el cual abarca de forma instantánea la totalidad»), impulsando así nuestras mentes hacia una realidad «distinta». Afirma que algunas personas padecen el estado alterado que él denomina «Ser Unitario Absoluto» en el que «el tiempo permanece inmóvil», y sólo ven la totalidad de una situación dada o realidad psicológica, y tienen una sensación de absoluta y completa unidad —de sí mismos, del cosmos— causada, según él, cuando «de forma perceptible, la región parietal occipital derecha prácticamente oblitera el resto del cerebro». Dice que esta experiencia puede generar un sentimiento religioso o agnóstico (dependiendo de la interpretación del individuo), pero que todo el mundo que pasa por ella está absolutamente seguro de que existe el campo trascendente y absoluto de las cosas. Además, este autor dice que «puesto que la mayoría de los psiquiatras y médicos realmente saben muy poco sobre los estados místicos» le suelen remitir gente. Por ejemplo, él ve personas que «no parecen tener verdaderos trastornos de pensamiento, pero que están desequilibrados por un sentimiento negativo generalizado en el que la vida y el universo se perciben sin propósito alguno; no están clínicamente deprimidos o trastornados, pero buscan alivio, alivio para su convencimiento de que el estado en que están es la realidad definitiva: para poder seguir viviendo, su sufrimiento les hace desear que le enseñen que se trata de una ilusión.»

Según d’Aquili, para aquellos que han experimentado ambas realidades —la realidad del mundo cotidiano/ciencia objetiva y la realidad del «ser unitario trascendente»— el problema no es reducir uno a otro, puesto que estas personas afirman saber que ambos son reales, sino, más bien, «reconciliar lo que perciben como dos percepciones radicalmente diferentes de la realidad.»

En la unidad 90, comentamos algo sobre los estados de conciencia, y puede que quieran repasar brevemente esta sección antes de continuar. Precisamente, es la concepción errónea de que nuestros estados del ser físicos, mentales, psicológicos, espirituales y colectivos son algo totalmente «diferente» lo que ha generado la gran confusión que mucha gente siente en esta época de introspección y transición hacia una conciencia más elevada. Con un estudio más exhaustivo podemos ver que juntos conforman todo nuestro ser y que son partes de un todo unificado, al igual que la noche y el día parecen «totalmente diferentes» pero están vinculados inseparablemente en un solo ciclo completo. Hasta que no entendamos y aceptemos este concepto de unidad total, nos seguiremos sintiendo confusos ante nuestros dispersos sentimientos, y nos será difícil integrar todos nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias en algo que tenga algún parecido con el orden y comprensión: un sentido de unidad. Recuerde, integrar nuestros pensamientos no tiene por qué significar definirlos o catalogarlos; más bien, es dejarlos que fluyan, sintetizando nuestras impresiones en una experiencia que podamos entender y considerar como un todo. Lo mejor es darle mucha más libertad y espacio al subconsciente intuitivo porque, con demasiada frecuencia, están aprisionados por los pensamientos conscientes. Hay que encontrar un sutil equilibrio, y cuanto más complicadas son nuestras mentes, más necesitamos encontrar este equilibrio, por nosotros mismos y por nuestra tranquilidad mental. Es irónico que en el mundo actual abarrotado de nuevas noticias, información, personas, caras y otras distracciones, cuanto más dispersos nos sentimos, más nos arriesgamos, también, a disipar nuestra valiosa energía vital. Nuestra «atareada» naturaleza puede descentrarnos si no aprendemos a enfrentarnos con nuestros acelerados estilos de vida. Cada uno de nosotros tiene una solución diferente a toda la complicada información que procesamos y emitimos, pero todos podemos obtener beneficios de una simplicidad general: aprendiendo cómo llegar al punto de claridad para poder ver todo el cuadro a través de capas y capas de ideas.

Como dijimos en la unidad 90, también debemos evitar entusiasmarnos tanto con la «gimnasia mental» y dedicarnos tanto a analizar nuestro consciente y pensamientos racionales que impidamos que los intuitivos mensajes del subconsciente puedan «atravesar» todas las capas y alcanzarnos. A veces nos dejamos llevar tanto por el apasionado deseo de «expandir» nuestro consciente que nos quedamos atrapados en las técnicas y podemos dejar pasar verdades obvias entre tanta pompa y solemnidad. Es como si tenemos un apetitoso melocotón maduro enfrente de nosotros y pasamos horas buscando un plato en el que ponerlo y comerlo, cuando realmente lo único que tenemos que hacer es ponerlo en nuestra boca, así de simple.

A menudo obviamos las cosas simples de la vida porque estamos deslumbrados por las cosas que llamamos complejas. Nuestro mundo de artilugios, hechos «científicos» y cifras nos incita a esperar complejidad y a buscar la verdad con complicadas ecuaciones. Hemos llegado a esperar mucho ruido y pocas, o muchas, nueces; el ser humano es curioso por naturaleza: todos aprendimos la famosa palabra por qué cuando éramos pequeños. Probablemente sea una de las preguntas que más se hacen. Queremos saber.

Stanley Bass dijo una vez que para los primeros Científicos de la Vida/Higienistas la vida abarcaba la totalidad del ser de una persona, incluyendo la mente y el espíritu. Sin embargo, en los años 20, los escritores comenzaron a prescindir de aspecto inspirador, espiritual (del espíritu) de la Higiene Natural porque estábamos entrando en la era «científica» y los médicos Higienistas no querían que los consideran «charlatanes» o gente rara. Para él era una vergüenza, porque pensaba que es la inspiración lo que hace que la gente cambie: más que los hechos por escrito.

Aunque hace poco que yo me encontrado con sus declaraciones, desde que comencé a escribir he sentido la necesidad incontrolable de incluir el campo no físico de nuestras mentes y espíritus en nuestros comentarios, no sólo porque son una parte tan fuerte del ser y de la realidad de todo el mundo, sino porque una vez que las verdades dietéticas que hemos aprendido se han convertido en un hábito, aún necesitamos algo nuevo a lo que dirigirnos. Como hemos dicho, cuando cambiamos a una dieta/estilo de vida puros, el crecimiento de la conciencia es inevitable. Por tanto, cuanto más comprendamos nuestras mentes, mejor nos irá. Cuando intentamos atender únicamente nuestras necesidades físicas se produce un vacío o hueco, y yo estaré más que contenta de intentar llenarlo.

Es curioso que, en la actualidad, la mayoría de nosotros estamos al día en política y cine, conocemos los nuevos modelos de coches, los último en arte o literatura —sea lo que sea en lo que estemos interesados— pero se habla relativamente poco (en comparación) sobre la energía síquica de nuestras mentes. Aquellos de nosotros que nos interesa el tema solemos encontrar una falta de información, en contraste con la cantidad de hechos disponibles sobre televisión, ingeniería aerodinámica o simple aritmética, por ejemplo. Las personas hacen alusiones a esta energía, pero parece que no hay mucho consenso general sobre las explicaciones «científicas» de los fenómenos no físicos de la mente. Parece que aún no se da por cierta la energía psíquica, al no menos en el sentido en el que algo como la televisión se da por sentado (aunque la televisión también implica ondas invisibles a simple vista y conceptos que van más allá de la realidad física con la que la mayoría de nosotros estamos familiarizados). La razón por la que tenemos televisión es que las personas compartieron sus conocimientos hasta que se unieron los conceptos científicos y los aspectos tecnológicos. Poco a poco, los distintos datos de información y partes se unieron hasta que la televisión se convirtió en una realidad. Hasta que no compartamos nuestro conocimiento sobre lo que está pasando en nuestras mentes, nuestro conocimiento será limitado. Los paradigmas sólo emergen cuando sintetizamos el conocimiento.

Quizá hayamos experimentado una intuición inusual, sueños precognitivos u otros fenómenos no físicos, pero no sabemos con quién podemos compartirlos. Después de todo, no todo el mundo tiene la mente abierta: puede que dudemos en contarle estas cosas a cualquiera. Hasta que no haya cada vez más personas que se abran y sean conscientes de que estos fenómenos sí que existen y hablemos sobre nuestras experiencias, estos fenómenos seguirán sin ser reconocidos o no comprendidos. Dudo que los cavernícolas hablaran sobre la reforma de los impuestos, biología molecular o sobre su tensión sanguínea —la mayor parte de la «realidad» que en la actualidad damos por sentada ha necesitado años para alcanzar su «forma» actual— Para los primitivos, un coche sería tan «inesperado» y «milagroso» como hoy en día  lo es para nosotros la percepción extrasensorial. Conforme cada vez más personas cuenten sus historias, se ampliará nuestro conocimiento de la realidad no física y será una «segunda naturaleza» para nosotros —la consideraremos tan normal y una parte tan básica de nuestro ser como lo es el respirar, comer, dormir, etc.— Con los años, hemos adquirido un conocimiento general de cómo funcionan nuestros organismos. Aunque aún hay mucha gente que no se nutre adecuadamente, la mayoría de nosotros conoce algunos hechos básicos sobre fisiología: por ejemplo, si nos rascamos y aparece algo rojo, sabemos que es sangre de las venas, y que el bum-bum que escuchamos en nuestro pecho es el del corazón que late dentro. Ahora damos estas cosas por sentadas, pero debemos admitir que nuestros cuerpos y su contenido sería algo muy misterioso para nosotros si no tuviésemos detrás estos años de conocimiento.

Es una pena que con tanta frecuencia se hay mal interpretado y juzgado mal a los pioneros de la mente, conciencia y realidad no física, y que a veces incluso ellos mismos se hayan equivocado al no entender lo que veían o percibían. Siempre que una persona ha sido diferente de la «mayoría», también se le ha llamado anormal, si no loca o cualquier otra cosa que los demás consideraban adecuada. Si no nos gustara tanto juzgar y no estuviésemos tan preocupados comparándonos con otros y a los otros con nosotros, podríamos utilizar la simple palabra «diferente» como un sustituto para todas esas palabras: es una forma más agradable de decir «excéntrico».

B. Sueños

«Puedes llamarme soñador, pero no soy el único» (John Lennon)

En la unidad 90 hablamos sobre experiencias oníricas inusuales, pero podemos añadir unas cuantas notas sobre esta dimensión del conocimiento, puesto que ocupa, más o menos, 1/3 de nuestras vidas y está claro que es mucho más que una «fantasía onírica». Al igual que las personas no comenzaron a explorar el océano hasta que tuvieron barcos, esa gran masa de agua siguió siendo un misterio, también nosotros nos hemos vistos limitados en la exploración de nuestra mente y sueños por carecer de un «vehículo» que nos lleve allí o, mejor dicho, del conocimiento que necesitamos para manejar un «vehículo no físico» en una realidad no física. Los sueños no son más que uno de esos vehículos.

Algunos de nosotros ya hemos comenzado a cruzar las fronteras y nos estamos familiarizando con las «dimensiones» de la mente. Otros hemos llegado, pero no estamos seguros de en qué «país» estamos; otros seguimos buscando un lugar donde aparcar y hay quien aún no ha dejado el «hogar» (nuestro cuerpo físico). Al igual que a los niños superdotados se les suele asignar más tareas de aprendizaje que al resto de sus compañeros cuando se reconoce que su inteligencia es especial y avanzan más rápido, también aquellos dotados de una sensibilidad excepcional entran en el inexplorado territorio de la mente mucho antes que los demás. De igual forma que el primero en crear cualquier fórmula matemática o científica fue una (o varias) mente ingeniosa, así también nosotros somos pioneros de la mente al descubrir nuevos mundos más allá de las cosas físicas, tangibles, que podemos ver, oler, saborear y tocar. Si estas realidades, ondas y energía —invisibles ante el simple ojo— no existiesen, no tendríamos satélites, radios, microondas, etc. Antes de que nuestro mundo físico pudiese «aprovechar» estas realidades, alguien tuvo que tener intuición y creer en lo que no podía ver. Antes de poder pensar en entender las realidades no físicas en nuestro mundo, debemos trascender los límites de nuestro mundo físico y creer en cosas que no vemos con nuestros propios ojos.

En un sueño «lúcido», el soñador es consciente de que está soñando y algunas veces incluso puede controlar o influir sobre el sueño. La mayoría de la gente no relaciona de forma consciente la realidad la vigilia y la del sueño, pero los soñadores lúcidos pueden hacerlo. Esto ha sido demostrado por científicos que trabajan en laboratorios donde se estudia el sueño y las fases oníricas.

El Dr. Stephen LaBerge aprendió y enseñó a otros a despertar dentro del sueño y piensa que el sueño lúcido puede cambiar la calidad de vida. («Piense en la importancia de ser capaz de imaginar vivamente cualquier cosa que pueda concebir, y después, experimentarla —comenta— Eso nos libraría de muchas restricciones».) LaBerge, que comenzó estudiando física química, encontró las primeras referencias sobre el sueño lúcido en la literatura del budismo tibetano; después, y de forma espontánea, experimentó un sueño lúcido. Conforme estudiaba la limitada literatura científica sobre el tema, se dio cuenta que había tenido esa clase de sueños cuando tenía seis años. Tras descubrir una «técnica» que a él le funcionaba, pudo lograr unos 21 sueños lúcidos al mes. Para demostrar que realmente controlaba sus sueños, decidió enviar una señal con los ojos mientras dormía. En el laboratorio, lo conectaron a un complicado polígrafo (uno diseñado especialmente para los sueños) y se quedó dormido preparado para enviar la señal establecida al investigador que controlaba la máquina. El sueño lúcido le llegó tras siete horas de sueño y decidió enviar la señal. El investigador vio como el bolígrafo registrador se movía sobre el polígrafo: el experimento se repitió con éxito muchas veces. Sin embargo, como LaBerge sabía que incluso los músculos paralizados del sueño activo sufren espasmos de vez en cuando, preparó el polígrafo para que registrara la actividad eléctrica de los músculos de sus muñecas. Entonces, durante un sueño lúcido, apretó el puño izquierdo de su cuerpo dormido cuatro veces, el puño derecho una vez, y el izquierdo dos veces más. El polígrafo mostró las pautas: había deletreado sus iniciales, S.L., en código Morse: el sueño lúcido se convirtió en un hecho científico. Estudios recientes muestran que es probable que un 1/3 de la población experimente al menos un sueño lúcido de vez en cuando.

LaBerge dice que el primer paso es recordar los sueños. Después, cuando logre incorporar una sugestión anterior al sueño en el sueño (si, por ejemplo, se dice a sí mismo que quiere ver su mano en el sueño y consigue hacerlo), habrá cruzado la frontera y será capaz de conectar sus realidades de vigilia y del sueño con los estados de consciencia. Aquellos que no se sientan lo suficientemente disciplinados para utilizar técnicas y llegar a estas experiencias pueden estar seguros de que si quieren, lo lograrán —de una u otra forma—. Yo he tenido sueños lúcidos y precognitivos en muchas ocasiones sin «intentarlo»: simplemente aparecen (probablemente mucho antes de que yo me diese cuenta). Aquellos que puedan utilizar las «técnicas», deberían hacerlo.

LaBerge dice que los sueños pueden ser talleres de creatividad y desarrollo. Aunque a menudo los sueños son lo que él denomina «melodramas repetitivos» en los que «por costumbre nos confinamos en una prisión de autolimitación» (supongo que si lo hacemos mientras estamos despiertos, también lo haremos mientras estamos dormidos). «El sueño lúcido —afirma— ofrece una forma de salir del sueño dentro del sueño». Por ejemplo, un soñador lúcido que tenga una pesadilla podría elegir entre escapar o intentar resolver los miedos que le persiguen. Ninguna de estas opciones se nos ofrece en un sueño ordinario. Muchos de nosotros hemos experimentado pesadillas de las que teníamos tantas ganas de salir que lo conseguimos: eran experiencias de sueño lúcido, porque en ese momento éramos conscientes de que estábamos soñando.

LaBerge afirma que el sueño lúcido también puede ofrecer apoyo psicológico al discapacitado; mientras está despierto, el paralítico no puede andar, pero en sus sueños puede bailar y volar, lo que le ayuda a superar su discapacidad física en su vida interior.

LaBerge lo dice del siguiente modo: «Tu vida de vigilia ya es lo suficientemente breve. Si el sueño la acorta en 1/3, ¿también quieres dormir en tus sueños?»

Si podemos aprender a «combinar» o mezclar nuestras realidades de vigilia y de sueño, una completa nueva dimensión se abrirá ante nosotros; una nueva oportunidad para adquirir más conciencia y conocimiento. Entonces, podremos tomar la decisión consciente de ir más allá de nuestra realidad y cuerpo físicos para entrar en el campo de lo no físico, y en potencia, encontrar allí información (como comentamos en la unidad 90) que no podemos encontrar en nuestro mundo físico normal («vigilia/consciente»). Deberíamos utilizar cada herramientas que tengamos, ya sea física o mental, para aumentar nuestro conocimiento. El sueño es subestimado por muchos de nosotros como una opción con la que desarrollar nuestras vidas y como el maravilloso viaje fuera de las fronteras físicas de nuestro cuerpo que es en realidad: una oportunidad de sentir nuestra existencia (del espíritu) más allá de nuestro cuerpo físico…

C. «Un penique por tus pensamientos»

También en nuestra vida de vigilia tenemos muchas más opciones de lo que la mayoría de nosotros pensamos. Me gustaría compartir con vosotros algunos extractos del número de mayo de 1984, de la revista Acres, U.S.A, sacados de una entrevista con el Dr. Phil Callahan (un entomólogo y ornitólogo mundialmente conocido y que en los años 40 también era especialista en navegación y electrónica). En estos artículos se tocaban varias temas, uno de los cuales era una breve mención al circuito cerebral. Cuando se le preguntó sobre la transmisión de pensamientos y cómo se podía producir entre marido y mujer o entre familiares cercanos, Callahan dice:

«Supongamos que una madre está en Estados Unidos y tiene un hijo en Vietnam. De pronto, el hijo es herido y ella lo sabe al instante. Esto se ha verificado en todas las guerras. Una de las mejores formas de verificar la existencia de la percepción extrasensorial son, en mi opinión, los casos de estudios sobre las experiencias traumáticas que se producen en tiempos de guerra. El circuito eléctrico cerebral del hijo es muy similar al de la madre: tiene el 50% de sus circuitos. Por tanto, su cerebro manda un montón de energía. Si se puede explorar la Tierra desde un satélite con una longitud de onda 10 hasta –17, no hay razón por la que el cerebro no mande más de esa cantidad. De hecho, yo diría que probablemente el cerebro mande una longitud de onda entre 10 y –12; y 10 y –17 vatios es menos. No obstante, puedes hacer una película de TV y transmitir algo desde un satélite a la televisión con 10 a –17, y eso es un trillón, trillón de vatios. La señal de longitud de onda 10 a –9 que emite el cerebro es ciertamente más fuerte y le daría la vuelta al mundo 40 veces. Por supuesto, en la naturaleza, las señales dan la vuelta al mundo. Usted tienen lo que se denomina «Resonancia Shuman»: son unos armónicos producidos por destellos luminosos que dan la vuelta al mundo entre 8 y 20 ciclos, y ¡quién sabe lo que controlan!. Usted posee miles de destellos luminosos que van por  todo el mundo, la ionosfera por arriba y la Tierra por debajo actúan como un gran cavidad ahuecada. Así, estas frecuencias quedan atrapadas en esta cavidad y dan vueltas y vueltas. Entonces puede sintonizarlas. Nicola Tesla lo hizo. Envió ondas alrededor del mundo. Sin duda estaba utilizando la Resonancia Schuman para hacerlo. Iba por delante de su tiempo. La resonancia Schuman no se descubrió hasta hace 15 años, pero Tesla ya lo hacía en 1890.»

El electroencefalograma mide la actividad de las ondas cerebrales. En la actualidad, los científicos tienen claro que estas ondas existen y muestran varios niveles de «energía». Muchos de los que creen en la transmisión/recepción de pensamientos piensan que probablemente dependa del nivel de sensibilidad, consciencia y receptividad del individuo. Llegados a este punto, el reconocimiento de la transmisión/recepción de pensamientos puede que dependa de estas cosas, pero la transmisión/recepción real se produce constantemente, ya seamos conscientes o no de ella. (Al igual que la sangre se mueve por las venas ya lo notemos o no, también la longitud de onda de nuestro pensamiento puede moverse por el espacio independientemente de que nos demos cuenta de que algo está pasando. Los que creen en este fenómeno lleva sabiéndolo años, aunque aún hay muchos escépticos. Puede que éstos no hayan tenido experiencias personales ni conozcan a nadie que las haya tenido: el que haya experimentado estas sensaciones no necesita que le convenzan. Yo he reconocido (y experimentado) transmisiones/recepciones de pensamientos comprobables las suficientes veces como para ser una firme creyente. Incluso cuando esas cosas ocurren sólo una vez en la vida, alterará nuestra perspectiva de la vida como pocas otras experiencias pueden hacer. La verdad es evidente por sí misma.

Ya sabemos que podemos «captar» ondas que no podemos ver para hacer que salgan imágenes por televisión o sonidos por la radio; no obstante, todavía hay quien duda de que los pensamientos se pueden transmitir o recibir. Simplemente porque no podamos «explicar o entender toda la física» involucrada, o aún no tengamos los suficientes conocimientos para controlarla nosotros mismos en cierta medida, no significa que la transmisión de pensamientos no exista. Ya hemos visto que existen muchas cosas de las que no tenemos conocimiento de que existen. Por ejemplo, la vida microscópica está claro que existía antes de que la viéramos en los microscópicos.

En la actualidad, aceptamos con facilidad la realidad de las ondas de televisión, radio, las señales telegráficas, microondas, etc., pero hace un siglo la gente se hubiese reído de estas ideas (o quizá hubiesen etiquetado a su precursores de «brujos»). Las personas inteligentes pueden haber tenido una mente lo suficientemente abierta como para pensar que estas ideas al menos eran concebibles o quizá posibles «en el futuro», cuando hubiera más conocimiento disponible. En la actualidad, las personas también aceptan fácilmente las siguientes (y otras) realidades: que los surcos en un disco (o que una fina y delgada cinta en un cassette) producen música; que los rayos X hacen fotografías de cosas que no podemos ver con nuestros ojos; que los sensores de radar captan objetos; que las cámaras de fotos «hacen fotografías», que los láseres pueden, entre otras cosas, hacer agujeros en los objetos; que los microchip informáticos que casi no podemos ver guardan miles de bits de información; que con el teléfono podemos hablar con personas que están a miles de kilómetros de distancia y que el poder del átomo (que también es invisible para nosotros) en la energía nuclear tiene la capacidad de destruir nuestro planeta. ¿Que tal eso como ejemplo de la inmensa energía física que puede haber en un elemento tan pequeño que ni siquiera podemos ver?

En nuestra vida de vigilia, consciente, aprendemos lo que queremos aprender y avanzamos (o degeneramos) a nuestro ritmo individual: igual ocurre con las dimensiones místicas. Al igual que cuando un niño pequeño va en un coche (que algún día aprenderá a conducir) se siente feliz tocando todos los botones al azar (a veces con el miedo de papá y mamá), así somos nosotros cuando se trata de nuestro nivel de conocimiento y consciencia. Aún tenemos que aprender un montón, pero el conocimiento e inteligencia que necesitamos para «evolucionar» están tanto en nuestro interior como en el exterior. Recuerde también que al igual que ocurre con cualquier clase de capacidad, la capacidad para interpretar la realidad «paranormal» es claramente diferente: serán de esperar errores y confusiones, incluso en las personas dotadas, y también algunos «charlatanes», al igual que ocurre con cualquier talento o habilidad creativa. Nosotros estamos dando nuestros pasos de bebé hacia el mundo de la psique, descubriendo que nuestros espíritus no se limitan, como nuestros cuerpos, al campo de lo físico.

«Suspendido en lo físico y, no obstante, yo estoy más allá de esta piel, de estos ojos, y no puedo olvidarlo.»

Sólo tenemos que imaginar lo libres que podemos estar en nuestros espíritu: sólo hemos comenzado. Al igual que los bebés miran a su alrededor con esa mirada de «así es que aquí es donde estoy», también a nosotros nos asusta la dimensión de conocimiento y realidad recién descubierta, y nos preguntamos hasta dónde podremos llegar. El hecho de que podamos contemplar la vida en toda sus maravillosa plenitud es prueba suficiente de que somos espíritu —hemos superado los límites de nuestro estado físico—: al ser espíritu y cuerpo, siempre hemos estado en el estado no físico, incluso antes de que nos «diésemos cuenta».

La declaración de Phil Callahan sobre el poder que tienen nuestras ondas cerebrales para darle la vuelta al mundo «40 veces» tiene unas profundas implicaciones para nosotros y añade toda una nueva dimensión a nuestra realidad. Recuerde cuantas veces hemos nos hemos preguntado, desesperados: «¿Pero qué puedo hacer yo, una sóla persona, para cambiar el mundo?» (De nuevo nos tenemos que dar cuenta de que la verdad es que todos estamos haciéndolo ya). Cuando nos sentimos frustrados y superados por los problemas que vemos, con frecuencia nos sentimos «tan pequeños» en este gran mundo, y muy solos. A veces incluso nos preguntamos si acaso no somos los únicos que se preocupan. Quédese tranquilo, porque no lo es: compartimos estos sentimientos entre nosotros, ya seamos conscientes de ello o no. Debido a que vivimos en una época tan inestable (desde el punto de vista nuclear, ecológico, etc.), el hecho de que aún estemos aquí no es en absoluto un milagro pequeño. Una de las cosas que mantiene unido al mundo en este preciso momento (y desde el comienzo de la era nuclear) es la tremenda voluntad colectiva de vivir y sobrevivir (a lo que se ha llamado nuestro más profundo y fuerte instinto) que se expande en cada momento, cruzando el planeta una y otra vez con su mensaje: queremos vivir en paz y con tranquilidad. El que aún estemos aquí es el resultado de la manifestación colectiva de la energía que hay en nuestro interior para generar nuevos estados del ser, para progresar y crecer, para explorar nuestro universo, mente y espíritu. Estamos cansados de desperdiciar nuestro valioso tiempo y vida en el vano esfuerzo de la guerra, odio, destrucción, reconstrucción y volver a comenzar por el principio una y otra vez: hace muchos años que ya deberíamos haber aprendido esa lección. Estas actividades que agotan la energía sólo nos ralentizan y evitan que lleguemos a ser las hermosas y desarrolladas criaturas/espíritus de vida que seremos cuando trabajemos juntos y le demos una oportunidad a la paz. Ya hemos tenido bastante: estamos cansados de tener la sombra y amenaza del desastre en el fondo de nuestra mente y de estar preocupados cuando nuestros hijos dicen que ni siquiera saben si crecerán.

Nunca debemos subestimar el poder de nuestros pensamientos. Recuerde, al igual que ocurre con el átomo, simplemente porque no los veamos no significa que no influyan sobre nuestro mundo: también los pensamientos emiten su propia energía.

Nuestro deseo de paz se expande como las ondas en un estanque, se renueva con cada nuevo pensamiento de paz y se refuerza por todo el mundo gracias a la red de almas que quieren vivir y dejar vivir, con una fuerza siempre en aumento. Deberíamos estar orgullosos de formar parte de esta red de luz y vida.

Esta es la razón por la que no debemos obsesionarnos con imágenes negativas de nuestro mundo o futuro (más allá de las inminentes advertencias) ni perdernos en nuestras reacciones, cuando lo que se necesita es acción. Al insistir sobre lo negativo, estamos, literalmente, irradiando negatividad sobre la longitud de onda negativa, y reforzando aquello que detestamos. Cuando irradiamos sobre la onda de vida y energía positiva, nos unimos con todas las fuerzas y energías de creación.

Por tener un mayor conocimiento no se obtiene un beneficio tangible: no puede empaquetarlo y venderlo, ni motivar que la gente pregunte esas preguntas incómodas sobre «seguridad del producto» o «responsabilidad de la compañía por daños a la salud», etc. En otras palabras, parece que una de las últimas cosas de las que oímos hablar estos días en los medios de comunicación es la realidad no física, la evolución de la consciencia (cuando ¿qué podría ser más relevante e importante para aquellos de nosotros que nos sentimos inquietos dentro de los límites de nuestra realidad física?). Sí que oímos bastante hablar de papel higiénico absorbente o de formar parte de la generación «Pepsi»: las personas con orientaciones hacia la realidad física compra productos físicos. Lo que es más, si quieren llegar a ser fieles a su consciencia y potenciar su yo moral más elevado y evolucionado, con un importante código del honor, deben dejar de «tener un precio»: deben comenzar a interesarse más sobre la vida y las personas y menos sobre las cosas, así como evitar obsesionarse con las posesiones materiales que impiden su crecimiento «no material» y los distrae de alcanzar metas más elevadas. Entonces, incluso se negarán a pagar por armas que matan a la gente y destruyen la vida. En otras palabras, podrían perturbar el equilibrio.

Si nos diésemos cuenta de la fuerza y el poder —y de la increíble energía positiva de la creación y el amor— que nuestras mentes tienen la capacidad de generar, ahora y en cada momento, retaríamos los sistemas corruptos e injustos en los que estamos encerrados para sobrevivir físicamente y no nos dejaríamos influir, manipular o lavar el cerebro con tanta facilidad. Pero mientras sigamos dando vueltas en círculo, como ratones enjaulados, atrapados en las deudas simplemente para sobrevivir y llegar a fin de mes con el único propósito de satisfacer nuestras necesidades físicas, «nos quedaremos donde estamos» y muchos de nosotros estaremos demasiados ocupados para descubrir toda nuestra fuerza y potencial (sobre todo su fuerza colectiva) o demasiado cansados como para que al final de otro ajetreado día simplemente nos preocupe.

El futurólogo británico, Peter Rusell, piensa que ahora estamos pasando «de la era de la informática a la era de la consciencia, el siguiente paso, una época en la que nuestras mentes estén unidas por objetivos comunes; en la que los humanos sean criaturas sin ego, que utilicen sus grandes cerebros para controlar los asuntos del planeta.» Él cree que la humanidad está a punto de dar un paso sin precedentes hacia la evolución, un salto que va más allá de los frívolos celos, del virulento nacionalismo, de la avaricia desenfrenada. Llegaremos a ser, dice Rusell, el sistema nervioso que haga que todo el planeta funcione, una especie de cerebro planetario benévolo unido por la consciencia común. Para Russell, la Tierra es un único organismo, no simplemente un pedrusco que gira lleno de vida, sino una forma de vida en sí misma, un ser vivo individual. Y nosotros, los humanos, nos convertiremos en el cerebro de su organismo. Según este autor, ya somos los procesadores de información del planeta. Reunimos datos, construimos bibliotecas, museos y satélites. La información pasa por las fronteras nacionales como si éstas no existieran. En 1944 sólo había tres computadoras en el mundo. «Mire ahora, —dice Russell— hemos pasado de la era industrial a la era de la información a una velocidad tremenda. Ahora, 40 años después de que se inventara el primer ordenador, ya estamos comenzando a sobrepasarlos, yendo hacia el conocimiento y consciencia.» Una consciencia más elevada —dice— es el siguiente paso inevitable. La consciencia individual se convertirá en consciencia colectiva, y la humanidad interconectará en una única y enorme cooperativa de consciencia. Según dice Russell: «Nosotros somos un experimento evolutivo. Y la pregunta es ¿somos algo bueno o no? ¿somos como un cáncer, una plaga que destruye cada fibra de vida o seremos útiles para otro propósito?»

Peter Russell no es el único que tiene esta visión de una Tierra viviente. Él ha estudiado a los físicos teóricos en la universidad de Cambridge, pero se sintió más inclinado hacia las filosofías orientales. Cuando fue a la India «experimenté un dimensión de mi consciencia que nunca había soñado.»

En la actualidad, las escenas tremendistas son populares, sigue diciendo este autor. «Vivimos en unos tiempos muy peligrosos. Pero ¿acaso nuestros grandes cerebros no deberían servir para un objetivo mayor que la autodestrucción?». En su libro, cita al inventor Buckminster Fuller: «En la actualidad es mundo es demasiado peligroso para cualquier cosa menos para la utopía.»

D. La fuerza de vida

Hemos comentado la salud y la supervivencia de la vida, y ya llevamos algún tiempo reflexionando sobre los misterios de nuestra existencia. Entonces, ¿qué sabemos sobre la vida en sí misma? ¿Qué es esta sorprendente cualidad que viene y va, haciendo que una entidad tenga «vida» en un momento y esté «inerte» al siguiente? De igual forma que podemos ver y oír, ya sepamos o no que tenemos nervios ópticos y membranas auditivas, y podemos saborear incluso sin saber que las papilas gustativas son «pequeñas estructuras neuroepiteliales ovoides que están entre las células epiteliales que cubren la lengua», también podemos vivir, una vez que la fuerza de vida está en nosotros, ya lo entendamos o no: ¡por suerte para nosotros! Todos nuestros grupos celulares, órganos, huesos y todo aquello hasta llegar al hiogloso (un músculo que es mejor que tengamos entre el hueso hioides y la lengua si es que queremos “poner la lengua en el fondo de la boca”): todo forma parte de un sistema increíblemente complejo de mantenimiento de la vida. Pregunte a cualquier mecánico qué hace falta para hacer que su máquina se mueva —mucho—, pero pronto veremos que nuestra maquinaria corporal es infinitamente más compleja. Si mira en un libro de fisiología, verá cuantas partes tiene nuestra máquina. Ser un recipiente de fuerza de vida es una cosa: duplicarla, otra. Los «ingenieros» genéticos lo intentan, y el cielo no ayude, porque estamos intentando ejercer el poder divino (control de la vida) antes de comprender verdaderamente qué es la divinidad. No obstante, como ocurre con muchas cosas, supongo que eso también forma parte de «nuestra naturaleza». Ya hagamos punto, plantemos un jardín o juguemos, todos estamos imbuidos de la necesidad intemperante de crear algo. En cualquier caso, sería bueno que conociéramos más sobre la fuerza de vida antes de jugar también con eso.

Cuando alguien muere, decimos que la fuerza de vida «abandona el cuerpo». Esto es generalmente aceptado, aunque lo que pasa después es una cuestión que, tras todos estos años, aún sigue abierta a discusión. Quizá una de las razones por la que nos cueste tanto trabajo superar estas antiguas cuestiones es que caemos en la misma trampa de siempre: «intentarlo mucho» (en este caso, pensar demasiado). Aceptémoslo: ya llevamos mucho tiempo preguntándonos estas mismas cosas y, no obstante, parece que seguimos perdidos en algún lugar entre la pregunta y la respuesta. ¿Cuál es nuestro problema aquí? Además de que algunas veces bloqueamos nuestros canales intuitivos con razonamientos «lógicos», puede que quizá veamos nuestra difícil situación «abstracta» con más claridad si ponemos un ejemplo «concreto»: imagine a un cavernícola delante de un ordenador, preguntándose qué es eso. Con los recursos limitados que posee, cualquier cosa que esa persona pueda imaginar para explicar o comprender este objeto no le ayudará a explicar sus funciones. Hay un «vacío». Lo más probable es que esta persona tenga la inteligencia innata para hacer funcionar un ordenador, pero hasta que el vacío del conocimiento no se llene, el aparato seguirá siendo un misterio para él. Al igual que el bebé en el coche puede aprender cuáles son los dispositivos antes de que sean «reales» para él, de igual forma cuanto más aprendamos sobre nuestras capacidades mentales, más significado tendrán para nosotros.

Con frecuencia, nos impacientamos. Aquí estamos, enfrentados a nuestra mortalidad física, con las deudas y un misterio: ¿qué pasa cuando «morimos»? Como niños enfadados, exigimos respuestas al misterio de la vida, pero seguimos forzando el tema y obviando lo simple. Intentamos explicar los fenómenos «sobrenaturales» con nuestros términos y palabras humanos. Si queremos entender la fuerza de vida debemos comenzar por darnos cuenta de que es algo «más» que un suceso «humano» —intangible e invisible—, puesto que es un suceso del espíritu, que abarca más que nuestra limitada realidad humana. Ya que, en primer lugar, no podemos ver la fuerza de vida, sería presuntuoso pensar que la vida muere simplemente porque una entidad viva «se queda inerte». Esto es pura especulación por nuestra parte. La fuerza de vida en sí misma no muere cuando la entidad «muere».

El misticismo siempre ha incluido cierto concepto de «eternidad», vida eterna, infinito. En algún lugar de la cadena, algunos de nuestros espíritus pioneros descubrieron algo y comenzaron a transmitirlo. La historia de la eternidad ha sufrido incontables metamorfosis y versiones durante todos los tiempos. Algunos dicen que «vamos al cielo» (o, si no tenemos tanta suerte a la «gran barbacoa del infierno»), otros dicen que volvemos a nacer. Aunque de forma diferente, las personas inteligentes de todas las épocas se han aferrado tenazmente a cierta creencia común en cierta forma de vida eterna, o en una inmortalidad del espíritu, con una certeza absoluta de que había vida «más allá» de la forma física, que el cuerpo es como un vehículo que se abandona cuando ya no sirve y no puede llevarnos más lejos.

Hace mucho tiempo, alguien murió, sus amigos se quedaron tristes e intentaron imaginarse qué había pasado. Hacía un minuto estaba moviéndose y al siguiente…, lo mejor que podían decir es que esta persona se había ido, acabado, terminado: y el concepto o palabra «muerte» se inventó para explicar este hecho. De esta forma se llegó a la conclusión que allí donde «no hay vida» hay «muerte». Suena bastante lógico, y lo llevamos diciendo tanto tiempo que ahora lo damos por hecho, pero una de las razones principales por las que decimos que no hay vida cuando una persona muere es porque la persona que conocíamos ya no se mueve y sus órganos corporales han dejado de funcionar. La palabra «muerte» puede ser útil para describir una situación, pero el concepto de muerte como una situación finita, final, puede hacer tanta agua como la teoría de que la Tierra es plana o la teoría actual sobre el contagio por gérmenes, que muchos afirmaron que eran una verdad «absoluta». Puesto que tenemos una profunda falta de conocimiento (incluso después de todos estos años) sobre qué sucede con exactitud más allá de lo que es visible para el simple ojo cuando alguien muere, seríamos algo ingenuos si dijéramos que no sucede nada simplemente porque no podemos verlo o no sabemos qué ocurre. Más que ser un final de la vida en sí misma, la muerte sólo es un proceso de cambio, un pasaje, una transición, trascendencia, metamorfosis, un nuevo viaje más allá del mundo físico de nuestros cuerpos. Piense sobre eso. ¿Cómo puede estar la vida muerta? ¿Cómo puede la vida no estar viva? Los espíritus pioneros que hablaron por primera vez de la vida eterna vieron una respuesta simple a la compleja pregunta de qué es la muerte: una especie de evolución: la vida sigue, eternamente, para siempre, cambiando de forma interminablemente. Lo primero que hacemos cuando morimos es cambiar de forma: nuestro cuerpo comienza a deteriorarse, a desaparecer, a degenerar lo que una vez generó: como una película marcha atrás: completa el ciclo. El proceso de degeneración celular es un proceso de cambio, cambio, cambio —de metamorfosis cuando el cuerpo se desvanece del mundo físico—. ¿Cómo podemos definir lo que es obviamente una actividad como un proceso inerte (inmóvil), cuando este movimiento de estructura molecular de una forma a otra es claramente un proceso de cambio (visible e invisible) y lo mejor sería definirlo simplemente como otra parte del propio proceso vital? Cuando, por último, el cuerpo desaparece de nuestra realidad física visible, no podemos decir con exactitud qué ha sido de sus átomos y moléculas, puesto que se han modificado y han cambiado su estructura de una forma a otra (o quizá, otras). Este proceso de transformación de vida (llamado «muerte») sigue siendo un misterio para nosotros.

La gente ya nos ha lanzando esa mirada cuando les decimos que no comemos carne o alimentos cocinados. Espere a ver cómo le miran cuando le diga que «no hay una muerte real, sólo la vida eterna y cambio y metamorfosis y evolución…» ¡Aquí estamos otra vez!

Así que ¿eso es todo lo que hay? Hemos dicho que la fuerza de vida urde su camino aquí y allí,  como si pudiésemos estar en medio de una condena y… ¡tonterías! Somos lo suficientemente afortunados por haber sido elegidos por la fuerza de vida como «contenedores» de sus «bromas», pero también nosotros tenemos elecciones que hacer. Cuando la vida nos invita a bailar con ella, nos convertimos en su pareja —le ayudamos a determinar su ritmo dentro de nosotros y la melodía de nuestro dueto juntos— la vida es la voz: nosotros nos convertimos en la letra de su canción. Estudios realizados con pacientes en fase terminal han mostrado que la voluntad de vivir, o la falta de voluntad de vivir, influye en la duración de nuestras vidas, y que una persona puede, literalmente, «apagarse» en un momento dado, ya sea de forma consciente o inconscientemente. (Otra buena razón para pensar en positivo). Si estamos demasiado cansados o aburridos, enfermos, viejos, etc., para continuar el baile, la vida lo entenderá y seguirá ella sola. Si queremos vivir plenamente, la vida estará con nosotros tanto tiempo como sea posible, incluso hasta el amanecer de nuestro nuevo día.

En todo momento, el tiempo permanece inmóvil; en todo momento, desde lo que llegamos hasta donde vamos está atrapado en un instante de eternidad.

Si crees en la vida y en su fuerza ya conoces la eternidad.

En este momento, la vida eterna está con nosotros constantemente.

E. ¿Qué hora es?

Ya hemos comentado el concepto de tiempo en la unidad 90 y dijimos que, en realidad, no existe tal y como lo definimos en nuestros términos humanos. Antes hemos mencionado el presente eterno: siempre es ahora. El ayer y el mañana son «abstracciones»: el único tiempo real es «ahora». No existimos en otro tiempo que no sea el «ahora» (de hecho, cualquiera que haya vivido, vivió «ahora»).

Decimos que los momentos (y tiempos) pasan, pero el tiempo no se mueve —siempre es ahora— somos los seres vivos los que nos movemos. Formamos una cadena viva de seres y a  aquellos que vivieron antes que nosotros los llamamos «del pasado» y aquellos que están por venir, «del futuro»: los eslabones de esta cadena de vida nos mantiene unidos. Podemos pensar que todo el mundo vivía (o vivirá) ahora en el momento en el que vivían (o vivirán) —y los que estamos vivos ahora vivimos ahora—, por lo que parece que todos estamos viviendo al mismo tiempo: ahora. Está claro que esto parece desafiar la imaginación física, por no decir menos, pero por mucho que desafíe una explicación lógica, al mismo tiempo es lógico en cierta forma. También es interesante advertir que esto podría arrojar alguna luz sobre el misterio del don de la profecía.

F. «El tiempo es de esencia»

Hemos hablado sobre la capacidad que tienen algunas personas para conocer cosas provenientes de la «mente universal»: una capacidad que desafía las explicaciones lógicas y que van más allá de nuestros canales normales de recibir información. No sólo eso, sino que nuestra noción «normal», tradicional, del tiempo también es discutible cuando vemos que hay gente que no sólo sabe cosas o recibe información más allá de su realidad física/mental «normal», sino que incluso pueden saber cosas (del pasado o del futuro) más allá del llamado «tiempo físico» en el que existen en ese momento. ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo puede alguien saber algo que aún no ha ocurrido? ¿Cómo afecta esto a nuestro concepto normal de futuro, del propio tiempo? Uno de los ejemplos más conocidos de personas con dones proféticos fue Nostradamus, que vivió en el siglo XVI. Se dice que predijo numerosos acontecimientos que ocurrieron después de su muerte (que también predijo). En 1958, publicó la siguiente profecía:

Siglo IV, estrofa 67:

Mientras Saturno y Marte iguales arden

El aire muy seco, larga trayectoria (cometa)

Por fuegos secretos, muchos lugares se incendiarán con el calor

Habrá escasez de lluvia, vientos calientes, guerras, sangre,

Sed y hambruna (cuando el cometa corra).

La anterior cita y los siguientes extractos están sacados de un artículo de Jim Cummings, «Cuando el Viento Solar Sople se destruirá la humanidad» de la revista Acres, U.S.A., (enero de 1985). En dicho artículo se habla sobre la reaparición del cometa Halley, que volverá a aparecer en noviembre de 1985 y se «quedará en nuestro espacio» hasta abril de 1986. El cometa Halley tiene un ciclo muy bien determinado de 76 años; la primera fecha documentada en la que apareció fue en marzo del año 239 a. de C. Desde esta aparición, una severa sequía mundial de tres años (que con frecuencia resulta en hambruna) ha seguido a cada una de sus apariciones. (Para más detalles: una larga lista de otras catástrofes climatológica, sociales y políticas que se han producido cada vez que aparece el cometa, por favor, pida una copia del número citado.)

«¿Cómo se pueden atribuir todas estas cosas al paso de un cometa? Sondas espaciales han enviado datos que demuestran que el sol continuamente expulsa un millón de toneladas de gas por segundo, que se mueve a una velocidad radial de 1.440.000 k/h, y se extiende unas cuatro veces la distancia del planeta más lejano, Plutón. Debido a que el gas está ionizado, este viento solar transporta con él unos desordenados campos magnéticos. A su paso, los campos magnéticos del viento solar perturban los campos magnéticos de la Tierra, debido a lo cual, cuando la actividad solar se intensifica (lo que se produce cíclicamente) se producen alteraciones magnéticas que afectan a las comunicaciones, etc. Por ejemplo, los científicos han determinado una relación estadística entre las aceleraciones del cometa Halley y las alteraciones magnéticas sobre la Tierra.

Los efectos del viento solar sobre todas las actividades terrestres, desde la salud a la bolsa, clima y guerras está bien documentada. El movimiento transversal de un cometa a muchos miles de kilómetros por segundo a través del movimiento del viento solar que sopla radialmente desde el sol provoca que la cola de iones del cometa interactúe con la gran velocidad del viento solar de la misma forma que el humo que sale de una chimenea interactúa con el aire en movimiento para producir un grácil arco ondulado con respecto a la Tierra.

Los científicos piensan que cada grano de polvo interestelar de la masa del cometa contiene moléculas de formaldehído, alcohol metílico, cianuro metílico, cianuro de hidrógeno, entre otros 20 elementos, incluyendo el cianógeno y el dióxido de carbono (Un inciso personal: ya tenemos demasiado CO2.) Se ha determinado que muchos de los radicales que forman el humo de los cometas no se pueden aislar en un laboratorio convencional y que lo más probable es que se creen por la rápida fragmentación de los componentes originales debido a los rayos ultravioleta del sol. El continúo y ondoso arco de humo cae lentamente a la Tierra al paso de un cometa. No es necesario decir que ningún ser vivo de nuestro diminuto planeta está preparado para eso. Todos respiramos este cianuro: tanto reyes, presidentes, como el hombre común piensan y actúan como si tuviésemos veneno en nuestro organismo (y tenemos)… y nos comemos las plantas y animales que han respirado los mismos gases mortales… y el malestar se instala durante una temporada.»

Como hemos visto en nuestros estudios de ecología y de la situación política del mundo actual, ya estamos «balanceándonos al borde de la extinción» en muchos aspectos, así que podríamos estar mucho mejor sin que se «establezca ningún malestar» porque no necesitamos que nos empujen un poquito más hacia el acantilado.

«La llegada de dos importantes planetas que se alinean en un grado astronómico crucial desde la Tierra en el momento exacto que el cometa Halley (con el que Nostradamus estaba familiarizado) alcance su perihelio (el punto más cercano de acercamiento al Sol) sería un acontecimiento siniestro» dice Nostradamus, advirtiéndonos de la única forma que podía, teniendo en cuenta que vivía en época de Inquisición. Ese acontecimiento (esta configuración planetaria en el perihelio del cometa) no se ha producido durante los últimos 1.000 años, pero está programada para febrero de 1986 y ¡Nostradamus lo sabía!

He aquí un ejemplo de profecía demostrable: las fechas de alineación de planetas, en este caso, Saturno y Marte, se pueden calcular y determinar científicamente. El próximo alineamiento se espera en febrero de 1986. ¿Cómo podía Nostradamus, en 1568, saber que se alinearían una vez cada mil años en un «grado astronómico crucial desde la Tierra en el momento exacto (1986) que el cometa Halley alcanzaría su perihelio»?

Aún nos queda mucho que aprender sobre los poderes de nuestra mente. Parece que algunas personas «van más allá de su tiempo de vida físico» en sus mentes o espíritus, pero en el sentido de que el presente eterno abarca toda eternidad, realmente ellas ni siquiera tienen que «ir» a ningún sitio. Parece que porque siempre es ahora, ellas pueden «verlo ahora», si tienen ese don de sensibilidad.

Es interesante advertir que los dones de inteligencia, sabiduría, perspicacia, clarividencia, profecía, etc., obviamente no están limitados a personas de una «época» determinada, es decir, no se limitan a las denominadas personas muy evolucionadas o «desarrolladas», ni siempre se encuentran en personas con una excepcional inteligencia «convencional» (capacidad para aprender rápidamente, etc.) A través de todos los «tiempos» ha habido personas que poseían una extraordinaria penetración psicológica, sabiduría o percepción extrasensorial; estas personas eran «atemporales, eternas»: sobresalen en cualquier época.

Una de esas personas era Pitágoras, un filósofo griego que nació en el año 570 a. de C., y que aconsejaba el vegetarianismo, entre otras cosas, como la clave para expandir la consciencia y el intelecto. Ya hablaba sobre cosas que los Científicos de la Vida creen ahora: él iba por delante de la mayoría de las personas de su época e incluso de la nuestra. Incluso enseñaba que la Tierra era redonda, mucho antes de que Copérnico y Galileo aparecieran después del 1400.

Pitágoras fue un genio de las matemáticas y de la música, un sabio que viajó por muchos otros países (llegó a países tan lejanos como Egipto e India, algo poco habitual en esa época). Fue aceptado por los sabios de estos países, que compartían con él secretos que con frecuencia ni siquiera compartían con su propio público ni con extranjeros. Afirmaba que las mujeres eran «seres pensantes» y las incluía en sus disertaciones, siendo el único de su época que lo hacía. La falta de espacio no nos permite contar con detalle su vida y los dones que ofreció a la humanidad. Basta con decir que era una persona «rara». Se decía que, gracias a su dieta, siempre disfrutaba de un excelente estado de salud y de un temperamento armonioso, tranquilo, perfecto. Tuvo una visión de una sociedad diferente, sin guerras, esclavitud o violencia. Si se hubiese dejado tranquila a su comunidad de seguidores y se les hubiese permitido continuar, hasta dónde podríamos haber llegado sólo podemos imaginarlo. Sin embargo, y como suele ocurrir cuando las personas ignorantes forman la «mayoría», sus enemigos intentaron destruir sus libros y templos y esclavizaron a sus seguidores. Nosotros aún seguimos esperando que las personas vean la luz que Pitágoras (y muchos antes y después de él) ya han visto. Parece bastante obvio que el «eslabón perdido» en el puzzle de nuestras prolongadas tendencias agresivas y las actitudes que menosprecian la vida es el comer carne. Pitágoras fue muy específico en su advertencia contra comer carne: él no era vegetariano por «coincidencia»: sabía exactamente qué estaba haciendo cuando evitaba la carne y así lo decía. Si hubiésemos oídos sus sabias palabras (y las de otros) quizá podríamos haber evitado otros mil años de sufrimiento humano y guerras.

G. Pensadores vegetarianos

Un artículo publicado en marzo de 1985 sobre el cerebro de Einstein comentaba los últimos estudios sobre las células cerebrales: casi 30 años después de su muerte, Marian Diamond investigaba las células del «conglomerado de inteligencia humana más famoso desde el siglo XX.» Antes de morir, Albert Einstein estipuló que su cerebro se conservara y fuese utilizado por la ciencia. «Cuando oímos que el cerebro de Einstein estaba en una caja de cartón en Kansas, vimos la oportunidad de estudiar el cerebro más desarrollado del que disponemos en nuestra época», dijo Marian. El Dr. Janice Stevens, psiquiatra de la rama de neuropsiquiatría del Instituto Nacional de Salud Mental, contó la historia sobre una vez que los investigadores de Princeton le hicieron una electroencefalograma a Einstein. Estaban midiendo las ondas alfa, que indican la «actividad inoperante» del cerebro. La actividad de las ondas alfa desaparece cuando aumenta la actividad cerebral. Los investigadores comenzaron el EEG y Einstein, según cuenta la historia, estaba tranquilamente resolviendo raíces cuadras en su mente. Sus ondas alfa, que indican la inactividad mental, eran muy altas. De repente, las ondas alfa se quedaron planas. Alarmados, le preguntaron a Einstein qué es lo que iba mal: «He oído llover —dijo el mayor científico del mundo— y me he dejado las botas en casa.»

Yo quise incluir estos extractos (las cursivas son mías) para demostrar lo valorado que es Einstein en el mundo científico, aunque el artículo en sí pasaba a enumerar detalles sobre sus células de la glia o neuroglias (tenía una proporción mayor de células de la glia que neuronas comparado con otros 11 cerebros examinados. La diferencia más importante se encontró en una muestra del lóbulo parietal inferior izquierdo, la parte del cerebro más relacionada con una gran capacidad matemática y del lenguaje.)

A Einstein se le considera un gran genio, y también era vegetariano. En la literatura sobre vegetarianos se incluye a los siguientes grandes pensadores de nuestra historia: Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles, Alejandro Magno, Epicuro, Apolonio de Tiana, Plutarco, Séneca, Porfirio, Ovidio, Tolstoy, el poeta Ralph Waldo Emerson, Benjamin Franklin, Sir Isaac Newton, Gandhi, Buda, Voltaire, Charles Darwin, Albert Schweitzer y otros; el artista Leonardo da Vinci también era vegetariano: pero esta lista es sólo una muestra.

Si estamos interesados en observar la mente, la filosofía y las cosas del universo, haremos bien en observar que algunas de las figuras históricas más famosas del mundo, aquellos cuyos nombres nos llegan del pasado porque fueron unas personas tan sobresalientes en su día, también eran vegetarianos.

«Verdaderamente, el hombre es el rey de las bestias, porque su brutalidad excede la de ellas. Vivimos gracias a la muerte de otros. ¡Somos cementerios! Desde que era muy pequeño yo renuncié a consumir carne, y llegará el momento en el que el hombre mire al asesino de animales de igual forma que ahora mira al asesino de hombres.» (Leonardo da Vinci)

«Mientras que nosotros mismos seamos las tumbas vivas de animales asesinados, ¿cómo podemos esperar cualquier condición ideal sobre la Tierra? (Leo Tolstoy)

«Sólo los alimentos vivos, frescos, permiten que el hombre comprenda la verdad» (Pitágoras)

«Es mi opinión que el estilo de vida vegetariano, debido a su efecto puramente físico sobre el temperamento humano, influiría muy beneficiosamente a la humanidad.» (Albert Einstein)

«Los animales son mis amigos.. y yo no me como a mis amigos. El propio hombre suprime en sí mismo e innecesariamente la mayor capacidad intelectual: la de la compasión y amabilidad hacia las criaturas vivas igual que él, y al violar sus propios sentimientos, se hace cruel.» (George Bernard Shaw)

«La paz mundial, o cualquier otra clase de paz, depende principalmente de la actitud mental. El vegetarianismo puede generar la correcta actitud mental para la paz.. habla largamente de una mejor forma de vida que, si se practicara universalmente, podría llevar a una comunidad de naciones mejor, más justa y más pacífica.» (U Un, anterior Primer Ministro de Burma).

Ya hemos visto la estrecha relación que hay entre «quienes somos» y el cambio de nuestra alimentación y estilo de vida. Con mucha frecuencia, la personalidad que creemos que tenemos es totalmente diferente cuando realizamos estos cambios en nuestra vida. La suma total de nuestra dieta/vida se convierte en nosotros, habla a través de nosotros. Cada vez que nos vamos descargando, sustituimos nuestro antiguo resentimiento de gente ignorante y nuestro desprecio por sus acciones erróneas con comprensión, incluso perdón. No tenemos espacio en nuestras mentes para pensamientos vanos: nos distraen y abarrotan nuestras cabezas con más negatividad inútil. No tenemos tiempo para guardar rencor o criticar, ya que nuestro tiempo y nuestra vida son demasiados valiosos. Lo hemos repetido una docena de veces, pero merece la pena volverlo a repetir: si realmente queremos liberarnos, sustituiremos todos nuestros pensamientos negativos con paz y tranquilidad interior. Las personas que se ven atrapadas en sus emociones no ven la conexión entre dieta/estilo de vida. Nosotros sabemos que no tenemos que ser esclavos de nuestras emociones.

III. LIBERTAD

A. Es un don ser simple; es un don ser libre

Si tenemos optimismo, humor, comprensión, esperanza, fe, amor, autocontrol y la capacidad para salir de nosotros mismos y entrar en una consciencia colectiva, universal, para preocuparnos tanto por los demás como por nosotros mismos. Si, además, tenemos el deseo y la voluntad de cambiar (no sólo la intención de cambiar o hablar vagamente sobre ello) nos llenaremos de energía creativa y de una fuerza de vida vibrante y, sí, seremos libres. Liberaremos no sólo nuestros cuerpos, sino también nuestra mente y espíritu. Cuanta más energía positiva emane de nosotros hacia el mundo, más curación se producirá en el mundo. Todo se reduce a la misma cosa: lo que el mundo necesita ahora (y siempre) es amor. Nuestra positiva energía curativa es necesaria en todas partes, sobre todo en estos tiempos difíciles.

Así que deberíamos preguntarnos a nosotros mismos: ¿están trabajando nuestros líderes mundiales para llevarnos hacia Utopia o no? La respuesta es obvia.

¿Nos dicen la verdad sobre la relación entre nuestra alimentación, estilo de vida y estado de salud? No. Nos dicen que bebamos refrescos de cola, que comamos cereales azucarados y que nos fumiguemos con sustancias químicas venenosas para mantener lejos a los bichitos. No esperemos que nuestro sistema nos informe, porque lo que le conviene al sistema es que la oveja permanezca en el redil y que no se deje llevar por salvajes ideas de libertad o por nociones de una excepcional claridad mental o capacidades y, de esta forma, se den cuenta de todo su potencial como seres humanos. El sistema centralizado de riqueza prefiere homogeneizar a sus clientes en un agradable y funcional «arreglo» que asegure al máximo la continua supervivencia de su autoridad y poder para mantener las cosas bajo control.

Es curioso, yo tenía la impresión de que los padres (y madres) fundadores de este país pretendían gobernarse a sí mismos. ¿Qué era eso que decían del gobierno del pueblo para el pueblo, etc.?

Aquellos de nosotros que vivimos en la era de la tecnología y que nos hemos ahorrado tener que hacer ciertas cosas imprescindibles para sobrevivir —como andar varios kilómetros para llegar a un pozo y coger agua simplemente para poder vivir— aún tenemos nuestros retos determinados a los que enfrentarnos. Gracias a nuestra educación y a los medios de comunicación tenemos más oportunidad de ver el amplio espectro de acontecimientos y sus consecuencias. Al «saber» más, tenemos más responsabilidad ante la verdad y la vida. Cuanto más recibimos de la vida, más deberíamos devolverle a cambio, y, según se dice, alguien tiene que hacerlo.»

Está claro que cada uno de nosotros debe explorar sus propias capacidades y fuerzas mentales y encontrar las verdades que se nos revelarán, ya que nuestros líderes mundiales no nos están apoyando lo bastante para desarrollar la consciencia de un mundo de paz y armonía. Somos nosotros, las personas de este planeta, quienes debemos exigir una liberación de la esclavitud que suponen el armamento y guerra, e insistir en que, de una vez por todas, se detenga la producción de instrumentos de muerte.

Los esclavistas del pasado no se despertaron un día (no hasta que se vieron obligados a hacerlo) y le dijeron a los esclavos: «Está bien, sois libres ahora.» No podemos esperar a que nuestros líderes nos liberen. Debemos ser libres ahora. Se supone que ya somos libres, pero ¿quiénes son los verdaderos esclavos hoy en día?: cualquier ser vivo que esté atado por las cadenas de la guerra y de la hostilidad y que viva bajo la sombra de una posible destrucción nuclear; para ser exactos, cada ser vivo de este planeta. Nos están impidiendo que hagamos nuestro verdadero trabajo y que evolucionemos hacia un destino más elevado. Irónicamente, he aquí una situación en la que incluso el esclavista es esclavizado: desde ahora, lo que le suceda a los esclavos también les sucederá a los dueños de esclavos. Ahora se están arriesgando a convertirse en víctimas de sus propios errores. Mientras que nuestros líderes tienen a su disposición miles de manos humanas preparadas (si no deseosas) para la acción, capaces de hacer algo inmenso en el espíritu de cooperación, ¿qué hacen ellos? Utilizan nuestra energía para crear un sistema que podría destruirnos a todos, incluidos ellos mismos. ¿Tiene eso algún sentido?

Ya tenemos detrás años de lucha, sufrimiento, alegría, nacimiento y creación. No lo tiremos todo por la borda. Somos libres de elegir la vida. ¿A qué estamos esperando?

Al igual que el aire puro, la luz del sol y los alimentos sanos son necesarios para nutrir nuestros cuerpos físicos, la libertad es uno de los tesoros más valiosos que poseemos y que debemos conservar para proteger nuestros espíritus y mentes. Tanto como necesitamos el aire para respirar, necesitamos la libertad para nuestra salud y bienestar mental. Aunque hemos progresado en algunos campos, la mayoría de las personas no pueden dar por garantizados los derechos humanos. Al igual que las enfermedades físicas reflejan cierto desequilibrio en el organismo, el triste estado de los asuntos sobre derechos humanos refleja la decadencia moral que tanto prevalece hoy en día. Nos han dicho que vivimos en una democracia, pero debemos estar más atentos y vigilantes que nunca de la libertad que tenemos y agarrarnos a ella con todas nuestras fuerzas. Incluso podría mejorarse. Ahora que hemos llegado a la era de la informática, debemos ser especialmente cautelosos con el «sistema internacional» y ante la posibilidad  de ser numerados, catalogados y archivados. La economía mundial es inestable. Si llegamos a tener un «mundo sin dinero», en el que se numere a los ciudadanos, déjenme que les dirija una palabra a los juiciosos: la libertad como la conocemos podría desaparecer en el sistema «definitivo». Los ordenadores, como todos nuestros inventos, son herramientas: tan útiles o destructivas como nosotros queramos.

En los Estados Unidos, hay tres grupos principales dedicados a acabar con el abuso de los derechos humanos: Amnistía Internacional, Helsinki Watch y Americas Watch. Amnistía Internacional ganó el Premio Nobel en 1977 y tiene 150.000 miembros aquí y 500.000 en el resto del mundo. Vigila los derechos de los prisioneros políticos, del incontable número de personas que sufren en prisión y cuyo único crimen fue hablar contra la injusticia; personas de consciencia no violenta que intentaban mejorar la vida de los demás. Un informe realizado en 1984 por esta organización («Tortura en los ochenta») detallaba minuciosamente el trato inhumano de los prisioneros en 96 países, desde Afganistán a Zimbabwe. Amnistía intenta hacer públicos los abusos y presionar a los gobiernos culpables de violar los derechos humanos. Ahora que el mundo es tan pequeño, todos tenemos un interés personal en los derechos humanos de todo el planeta, en permanecer despiertos: el zorro vendrá cuando los polluelos están durmiendo…

B. Tenemos que vencer

Cada vez hay más y más movimientos de asilo que han comenzado a tomar un papel activo para sacar a los refugiados de otros países en los que sufren una persecución política y violencia. Estos grupos deben desafiar la desaprobación oficial (o arriesgarse a caer prisioneros) para poder proteger a estas personas. Incluso hay miembros de la iglesia que implican, afirmando que lo que hacen es ofrecer asilo, una tradición histórica y religiosa que data de la Edad Media. Ya ha habido procesos judiciales. En una declaración emitida por Austin Quakers se dice: «Hay una ley que nos une como una sóla persona en espíritu, que no puede estar sometida a las leyes elaboradas por intereses nacionales. Declaramos nuestra voluntad de ofrecer asilo a nuestros hermanos y hermanas, a mantenerlos dentro de las fronteras de nuestra comunidad espiritual, a salvo de persecuciones y acusaciones por parte de las autoridades.»

Otro grupo realizó la siguiente declaración:

«Rogamos a los funcionarios de inmigración y al sistema judicial que cesen en su persecución de gente inocente y cumplan su deber como cristianos, estén orgullosos de aquellos que arriesgan su reputación y vida para proteger, alimentar y cuidar a lo pobres de otras naciones que no buscan más que la misma oportunidad que nuestros antepasados refugiados buscaron y obtuvieron durante los dos últimos siglos.»

Mateo 10:16. «¡Miren! Los estoy enviando como ovejas en medio de lobos; por lo tanto, demuestren ser cautelosos como serpientes y, sin embargo, inocentes como palomas.»

Mateo 10:26 «Por lo tanto, no los teman, porque nada hay encubierto que no haya de llegar a descubrirse, ni secreto que no haya de llegar a saberse.»

C. «Alargar la mano para tocar a alguien»

Con el avance a escala mundial de la tecnología y de la industria, nuestras culturas mundiales han pasado del «nacimiento de los días» a la «civilización moderna», a veces en lo que se podría decir, literalmente, de la noche a la mañana, en un solo salto desde los tiempos «primitivos» al siglo XX. Al igual que los repartidores de pizza, nosotros servimos a domicilio, vale: por un precio. Hay un intercambio y muchas almas han sido vendidas a lo largo del camino.

Pero mientras que nuestras industrian llegan a tierras remotas buscando un buen negocio con mano de obra barata y quizá menos restricciones sobre seguridad, etc., y para comprar y vender armamento y guerra, al mismo tiempo se está produciendo un movimiento paralelo. Uno del que la mayoría de nosotros ha tomado parte alguna vez que otra: la «asociación de viajantes del mundo»; los verdaderos diplomáticos de la calle de este planeta. La próxima vez que busque una hamaca en una pequeña y relajada terraza cobijada entre la exuberante vegetación de un país tropical, y esté sorbiendo un zumo de naranja recién exprimido, podrá estar seguro de que está haciendo un duro trabajando, como miembros de la Corporación de Paz internacional, acercándose a los demás, acercando el mundo. La gente viaja por todo el mundo como nunca lo ha hecho antes y eso tiene un profundo impacto sobre la sociedad mundial como un todo: cada vez hay más y más personas que se ven unas a otras. Incluso el cabrero de Marruecos mira cara a cara a los ojos de la familia estadounidense proveniente de Kansas: dos mundos vuelven a encontrarse. Cuanto más nos veamos unos a otros, menos «extranjeros» seremos.

Este círculo cada vez más amplio de amigos internacionales no sólo acelera el salto espectacular que en la actualidad la humanidad está dando hacia una consciencia colectiva; sino que también refuerza las oportunidades que tiene todo el mundo para conocer, con más frecuencia, la verdad. Aunque los líderes nacionales, periódicos o televisión puedan (y pueden) mentir o censurar las noticias, decir lo que quieran, intentar determinar la realidad de todo el mundo y adecuar a los miembros de la sociedad, la verdad sigue siendo que, actualmente, cada vez hay más personas en todas partes que cogen el teléfono para hablar en la otra parte del mundo con un buen amigo o con su socio y seguro que preguntan «¿qué hay de nuevo?». Así, las historias salen de aquí y allí; mucha de la información se sigue compartiendo a la antigua usanza: de boca a boca. Este medio de comunicación clandestino e internacional no se parece a ninguno que haya habido en nuestra historia documentada: incluso el cotilleo ha llegado a ser internacional.

Por él puede rezumar mucha verdad, porque si hay una cosa por lo que las personas somos conocidas es por nuestra capacidad para hablar. Ahora que las personas se comunican desde Alemania a Tailandia y a Tombuctú, un montón de verdad se puede colar incluso a través de los actuales y sofisticados esfuerzos totalitarios realizados en todo el mundo para controlar lo que se puede oír en los medios de comunicación. La red que han fabricado nuestros dictadores tiene muchos agujeros y tan rápido como los arreglan nosotros volvemos a hacer unos nuevos. Esta red internacional de amigos nos protege, porque mantiene abiertos los verdaderos canales de comunicación. Existe más allá de la retórica formal de los líderes del mundo que nos dicen a nosotros (y entre ellos) sólo lo que quieren que oigamos. Esta red verdadera de comunicación funciona a escala global y, no obstante, no tiene una estructura: existe y se mantiene fuera del «control y regulación de los gobiernos»; es una amplia red de individuos que no están controlados por líderes específicos, visibles; independiente.

Parece que la comunidad mundial se está curando a sí misma a pesar —y no gracias a— del gobierno, que en este caso es el «fármaco» que se supone que «cura» a la sociedad. Si las personas no pueden «cuidarse por sí mismas», intentan que el gobierno desempeñen el papel del médico, que decida qué es lo mejor para ellas, que les quite la responsabilidad de sus manos ¡y el gobierno está más que feliz de hacerlo! Pero incluso los tiranos de hoy en día descubrirán que la verdad seguirá saliendo a la luz «en los lugares más inesperados». Al igual que algunas semillas son mucho más duras que las domesticadas plantas híbridas —por suerte para nosotros— la verdad es una de las semillas más fuertes de todas —obstinada y tenaz—. No importa lo mucho que un dirigente intente mantener a la gente en la ignorancia (y por tanto dependiente) y desinformada, la luz volverá a penetrar en la oscuridad una y otra vez. Intentar mantener la verdad en secreto es más difícil que intentar detener la marea en la orilla del mar con nuestras simples manos.

La verdad saldrá a la superficie una y otra vez: esa es su hermosura. Al igual que una brizna de hierba que tenazmente se aferra a la vida entre las rajas del cemento de una gran ciudad, la verdad se aferra a nosotros con la esperanza de sobrevivir.

Y la verdad nos hará libres.

Ya nos hemos tomado la «licencia» de hablar libremente de fenómenos mentales que sólo estamos comenzando a experimentar, por no decir entender. Pero para que los escépticos que hay entre nosotros no pongan en duda con demasiada premura la realidad de cualquier cosa de «realidad» no física, nos remitiremos a los siguientes extractos de la CIA sobre estos fenómenos. Cada vez es más evidente que tenemos que vigilar no sólo la libertad que esperamos de nuestros cuerpos físicos, sino también la libertad no física que hemos heredado como seres espirituales.

Informes Omni (10/80): Los documentos desclasificados obtenidos por la Asociación de Ciudadanos Americanos para la Honestidad en el Gobierno, amparándose en la ley de libertad de información (una que merece todos nuestros esfuerzos para protegerla), revelaron una operación de control mental realizada por la CIA hace 20 años. Esta operación se dedicaba a experimentar con cualquier cosa, desde hipnosis, modificación de la conducta, fármacos psicoactivos (como el LSD) y electroshock, todo muy bien documentado. Menos atención entre los fenómenos esotéricos despertó el llamado Proyecto Bluebird (que más tarde pasó a denominarse Project Artichoke y después MKULTRA) que consistía en otra posible arma secreta: la percepción extrasensorial. El sueño de la CIA se describía en un memorándum, en abril de 1952: «Si en Estados Unidos pudiese encontrarse un número determinado de individuos que tuviera una capacidad de percepción extrasensorial muy alta, a estas personas dotadas se les podría asignar problemas de información. Problemas tales como si (borrado) tiene o no una base submarina podría ser abordado por la percepción extrasensorial.»

Merece la pena hacer notar aquí que en los últimos años los medios de comunicación también han prestado más atención a los casos del departamento de policía que utilizan la «psique» para solucionar problemas, a menudo con resultados sorprendentes. En primer lugar, si la percepción extransensorial no existiese «en absoluto», es muy improbable que organizaciones tan convencionales como el departamento de policía (o la CIA) recurrieran a ella. Los fenómenos que ocurren fuera de nuestras realidades físicas han recibido poca atención pública en los medios de comunicación, pero está claro que alguna gente sabe cosas que no se han publicado, porque hay datos de que estos fenómenos no sólo son reales, sino que cada vez se admiten más y, como ocurre con todo, pueden ser utilizados en nuestro favor o en nuestra contra. Esta es otra buena razón para estar siempre alerta.

También es importante el hecho de que, después de mediados de los cincuenta, los documentos de la CIA han permanecido «mudos» respecto a la percepción extrasensorial y a la psicoquinesis: «Quizá la CIA abandonó la idea. Pero puede que en realidad esté llevando a cabo una criptocracia sobre la percepción extrasensorial y que los documentos estén clasificados. Esta última posibilidad surgió (junto con varias miradas de asombro) por esta declaración de enero de 1952: «Si nos vamos a dedicar a hacer avanzar esta investigación tan lejos y tan rápido como podamos… será necesario ser extremadamente precavidos sobre el encubrimiento de la tarea…» La CIA se ha negado a hacer comentario alguno al respecto.

Un artículo posterior (18/4/85) anunció que «La Corte Suprema le ha dado a la CIA poder absoluto para mantener en secreto las fuentes de información, incluso aunque las fuentes no sean confidenciales y la información en sí no esté clasificada.» En 1947, el Congreso le dio a la dirección de la «inteligencia» central una amplia autoridad para evitar que cualquier fuente de información del sistema de inteligencia fuesen reveladas. La decisión tomada en 1985 anuló un fallo emitido por un tribunal de apelación federal en Washington: la CIA alegó que el fallo podría «paralizar su capacidad para reunir información, ya que la agencia se vería obligada a desvelar sus fuentes». El caso implica una denuncia interpuesta en 1977 bajo la Ley de Libertad de Información por los abogados John Sims y Sidney Wolfe, director del Grupo de Investigación de Salud Pública de los Ciudadanos. Buscaron los nombres de individuos e instituciones involucradas en investigaciones del proyecto MKULTRA, de la Cía (financiado desde 1953 a 1966 para «contrarrestar las técnicas de lavado de cerebro utilizadas por los soviéticos y chinos»). En el proyecto se incluían «experimentos en los que los científicos administraban LSD y otras drogas psicoactivas a personas que no habían sido informadas. Al menos dos personas murieron como resultado de estos experimentos. La CIA se ha negado a dar los nombres de los investigadores de las muchas instituciones implicadas, acogiéndose a la ley de 1974.»

Debemos vigilar las actividades de esos grupos creados para «proteger» nuestros intereses, porque al igual que los padres pueden ser culpables de abuso infantil, estas organizaciones pueden convertirse en culpables de abuso de libertad.

La realidad a la que nos enfrentamos es la siguiente: cada día nos dicen cosas tales como que las vitaminas, fármacos, armas y el gobierno «nos protegen», pero cada vez somos más conscientes del hecho de que lo que realmente nos protege son cosas tales como la verdad y la libertad. ¡Con el resto, estaríamos mucho mejor si no lo tuviésemos!

Los siguientes extractos también son del proyecto MKULTRA financiado por la CIA y sacados de la revista Psychology Today, del artículo «Control mental en 1984», de Philip Zimbardo (profesor de psicología de la universidad de Stanford):

«MKULTRA era su [de la CIA] programa más secreto creado para desarrollar tecnologías funcionales con las que interrumpir y, después, reprogramar los patrones de conducta habituales de percepción, pensamiento y acción de un individuo. Los fondos gubernamentales de investigación se canalizaron a través de las universidades y hospitales mentales para fomentar los experimentos con LSD y otros fármacos psicoactivos, al igual que el tratamiento de electroshock, hipnosis y otras clases de exóticas intervenciones directas sobre el funcionamiento de la mente humana. El programa se interrumpió no debido a la indignación de la ciudadanía (pocos conocían su existencia) o por el problema ético de convertir a los ciudadanos estadounidenses en vegetales, sino porque no funcionó.

Estos potentes dispositivos y trucos seguramente podrían moler el cerebro de cualquier persona, pero no pueden dirigir la acción de una persona de un modo predeterminado.»

Una de los principales descubrimientos de la moderna psicología moderna es que, bajo condiciones específicas, una menor presión social puede producir más cambios de actitud:

«Los cambios más profundos y permanentes de las actitudes se producen bajo dos condiciones: cuando la persona percibe que puede elegir libremente creer en métodos que están en contra de sus principios, creencias o motivos; y cuando la fuerza aplicada es lo bastante fuerte como para lograr la tarea. La presión puede ser tan inocua como hacer que el experimentador con una autoritaria bata blanca diga: “este es un experimento muy importante…” o que toque el hombro de una persona y diga confiadamente «hágame un favor». Las personas quieren ser buenos amigos y colaboradores. Cuando se puede inducir o provocar sutilmente el que las personas se comporten en público de forma contraria a sus necesidades o normas habituales, se produce un incómodo estado de disonancia cognitiva. La tensión es particularmente grande cuando las personas creen que han elegido libremente realizar la extraña acción, sin ninguna presión externa. Para reducir sus sensaciones de malestar, se convierten en sus propios agentes de persuasión. Puesto que no pueden atribuir el comportamiento discrepante a algo ajeno a ellos mismos, lo explican en términos de procesos autogenerados: «Si elegí hacerlo sin promesa de recompensa o amenaza de castigo —racionalizan— debe haberme gustado o lo quería sin saberlo.» En cientos de estudios, cuando se inducía a sujetos inteligentes —a través de métodos de los que no eran conscientes— a mentir, engañar, hacer sufrir o herir a alguien, se inventaban razones personales para explicar su comportamiento atípico. Las personas inventan estas atribuciones personales para darle sentido a unas acciones aparentemente irracionales, como comer saltamontes fritos después de haber dicho que no le gustaban o aceptar una potente descarga eléctrica.

Aunque el comportamiento se puede controlar con poderosas recompensas o amenazas externas, la persona controlada no creerá automáticamente en la ideología de su manipulador: la coerción genera conformismo, pero no verdaderos creyentes. Cuando la persona piensa que una fuerza externa es lo suficiente poderosa para hacerlo actuar a su antojo, con frecuencia cede ante su poder, pero no interioriza la ideología de la fuerza. Si no tiene al menos el espejismo de la libre elección, se convierte en re-actores pasivos: no se responsabiliza de sus acciones, sino que las atribuye a fuerzas externas.»

Cuando Orwell escribió 1984 (en 1948) él vio el potencial de poder que pueden ejercer los profesionales que «intervienen en las vidas de las personas por su propio bien». Pero, sigue Zimbarbo, «no previó la extensión y profundidad de ese poder, que tan evidente es en 1984. Cuando el control se encubre como una cura, la vigilancia como un servicio de seguridad y la represión como un programa de rehabilitación, las libertades civiles pueden anularse y suspenderse la preciada libertad sin que surja resistencia o rebelión. Cuando algo se hace por ti y no para ti, es difícil quejarse sin sentirse culpable por ser desagradecido. Los aspirantes a controladores están surgiendo por todas partes, liberados por la lealtad al Partido. Suponen una amenaza porque sus tácticas son más sutiles, sus estrategias más insidiosas y su influencia más penetrante. Ellos nos venden, nos educan, trafican con nosotros, nos sirven y nos atienden: después de habernos persuadido de la necesidad de pagar de buena gana y voluntariamente su producto.» Que el comprador tenga cuidado.

«Al final —concluye Zimbardo— debemos, individual y colectivamente, retar la línea del Partido. Está claro que existe algo denominado naturaleza humana que se indigna por lo que se le hace al más pequeño de nuestra especie y se volverá en contra de los déspotas y dictadores, demoniacos o benévolos. Nosotros desafiamos al Gran Hermano.»

D. Libertad económica: ¿Una peseta ahorrada es una peseta ganada?

«Cuando toda la propiedad del universo la han heredado todas sus criaturas, ¿cómo puede, entonces, haber alguna justificación para un sistema en el que algunos reciben una inundación de grandes excesos cuando otros mueren por carencia de un puñado de grano?» (P.R. Sankar)

Extractos de la obra Survival of Civilization, de John Hamaker, del capítulo «Impuestos, libertad y constitución»

«Para evitar que esta nación se convierta en un estado totalitario hace falta un cambio fundamental. La decadencia es evidente en cada faceta de nuestra sociedad, pero pocos entienden la causa. Los de derechas se limitan a culpabilizar de todo al «comunismo», y los Liberales buscan frenéticamente su maletín de primeros auxilios para encontrar paliativos con los que tratar los efectos más dolorosos de la causa subyacente. Este ensayo cuenta por qué los ricos se hacen más ricos y los pobres, más pobres y por qué se produce la centralización de la riqueza.

En asuntos de economía, una ecuación exponencial similar al crecimiento de la población está destruyendo nuestra economía y nuestra democracia. Es la podredumbre que se expande por el bosque. Benjamin Franklin legó 100 dólares a la ciudad de Filadelfia. Se tenía que mantener a un interés compuesto hasta que llegaran al millón de dólares. La herencia se cobró en menos de 200 años. Si el millón se mantenía a un interés compuesto del 6% anual durante 20 años, se obtendrían 3,2 millones; en 40 años, 10,3 millones y en 60 años llegaría a los 33 millones. Al 3% sólo serían 5,9 millones en 60 años; pero al 7% serían 57,9 millones de dólares. Mucho antes de los tiempos de Franklin mucha gente invirtió más de 100 dólares y obtuvieron más del 6%. Estas inversiones que se realizaron en el estable negocio de hacer dinero y se dejaron en herencia se valoran en la actualidad en cientos de millones. En la actualidad, esas fortunas controlan capitales que se calculan en cientos de millones. Las inspecciones demuestran que aplicando un factor de 20, 40 o 60 años el índice de crecimiento de estas enormes sumas han superado con mucho el potencial de crecimiento de la economía. La tasa de crecimiento de las fuentes de riqueza centralizadas ha excedido los límites finitos que tiene la capacidad de la economía para sostenerlas. Esto es especialmente cierto ahora particular porque el crecimiento de la población es la base primaria para el crecimiento de la economía. El crecimiento de la población debe detenerse.

Un dólar puede fragmentarse como una serie de curvas que utilizan un diferente tipo de interés compuesto anualmente para cada curva y la fragmentación del tiempo sobre la abscisa contra el incremento de fondos sobre la ordenada. El resultado es la acumulación de un solo dólar: para encontrar su valor actual, el factor se multiplica por la cantidad del fondo inicial. Se advertirá que las curvas ascienden suavemente hasta que se alcanza entre medio y un millón de dólares. Después, en un periodo de 50 a 100 años, la curva comienza a ascender hacia unas cifras infinitamente grandes. El número de años que se necesitan para el punto de ruptura depende del tipo de interés (o beneficio). Al 3% se necesitan unos 450 años; al 6% unos 220 años; y al 10% necesita unos 125 años para alcanzar el punto de ruptura. Una vez que se alcanza ese punto, la tasa de crecimiento de los fondos alcanza índices de crecimiento absurdamente grandes y que no tienen relación alguna con la tasa de crecimiento de los valores reales en economía. Por tanto, la única forma en la que esas fortunas pueden seguir aumentando es expandir su propiedad sobre cualquier cosa en economía con la que se gane dinero. Debido al poder de las grandes fortunas para comprar o paralizar la competencia, suelen controlar los negocios más estables y lucrativos. En teoría, el resultado final es que una fortuna posee todo lo que hay en el país. En la práctica, cuando la mayoría del pueblo se ha empobrecido se produce una revolución y la cancelación de todas las deudas. Históricamente, esto ha ocurrido cada pocos cientos de años, es decir, cuando las grandes fortunas de un país han alcanzado el punto de ruptura en la curva y  gran parte de las propiedades del pueblo han entrado a formar parte de los fondos de riqueza. Entonces, ellos tienen el poder de abarcar todos los valores reales en la economía. Cuanto más tienen, más rápido funciona el proceso, hasta que lo poseen todo.

Uno no discute con las leyes de la naturaleza. O las acepta o paga las consecuencias. Las matemáticas de los intereses compuesto es ley natural. Estamos en la fase de autodestrucción. Nuestra economía está en el punto de ruptura de la curva. Si seguimos permitiendo que se acumulen los fondos, podemos estar seguros de que nuestra economía se destruirá y nuestro pueblo se revolucionará. El dinero, al igual que todo lo que nos rodea, debe reciclarse para prevenir una contaminación destructiva del entorno económico.

En especial, en la actualidad hay entre un millón y un millón y medio de dólares en deudas públicas y privadas. La mayor parte de este dinero se le debe a los fondos de riqueza que anualmente crecen en la cantidad de interés (o beneficio) que se le añade. En 60 años, con un promedio del 7% de interés, el valor de los fondos será 58 veces más que su valor actual. La tasa de crecimiento total ya ha excedido en mucho el índice real de crecimiento de la economía. Los fondos mejor protegidos han pasado el punto de ruptura. Están en el buen camino para poseer todo el país. El senador Phillip Hart dijo: “200 personas que toman decisiones controlan a los 2/3 de toda la producción”. El senador Fred Harris dijo que la centralización de la riqueza y la cuestión de cómo redistribuirla será el asunto principal de esta década. Mejor será que lo sea, porque los que reclaman la propiedad de esos fondos van a intentar duplicarlos en diez años. Una increíble cantidad de personas y de pequeños negocios irán a la bancarrota. La deuda inflacionista, gubernamental y personal seguirán teniendo altas tasas de incremento. La superiqueza tiene una maquinaria falsa y un gobierno para legalizar su producto. Nos puede comprar a todos.

La excesiva tasa de crecimiento de los grandes fondos de dinero, según una ecuación exponencial, es la responsable de prácticamente todas las deficiencias que hay en el actual sistema capitalista, tal y como sigue:

1) El constante crecimiento de los grandes fondos de dinero que superan el crecimiento real de la economía genera una alta inflación. El ansia con la que los poseedores de grandes riquezas intentan multiplicarlas genera una sobreexpansión de la capacidad industrial, una sobreextención del crédito a los consumidores y una viciosa competición para poseer todos los valores que producen beneficios.

2) El «boon» inflacionista se convertirá en una «quiebra» cuando un número significativo de personas haya agotado su crédito y cuando la competencia provocada por la superproducción haya absorbido a las compañías menos competitivas, reduciendo aún más la demanda de consumo. La inflación roba a los pequeños ahorradores. Tan grande es la constante capacidad inflacionista de los grandes fondos de riqueza que, desde 1840, el ciclo de boom y quiebra se ha producido aproximadamente cada diez años. En cada uno de ellos, las propiedades de aquellos que fracasan pasan a manos a aquellos que tienen unos fondos mayores subvencionados a un tasa exponencial. Ejemplo: en 1935 había 750 fábricas de cerveza: en 1970, sólo 140. La tasa de bancarrota y corporación nos garantiza que habrá muchas menos fábricas de cerveza después de este periodo de quiebra. En la actualidad, el poder de los grandes fondos de riqueza domina la economía. La producción se ha centralizado, dejando detrás de sí centros de pobreza.

3) La beneficencia y el gobierno recogen la factura de alimentar a la gente que ha quedado en la miseria. Si todas las deudas actuales del gobierno y privadas se saldaran mañana con el dinero de la gente, la mayoría de nosotros nos quedaríamos sin un duro o endeudados. Casi todo en el país sería propiedad de la mitad del 1% de las personas o negocios que poseen el interés controlador. La mayoría de la gente no tiene un céntimo. La riqueza está muy centralizada. La inflación se come los ahorros de las personas mayores y se ven forzados a vivir gracias a la beneficencia o a la seguridad social. Confiaron en el crecimiento de sus fondos para asegurarse el futuro. Los seguros y los fondos de pensiones privadas pagan un 40% y un 10%, respectivamente y liquidan en dólares inflacionistas. La seguridad social no es un fondo de seguros. Es un impuesto sobre los productores actuales para alimentar a los mayores y a los trabajadores menos productivos que no tienen trabajo debido a la congelación salarial, al horario fijo de 8 horas de trabajo, al concepto de beneficios máximos. Si el pago de impuestos a la seguridad social está a un interés compuesto, la inflación del dólar será mucho peor de lo que es, y el gobierno podría estar muy bien en el camino de poseer todo el país. Los 153 mil millones de dólares en planes de pensiones privadas no ayudan nada al 90% de los contribuidores que no obtienen nada a cambio, pero seguro que sí ayuda a las grandes corporaciones, con sus planes de conglomeración.

4) Debido a que la gente de este país está muy lejos de poseer la verdadera riqueza, la presión de los grandes fondos de riqueza, que se multiplican rápidamente, ha pasado a ejercerse en la explotación de los pueblos y recursos de países menos desarrollados. Para asegurar estas inversiones, desde la Segunda Guerra Mundial se han gastado grandes sumas para “garantizar” unos legisladores y administradores nacionales «amistosos». El resultado ha sido la política absurda e inútil de «contención del comunismo». Mientras tanto, la revolución aumenta dentro de nuestra nación.

5) El paso forzado de la riqueza del pueblo hacia los fondos (directa o indirectamente debido a los impuestos) reduce a gran número de personas a la pobreza y a la mayoría de los trabajadores a la inseguridad de tener sólo un trabajo (y en la mayoría de los casos, un cheque) que los separa de la pobreza. Esta incertidumbre desmoralizadora inducen al crimen, alcoholismo, drogadicción y a otros mecanismos de escape con los que aliviar el dolor, la necesidad y la querencia que acompaña a la pobreza.

La pobreza ofrece poca demanda de mercado. Por tanto, el producto nacional total debe reducirse en relación a la necesidad actual. Esta reducción significa que más personas entrarán en el rango de pobreza: el rico se hace más rico y el pobre más pobre. Aquellos que aún trabajan tienen que pagar grandes impuestos para mantener a los pobres. Ultimamente, son los que pagan impuestos los que se están revolucionando.

Estamos gobernados por una ecuación exponencial. O bien lo controlamos o nos unimos a los 2/3 de la población mundial que han cedido a la dictadura para sobrevivir. Justo ahora es el momento de protegernos a nosotros mismos del gobierno de los fondos de riqueza centralizados, si es que queremos salvar nuestra libertad política.

El rico se hace más rico y el pobre, más pobre, porque el dinero «gana» dinero a un índice potencial, mientras que la economía se expande directamente con la población y la inventiva técnica del pueblo. La diferencia entre los dos índices es el margen de poder por el cual los propietarios de la riqueza imponen la pobreza a todos los demás.

En términos generales, los impuestos son las exigencias a las que nos obliga el gobierno por una participación de los bienes de consumo. Nada tiene un valor monetario hasta que se le aplica el trabajo humano. Por tanto, un impuesto es trabajo humano forzado. Si se ofrece o no una cantidad equivalente de bienes y servicios  a cambio del impuesto es lo que determina si se trata de una institución de servicio o de un método para esclavizar al pueblo.»

Hamaker dice que podemos simplificar los impuestos e incrementar nuestra libertad gracias a:

«Ilegitimar todos los impuestos previos a los impuestos sobre la venta (los impuestos recaudados antes de los impuestos de venta sobre los bienes de consumo se suman al coste de los bienes vendidos y por tanto, son impuestos sobre la venta; es decir, se quedan con una parte de los bienes de consumo). La carga de los impuestos no puede trasladarse a los bienes de consumo. Para comenzar un negocio, una persona ahorradora puede acumular fondos con más rapidez si los impuestos se difieren al momento de consumir los bienes. Sólo cuando se establezca esta libertad de utilizar nuestro fondo nacional de inventiva e iniciativa, podremos tener la esperanza de eliminar las listas de beneficencia y dejar que los trabajadores dependan del gobierno y pasen a formar parte de una economía productiva. Entonces, nuestra carga de impuestos disminuirá en proporción y esto, además, es una forma de aumentar la libertad. Además, si se eliminarán los impuestos a nivel de la producción, los políticos ya no podrían vender ventajas a cambio de apoyo para la campaña. Esta práctica ha provocado el establecimiento de ventajas económicas para los mejores postores: por ejemplo, los agricultores no pueden competir con la agroindustria (que puede perder dinero con la agricultura y lo gana en otra parte de la conglomeración donde las ventajas fiscales le apoyan). De esta forma, las grandes corporaciones serían menos poderosas y el gobierno menos corrupto. Se produciría un gran incremento de libertad para el pueblo.

Dentro de la amplia definición de impuestos, hay tres incluidos en el coste de los bienes de consumo que, según el gobierno, son legales, pero que son recaudados por particulares. Cuando el heredero de la riqueza va al mercado a comprar un yate o una mansión, él no lleva productos o trabajos a cambio. Lo mismo ocurre con los especuladores del suelo que no hace nada para incrementar el valor de la tierra, sino a quienes el gobierno le permite recoger el valor incrementado. E igual pasa con los accionistas, quienes por gracia del gobierno y un stock split (¿división de acciones?) se encuentra en posesión de una participación de varios años de beneficios de la compañía ganados por la iniciativa y esfuerzo de una buena fuerza de trabajo. No lleva al mercado de consumo ningún valor que haya ganado si es un beneficio mayor del verdadero valor de mercado (interés justo) de su inversión original. Estos impuestos privados permitidos por el gobierno tienen el mismo efecto que los impuestos gubernamentales: aumentan la demanda sin aumentar la oferta y, por tanto, la inflación de precios. Ellos toman unidades de trabajo sin dar unidades de trabajo, lo que es esclavitud.

Este elemento de esclavitud es lo que posibilita la rápida conglomeración de compañías y la centralización definitiva de la riqueza del país. Las horas de trabajo del hombre se pueden expropiar legalmente del cheque de cada persona para obtener un fondo de riqueza con el que comprar una nueva industria que alquila personas a las que pueden expropiar horas de trabajo para obtener un nuevo fondo de riqueza: de esta forma el ciclo se perpetua. Cuando se legaliza la esclavitud, las leyes antimonopolio tienen el mismo efecto que disparar guisantes a un elefante.

Son estos tres convenios de «algo a cambio de nada» los que, debido a la ecuación exponencial, generan suficientes fondos para que toda la propiedad pase del pueblo a los fondos. Son impuestos que recauda directamente la clase propietaria e impuestos por los gobiernos que los controlan.

Los impuestos sobre los ahorros, como los impuestos sobre la propiedad, pueden sacar de su casa a los viejos trabajadores con pocos ingresos; casas que, entonces, pasan a ser propiedad de los hipotecadores. El impuesto sobre la propiedad es un instrumento excelente para que la propiedad pase de manos del pueblo a los fondos centralizados de riqueza.

Los ahorros son trabajo almacenado. Para poder cuidarnos nosotros mismos, nos deben permitir acumular el resultado de nuestro trabajo y utilizarlo para mantenernos nosotros mismos en periodos no productivos. El gobierno que exige impuestos sobre la propiedad u otra clase de impuestos sobre el trabajo ahorrado es claramente una institución de esclavitud.

Otra clase de impuestos son aquellos utilizados para controlar las  importaciones y exportaciones. Cuando hayamos conseguido la libertad económica, seremos capaces de trabajar 4 horas al día y disfrutar de un nivel y calidad de vida que va más allá de lo que muchos pueden siquiera imaginar. Otras naciones pueden conseguir ( y conseguirán) los mismos resultados. No obstante, no lo lograremos si intentamos competir con naciones técnicamente avanzadas y superpobladas con sueldos de esclavos. Por tanto, debemos controlar nuestro comercio exterior para proteger nuestro progreso. Conforme otras naciones vayan adoptando la libertad, podremos establecer un mercado libre con ellas y funcionar como un solo sistema económico con un nivel común de vida. Aún tenemos que fundar una nación pacífica.

Por último, hay impuestos especiales basados en el razonamiento de que si el gobierno realiza un servicio para un grupo particular, éstos deben pagar por él. Los impuestos sobre la gasolina pagan las carreteras, pero el grupo de presión que resulta de centralizar estos fondos no ha generado un planteamiento medio ambiental inteligente. Los impuestos especiales han dejado de ser prácticos.

Uno se pregunta por qué el pueblo ha tolerado estas cargas durante cientos de siglos. La respuesta es doble: aquellos que detentan el poder siempre han sido aquellos que han tenido acceso a los valores de rentas (plusvalías). Ellos han promulgado las leyes que le convenían. Hasta hace muy poco, han mantenido al pueblo analfabeto. Incluso en la actualidad, todos los predicadores y profesores de escuela temen comentar los tres convenios de algo a cambio de nada. El gran poder que tiene la riqueza para perpetuarse está lentamente cediendo a la fuerza de la necesidad, únicamente debido a que estas tres causas de la centralización de la riqueza nos han puesto al borde de crisis. Para dos tercios de la población mundial, estas antiguas prerrogativas de los gobernantes han cedido ante la fuerza de las sangrientas revoluciones encabezadas por dictaduras notablemente altruistas. Ojalá que un electorado inteligente destituya estas instituciones sin perder la libertad política obtenida con tanta sangre.

¿Qué se debe hacer para devolver estos valores a aquellos que los produjeron? El gobierno debe recaudar el valor de las herencias y de las rentas de tierra. Con ello, disminuirían los impuestos exigidos sobre las ventas. Los impuestos recaudados por particulares y exigidos sobre las ganancias de la fuerza trabajadora con un interés excesivo están compuestos por un aumento de la eficacia técnica, del esfuerzo humano y de la demanda de producto. Hasta ahora, esto siempre ha correspondido a la propietarios simplemente porque ellos han contratado, despedido y sobornado el control sobre la dirección. Ahora, los sindicatos luchan por este valor, mientras que los trabajadores de cuello blanco, que tienen mucho que ver con el aumento de los beneficios, se sientan en la banda y cogen todo aquello que le dan. En vez de tener una única fuerza inflacionista que se lleva los beneficios, ahora también tenemos una fuerza inflacionista provocada por las exigencias salariales de los sindicatos. En los monopolios o casi monopolios de las industrias de artículos de primera necesidad, los beneficios se obtienen gracias a aumentar el precio para los consumidores. Obligados, las industrias menos favorecidas y los trabajadores desorganizados van detrás. Esta inflación programada sólo puede disminuirse con la recesión. Podría detenerse con la represión; aunque después de un periodo de recuperación, volvería a comenzar. El dólar se está depreciando a un ritmo caótico debido a que ya no tenemos nada que se parezca a una tasación del producto en un mercado libre. Para solucionar este problema, tendremos que volver a definir el «producto denominado trabajo» como seres humanos y volver a definir al inversor como alguien que disfruta del privilegio de invertir sus ahorros a cualquier interés que en la actualidad puede soportar el mercado. Debemos hacer que el control de cada compañía pase de las juntas de directores propietarios a al fuerza trabajadora. Esto generará compañías cuyo tamaño dependerá únicamente de factores económicos. Ningún grupo de trabajadores formará un conglomerado si les cuesta dinero hacerlo. Los mejores productores saldrán a la luz y los enormes fondos de riqueza que ahora controlan el gobierno se dispersarán en pequeñas compañías. Tendremos, por primera vez desde que el hombre abandonó la economía del trueque, las condiciones del libre mercado. Más importante aún es el derecho de la fuerza trabajadora a ganar todo lo que pueda ganar. Con este incentivo, pronto habrá gran abundancia de bienes en el mercado. Puesto que ya no será obligatorio seguir el rígido (más lucrativo) horario de 8 horas de trabajo diarias, ellos trabajarán cuando haya trabajo que hacer y reducirán las horas cuando disminuya la demanda. Se mejorará la técnica para reducir las horas de trabajo en vez de eliminar personas de la nómina. Aumentará la seguridad (ahora basada en un nómina) tanto del individuo como de la compañía. Los tipos de intereses bajarán hasta alcanzar los verdaderos valores de mercado. Puesto que la oferta y la demanda son factores relativamente constantes y los rígidos factores artificiales desaparecerán de la economía, los ciclos económicos tampoco se producirán. Se debe permitir que sigan funcionando los pequeños negocios iniciados y controlados por una o dos personas. Estos son algunas de las creativas gallinas que ponen los huevos de oro. Ellos indagan todos los caminos posibles para el desarrollo económico: desarrollan productos, servicios y trabajos. Por necesidad, deben tener un completo control sobre su iniciativa.

Los problemas económicos que padecemos los han ocasionado el hombre; han persistido hasta este momento de la historia de la civilización porque la avaricia ha conservado la institución de la esclavitud. Incluso nuestra Constitución [Estados Unidos] contiene una estipulación para la vuelta de los esclavos evadidos. En los 200 años que han pasado entremedio, la población humana se ha agolpado y ha cubierto las tierras habitables. Se han perfeccionado los métodos para destruir la vida humana. Estamos en Armagedon. O el bien triunfa sobre el mal o la mayoría de la humanidad desaparecerá.

Se han puesto en práctica todos los sistemas económicos concebibles, excepto la libertad económica, sin que se haya conseguido la paz interna de ninguna nación, por no hablar de entre naciones. Es hora de que probemos si podemos o no, liberados de nuestros grilletes, encontrar la paz. En los Estados Unidos, el primer paso hacia esa finalidad es el establecimiento de una base constitucional para construir una sociedad libre.»

Al final de su libro Survival of Civilization [Supervivencia de la civilización], Hamaker incluye una «Propuesta de Revisión General de la Constitución de los Estados Unidos». En conclusión, esto es lo que dice:

«Los bienes de capital y la propiedad privada se deben repartir entre todas las personas, si es que queremos que tengan una seguridad económica y la independencia de acción necesaria para comenzar una economía de abundancia que reemplace la precaria y arrebatiña economía de escasez. Para lograrlo, el 100% tanto de las ganancias como de los ahorros debe ser protegido por ley de la avaricia de aquellos que tienen el poder. Debe derruirse la autocracia de propietarios corporativistas para permitir que la gente que trabaja se convierta en una unidad de producción flexible que reaccione ante la oferta y la demanda.

«Los políticos hablan de reforma fiscal como una forma de evitar las evasiones y/o los impuestos confiscatorios a nivel de grandes ingresos. Eso es una tontería. Si cargaran un 100% sobre 50.000 dólares y evitaran todas las evasiones, esto sólo aceleraría el proceso de corporativismo de compañías. En vez de obtener beneficios, los propietarios los dejarían en la corporación donde se pueden utilizar para comprar más compañías. Es el poder de la riqueza lo que se busca, no el gastar dinero. Trenes, coches, yates, avionetas, cuentas de gastos, planes privados de jubilación: todo ha sido utilizado por la propiedad corporativista como propiedad privada libre de pagar impuestos por ingresos personales. La factura se debe pagar en el precio de los bienes en el mercado al consumo.

Los políticos hablan sobre la inflación como un argumento político en época de elecciones. Ninguno de ellos propone medidas que lleguen a la raíz del problema, evite que el flujo de riqueza desaparezca de manos del pueblo y del estado de bienestar que los sustenta y pase a manos de los fondos de riqueza centralizados que ahora poseemos la mayoría de nosotros. Cuando ellos intentan bajar la tasa de inflación de la economía explotadora aumentando arbitrariamente los tipos de interés, lo que se genera es una disminución de las transacciones de crédito y la eliminación de los productores marginales de la fuerza de trabajo. Tan grande es la presión inflacionista de la deuda del gobierno, corporaciones y sindicatos nacionales que sólo una grave depresión podría disminuir notablemente el ritmo de destrucción del dólar.

Los políticos hablan sobre desempleo en épocas de elecciones (entre ellos hablan de asistencia social y puestos de trabajo). Mientras tanto, los pequeños negocios caen como fichas de dominó a un ritmo de 10.000 por año. Los economistas en su torre de marfil le han dicho a los políticos que el mercado libre es el sistema ideal de mercado internacional. Así que los políticos han autorizado el mercado libre porque esto es lo que sus amos (los propietarios de las fuentes de riqueza centralizadas) quieren. Los superávit de las numerosas corporaciones se han utilizado para enviar industrias enteras, maquinaría, tecnología y personal de dirección a los países donde la mano de obra es barata. Los artículos a bajo coste que vuelven a este país han hecho desaparecer muchas industrias. Incluso las industrias del acero y del automovil están dejando de ser competitivas. Se ha producido un gran desplazamiento de las industrias de producción a las de servicio. En el proceso de salirse de la producción, el verdadero desempleo y subempleo han aumentado. Las curiosas estadísticas gubernamentales no dan las cifras reales. La cifra real incluye los jubilados forzosos a los 50 años de edad y a los 40 millones de personas que están por debajo del nivel de pobreza. El gobierno coge la cuenta de todo, incluyendo el precio de las guerras para «mantener los pueblos y recursos del mundo libre a salvo de la explotación que ejercen los controladores de nuestros fondos centralizados de riqueza. Por supuesto, el gobierno pasa la factura a la gente que hace el trabajo. Este «mercado libre» se ha convertido en una herramienta más por la que el rico se hace más rico y el pobre, más pobre.

Los políticos dicen que no podemos volver a sufrir una depresión económica. El hecho es que lo único que ha mantenido la depresión en jaque desde la Segunda Guerra mundial ha sido un sistema económico de expansión basado fundamentalmente en la electrónica, la constante producción de armamento y una cada vez mayor deuda federal y personal. El coste medio ambiental aquí y la barata mano de obra del extranjero mueven las industrias y el capital a tierras extranjeras donde el coste se puede evadir. Nos están alimentado con el coste de la guerra. La reputación personal y gubernamental está por los suelos.

Los políticos no tienen respuestas porque la economía de explotación no funciona. Durante toda la historia documentada, las naciones han fracasado cada pocos cientos de años. Antes de la revolución industrial, las herencias y la especulación de la tierra eran los factores principales que hicieron que toda la tierra cayera en manos de unas pocas de personas. Aquellos que poseían la tierra tenían el poder de gobernar. Con el objetivo de proteger su propiedad, incrementaron las rentas de la tierra para levantar ejércitos y construir castillos. Cuando la renta alcanza el 50% del valor de la cosecha, se producen las revoluciones y la redistribución de la tierra. Conforme el comercio se fue desarrollando, se desarrolló el sistema de beneficios y, de nuevo, los propietarios confiscaron una parte del trabajo. Conforme los gobiernos se iban haciendo más complejos, también ellos aprendieron a quedarse con una parte del trabajo. De esta forma, la carga total en el momento de la revolución incluía las imposiciones personales de los propietarios más los impuestos decretados por el gobierno servían a los intereses de las clases propietarias. Si sumamos todos los impuestos de este país, tenemos que, aproximadamente, un 35% se lo queda el gobierno; más una cantidad indeterminada representada por la carga de herederos, especuladores de la tierra y exceso de beneficios en un, teóricamente, tipo de interés de mercado libre.

En 2 siglos, hemos sido gravemente corrompidos por un sistema capitalista en el que se incluye el convenido de tres cosas a cambio de nada, que, junto con una irracional ecuación exponencial, genera la centralización de la riqueza y del poder. Con el simple recurso de hacer que nuestro sistema capitalista sea honrado, podríamos repartir, de forma gradual, la riqueza entre el pueblo. En manos del pueblo, mantendrá un excelente nivel y calidad de vida. Nunca llegará a acumular sumas cuyo índice de aumento alcance cantidades infinitas y poder infinito; y alcance una debilidad infinita en la que todo el sistema pueda ser destruido porque un solo dólar acumula su interés durante un largo periodo de tiempo.

Todas las «naciones libres» industrializadas que ahora tienen grandes fortunas y fondos funcionando con altos tipos de interés tienen el mismo problema. La bonanza de productividad que resulta de una amplia educación pública ha alcanzado su punto más alto. La constante capacidad de los fondos de riqueza para acumular propiedad es ahora la fuerza dominante. En unos 10 o 20 años las naciones libres industrializadas, o bien establecen por ley una libertad económica o se encontrarán bajo una dictadura. El convenio de algo por nada ha hecho que los fondos de riqueza de este país hayan llegado al punto de provocar un 60% de inflación durante los últimos 15 años. Si le diésemos libertad a nuestra economía, podría salir de este caos. Sin libertad económica, nuestra libertad política se perderá en forma de dictadura, porque esta economía no funciona.

Creer que este sistema económico puede durar más de unos cuantos de años sin que se lleve a cabo una redistribución de la riqueza es una pura fantasía. Unos 15 fabricantes estadounidenses reciben el 88% de todos los beneficios mercantiles. La única propiedad para hacer dinero que queda es la tierra, y se la están engullendo. Nosotros, simples mortales, no podemos competir con fortunas que disfrutan del lujo de la vida perpetua. Tampoco puede el sistema monetario ser tan poderoso que pueda fijar los beneficios y precios de los artículos de primera necesidad. Es inevitable que los impuestos sigan subiendo para pagar los paliativos utilizados con el objetivo de suavizar el impacto de los cada vez más numerosos problemas que surgen conforme nuestra nación y medio ambiente se degeneran. Los contribuyentes trabajadores, que inevitablemente pagan por todo, exigirán, con el tiempo, un cambio radical.

La gente «importante» que dicen no saber nada sobre el dióxido de carbono o la lluvia ácida no son estúpidos. O bien mienten o utilizan un lenguaje evasivo. Esta gran conspiración de silencio es comprensible cuando uno se da cuenta de que si se anunciara «oficialmente» nuestra situación, el mundo sufriría una derrota financiera. No hay duda de que les gustaría tener más tiempo para preparar un sistema financiero alternativo con el que reemplazar el sistema bancario internacional. Es problema es que han estado cruzados de brazos durante media docena de años: mientras tanto, nuestras oportunidades de supervivencia cada vez son menos.»

Al defender su deseo de realizar «más estudios sobre el problema» nuestros líderes están ganando tiempo, nadie quiere decirle la verdad a la sociedad y al ganar tiempo y «no viendo lo evidente» simplemente no quieren admitir que existe la evidencia.

E. Noticias sacadas del periódico sobre economía

5/84: «Este año ya ha habido 33 quiebras bancarias: un tercio más de los 18 bancos que durante el mismo periodo fracasaron en 1983. En todo 1983, se produjeron 48 quiebras, el mayor índice desde los 44 bancos que fracasaron en 1940; en 1937 fueron 75; y 60 en 1939. Estos bancos pasan a formar parte de la lista de la Corporación Aseguradora de Depósitos Federales: esta lista también ha aumentado. Hace sólo un año había 425 bancos en esta lista; en la actualidad hay 675, un tremendo incremento del 50%. Otro indiscutible indicio del débil músculo financiero que tienen un montón de bancos es la gráfica de los últimos cuatro meses del año: un periodo marcado por un gran flujo de números rojos. Durante ese periodo, 3.656 bancos perdieron dinero. Eso supone casi 1 de cada 5 bancos o casi un 24%. Hace un año, un estudio demostró un gran aumento de la posibilidad de quiebras: desde entonces se ha más que duplicado (274 para ser exactos): Los préstamos de estos 175 bancos superaban con creces su activo; por lo que si los bancos tuvieran que cancelar estos préstamos perderían todo su capital.

Las naciones en vías de desarrollo tienen una deuda externa de 810 mil millones de dólares, según el Banco Mundial, y el aumento de los intereses sobre sus préstamos les pone aún más difícil satisfacer los pagos: los grandes bancos estadounidenses tienen una cantidad considerable de estos préstamos. El casi colapso del Continental Illinois National Bank y Trust Co., de Chicago, y el rescate del gobierno centraron la atención en otros grandes bancos estadounidenses y en sus propias cargas de préstamos externos. (Un documental de televisión declaró que un colapso así podría haber provocado un colapso de todo el sistema monetario estadounidense y, debido al efecto dominó, si el sistema estadounidense cayera, todos los bancos del mundo se encontrarían en la misma situación). Los nueve bancos más importantes de EE.UU., tienen un promedio del 270% de su capital fuera, en préstamos a Méjico, Brasil, Argentina y a otras grandes naciones deudoras, la mayoría de las cuales están luchando por hacer frente a sus pagos. Dada esta precaria situación «la crisis continental hizo temblar de preocupación a todo el mundo sobre la estabilidad de todo el sistema bancario estadounidense», dijo el presidente de un banco austríaco durante una visita a Chicago. «Toda esta deuda ha creado una atmósfera que hace que mucha gente dude de que el sistema monetario mundial pueda continuar tal y como existe en la actualidad». Fuentes oficiales han declarado que la razón principal de que el gobierno de EE.UU., el sistema de Reserva Federal y los principales bancos se activaran rápidamente para ayudar al Continental fue «su miedo a que el colapso de este banco desencadenara una serie de quiebras bancarias.»

Si un país no paga su deuda, podría provocar que más países hicieran lo mismo, invalidando los miles de millones de dólares de préstamos estadounidenses y amenazando la estabilidad de los  bancos que hicieron los préstamos.»

Los bancos están colapsando al ritmo más rápido que se ha producido desde la Depresión. Cuando se les pregunta sobre la seguridad de los bancos, los expertos dicen que «los avances en los últimos años han hecho que el sistema cada vez tenga más riesgos y sea más vulnerable a crisis periódicas», según afirman muchos banqueros, analistas, académicos y reguladores. A la preocupación de la inestabilidad se suma el hecho de que muchos de los grandes bancos del país «obtienen la mayoría de sus depósitos de grandes instituciones con cuentas de más de 100.000 dólares. Debido a que estos fondos exceden el limite de seguros federales sobre los depósitos, lo más probable es que al más mínimo indicio de problemas retiren el dinero. Ese fue el caso del Continental, que sólo tenía el 14% de sus depósitos asegurados. Los depositarios retiraron ocho mil millones de dólares cuando se desataron los rumores de que el banco estaba a punto de quebrar: el clásico «asedio a un banco». Los bancos también dependen cada vez más de los préstamos que se hacen unos a otros, lo que alivia temporalmente la escasez de liquidación en buenos tiempos, pero que podría provocar un efecto dominó de quiebras si uno de los grandes bancos no pagase sus préstamos a otro.» En uno de los momentos de la crisis del Continental, incluso se llegó a limitar la cantidad que los depositarios podían retirar: de esta forma, durante una crisis, nuestra libertad se pone a prueba cuando ni siquiera podemos sacar un dinero que se supone que es nuestro; o aún peor, el dinero que tanto nos ha costado ganar podría perder todo su valor, ya lo consigamos o no.

Los bancos se están reestructurando y el resultado de esta reestructuración «afectará profundamente a los consumidores y a toda la economía: uno de los principales resultados de la renovación industrial será la fusión o desaparición de miles de bancos» —predicen muchos banqueros—. De los actuales 14.600 bancos, 2/3 dejarán de existir con instituciones independientes al final de la década, predice una fuente. El presidente de Chase Manhattan Corp., de Nueva York, la tercera compañía bancaria más grande del país dice «habrá muchos menos bancos». El aumento de la concentración industrial que se generaría a partir de un cambio así podría aumentar las posibilidades de repercusión si uno de los bancos gigantes fracasara.» Un gran número de asociaciones inmobiliarias también tendrán problemas, ya que un 40% de ellas son improductivas. En la industria bancaria ya se han tenido que evitar colapsos inminentes varias veces. Los expertos financieros están preocupados por el crecimiento de la banca internacional y la posibilidad de que una crisis «pueda comenzar de tal forma que los legisladores estadounidenses no están preparados para hacerle frente.» Por ejemplo, los expertos están preocupados sobre la posibilidad de que se produzcan quiebras bancarios en regiones del mundo que no están reguladas/aseguradas.

3/85: Los ricos se hacen más ricos ante el declive de los países pobres. Mientras que EE.UU., Japón, los países árabes y Europa occidental se hicieron más ricos en los años 70, el ciudadano medio de 30 países pobres de África y Sudamérica se hicieron más pobres, según indican las cifras compiladas por el Banco Mundial. La media de las personas en Nicaragua y Argentina también ganó menos en 1983 que en 1973. El banco calculó que unos 2.200 millones de personas (casi la mitad de la población mundial) producía un promedio de menos de 400 dólares de bienes en 1982 (un dólar al día de ingresos). El promedio de ingresos en Bangladesh era de 130 dólares/año y en Nepal de 170.

1/84: Las tarjetas de cobro automático para comprar gasolina se expanden. Según Mobil el número de estaciones de servicio que aceptan estas tarjetas para la compra de gasolina se duplicará durante los próximos seis meses —citando el aumento de negocios que resultan de las ventas con tarjetas de cobro automático—. También declaró que en la actualidad 1.000 estaciones ofrecen este tipo de ventas y «con suerte 2.500 estaciones en 14 estados lo harán a mediados de 1985». Al contrario que las tarjetas de crédito, a cuyos propietarios se les carga la compra después, la cantidad de la compra realizada con una tarjeta de cobro automático en un sistema de pago electrónico (como Mobil) se deduce inmediatamente de la cuenta bancaria del cliente.

1/85: El gobierno mejicano planea dinamizar aún más su sistema de banca nacional, reduciendo el número de grandes bancos de 29 a 17.

3/85: Las tarjetas han encontrado la aceptación entre los europeos. Japón y seis países europeos han alcanzado un acuerdo básico sobre una tarjeta universal para poder utilizarla en cualquiera de los siete países. Las normas y detalles sobre la puesta en funcionamiento de esta tarjeta será coordinada entre las autoridades de correos de Japón, Inglaterra, Francia, los Países Bajos, Suiza, Noruega y España. El poseedor de la tarjeta también podrá retirar moneda nacional de los cajeros postales. Su circuito integrado interior tendrá 100 veces más capacidad de memoria que la tarjeta de banco magnética normal.»

3/85: Las tarjetas de cobro automático pueden abrir el mundo de las tarjetas. Ahora que la compañía Mobil ha comenzado a instalar terminales electrónicas de puntos de venta, está comenzando con ansias lo que muchas industrias de servicios financierosven como la «llegada de una revolución en el método con el que la gente paga por las cosas.» Sólo escuche el rollo publicitario sobre este nuevo sistema sin dinero: «el pago electrónico es el sueño informatizado que tienta a los banqueros y a los grandes comerciantes. Llevan años hablando sobre ello. Los comerciantes cobrarían en segundos y evitarían los costosos procesamientos de errores en las tarjetas de crédito y cheques. Se traduciría en más millones para los bancos, que pueden ahorrar dinero procesando menos cheques y ganándolo cargando tasas de procesamiento informatizado sobre los pagos electrónicos. Pero lo que tiene pleno sentido para los negociantes y banqueros puede traducirse en pérdidas para los consumidores que se preguntan cuál es el sentido de «punto de venta». (Note el familiar tono paternalista de «nosotros sabemos qué es lo mejor para usted» de esta declaración). «El reto de los banqueros es convencer a los consumidores de que utilicen este nuevo método de pago. Hasta ahora, sólo 1 de cada 5 clientes es un usuario regular de los cajeros. Al principio, las terminales de Texas Mobil sólo funcionarán para los dos millones de personas que tienen una tarjeta Mpact, pero se ha calculado que para el verano el sistema será compatible con los casi 5 millones de tarjetas bancarias que hay en Tejas. (Un trabajo rápido). El director comercial de Mtech dijo que se necesitará «de todo, desde descuentos en el precio hasta cupones para convencer a los clientes de que compren electrónicamente. Sólo la comodidad no bastará.

Aquellos que esperan beneficiarse del sistema de cobro automático o de cualquier sistema sin dinero estarán preparados para apoyarlos. «Aquellos de nosotros que estudiamos estos asuntos, nos entusiasmamos con el punto de venta, pero la mayoría de las personas ni siquiera sabe qué está pasando. No es un simulacro: llevará tiempo. A la gente siempre hay que darles razones para que haga las cosas de forma diferente. Las compañías bancarias ofrecerán a los grandes clientes, como grandes comerciantes, tratos atractivos para atraerlos pronto. Después de eso, otros comerciantes se verán forzados a alcanzar a sus competidores. En la última mitad del año, esperamos que el nivel de actividad se acelere mucho. El avance se producirá con mucha más rapidez que el de los cajeros automáticos, porque ahora ya tenemos una mentalidad educada para las tarjetas. (Ahora nos ponen el anzuelo del halago: todas las personas educadas comprenden estos asuntos, así que únase a nuestro club de elite). A los comerciantes les gusta porque les dan una lista detallada de las ventas. A los conductores les gusta «porque el banco les dice con detalle cuánto se gastan en gasolina al mes. (Sé que usted aún está temblando ante este emocionante proyecto). Algunos expertos en el campo dicen que la aceptación por parte del consumidor sólo es cuestión de tiempo y el presidente de Electronic Funds Transfer Association predice que «para el año 2000, se harán más pagos con sistema automático que con la suma de los demás métodos.»

Muchos de nosotros podemos estar preguntándonos que puede haber de «malo» en tener un sistema más centralizado. Una práctica común es «mejorar» las cosas sustituyendo la diversidad por la homogeneidad. Nuestro sistema cada vez está más consolidado, refinado, centralizado y «simplificado», y las grandes partes (más engorrosas) se reemplazan por partes más pequeñas (más eficientes) en las máquinas (y se inventan menos máquinas para hacer el trabajo de más personas). Consolidamos la agricultura, los fertilizantes/pesticidas químicos y compañías de semillas en la llamada agroindustria, y en el proceso destruimos a los pequeños agricultores y variedades de semillas menos conocidas. Las tiendas pequeñas y pequeños restaurantes pasan a formar parte de las cadenas nacionales, y fabricamos tarjetas de crédito y cheques de viaje que «llegan a todas partes». Cuanto más concentremos nuestro sistema, más cerca estaremos de un sistema realmente «unificado»: siempre hemos querido la unidad mundial. No obstante, el peligro radica en confundir la unidad de espíritus individuales con un mundo de ordenadores unidos que nos pueden reducir a números, usurpando gran parte de nuestra libertad en el proceso.

Acabamos de ver en nuestro comentario sobre economía que ésta ya está plagada de problemas: incluso nuestra economía está «contaminada». También es evidente que el sistema monetario mundial es inestable. Si se diesen ciertas circunstancias y debido a los complejos factores interrelacionados en la industria bancaria mundial, podría sufrir un colapso total. Hamaker mencionó que una de las razones por las que nuestros líderes son reacios a admitir la extensión de todo el daño ecológico presente en la actualidad es el miedo a «hundir el mundo en un desastre financiero»  y también dice que a ellos les gustaría tener elaborado un «sistema sustitutivo». Si las economías del mundo se derrumbaran, se tendría que buscar algún sistema para controlar lo que de otra forma sería un caos, de eso podemos estar seguros.

Estoy a punto de comentar varias facetas de esa posibilidad, pero le advierto que al principio le puede sonar «inverosímil», así que, por favor, tenga paciencia conmigo. De nuevo, no intento predecir esta posibilidad, sólo mostrar lo lejos que podrían llegar las cosas en un sistema sin dinero. Un amigo mío me dio un libro, titulado Cuando la memoria te falla, y aunque nos gustaría que fuese ciencia-ficción, cualquiera de nosotros que ya esté familiarizado con las muchas verdades que son poco conocidas o aceptadas por la sociedad en general (no obstante, aparentemente válidas) también debe prestarle alguna consideración a este tema: ya sabemos que la aceptación de la sociedad no es un requisito previo para la verdad.

En su ensayo sobre economía, John Hamaker habló de dictadura, pero podemos recordar que la dictadura también puede ser «benévola, benigna o sutil: incluso el control informático impone restricciones a nuestra libertad (y puede utilizarse como una herramienta en una dictadura). La posibilidad de pasar en el futuro a un mundo sin dinero existe; a esto le seguiría el colapso del sistema monetario internacional, o quizá pudiera comenzar a reemplazarlo una vez que se hiciera factible y se descubriera que es más «eficaz», etc. Un sistema monetario sin dinero no sólo limita y compromete nuestra libertad, sino que la sustituye por un control sistematizado. Todos los sistemas que no utilizan dinero (cheques, tarjetas de crédito/pago inmediato, giros, etc.) son promovidos por el gobierno por ser convenientes, «por nuestro propio bien» y/o necesarios. El sistema de domiciliación nos acerca aún más a un sistema sin dinero (unificado). Aunque esos sistemas ahora son voluntarios, un colapso mundial del sistema monetario los convertiría en obligatorio (o un sistema sustitutivo). Aquellos que ya tienen tarjetas de crédito, cheques, tarjetas de pago automático, etc., ya han proporcionado al sistema bancario mucha «información de prueba y ensayo» sobre cómo conseguir que los sistemas sin dinero (en general) funcionen y sobre cómo integrarlos en la sociedad: cuantas más «peculiaridades» hayan funcionado, más cerca estaremos de un sistema sin dinero «unificado». Si en el futuro todos estamos dentro de un sistema informatizado y nos dan tarjetas u otras formas de identificación, no se equivoque, toda la fanfarria para convencernos de que ese sistema es «bueno» o necesario no cambiará el hecho de que, literalmente, nos convertiremos en números y numerados. Con un sistema así, la libertad tal y como la conocemos sólo sería un recuerdo (como veremos más tarde en nuestra discusión) y el derecho a permanecer en el anonimato (tan difícil como es conseguirlo ahora) se convertiría en algo del pasado.

Los cristianos puede pensar que este sistema suena muy parecido a la profecía de la «bestia», en el libro del Apocalipsis (13:15), y hay más libros sobre este mismo tema. Yo sé que todos tenemos nuestras propias ideas y filosofías en la vida (mi hermana es una ávida cristiana que me enseñó a citar), pero echemos un vistazo a esta referencia bíblica dentro de un contexto no religioso, porque es bastante curioso a la luz de este comentario. Si la bestia se interpreta como un sistema informatizado (al que nosotros le hemos dado vida para imitar nuestro cerebro con inteligencia artificial, hasta el punto de que los ordenadores actuales incluso hablan y juegan con nosotros ¡y tienen una memoria mucho mejor!) podemos preguntarnos las implicaciones ante el libro (Cuando te falla la memoria) que comentaremos en un momento:

    Y se le concedió dar aliento a la imagen de la bestia salvaje, de modo que la imagen de la bestia salvaje tanto hablara como hiciera que se matara a todos lo que no adoraran de manera alguna a la imagen de la bestia salvaje. Y pone bajo obligación a todas las personas —los pequeños y los grandes, y los ricos y los pobres, y los libres y los esclavos— para que a éstas de dé una marca en su mano derecha o sobre su frente, y para que nadie pueda comprar o vender salvo la persona que tenga la marca [Nota de la autora: ¡suena sospechosamente como un sistema sin dinero!], el nombre de la bestia salvaje o el número de su nombre  o el nombre de la bestia o el número de su nombre. Aquí es donde entra la sabiduría: El que tenga inteligencia, calcule el número de la bestia salvaje, porque es número de hombre y su número es seiscientos sesenta y seis. (666)

La Biblia advierte claramente a los cristianos que no acepten esta marca y en la obra Cuando falla la memoria el autor interpreta estas escrituras como un inmenso sistema informatizado que pondría toda la economía mundial (y junto con ella, nuestra libertad) «bajo su protección». Ella se refiere a experimentos que ya se han realizado con impresiones (sobre la piel de las manos y frente) que son invisibles al ojo (para leerlas se tendrían que utilizar escáneres. En los supermercados ya tenemos escáneres que leen los códigos de los productos, y los precios se anuncian por el altavoz). No hace falta mucho para imaginar la siguiente escena en un supermercado: pones tu mano a través de un escáner (o en frente de un dispositivo que escanee tu frente) y te cargan el dinero en tu cuenta. Tu cuenta central tendría crédito por tu trabajo y sería adeudada por las compras. La autora del libro antes mencionado dice que deberíamos comenzar a «sospechar» cuando nos ofrezcan un sistema de una única tarjeta (¿Acaso escucha hablar sobre ello? Ninguna fanfarria, ni colas, simplemente una única tarjeta que reemplace todas las demás). Un sistema de una única tarjeta «atraparía» inmediatamente a la mayoría de los participantes si todos los usuarios de tarjetas de crédito/de pago automático la tuvieran; a partir de aquí, esté tranquilo, la transición hacia el siguiente paso se facilitará aún más. Una tarjeta puede perderse o ser robada, pero piense en la «conveniencia» de tener «un número permanente de identidad grabado en su piel». Piense lo rápido que sería presentar este número en comparación con buscar en el fondo del bolso el carnet de identidad, de conducir, pasaporte, cheques, dinero, pagarés o cualquier otra cosa que pueda tener ahí. Podría ocurrir que el sistema de domiciliación que ahora tanto se fomenta no sea más que un precursor de ese sistema mundial sin dinero. (Todos los productos que ahora están marcados con el código de barras ya están convenientemente etiquetados y listos para un sistema más centralizado, en caso de que se desee o se necesite un cambio.) La campaña de promoción para las tarjetas de cobro automático también dicen «tienes que tener incentivos y educar al pueblo.» Cuando los bancos comiencen a cobrar más dinero por procesar cheques que lo que cobran por las transacciones electrónicas, ese «incentivo» se proporcionará de forma automática.

El pueblo acepta rápidamente casi cualquier cosa que el sistema ofrezca (o exija) así que convencerlos de que acepten un «un inofensivo numerito invisible» puede ser mucho más fácil de lo que cree, sobre todo cuando se les dijera que lo necesitan para comprar comida y gasolina. Si el dinero en efectivo desaparece en todo el mundo y a la gente se le dice que tiene que comprar y vender sin efectivo, ¿cuánta gente piensa que siquiera sabrán cómo resistirse? Desde el principio, ese sistema lograría numerar a la gran mayoría de las personas casi «automáticamente»: muchos ya estarían en el sistema de una única tarjeta, y muchos otros llegarían al novedoso sistema y lo descubrirían antes de que los tuvieran que encontrar a ellos.

Incluso aunque, en teoría, podamos imaginar alguna clase de sistema internacional y cómo se llegaría a él, sé que a muchos aún se preguntan cómo puede ser remotamente posible numerar a todo el mundo. Creo que podemos estar casi seguros de que algún pez escapará de esta red. No obstante, no debemos subestimar la capacidad técnica actual del sistema informático para manejar esas cifras. Tampoco debemos subestimar la capacidad de un sistema para llegar a zonas remotas: Esto lo descubrí casi por sorpresa mientras estaba en una pequeña aldea de Méjico: aunque el puñado de familias que vivían allí no tenían electricidad, ni agua corriente, inodoros, oficina de correos, coches ni periódicos, sí tenían un «funcionario de salud» que llegó un día para repartir pastillas contra la malaria a la población. Llevaba una tablilla con sujetapapeles con el nombre de cada adulto y niño, listado por familias, y conforme veía como cada persona se tragaba la pastilla, tachaba sus nombres. (incluso en este remoto pueblo, las personas no eran anónimas). Aunque aún quedan pueblos en estado salvaje, creo que esto demuestra claramente lo rápido que se está estrechando el mundo conforme se expande la civilización.

Me imagino que si alguna vez nos dicen que nos van a «marcar» o si comienzan a «marcar» (numerar, etc.) a los recién nacidos, no sólo los cristianos, sino que grupos de otras creencias se resistirán por principios, y recurrirían al trueque/comercio en vez de a un número o a la «vacunación definitiva».

Esa numeración de individuos significaría censo definitivo, y si tenemos alguna duda sobre los efectos potenciales que puede tener sobre nuestra libertad, consideremos algunas otras implicaciones de tener un sistema sin dinero global: cada vez que una persona comprase un simple jabón, el paradero del individuo en el momento de la transacción sería detectado automáticamente en ese mismo momento. No sólo eso, sino que todo aquello que gastara o recibiera estaría «archivado». ¿Qué mejor forma tiene el gobierno de conocerle, si es que alguna vez sintiera la curiosidad? Sabría cuánto compra, y si los códigos de barras se «archivaran» podrían saberlo todo sobre su alimentación, hasta qué marca de champú compra, incluso qué clase de revistas y libros le gusta leer. O si el gobierno quisiera saber cuánta gasolina ha comprado, quizá sólo tendría que obtener una copia de esa bonita «lista detallada de cuánto ha gastado en gasolina al mes» que el sistema de tarjeta de cobro en efectivo ya está ofreciendo. De hecho, podrían obtener una lista de cualquier cosa que compre o venda con ese sistema. Hacienda descubriría una fuente interminable de divertimento con ese sistema, eso es seguro, imáginese cuanto más exactos serían sus cálculos sobre nuestro «capital» con todo ese trabajo de adivinación eliminado. Descubrir a todos los chicos malos que evaden impuestos también sería mucho más fácil: quizá sólo tendrían que meter su número en el sistema con un código especial que desatase una alarma la próxima vez que su número se introdujera en un ordenador de cualquier lugar.

Si fuésemos ciudadanos buenos y honestos, «¿qué tendríamos que temer?» nos preguntarían. ¿Tenemos algo que esconder? Nos dirán que un sistema sin dinero también eliminará muchos de los delitos monetarios. ¿Qué tendría que objetar una persona honesta a lo que se traduciría po un sistema de vigilancia eterna? Dígamelo usted.

Si el Gran Hermano alguna vez quisiese «vigilarnos» esta sería su gran oportunidad.

Estamos tan cerca de un cambio universal de mente y crecimiento de espiritualidad que podemos saborearlo. Estamos preparados para volar a una nueva dimensión: la de la mente y la consciencia, para embarcarnos en nuestro gran viaje hacia un mundo de paz y cooperación. Este no es momento para «quedarnos sin gasolina», que es lo que estaremos haciendo si somos borrados de la faz de la Tierra debido a nuestros errores medio ambientales o a las guerras, o si de repente nos cargan con la responsabilidad de la mayor amenaza de control a la que jamás nos hayamos enfrentado, que es lo que ocurrirá si los ordenadores restringen nuestra libertad personal y suprimen nuestra creatividad sofocando nuestra libertad. La libertad es un derecho de nacimiento y el mayor logro. No importa lo que nos digan nuestros líderes, no hay ninguna excusa para que aceptemos nada menos.

F. Extractos sobre resistencia a los impuestos sobre la guerra (Para más detalles, ver Material de Lectura Recomendado):

Un opositor a los impuestos sobre la guerra, Wally Nelson, explicó una vez a un funcionario del fisco que le visitó: «No tenemos la intención de cooperar con el fisco en su intento de hacernos pagar para matar. ¿Qué haría usted si mañana yo entrara en su oficina con una taza en las manos pidiendo una contribución que me permita comprar pistolas y matar a un grupo de personas que no me gusta?» (New Roots, abril 1981)

«Para muchas personas, la única diferencia entre pagar para la guerra y participar en ella es que el primero es un proceso más limpio y más cómodo… sin embargo, pagar a alguien para matar por negarse a hacerlo personalmente es una falta de integridad.»

«El gobierno necesita dos recursos principales para sus operaciones militares: soldados y dinero. En la actualidad, la alta tecnología del arte de la guerra ha generado un ejercito con una necesidad aún mayor —casi una adicción— de dinero que de soldados, lo que provoca un gasto sin precedentes en armamento para un país que no está en guerra.

Históricamente, muchos opositores a los impuestos sobre la guerra se han sentido movidos a no pagar por fuertes convicciones religiosas. Otros, simplemente no creen que matar o utilizar la amenaza de muerte sea un método aceptable para solucionar los problemas sociales o políticos. La mayoría quiere que el dinero de sus impuestos tenga usos más constructivos: 46 tanques del ejercito cuestan lo mismo que 500 autobuses urbanos.

Por motivos de consciencia, gran parte de los opositores al impuesto sobre la guerra se ven obligados a dejar de contribuir con su dinero a la preparación para un asesinato en masa. El oponerse a los impuesto indica una protesta que el gobierno no puede ignorar; también les recuerda a los demás que estos asuntos de consciencia aún existen. Ha habido veces en todas las sociedades en las que el hecho de obedecer las leyes ha perpetuado la injusticia y el desorden. Una persona estaría desobedeciendo las leyes de Hitler si diese refugio a una familia judía, aunque estaría respondiendo a una ley de vida más importante. Históricamente, la desobediencia civil no ha provocado que el pueblo viva en estado salvaje, y desobedezca todas las leyes, aunque al principio mucha gente duda sobre el concepto de desobediencia civil porque creen en la «ley y el orden». Una persona que se niega a pagar el impuesto sobre la guerra piensa que toda preparación militar es contraria a leyes más importantes e internacionales y que contribuye a la ruptura de un orden social justo. Ellos intentan crear una comunidad con un uso responsable y pacífico del dinero de sus impuestos, no una sociedad donde las personas sólo se preocupan de sus propios asuntos.»

Deberíamos cambiar la ley para que todos los objetores de conciencia a la guerra y armamentos puedan tener la opción de que su dinero se utilice para asuntos pacíficos: un impuesto para la paz.

Si en cualquier momento decide «retar» al fisco, sería una buena idea que hablara con gente que conoce el tema y las leyes para saber a qué atenerse. El libro, War Tax Resistance [Oposición al impuesto para la guerra], ofrece trucos para esta oposición e incluso incluye una lista de 97 asesores sobre el tema, centros y fondos alternativos en 32 estados, además de una lista de material de lectura y otra información: usted no está solo. También hay un capítulo dedicado a la oposición al impuesto de la guerra en todo el mundo.

«No hay nada en el presupuesto federal que se acerque al gasto militar.» Parece que la oposición ante este impuesto ha ganado popularidad desde la elección de Reagan. El fisco ha admitido que el número de opositores se ha triplicado entre 1978 y 1981. En 1981, el arzobispo católico, Raymond Hunthausen, de Seattle, instó a los ciudadanos a que se negaran a pagar el 50% de sus impuestos para protestar contra las armas nucleares. Otros líderes religiosos enviaron cartas apoyando su protesta. Algunas persona utilizan el siguiente enfoque: pagan una cantidad menos de lo que les corresponde para compensar lo que supondría el gasto militar: un 1% representa dinero gastado en cabezas nucleares; 10% para cabezas nucleares y sistemas de envío, etc. Otras personas simplemente no pagan (en el libro se citan muchos casos). No importa la cantidad que pague, porque no puede adjuntar una notita en el impreso diciendo «por favor, no utilizar para fines militares»: un porcentaje siempre se utiliza con fines militares. Incluso los usos no militares incluyen dudosos beneficiarios como la CIA, energía nuclear, etc. Los proyectos comunitarios y un impuesto para la paz serían mejores canales para nuestro dinero.

Para aquellos que se oponen al gasto militar y deseen información sobre la creación de un impuesto para la paz: World Peace Tax Fund, 2111 Florida Avenue, N.W., Washington, D.C. 20008.

Un noticia periodística del 17/4/85: «Los funcionarios de hacienda de Houston dicen que no aceptaran alimentos de primera necesidad — como 50 kilos de arroz— en vez de dinero como método de pago de impuestos. Laura Purdy causó un gran revuelo cuando comenzó a apilar seis cajas de harina de avena sobre el mostrador de la oficina de haciendo de Houston en vez de los 78,28 dólares que debía en impuestos, diciendo que estaba pagando con comida “debido a mi fuerte oposición moral a que mi dinero se utilice con propósitos militares”. La oficina del fisco le dijo que cogiera su comida y se fuese a casa.

Una de las mejores razones para compartir el poder es conservar el equilibro. Ya hemos visto demasiados dictadores y déspotas en todas las épocas y sabemos qué ocurre cuando esa gente tiene demasiado poder. El poder compartido está en perfecta armonía con nuestro espíritu colectivo: cuando más unidos y unificados nos sintamos, antes podremos reconstruir la confianza entre nosotros y nos atreveremos a derribar nuestras «defensas». Estaremos mucho más preparados para compartir nuestro poder, para turnarnos, como en cualquier deporte y juego. Incluso podremos volver a disfrutar del juego, porque estaremos jugando para divertirnos, no simplemente para conquistar o ser conquistados. Debido a que nos han dividido y polarizado, hemos acumulado nuestro poder y nos hemos obsesionado con «nuestros» territorios y fronteras. Esas fronteras están ahí porque nosotros las mantenemos vivas en nuestra mente. Ahora que todos somos una gran familia, no necesitamos fronteras y sí más voluntad y predisposición para compartir nuestro espacio y nuestras vidas. Hemos sido extraños durante demasiado tiempo.

III. Y LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD

A. Interacción humana: es cosa de dos

La supervivencia tiene una gemela denominada necesidad, y siempre están juntas. Desde el principio aprendemos que necesitamos algo más que aire, agua y alimentos: necesitamos a los demás. Desde muy pequeños, las personas dependen de los demás para sobrevivir; en realidad, como niños nacemos por completo dependientes de alguien más. En la sociedad occidental, surge un conflicto entre nuestra natural necesidad humana de los demás y nuestra «conquista por la independencia». Tenemos autosuficiencia, autorealización, autoconocimiento, autocontrol, autoestima, autoconfianza, autoinseguridad, autodefensa, autogobierno, autoayuda personal, autosuperación, intereses propios, autocompasión, autopreservación, independencia, autosatisfacción y autorespecto. Somos egocéntricos, independientes, evidentes, hipócritas, autosuficientes y nos automotivamos.

En nuestro mundo de interacción humana, de Dar y Tomar, los trillizos Poder, Sumisión y Oposición están estrechamente relacionados con nuestros gemelos supervivencia y necesidad, aunque aquellos de nosotros que conocemos la Creatividad preferimos su compañía a la de los trillizos. La mayor parte de la interacción humana se refiere a la supervivencia/necesidad, dar/tomar, poder/sumisión/oposición, amistad y/o creatividad. Con la técnica de ensayo-error aprendemos a definir nuestra individualidad y comenzamos a utilizar nuestro «poder» en cuanto nos damos cuenta de que está ahí. Junto con nuestras necesidades, desarrollamos deseos y expectativas.

Al igual que el fuego, todas las formas de energía y todas las herramientas que conocemos, nuestro orgullo puede ser una fuerza constructiva o destructiva, según cómo lo utilicemos. El orgullo puede ser nuestro incentivo y pasión motivadora para sacar lo mejor que hay en nosotros, para superarnos y lograr nuestros mayores logros: o puede consumirnos y destrozarnos; se puede convertir en el mayor obstáculo en el camino hacia nuestro yo más elevado, si lo dejamos. Si podemos controlarlo y utilizar su poderosa energía para el bien, seremos capaces de utilizar su enorme fuerza a nuestro favor y trabajará con nosotros; si no, nos controlará (al igual que ocurre con la rabia y el resto de las emociones) y trabajará en nuestra contra, porque el orgullo sin sabiduría e intuición es igual que un barco sin timón o un coche sin volante. No tenemos más que mirar la historia de la humanidad para ver lo que el orgullo sin dirección, guía y consciencia nos ha hecho, o mejor dicho, lo que no ha hecho por nosotros. O bien podemos dejarnos llevar por nuestra rabia, falso orgullo y otras emociones y dejarlos crecer, o podemos hacer algo mejor con nuestro tiempo.

Puesto que sembramos lo que recogemos, haríamos bien en utilizar nuestro tiempo en metas positivas. Cuando nos liberamos del falso orgullo, o de la rabia, nos liberamos nosotros mismos para hacer algo que pueda ayudarnos. Las emociones negativas son como una enorme ola que nos golpea en la orilla del océano. Si alguna vez ha hecho surf, sabrá que la mejor estrategia es agacharnos y dejar que la ola nos pase por arriba para que rompa en la orilla y allí se desate su fuerza.

Por otra parte, estimular las emociones negativas (como ocurre cuando nos centramos en los síntomas de una crisis curativa) las fortalece, refuerza su control sobre nuestras vidas, por lo que nos hacen menos libres. Cuando nos descubrimos pensando «esto y esto (o aquello) me saca de quicio» debemos recordar que somos nosotros los que tomamos la decisión de qué hacer con nuestra rabia. Es irónico que con tanta frecuencia nos encontremos pensando que no tenemos tiempo para esto o aquello, pero nos damos la vuelta y quemamos el doble de la energía vital de vida en sentir rabia u otras emociones negativas: ¡de lo más ilógico! Sólo las acciones positivas nos ayudarán a hacer que las cosas sean positivas. Deberíamos utilizar nuestras emociones como energía, no la energía de vida en sí misma.

B. Paz en la Tierra, Buena Voluntad a todos …

Hemos alcanzado un punto de estancamiento a nivel planetario por lo que se refiere a las relaciones internacionales. Todos estamos preparados y listos, armas en mano, todos haciéndonos los fuertes e imponiendo la paz (o lo que sea) con la amenaza de ejercer la fuerza. Si alguna vez ha visto dos gatos macho enfrentados, nariz contra nariz, emitiendo sus gruñidos, se habrá dado cuenta de que ninguno de los dos quiere ser el primero en rendirse: están plantados en el momento crucial de la «confrontación final».

Nosotros somos como estos gatos y utilizamos nuestras amenazas más impresionantes, mezquinas y espeluznantes: estamos tan implicados que nos asusta confiar en los demás. Hemos oído toda clase de amenazas y hecho las nuestras propias y nos hemos definido como «enemigos», cuando la realidad es que estaríamos mucho mejor en la cocina de una familia rusa que con nuestro ladrón local, aquí en casa. Los enemigos a los que no reconocemos como tales suelen ser más peligrosos para nosotros en el día a día que aquellos que nos han dicho que debemos temer. En cualquier caso, nosotros hemos construido el muro que nos separa, así como también hemos construidos elaborados mecanismos de «defensa» para autoprotegernos. Como hemos dicho, la verdad es que hemos hecho un trabajo tan «bueno» en la construcción de armas que nuestra autodefensa también amenaza con la autodestrucción. Hemos construido el muro con una falta de comprensión y cooperación, con el miedo, recelo y la negación a comunicarnos honestamente. Y cuando nos comunicamos, nuestros mensajes suelen ser confusos: con la escopeta cargada (es una forma de hablar) nos apuntamos a la nariz y nuestras voces dicen: ¡Hey, seamos amigos y hablemos de esto!. Nadie se atreve a ser el primero en bajar la pistola y nuestra historia de guerra y violencia no ayuda a disipar nuestros miedos. Mientras no podamos creer y confiar unos en otros, la tensión persistirá.

Hemos llegado a la última parada de este autobús, como si fuera el final de la línea. Ha dado vueltas y vueltas en círculo y cada vez nos encontramos en el mismo lugar donde subimos: esta ruta tiene poco que ofrecer a nuestra evolución espiritual como criaturas de luz. Es hora de que decidamos si bajamos del autobús y comenzamos un nuevo viaje o si volvemos a la terminal. En 1984, una noticia declaraba: «El año próximo, el mundo gastará un 1 billón de dólares en armas y otros fines militares» —según la Agencia de Control y Desarme de Armamento de EE.UU.—. De la «mínima» cantidad de 300.000.000.000 dólares que se gastaron en 1972, el gasto aumentó a 820.000.000.000 dólares en 1982 y se esperaba que alcanzara los 970.000.000.000 dólares en 1984, hasta alcanzar la cifra de 1.000.000.000.000 dólares (escribo intencionadamente las cifras con 0 porque la impresión es más visual que si escribo millones, billones, etc.) Está claro que la industria armamentística está teniendo un «boom» (si perdona el mal juego de palabras) en una época en la que se dice que los fondos monetarios para realizar tareas humanas positivas «son insuficientes, que no hay, que no están disponibles o cualquier otra excusa». Las economías de todas las naciones están implicadas en la venta y compra de estos instrumentos de muerte: está claro que no es un fundamento sólido sobre el que basar nuestras economías. Con la posibilidad actual de una guerra nuclear, química, medio ambiental o biológica, lo que estamos experimentando es una contaminación armamentística internacional del mayor orden. El incremento de la violencia en todo el mundo, así como las luchas de poder, son síntomas de unas mentes y espíritus enfermos resultado de la contaminación, en todo el mundo, de nuestros valores humanos de amor y cooperación.

Los estudios demuestran que las experimentación con este tipo de armas ya ha provocado víctimas en todas partes. Miles de ciudadanos han interpuesto demandas en Nevada y en otras zonas, alegando que han sido expuestos a lluvia radioactiva mortal. Se han realizado cientos de pruebas atmosféricas y subterráneas (que nunca se han anunciado), nos han dicho que no confiemos en los extranjeros, pero es obvio que ni siquiera podemos confiar nuestra salud, vida y seguridad a nuestros propios gobiernos. Como un solo ejemplo de la magnitud del potencial y peligro real de esas pruebas, piense sobre el siguiente extracto de la obra de Hamaker, Survival of Civilization [Supervivencia de la civilización]:

«En 1972, la Comisión Atómica probó una bomba de 5 megatones a 500 metros por debajo del nivel del mar en la isla aleutiana de Amchitka. La cadena Aleutiana es una zona volcánica y el mar de Bering está poco a poco alcanzando un nivel de meseta. La prueba subterránea de la bomba tenía los ingredientes para provocar un completo cambio climatológico en todo el mundo. Por suerte, un grupo de senadores encabezados por el senador Philiph  Hart convencieron a la Comisión de Energía Atómica de que paralizara las pruebas.»

Una prueba subterránea realizada en Nevada (2/81) «hizo el número 568 de las que se han informado en la Península del Yucatán (noroeste de Las Vegas) y la 353 anunciada desde que se paralizaron las pruebas atmosféricas (por los EE.UU.) en 1963.» ¿Dónde va toda esta radiación? Un artículo publicado en mayo de 1984 habla de denuncias interpuestas por los residentes de Nevada que afirman que el gobierno sabía o debería haber sabido que la lluvia ácida era peligrosa (pruebas atómicas desde 1951-1962) y fue negligente al no proteger al pueblo de los vientos que llegaban desde el lugar de las pruebas.

Un artículo publicado en enero de 1984 dice: «La administración Reagan ha ocultado un número indeterminado de explosiones nucleares en el suelo subterráneo de Nevada, lo que significa una ruptura de la política de anunciar todas las explosiones de 1975.»

Agárrese a su asiento para esta: «Un funcionario del Departamento de Energía dijo “la política de anunciar únicamente las pruebas grandes se adoptó hace un año por conveniencia. Simplemente no había razón para anunciarlas todas. El tamaño de algunas pruebas era tal que ni siquiera provocaban una ola. Nadie fuera del lugar de la explosión podía notarla. Hace falta mucho trabajo para anunciar cada una de estas pruebas. Y esta información no era oportuna para la sociedad en general.»

Aquí tienen, amigos. No se inquiete: lo que no sabe, no puede herirle ¿verdad? ¿Una ola? (simplemente porque una persona no note esas pequeñas células cancerosas que comienzan a activarse en su organismo, no dejan de ser menos peligrosas). Este artículo concluye diciendo que desde que comenzó la administración Reagan, el presupuesto federal para pruebas nucleares casi se ha duplicado, pasando de 201.000.000 dólares en 1981 a 388.000.000 en 1984.»

Las islas del Pacífico se han llevado el mayor peso de la era nuclear: unas 200 pruebas armamentísticas se han realizado en esa región y las personas expuestas a la lluvias radiactivas se han visto asoladas con altas tasas de cáncer de tiroides, abortos, nacimientos de niños muertos, leucemia y otros problemas de salud. Cuando EE.UU. llevó a cabo la mayor explosión de una bomba de hidrógeno en el Atolón Bikini, en las Islas Marshall (el 1 de marzo de 1954) cientos de isleños, 29 meteorólogos estadounidenses y 23 pescadores japoneses se expusieron a elevadas cantidades de lluvia radioactiva.

Nuestras armas no están simplemente almacenadas en «pequeños cubículos seguros para ser utilizadas en el futuro»: algunas ya han provocado víctimas. Los médicos y otros grupos se han unido para advertir a las grandes potencias de los peligros que supondría incluso una guerra nuclear «limitada»: incontables víctimas abrasadas, demasiadas para tratarlas, etc. Todos hemos escuchado los detalles y conocemos bien los peligros. Ahora oímos hablar de estaciones «espaciales» y de «guerra de galaxias», de estudios para determinar la viabilidad de enviar los desechos nucleares al espacio: ¿cuándo y dónde acabará toda esta locura?

Allí donde nunca se escuchó una voz de desaliento y los cielos no estaban nublados todo el día…»

Los científicos han alertado al mundo del último peligro nuclear: el de un invierno nuclear, con muchas de las consecuencias negativas que se derivan de un aumento de la capa nubosa que ya hemos comentado en referencia a los posibles cambios climáticos hacia unas condiciones más frías debido al exceso de CO2 y a otros factores.

Los informativos del 3 de marzo de 1985 anunciaron que «el Pentágono ha aceptado como válida la teoría de que una guerra nuclear podría generar suficiente humo y polvo como para tapar el sol y provocar un grave enfriamiento del clima.» El informe de 17 páginas fue la primera declaración militar de que la teoría de la detonación de bombas nucleares podría causar: «un devastador invierno nuclear en todo el planeta y las temperaturas descenderían más de 75 grados, primero en el Hemisferio Norte y después en el Sur, conforme el humo se expandiera con el viento. La tierra y el agua se congelarían y causarían unos severos efectos globales, aparte de los riesgos de radiación. El resultado, arguyen, sería la extinción de una importante proporción de los animales y plantas de la Tierra, en la que posiblemente se podría incluir la especie humana.»

Un reciente artículo (10/1/85) compara la capa nubosa con aquellas de pasadas erupciones volcánicas que se sabe que provocaron cambios climáticos:

«Hemos determinado que las erupciones volcánicas tienen un efecto sobre el clima y si se produjera un número suficiente de erupciones al mismo tiempo, como la explosión de bombas nucleares, podría tener un efecto significativo. El ejemplo más famoso del efecto que tiene un volcán sobre el clima fue la erupción en 1815 de un volcán en Indonesia (Tambora) que duró tres meses —la mayor erupción en toda la historia— provocando grandes cantidades de cenizas y polvo que se expandieron por todo el mundo a través de la estratosfera. Las partículas desviaron suficiente luz del sol para provocar lo que después los historiadores denominaron el «año sin verano», en 1816. Ese año, en Nueva Inglaterra, hubo una gran nevada en junio y heladas en todos los meses de verano. En todo el mundo hizo un frío inusual. Las pérdidas de cosechas provocaron escasez en Irlanda y Gales: ese es el ejemplo más famoso. Fue la primera vez que se demostró la relación entre los volcanes y el clima.» (Fred Bullard, profesor de geología, universidad de Tejas).

Otra descripción del posible cambio climático es que «la temperatura media anual en el Hemisferio Norte podría bajar hasta bajo cero durante un mes o más». Otros estudios piensan que no es probable que se produzcan largos periodos de frío. De nuevo, todo el mundo tiene una opinión ligeramente diferente sobre estos asuntos, pero debería ser obvio que tras nuestro largo comentario en la última unidad sobre el exceso de dióxido de carbono y su relación con los ciclos de la era glacial —más los indicios de temperaturas extremas en todo el planeta— esas capas nubosas (sumadas a nuestro actual exceso de nubes que generan CO2) podrían realmente producir cambios drásticos. He aquí otra descripción: «el polvo generado por las explosiones nucleares aún podrían bloquear suficiente luz del sol para hacer que las temperaturas de verano desciendan hasta casi bajo cero y destruyan las cosechas de los supervivientes de la inicial onda expansiva y efectos de la radiación.» Según Bullar, la reciente actividad volcánica no ha provocado nada parecido a la erupción del Tambora, pero ha «continuado un tendencia de enfriamiento general en todo el mundo que comenzó con la erupción de un volcán en India occidental en 1902. El polvo y las cenizas de la erupción del Monte Sta. Helena, en Washington de 1980, no ascendieron lo suficiente como para entrar en la estratosfera o tener mucho efecto sobre el clima mundial, aunque el polvo aún está circulando en la atmósfera superior. Pero el polvo de la erupción de El Chicon, en Méjico, abril de 1982, sí entró en la estratosfera y está acentuando el enfriamiento —dice— Esto significa que las heladas podrían llegar antes de lo normal». La fuente de noticia declara que «el dióxido de carbono generado en la atmósfera superior por la contaminación provocada por los coches se suele citar como causante de un efecto invernadero, al intensificar la luz del sol. Sin embargo, Bullard dice que, en la actualidad, la Tierra tiende hacia un enfriamiento debido a las erupciones volcánicas durante este siglo, generadas por el polvo de los volcanes en la estratosfera, y que ha habido un importante número de erupciones en los últimos años que fomentan el enfriamiento. En realidad, sólo hemos comenzado a notar los efectos a partir de que los científicos comenzaron a utilizar los ordenadores para analizar los cambios.

Varios grupos de científicos independientes de los EE.UU. y la URSS. han realizado los cálculos sobre el concepto de invierno nuclear y, en la actualidad, los científicos de otros países están de acuerdo con la teoría (si no con los detalles).

«En la eterna oscuridad, en el fuego, en el hielo» (Dante, El Infierno).

C. Extractos sobre el Invierno Nuclear, de Carl Sagan (30/10/83):

«Los resultados de nuestros cálculos nos ha asombrado. La cantidad de rayos de sol que llegan al suelo es menor de lo normal —mucha más oscuridad durante el día que cuando está nublado y demasiado oscuro para que las plantas puedan realizar la fotosíntesis y vivir—. Al menos en el Hemisferio Norte, donde predominan los objetivos estratégicos, persistirá durante semanas una tenebrosidad continua y mortal. Aún más sorprendente fue el cálculo de las temperaturas. En el caso de línea de base, la temperatura de la Tierra, a excepción de pequeñas franjas costeras, bajó a –25º Celso y permaneció bajo cero durante meses: incluso durante una guerra de verano. (Debido a que la estructura atmosférica se hace mucho más estable cuando la atmósfera superior se calienta y el aire de las capas bajas se enfría, puede que hayamos subestimado gravemente el tiempo que pueden durar el frío y la oscuridad.) Los océanos, una importante reserva de calor, no se congelarán; pero debido al fuerte descenso de las temperaturas, desaparecerían prácticamente todas las cosechas y animales de granja, al menos en el Hemisferio Norte, y lo mismo pasaría con variedades de suministros alimentarios no cultivados y no domesticados. La mayoría de los supervivientes humanos morirían de hambre. Además, la cantidad de lluvia radiactiva es mucha más de la esperada. La lluvia ácida de largo plazo (finas partículas radioactivas emitidas a la atmósfera) descenderá sobre la Tierra un año más tarde, cuando se haya descompuesto la radioactividad inmediata, de corta vida. No obstante, la radioactividad que haya llegado a la atmósfera superior (pero no a la estratosfera) parece olvidada en su mayor parte, etc. El transporte del polvo y hollín desde el Hemisferio Norte al Hemisferio Sur reduciría la capa nubosa sobre el Hemisferio Norte, pero sólo empeoraría las cosas en el Hemisferio Sur.

En resumen, las conclusiones generales parecen coincidir en que una guerra nuclear tendría consecuencias globales severas y que no han sido anticipadas previamente: temperaturas bajo cero en una oscuridad radioactiva crepuscular que duran meses o más tiempo. Si los científicos han subestimado los efectos y cantidades de la lluvia ácida, si no sabían que bolas de fuego procedentes de las grandes explosiones termonucleares podían agotar la capa de ozono y pasaron por alto los posibles efectos climáticos del polvo y humo nuclear, ¿qué más han pasado por alto? En la actualidad, la guerra nuclear es un problema teórico para nosotros, ya que está claro que no es susceptible a experimentación. Es muy probable que incluso haya más efectos adversos que nadie ha sido aún lo suficientemente sabio como para anticipar o reconocer. Con miles de millones de vida en juego, ¿dónde radica el conservadurismo: en pensar que los resultados serán mejores de lo que hemos calculado, o peores? Se extinguirán muchas especies de plantas y animales. Un gran número de supervivientes humanos morirán de hambre. La delicada relación ecológica que une a los organismos de la Tierra en una especie de fábrica de mutua dependencia se destruiría, quizá de forma irreparable. No hay muchas dudas de que toda nuestra civilización desaparecería. La población humana se reduciría a niveles prehistóricos, o menos. La vida para todos los supervivientes sería extremadamente dura. Y parece que hay una posibilidad real de que la especie humana se extinga. Ya han pasado casi 40 años desde que se inventaron las armas nucleares… los hombres y las máquinas pueden fallar, y existen locos que pueden alzarse con el poder. Al estar siempre pensando en el futuro inmediato, hemos ignorado las consecuencia a largo plazo de nuestras acciones…, por suerte, aún no es demasiado tarde. Podemos salvaguardar la civilización planetaria y la familia humana, si elegimos hacerlo.»

Por tanto, si aún no tenemos suficientes razones para no embarcarnos en una guerra nuclear de cualquier proporción, aquí tenemos otra. La naturaleza insistirá en que veamos la verdad de que lo que le hacemos a ella, o a los demás, nos lo hacemos a nosotros mismos: podríamos, literalmente, destruirnos nosotros mismos al intentar destruir a otro con una guerra nuclear de cualquier dimensión.

La guerra es, realmente, el infierno; mientras que la paz es el cielo en la Tierra. Desde tiempos inmemoriales ha sido nuestro sueño. Ahora, la paz es algo más que una necesidad para sobrevivir: se ha convertido en una realidad que está a nuestro alcance. Con sólo un paso más en la evolución de la conciencia humana, la asiremos y la conservaremos en nuestra preciosa vida. Nuestro tesoro más valioso —la paz mundial— será una realidad. Cuando protegemos a los demás, a quienes mejor protegemos es a nosotros mismos y la mejor protección viene en forma de paz. Puesto que todos somos uno y estamos interconectados, estamos comenzando a darnos cuenta de que al destruir a otro, también nos destruimos nosotros mismos.

«La bomba lo cambió todo, excepto nuestra forma de pensar» (Einstein)

Nuestra antigua forma de pensar en nosotros mismos como seres separados y divididos se ha quedado obsoleta y, si no cambiamos pronto el disco, nos arriesgaremos a quedarnos obsoletos también nosotros. Nuestro sistema armamentístico es como una especie de perro guardián furioso que hemos atado para que nos proteja, uno que cuando creció por completo se volvió tan mezquino que ahora está comenzando a asustarnos a nosotros y al que no nos atrevemos a soltar o tocar por miedo a que nos muerda. Mientras está atado, hacemos lo posible por mantenernos fuera de su camino e ignorarlo, pero sabemos que podría atacar a una persona inocente, o a nosotros mismos, si lo soltamos. Algunas personas pueden sentirse bien con un perro así, mientras que otras se darán cuenta de que han creado un monstruo.

La guerra es nuestro último eslabón con el barbarismo de nuestro pasado. Es «la forma más elevada de acto criminal, una grave ofensa contra la moralidad y el comportamiento social» (David Stry). «Cuando una persona mata a otra, el sistema legal condena duramente ese acto, pero si una nación (unidades políticas, artificiales) lo hace en masa, acompañados de bandas, banderas, uniformes y propaganda, nos dan medallas y decoraciones por nuestra valentía…» La guerra es el uso definitivo de la fuerza. Quizá nuestra desfasada creencia de que puede «solucionar» cualquiera de nuestros problemas sea tan absurda como la idea de que los fármacos médicos pueden «imponer» la salud en nuestro cuerpo (curar). Al igual que sólo la salud genera una vida sana, también sólo la paz (no la guerra ni las armas) produce armonía y cooperación, un entorno en el que la vida y sus criaturas pueden florecer.

Mientras que nuestros líderes mundiales nos mantengan separados y divididos, mientras que fomenten la enemistad entre nosotros, conseguirán mantenernos esclavizados a ideas o actos de guerra. Sólo nosotros podemos eliminar el último obstáculo que nos aleja de una coexistencia pacífica: esta separación de los seres humanos en todo el mundo que evita que nos veamos unos a otros como humanos. Una vez que nos veamos unos a otros como humanos, actuaremos con los demás como actuamos con nosotros mismos.

El pacifismo no es una idea nueva. Aunque hemos llegado a un punto de crisis en las relaciones internacionales, en su obra Psychology Today (junio de 1983), Erik Erikson dice:

«Si estudia la vida de las personas muy creativas, descubrirá que todos ellos tienen a veces una terrible sensación de anquilosamiento. La interacción de estos opuestos [creatividad/anquilosamiento] es característica de cada fase del ciclo vital… No puedo evitar pensar cómo las armas nucleares han acabado con la fronteras de continentes enteros y cómo, con la amenaza de una completa destrucción, exigen el reconocimiento de la indivisible especie humana.»

Los pacifistas de Gandhi marcharon desarmados hacia sus atacantes

D. Pacifismo

Para que el comportamiento no violento sea efectivo debe ser impresionante: tiene que desmoronar la oposición violenta de forma pacífica. En esa situación, ¿qué es más importante?: ¿El hecho de que usted sea un indio, un soldado, un oficial o un ser humano? Tiene que llegar el momento cuando de pronto estas otras personas sean humanos ante usted. Entonces, no podrá seguir atacándolos. Por cierto, es sorprende la cantidad de gente que va a ver la película de Gandhi y no son intelectuales. La política sobre el uso de la resistencia no-violenta de un gran hombre llega a personas que no pertenecen a organizaciones pro la paz y les hace pensar. Esa es la razón de que sea una película tan importante. Sinceramente, creo que se centra en algo que nuestra cultura judeo-cristiana aún no ha entendido bien, no ha utilizado y a lo que probablemente se tendrá que enfrentar: la invención de tácticas no violentas para salir del dilema nuclear.

«Los seres humanos utilizan una gran parte de su imaginación para definir lo que a otros simplemente no les importa. El peligro del rechazo, es decir, el rechazo de otras personas, otros grupos o otras naciones, es lo que ha conducido a lo que yo he denominado pseudoespecialización. La gente pierde el sentido de formar parte de una única especie e intenta convertir a otras clases de personas en una especie diferente y mortalmente peligrosa, una que no cuenta, una que no es humana. Los demás grupos son considerados una especie diferente y puede matarlos sin pensar que está matando a los de su propia clase. Las personas no son consciente de que hacen esto, y esa es la razón de que sea tan peligroso. Lo paradójico es que la pseudoespecie, como sentido de representación de lo mejor de la clase humana, une a un grupo e inspira lealtad, heroísmo y disciplina. La propia existencia de la humanidad depende de la solución de esta paradoja. Lo que es importante ahora es llegar a la convicción de que la cultura y sistema de uno puede seguir viviendo en un mundo que incluye a los antiguos enemigos.»

Cuando le preguntaron si piensa que nuestras probabilidades de desarrollar una identidad que abarque a toda la especie son mejores que las que teníamos hace 15 años, Erikson replica: «Por supuesto. Después de todo, somos una única especie.»

Hace años, alguien utilizó la fuerza para conseguir lo que quería y así comenzó una larga historia de personas que si podían obtenían lo que podían y cuando podían, porque podían, no importa cómo lo hicieran. Podríamos filosofar interminablemente sobre los aspectos morales implicados, pero el hecho es el mismo: llevamos retraso en el cambio de actitud. Cuando Cristobal Colón comenzó su viaje hacia lo desconocido, tuvo que aceptar un riesgo. Cada explorador, inventor y retador de tradiciones ha tenido que enfrentarse a algunos riesgos. Los hermanos Brothers tuvieron que ser valientes para emprender el primer vuelo: ¿cuántos de nosotros hubiéramos tenido ese coraje? Conforme nuestro mundo se va haciendo cada vez más pequeño de tamaño, cada vez hay menos horizontes por descubrir. No obstante, hemos podido comprobar en nuestros comentarios sobre la mente y la consciencia (por no hablar del espacio exterior), que aún quedan muchas dimensiones de realidad abiertas a la exploración, aunque sean inteligibles o estén distantes. Una de esas realidades es que podemos vivir juntos y en paz, si llegamos al compromiso conjunto de conseguir esa clase de mundo. Ni siquiera hemos intentado explorar esta increíble dimensión de la realidad humana, tan desconocida para nosotros en nuestra historia, y, no obstante, tan soñada, esperada y buscada por muchos. Realmente, es hora de que le demos una oportunidad a la paz, que exploremos el territorio desconocido que supone superar nuestras diferencias de forma distinta. Tenemos todo que ganar al hacerlo y todo que perder si no lo hacemos.

Terminaremos nuestro comentario sobre la paz con una corta historia:

Érase una vez un niño grande y un niño pequeño. El niño grande se pensaba que podía hacer lo que quisiera, ya que era el grande. Un día, el niño pequeño estaba andando por el camino y el niño grande le gritó:

— ¿Quién te crees que eres, andando por mi camino?

— La misma persona que anda todos los caminos, replicó el pequeño, sin ni siquiera aflojar el paso.

Bueno, está claro que esto era demasiado para el grande, porque las personas simplemente no andaban por su camino, sobre todo si eran pequeños, ya que sabían lo que podía significar. El niño grande se enfadó con sólo pensarlo. En realidad, cuanto más lo pensaba, más se enfadaba. Cada pensamiento de enfado era un ladrillo que formaba parte de una pared que se había formado justo detrás del niño grande, pero él estaba tan ocupado buscando el objeto de su rabia —al niño pequeño del camino— que no vio la pared a la que tendría que enfrentarse cuando por fin se diera la vuelta, ni se imaginaba la de tiempo que necesitaría para saltar sobre este muro una vez que lo hubiese construido. Sus pensamientos de enfado eran como una energía interminable que alimentaba el fuego que lo abrasaba. Se puso enfrente del niño pequeño y se negó a dejarlo pasar.

— Nadie anda por mi camino, dijo.

—También este es mi camino, replicó el niño pequeño.

El grande no podía creer lo que estaba escuchando. Pensaba que sólo tenía que demostrarle al niño pequeño de quién era el camino.

El pequeño estaba pensando lo mismo. Entonces, miró al niño grande, a la pared que había detrás de él y la mirada que tenían sus ojos. Puede que hubiera niños más grandes, más grandes que este niño grande, niños que pudieran andar sin miedo por este camino, niños que retaran a los niños más grandes. Pero también vio que la rabia se hacía más fuerte, cada vez que ellos la dejaban crecer.

Él sabía reír. Después de todo, incluso a los niños grandes les gusta reír. Se preguntaba qué le haría gracia a este niño grande, ese cuyos ojos estaban sin vida, cuyo voz sonaba a amargura, cuya cara tenía líneas de dureza y cuyo mismo ser parecía desafiar toda felicidad.

—Elijo ser tu amigo —dijo el niño pequeño— porque ya hace mucho que había decidido convertirse en un hacedor de paz. Quizá esta sería una buena broma para el niño grande y se riera.

—¿Qué haría yo con un amigo pequeño?, le espetó el niño grande.

—Yo soy un espejo —contestó el pequeño— y quien me mire se verá a sí mismo.

No se le ocurrió otra cosa. Quizá esto le hiciera gracia al niño grande: seguramente sabía que todos los caminos llevan al mismo sitio. Seguramente sabía que eran la misma persona. Puede que viese la pared que tenía detrás cuando mirara en el espejo de los ojos del niño pequeño. O puede que no.

Puede que el niño pequeño pudiera decir: «Mira detrás de ti», y salir corriendo cuando el niño grande mirara; bueno, vale, es un viejo truco. Un niño grande puede esperar ver algo grande, aunque puede que sus miedos también fuesen más grandes.

Mientras que el niño pequeño estaba ocupado pensando qué estrategias podía usar, el niño grande comenzó a aburrirse. No era fácil pelear con alguien que no tenía intenciones de pelear, pero quería que el niño pequeño se llevara su merecido y con este último pensamiento de rabia, el ladrillo final se puso en el muro. Ahora habían llegado al momento de la verdad.

El niño pequeño se dio cuenta en un instante y corrió hacia delante, hacia la luz. El niño grande le seguía de cerca, pero corría de cabeza hacia su muro.

«El infierno es la verdad vista demasiado tarde» (John Locke)

RESUMEN

Nuestra supervivencia, en resumen, depende de todo lo siguiente.

·        Respeto por la vida: lo que comemos, digerimos y asimilamos.

·        Flujo de energía positiva: lo que pensamos, sentimos, soñamos y hacemos.

·        Libertad: Nuestra libertad para conocer —oír, aprender— la verdad y compartirla con los demás; derechos iguales para todas las razas, credos, sexos y edades; libertad económica.

·        Intuición, acción: nuestra capacidad y voluntad de vivir con la verdad.

·        Conservación y renovación de todas las fuentes de vida: un entorno sano, puro y un buen sistema agrícola.

·        Evolución de consciencia: Crecimiento de la consciencia, desde un nivel individual a uno universal, y recuperación y revitalización de los valores humanos de fe, esperanza y amor.

·        Cooperación: Verdad, comunicación, paz y armonía mundial.

Hemos nacido para superarnos, para buscar, explorar, cambiar, para retar a la injusticia y corrupción y, sobre todo, para retar a la «autoridad». Nosotros somos la autoridad. Hemos nacido para avanzar, para desarrollar nuestro yo y estado de ser más elevados. Pongamos nuestra fe y esperanza en la vida y unámonos con todos los seres que comparten el sueño común de la paz. Siempre estamos oyendo hablar de esa «gran parte del cerebro no utilizada» que sabemos que está ahí pero que no estamos seguros de para qué. Bien, sólo hay una forma de averiguarlo y es utilizarla.

Hay un equilibrio, la otra parte de la moneda, incluso para las mayores locuras de nuestra existencia actual, y digo esto por la siguiente razón: el gran impacto que nos produce el darnos cuenta del estado en el que está el mundo no nos hace ir lloriqueando a la funeraria para ojear las novedades en el catálogo de lápidas. Aquellos de nosotros que ven la necesidad del cambio son la médula de la especie humana, y este es nuestro regocijo: ser elegidos entre los fuertes en espíritu, llamados para hacer lo que podamos para salvar el planeta.

En la letra de una canción:

«Al hombre y cada nación siempre le llega una vez en la vida el momento de decidir en la contienda entre verdad y falsedad para el bien o el mal.»

MATERIAL DE LECTURA RECOMENDADO

·        Acres, U.S.A: 1. «Remineralizar el suelo, según John Hamaker»

·        «Desechos nucleares, la bomba de relojería en nuestros huesos». Incluye un diagrama del organismo demostrando cómo la radiación ionizante se concentra en el cuerpo. (Para conseguir la dirección de Acres, véase unidad 100).

·        Guía para la oposición ante del impuesto para la guerra. Editado por Ed Hedemann, Dec. 1981, War Resisters League, 339 Lafayette Street, New York, NY 10012. (Oficinas regionales: 85 Carl St., San Francisco, CA 94117 y 604 West Chapel Hill St. Durham, NC 27701. También ofrece una lista de asesores, centros y fondos alternativos en 32 estados). La War Resisters League se formó en 1923 en un esfuerzo para crear un movimiento de masas contra la guerra. Sostiene que la guerra es un crimen contra la humanidad y que no quieren apoyarlo. (Library of Congress Catalog Card No. 81-71379 y ISBN 0-940862-01-8).

·        Cómo evitar pagar impuestos, Irwin Schiff. Freedom Books, 60 Connolly Parkway, Hamden, CT 06518, ISBN 0-930374-03-7, Simon & Schuster Ordering Number 0-671-46082-X. Shiff también publica The Schiff Report, teléfono (203) 281-1874. (Un periódico dedicado a la recuperación del gobierno constitucional y limitado, del sistema de mercado libre y dinero honesto, y por tanto, dedicado a la abolición de los impuestos).

·        National Geographic Magazine: 1. «Lluvia ácida: una amenaza», Anne LaBastille, p.650-680.

·        ¿Puede el mundo alimentar a su población? Thomas Canby, p. 2-32, 7/75, y La pesadilla del hambre (Blangadesh), Steve Raymer, p.33-39.

·        Fuego forestal: el picnic del diablo. Stuart Jones y Jay Johnston, p.100-126.

·        Madera: ¿Cuánta es suficiente? John Putman, p. 485-510

·        Reader’s Digest Wide World Atlas, 1984, tiene una sección con muchos mapas mundiales en color. Cada uno muestra lo siguiente: población, regiones agrícolas, bosques, minerales, producción y consumo de energía, comercio internacional, gráficos climatológicos, temperatura anual media, promedio de precipitaciones anuales, configuración de la superficie, estructura terrestre y tectónica, vegetación natural, suelos, zonas de drenaje y corrientes oceánicas.

·        Supervivencia de la civilización. Número doble 6/7. (Dirección en unidad 100)

·        Unir el mundo (folleto): Cambio climático mundial, Sequía y hambruna mundial.

·        Climas mundiales. Willy Rudloff. Wissenschaftliche Verlagsgesellschaft, Stuttgart. Distribución en los EE.UU.: Heyden & Son, Inc. 247 South 41 Street, Philadelphia, PA 19104. Un volumen que contiene «casi 500 páginas de datos climatológicos tabulados con temperaturas máximas y mínimas mensuales; información sobre las lluvias en casi 1.500 zonas de 140 países. Mapas mundiales de actividad tormentosa, nevadas, nieblas, escorrentías, tormentas tropicales, presión atmosférica, etc.»

Notas: En la unidad 99, el material sobre la crisis de las semillas y guardar semillas se obtuvo de Seed Savers Exchange [Intercambio de guardadores de semillas]. La lista de las compañías semilleras se obtuvo de The seed Finder.

El gráfico que falta en la Unidad 99 aparece en el artículo de Mike Benton revista de Vida Sana.

TEXTOS SUPLEMENTARIOS
¿De quién es la culpa?
La libertad incluye el derecho a un medio ambiente puro

Las criaturas vivas tienen el derecho a tener un medio ambiente limpio y cualquiera que lo contamine está violando este derecho sagrado. Es hora de que insistamos en la calidad, a nivel internacional. Todos nos beneficiaremos si «limpiamos nuestra parte». Todos sufriremos si no lo hacemos.

Si repasamos rápidamente nuestros problemas medio ambientales, el hilo común que se advierte es que es imposible «culpar» de la enfermedad a ningún factor o riesgo determinado, porque algunos efectos secundarios tardan años en manifestarse y porque todas las condiciones corporales representan la suma total de los hábitos alimentarios y de estilo de vida del individuo. En otras palabras, es como cuando un niño pequeño que está jugando a la gallinita ciega recibe un golpe por detrás de alguno de sus compañeros: él no puede saber quién ha sido. Lo único que tiene para demostrar su experiencia es la huella del golpe. Esta es la trampa legal definitiva, y una situación más bien conveniente para todos los fabricantes de miles de productos químicos y otras sustancias tóxicas, porque tras todos los años pasados es virtualmente imposible señalar al culpable. Es una vergüenza que a lo que esto se reduce es que algunas personas sólo son honestas si «tienen» que serlo, por ejemplo, si saben que los van a «coger», en otro caso, no hay garantía. Siempre que conozca a una persona en la que puede confiar, consérvela como si fuese un tesoro, ya que el honor es una valiosa cualidad humana, y aquellas personas que no tienen un precio son muy especiales en esta época orientada hacia el dinero.

Todos queremos seguridad, garantías, pero la verdad es que la seguridad real implica más que dinero, el tejado sobre nuestras cabezas, etc.: tenemos una seguridad real cuando estamos sanos, cuando tenemos acceso a la verdad y a la libertad, cuando estamos rodeados de amigos y gente en la que podemos confiar, cuando tenemos esperanza… Cuando la aborda directamente, la seguridad real no tiene etiquetas de precio o valor monetario. La seguridad también significa un medio ambiente limpio, lo que nos remite a la cuestión de quién es responsable. No sólo es difícil ubicar la culpa, sino que otra cosa de la que pronto nos daremos cuenta es que cuando los científicos o médicos no saben cómo explicar un problema o curar una enfermedad, con frecuencia buscan, al menos, echar la culpa a otra parte (u otra persona). Los pacientes esperan respuestas de sus médicos y el público exige resultados de los científicos. Recuerde cuando estaba en el colegio y hacía un examen de preguntas largas: aunque no supiese la respuesta siempre se las arreglaba para escribir al menos 20 líneas, en las que no ponía la información pertinente, pero sí mucha imaginación. Nadie quiere aparecer con las manos vacías: si no lo sabe, se inventará algo en breve. Con toda la desinformación que recibimos, aún es más difícil encontrar al culpable.

Debido a que todas las condiciones corporales están causadas por factores demasiado numerosos para que nuestros médicos o expertos los conozcan o mencionen, nunca conseguimos que nos cuenten toda la historia. Nos dejan con el trabajo de sintetizar la información de una u otra forma.

Toda esta vaguedad también hace surgir algunas serias cuestiones sobre nuestra libertad personal de tener un medio ambiente puro. Está claro que culpar y denunciar no es suficiente (no siempre cambia la situación) y la mayoría de las veces ni siquiera sabemos a quién culpar o denunciar. No podemos llevar al juzgado a cada ama de casa que utilice aerosoles que deterioran la capa de ozono, ni podemos denunciar al sol por los rayos ultravioletas que provocan cáncer de piel, ni tampoco podemos denunciar a todos los conductores por aumentar el nivel de CO2. No podemos permitirnos gastar todo el tiempo que se necesita para culpar a todas las personas responsables del estado de nuestro mundo actual, e incluso si pudiéramos pasar varias vidas para hacer una lista de culpables, eso no aliviaría a nuestro debilitado planeta. Por tanto, ¿qué somos realmente libres de hacer? Somos libres de hacer lo que podamos.

Peligros de la radiación

«The Hazards of Everyday Radiation» [Los peligros de la radiación diaria], de Elisabeth Rosenthal (Science Digest, 4/84):

 «No hay ninguna duda de que la radiación puede generar cáncer. En la actualidad, los estadounidenses están expuestos a más niveles de baja radicación de lo que lo han estado nunca. Los recibimos de las radiografías o cuando viajamos por avión. Se filtra de las centrales nucleares y de las casas donde vivimos. Asciende desde el suelo que pisamos y desciende del cielo que nos cubre. Algunos científicos dicen que no es una amenaza seria, pero otros afirman que si no evitamos exponernos a la radiación, puede que tengamos que cargar con una tasa de cáncer de proporciones epidémicas. Todos coinciden en que no existe una radiación «inocua». Muchos tumores generados por radiación no aparecen tras 35 o 40 años después de la exposición: los datos también sugieren que la acumulación durante toda la vida también afecta al crecimiento de tumores.

La voz que con más fuerza se ha alzado para avisar del desastre es la de John Gofman, profesor meritorio de la universidad de California. Gofman, junto con Glenn Seabor, descubrieron el uranio 233 en 1941. Entre otras cosas, él aisló la primera cantidad manejable del mundo de plutonio para el Proyecto Manhattan,. En 1983 hizo una versión adaptada de su análisis sobre los riesgos de la radiación, de 908 páginas, Radiation and Human Health [Radiación y salud humana] (Nueva York, Pantheon books). Contiene algunas predicciones terribles. Por ejemplo, Gofman calcula que si los Estados Unidos obtuviera toda su energía del plutonio, se producirían decenas de miles de muerte por cáncer anualmente. Predice que el 20% de los trabajadores de plantas nucleares expuestos a sólo 1 rad al año durante 20 años morirán prematuramente de cáncer. También calcula que la lluvia radioactiva de plutonio proveniente de todas las pruebas nucleares realizadas hasta la fecha producirán 950.000 muertes en todo el mundo a causa de cáncer de pulmón. (Las cursivas son mías. Imagine que lotería por sorpresa significa eso para muchos de nosotros.) Gofman basa sus conclusiones en diversos estudios, comenzando con los realizados a los 82.000 supervivientes de Hiroshima y Nagasaki, en 1945. Al principio, parecía que no había indicios de cáncer entre los supervivientes. Pero a comienzos de los años 50, se produjo un aumento en la tasa de leucemia entre los supervivientes y malformaciones congénitas en sus hijos; a principios de los 60, también se detectó un ligero ascenso en el número de tumores, no todos ellos de carácter canceroso. En 1974, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos calculó que sólo 100 de los 82.000 supervivientes había muerto de un cáncer provocado por la exposición a la radiación: no se trata de una cantidad impresionante. No obstante, en la última década, la tasa de cáncer entre los supervivientes ha seguido aumentando. Ahora se piensa que estas personas recibieron un promedio de 25-30 rad de radiación, o un promedio de 28 rad, y, según Gofman, muchos se sorprendieron al descubrir que la dosis media de los supervivientes a la bomba atómica de Japón es comparable a la recibida durante algunas técnicas de diagnóstico habituales en la medicina estadounidense.»

 (Tenga en cuenta que también el armamento actual es mucho más fuerte, aunque sigue siendo interesante advertir con qué rapidez podríamos acumular en la actualidad  dosis similares a las de los japoneses.) Recuerde, de nuevo, que nuestro propósito al comentar otro artículo desagradable de nuestra caja de Pandora es el siguiente: porque vivimos en estos tiempos, nosotros, como «curadores», debemos conocer la forma en la que todos los factores se interrelacionan para afectar a la vida sobre la Tierra, y que está claro que eso incluye la radiación y sus efectos. De nuevo, el espacio en esta unidad no nos permite abarcar todo el tema en sí, pero sirve para ayudarnos a recordar que debemos mantener los ojos abiertos (al trabajar con gente para conseguir un buen estado de salud) ante las cosas que no podemos ver, como la radiación o cualquier otra exposición a sustancias tóxicas o químicas; también cuando buscamos factores dietéticos en los síntomas y manifestaciones físicas del proceso curativo del organismo. Está claro que es un trabajo difícil el intentar determinar el estado de salud de una persona con tantos tipos posibles (invisibles) de exposición: requiere un buen sentido de intuición y conocimiento. No hay un método concreto, definitivo, para calcular todos los impactos que una persona recibe durante toda su vida: en realidad esta capacidad no puede ser enseñada. Aunque se puede compartir mucha información y enseñar/aprender mucho conocimiento, aún debemos desarrollar este conocimiento en nosotros mismos, lo mejor que podamos. Si somos sensibles y sinceros, podemos sintonizarnos nosotros mismos con el mundo no físico más allá de nuestros cuerpos. Rrecuerde, también, el consejo de curarse a sí mismo).

Gofman continúa: «A la vista de estos números y dado el aumento de la tasa de cáncer entre los supervivientes, la dosis de radiación que recibe la mayoría de los estadounidenses en los exámenes con rayos X es innecesariamente alta, y si la dosis se redujera en 1/3, evitaríamos un millón de muertes en los próximos 30 años.» Algunos científicos piensan que sobrestimamos el riesgo, pero el sentido común me dice que es mejor que sobrestime un riesgo y que sea más prudente que arriesgada, puesto que parece que nadie se pone de acuerdo sobre los factores definitivos de riesgo. Yo soy de las que prefieren no convertirse en un conejillo de indias o en una futura estadística. Cualquier cifra que nos den del número posible de muertes en 30 años, tiene que ser arbitraria, bien por arriba o por abajo, ya que después pueden entrar factores impredecibles en nuestras predicciones. Más importante que el número exacto de «víctimas anónimas» es remediar el problema antes de que haya más víctimas.

Una de las cosas habituales que dicen las personas que se han enfrentado con crisis de salud que han puesto en peligro su vida es «nunca piensas que te va a pasar a ti» o «nunca te das cuenta de lo que es hasta que te ha pasado a ti o alguien que conoces…» Algo tiene que «meterlo en casa» antes de la que la mayoría de nosotros nos demos cuenta (o admitamos) que es hora de realizar algunos cambios. Cuando la rueda de ruleta en esta lotería sorpresa gira y usted contiene la respiración para que no salga su número, es cada vez más obvio que las estadísticas ya no son anónimas o no tienen rostro. Todos entramos en el juego, nos guste o no, así que lo mejor que podemos hacer es aprender cómo se juega de verdad, en vez de dejar que otro gire la ruleta mientras nosotros esperamos que nuestro número salga «antes de tiempo».

Es mejor estar alerta, despiertos y vigilantes ante los ritmos de nuestra Tierra, sensibles ante el latido de su corazón. Cuando los expertos disienten sobre los detalles de un problema, la ventaja es que entonces podemos cuestionar sus opiniones. Ninguna verdad es finita y estacionaria: todo está en proceso de cambio, sometido a constantes alteraciones. La vigilancia por nuestra parte también nos ayuda a ver a través de las promesas paternalistas que los vendedores de la radiación sin riegos o de la baja radiación van dejando a nuestro paso; vendedores que prefieren no perturban el equilibrio y cuyas fuentes de fondos monetarios suelen generar valoraciones de bajo riesgo para proteger a los fabricantes y a sus inversiones.

Gofman escribe: «En una “economía nuclear” completamente desarrollada, el gas radón proveniente de los desechos que quedan tras la extracción del uranio provocaría 3,9 muertes anuales por cáncer de pulmón en una población equilibrada de 250 millones; esto supone una proporción del 1/1000 de las muertes provocadas por el radón generado de forma natural». También advirtió que el dañino material tiene una vida media de 80.000 años, lo que significa que puede matar durante 115.400 años. Por tanto —declara— una industria de energía nuclear totalmente operativa podría causar 115.400 veces 3,9 muertes: o 450.060. Aunque esto ocurría en un marco de tiempo 20 veces más largo que el de nuestra historia documentada.»

 Los rayos X y los rayos gamma son electromagnéticos y, en realidad, se trata de simples paquetes de energía. Los rayos alfa y beta son corrientes de partículas cargadas, subatómicas. Cuando se abren paso en nuestros organismo, desprenden partículas de átomos en nuestras células que golpean y rebotan con enorme energía. Estas partículas estimuladas se comportan como el proverbial elefante en una tienda de porcelana: desgarran, rompen huesos y cromosomas e interrumpen la reproducción celular: ese daño puede ser muy bien el comienzo de un cáncer.

«A los médicos les ha llevado años darse cuenta de que la radiación es peligrosa y se han producido muchas antiguas historias de horror como resultado de esta falta de conocimiento. Hace cincuenta años, cuando los dentistas comenzaron a radiografiar los dientes solían utilizar sus manos para sostener la película en la boca de sus pacientes. Muchos de estos dentistas contrajeron cáncer de piel y huesos que comenzaron con lesiones en los dedos. Por supuesto, es más difícil recoger datos exactos sobre las exposiciones realizados con dosis bajas. En la actualidad, existen antecedentes de toda clase de radiaciones.» Una estadística dice que la mayoría de los estadounidenses están expuestos a una media de 0,2 rad al año, o 210 milirad. (Recuerde que esta cifra es un promedio y que es arbitraria). De esta exposición típica del individuo, unos 28 miliarad provienen del espacio exterior en forma de rayos cósmicos (eso a nivel del mal; en elevaciones mayores, donde la delgada capa de atmósfera desvía menos rayos, el número aumenta: los cálculos va desde 2 miliarad extra a  304,8 metros a 70 extra por año a  2.743,20 metros). Puede que unos 50 milirad procedan del deterioro natural de los elementos radioactivos de la Tierra. Ciertas zonas tienen más cantidad que otras. (Los residentes de Leadville, Colorado, que viven a más de 2,4 kilómetros de altitud, absorben 125 milirad de rayos cósmicos por año). «También su casa podría ser radioactiva. Los contratistas suelen comprar desechos de las minas de uranio para utilizarlos como relleno en los materiales de construcción. Por otra parte, la roca con la que está construida su casa podría haberse sacado de una mina que tuviera una radiación naturalmente alta. El Departamento de Energía ha comenzado un estudio de 3 años sobre 8.000 edificios que se cree que emiten una radiación excesiva. Y si usted vive en una zona rica en elementos radioactivos, también el agua que podría tener radiación. Cuando esa agua sale por la ducha genera una ocupación ambiental que puede acercarse a los límites profesionales. Se dice que la lluvia ácida procedente de todas las pruebas de armas nucleares realizadas hasta la fecha nos dan unos 4,4 milirad por año (en 1963, cuando las pruebas nucleares se realizaban bajo tierra, eran 13 milirad por año). Las centrales de energía nos exponen a cada uno otro milirad. Añada los casi 3 milirad de radiación cósmica por cada hora que usted vuela, ya que la atmósfera es más delgada allí. (Un vuelo Boston-Nueva York, por ejemplo, nos expone a unos 250 milirad por año). Después, si duerme cerca de un radioreloj luminoso debe añadir otros 9 milirad por año. A algunas dentaduras se les da una capa de uranio y cerio para que brille más. Aproximadamente, su boca está expuesta a unos 3 rad anuales, localizados. Los televisores de color se dice que dan unos 0,48 milirad por año (si la ve 24 horas al día, de otro modo la cantidad es proporcionalmente menor). Las pantallas de los ordenadores personales son de la misma clase que los llamados tubos de rayos catódicos. Algunos trabajos aumentan los riesgos: absorbe mucha más radiación si trabaja en una mina de uranio, si es radiólogo o trabaja en una central nuclear. —(Creo que podemos dar por hecho que la mayoría de nuestros estudiantes no realizan estos trabajos)—. Pero la mayor cantidad de radiación que recibimos proviene de los rayos X. Un estudio realizado en 1970 encontró que el 65% de los estadounidenses se hacía al menos una radiografía al año. En conjunto, nos hacemos unos 240 millones de radiografías al año. Los rayos X normales requieren unos 30 milirad y una sóla radiografía dental necesita 300 milirad. Por desgracia, no existe una radiografía estándar. Un médico radiólogo dice que el curso de los estudios nacionales de rayos X han mostrado factores de variación mayores de cien: “es extremadamente preocupante”, declara. Las mamografías tienen una dosis mínima de 300 milirad y una máxima de 3.000. Un estudio realizado en 1976 por el Departamento de Salud, Educación y Seguridad Social descubrió que las máquinas de rayos X de los dentistas emitían desde 100 hasta 5.000 milirad. El promedio era 1 milirad, es decir, más de tres veces la exposición necesaria. Las mayores dosis de rayos X provienen de los fluoroscopios, utilizados para descubrir úlceras, tumores y otras anomalías en el tracto gastrointestinal. En un examen gastrointestinal, el paciente bebe una solución que contiene bario (que los rayos X no pueden penetrar) o se le introduce el bario en un enema, y una máquina de rayos X hace una serie de fotos que ascienden a 10 minutos de radiación. Comparados a las radiografías de pecho, dice Gofman, las comidas de bario son un espectáculo horrible. Si el médico es particularmente solícito, el paciente podía pasar una revisión de úlcera cada 6 meses: eso es un montón de radiación.

Pocos médicos o dentistas saben exactamente cuánta radiación emiten sus máquinas. Por tanto, las dosis de rayos X pueden incrementarse por otras razones: el técnico con exceso de trabajo puede comprimir la dosis de radiación para «ahorrar el tiempo» requerido para preparar el lote de un nuevo revelador.»

También debemos cuestionarnos los planes elaborados para «sumergir los desechos tóxicos y nucleares en el mar», porque se han encontrado contenedores con escapes. (El espacio de esta unidad no nos permite contar con detalle los problemas en este campo, y la mayoría de nosotros ya los conocemos). La radioactividad en el mar, si se abre camino en ese ecosistema, se convertirá en parte de la cadena desde las formas más pequeñas de vida a las mayores, puesto que cada pez mayor ingiere una dosis más concentrada que el anterior. Ya tenemos un problema para controlar las sustancias tóxicas sobre la tierra e incluso problemas mayores con la ética sobre la tierra o el mar: Cuando nadie está mirando, ¿quién sabe quién echará qué dónde?

Las fuentes termales naturales también pueden ser una fuente de radiación. Varios cientos de las fuentes geotermales del mundo son radiactivas (sus aguas fluyen a través de rocas radioactivas) y muchas son centros de salud populares. Los visitantes de Luchon, Francia, beben el agua e inhalan el gas que puede ser 15.000 veces más radioactivo que el aire normal. En los Estados Unidos, entre las termas radioactivas tenemos las de Hot Springs, Arkansas (niveles bajos) y Alhambra Hot Springs, Montana (con niveles altos) «que podrían suponer un riesgo potencial para la salud», según el Instituto Geológico de EE.UU.

En las noticias del 19 de mayo de 1985 se habló de «un riesgo medio ambiental natural de inciertas, pero graves, dimensiones que se ha descubierto bajo las vegas del este de Pensilvania. Investigadores estatales y federales han descubierto que muchas casas están contaminadas con radón, un gas radioactivo que provoca cáncer de pulmón tras una exposición prolongada. Los niveles en algunas de las casas fueron los mayores registrados en los EE.UU. En un condado del este, casi el 40% tenía niveles peligrosos de radón. Pero el riesgo puede extenderse mucho más allá de este condado semirural. El radón se filtra a través del suelo desde los depósitos de uranio que hay bajo la tierra. Los funcionarios creen que la contaminación radioactiva varía de una zona a otra, según la permeabilidad del suelo y otros factores. Zonas de New Jersey y Nueva York también forman parte del Reading Prong, una formación geológica que contiene uranio. Los funcionarios de Pennsylvania les están diciendo a los residentes que el radón no constituye un riesgo inmediato para la salud, aunque puede generar problemas graves a largo plazo.» La mayoría de las casas aún deben ser examinadas. Un portavoz de Protección Medio Ambiental de New Jersey describió la situación como «un área completamente nueva de preocupación que ni siquiera nadie se imaginaba hace seis meses.» Un profesor de física de la universidad de Pittsburgh dijo que prácticamente todos los estados tenían zonas de contaminación por radón que podían suponer un riesgo para la salud. «Es realmente un problema nacional» declaró.

Sheldon Meyers, director de la oficina de radiación en la Agencia federal de Protección de Medio Ambiente, estuvo de acuerdo en que «no hay duda de que el radón provoca cáncer», pero (como es habitual) la cantidad exacta de peligro «aún no es segura». Un salón de una familia tenía el mayor nivel de radiación encontrado en los EE.UU., debido a la contaminación por radón. Con esos niveles, las probabilidades de contraer cáncer de pulmón por una exposición durante toda la vida son del 100%, dicen los expertos. La familia se mudó, pero a un vecino cercano se le dijo que su casa mostraba niveles activos de radón de 2,12, y que ese nivel era equivalente a fumarse 22 paquetes de cigarrillos al día. Decir que 22 paquetes es un riesgo para su salud es quedarse un poquito corto.

VARIOS
Las zonas más secas de la Tierra

Acres, U.S.A. (3/85). «Las zonas secas cubren aproximadamente 1/3 de la superficie terrestre. Gran parte de los 2/3 restantes son inadecuados para la agricultura. A excepción de la tundra, las regiones montañosas altas y polares y teniendo en cuenta el porcentaje de tierra fértil que se ha convertido en desierto durante el siglo pasado, las cifras son las siguientes: en 1872, casi el 14% se había convertido en desierto; en 1952, un 33%; en 1977, el 55% y en 1982, el 66% estaba seco y árido.»

¿Cómo está el tiempo?

Una posibilidad de acción no mencionada en la Unidad 100 es hablar con los meteorólogos y con los que comentan el clima en la televisión local sobre las condiciones climáticas que hemos comentado. Anímelos a que piensen sobre las temperaturas extremas en términos globales, y no en incidentes/desastres individuales o aislados. De esta forma, la información será más amplia y podrán indicar cuándo un incidente también supone un récord. De esta forma, tendremos una mejor perspectiva.

Actualizaciones climáticas en 1985:

4/85: Fuertes lluvias inundaron el noreste de Brasil durante casi un mes. Las inundaciones dejaron a 450.000 personas sin hogar en una zona que «sólo hacía un año que había salido de la sequía». El agua cubría zonas de 163 ciudades y pueblos (una zona total de  632.000 km2 , más del doble del tamaño de California). Las noticias dijeron que «eran las peores inundaciones que jamás habían tenido».

4/85: Finalmente, las lluvias apagaron los fuegos que había en 8 estados, donde se habían quemado  28.329 hectáreas.

5/85: Unas 40.470 hectáreas se quemaron en Florida: los peores incendios de su historia.

5/85: Una ola de calor en Tejas batió un récord de temperaturas altas en algunas zonas: Las temperaturas en Dallas/Fort llegaron a los 38º. La primera vez que ha habido dos días consecutivos en el mes de mayo en el que se alcanzaron los 38º.

6/85: Los daños más graves ocasionados por tornados en la historia de Pennsylvania. 26 tornados lesionaron a unas 550 personas en Pennsylvania, Nueva York, Ohio y en el sur de Canadá. Los analistas del clima culparon las condiciones tormentosas al «aire más seco y frío del frente norte que se introdujo en una masa de aire más caliente y húmedo, forzándolo a ascender y a condensarse en nubes que producen tormentas violentas. Al mismo tiempo, dos corrientes en chorro sobre la tormenta (a una altitud de 9 kilómetros) pasaron sobre la capa de nubes a una velocidad de 240 k/h, creando una continúa elevación vertical de gran intensidad, que aspiraron el aire hacia arriba. Este giro hacia arriba de aire húmedo generó las nubes en forma de embudo que provocaron los violentos vientos que giraban a 320 k/h.

1985: Los incendios quemaron unas  404.694 hectáreas en los estados del oeste. La situación se agravó debido a la sequía, el calor y los vientos.

¿Los negocios como siempre?

La capa de ozono que cubre la Tierra nos protege de los nocivos rayos ultravioleta que emite el Sol. La reducción de esta capa nos amenaza con un mayor riesgo de cáncer de piel. Entre otras cosas: el óxido nitroso procedente del uso de fertilizantes reduce la capa de ozono. Los científicos también están intentando determinar qué cantidad se reduce debido a los gases que emite el hombre con los aerosoles, refrigeración y otras fuentes. El índice de reducción del ozono atmosférico era, en 1980, el doble que en 1976 (se piensa que los cohetes, los transportes supersónicos y las emisiones del aire acondicionado son causas más importantes que los aerosoles propelentes).

Como es habitual, los detalles difieren. Un importante contrato federal para lanzar un satélite experimental que estudie este problema está programado para 1989: postergar este estudio que se necesita con urgencia es tan estúpido y absurdo como nuestra falta de decisión sobre el problema del CO2. Ya vamos con retraso. El razonamiento de «inocente hasta que se demuestre lo contrario» puede que funcione con las personas, pero cuando se trata de temas químicos y medio ambientales, no podemos permitirnos darle a componentes no analizados y desconocidos el beneficio de la duda antes de saber la verdad. La ignorancia no le protegerá si no sabe que lo que tiene es un vaso lleno de arsénico y decide bebérselo porque «podría» ser inocuo… podría ser demasiado tarde si lo hace. Si algo puede causar cáncer, destruir nuestra capa de ozono o suprimir el sistema inmunitario, ¿cómo podemos justificar su utilización mientras se demuestra lo contrario? El sentido común nos dice que no utilicemos un producto hasta que no se ha demostrado que es inocuo. Escuche la conclusión a la que llegó el Congreso cuando se debatió el tema de los aerosoles a mediados de los años 70: «No se puede justificar el prohibir toda una industria sin una respuesta científica definitiva sobre los efectos del fluorocarbono sobre la capa de ozono.» En cambio, ¿se arriesgarían a perder la valiosa capa de ozono? El razonamiento de inocente hasta que se demuestre lo contrario no nos protegerá en este asunto. Sin la capa de ozono, la mayoría de los seres vivos se «cocerían bajo el intenso calor del sol». En 1985, la Agencia de Protección de Medio Ambiente emitió un estudio que sugería que la protectora capa de ozono de la Tierra seguiría en peligro «a menos que se lleven a cabo grandes reducciones mundiales en la emisión de clorofluorocarbonos (CFC) que fueron muy utilizados en los aerosoles.» El informe prevé daños potenciales más graves para la capa de ozono que cualquier otro estudio que se haya realizado hasta la fecha. La cantidad total de CFC ha disminuido en los últimos años (su utilización en los aerosoles se prohibió en la mayor parte de los EE.UU., y en zonas restringidas de Europa), pero su utilización está aumentando en otras aplicaciones, sobre todo como refrigerante en los sistemas de refrigeración y aire acondicionado. Cuando estos dispositivos se inutilizan, el CFC se tira y se deja que se evapore. Aunque no es tóxico, asciende hasta la atmósfera superior y reacciona con el ozono, una forma especial de molécula de oxígeno, convirtiéndolo en otras sustancias. Puesto que «las moléculas de ozono absorben un porción de la radiación ultravioleta del sol especialmente mortal, llamados rayos ultravioleta-B, menos moléculas de ozono significa que más rayos ultravioleta-B llegan al suelo. Normalmente, casi ningún rayo ultravioleta-B penetra la capa de ozono. Además de provocar cáncer de piel, se ha descubierto que los rayos ultravioleta-B “suprimen el sistema inmunitario de los animales utilizados en las pruebas de laboratorio, haciendo que éstos sean más vulnerables a las infecciones. Muchos científicos también creen que la radiación también puede dañar muchas especies vegetales”.»

Aunque algunos científicos dicen que los aerosoles de fluorocarbono y otros contaminantes industriales se están «comiendo» la capa de ozono, el investigador principal para el experimento propuesto para 1989 dijo que «la controversia con los aerosoles es aún una cuestión científica abierta», aunque piensa que «los aerosoles serán exculpados por el satélite experimental». (Si esta es ahora su expectativa, uno podría preguntarse lo imparcial que será su experimento. Alguien que considerara estas cosas como un riesgo para la capa de ozono seguramente investigaría más para encontrar los riesgos. Además, las fuentes de información no especificaron quien recompensaba a «el investigador principal del acuerdo federal», si se trataba de una agencia independiente o de los propios fabricantes de fluorocarbono.)

Agua sucia

12/83: Según la EPA: «Los millones de litros de gasolina que se filtran en la tierra cada año procedentes de los tanques de gasolina y de otros lugares de almacenaje suponen una seria amenaza para los suministros de los acuíferos.» «Hay entre 75.000-100.000 tanques de almacenaje que filtran al suelo unos  40.700.000 de litros anuales, y la cantidad de tanques con filtraciones va en aumento.» Otra estadística dice que «el 25% de los 1,4 millones de tanques de almacenaje pueden tener filtraciones.» Entre otras cosas, la gasolina tiene benceno y EDB: ambos pueden causar cáncer.

3/84: La EPA calcula que 1.500.000.000.000 de galones (1 galón = 3,7 litros) de contaminantes se filtran en el suelo cada año debido a los abonos y fumigaciones utilizados en los campos, a los pozos sépticos, piensos animales, charcas de contención, vertederos de basura, vertidos accidentales de sustancias químicas o petróleo y otras fuentes. Sólo unos cuantos estados controlan la calidad del agua subterránea y las agencias federales han tenido problemas para hacer cumplir las leyes reguladoras. Cientos de miles de zonas donde se acumulan los desechos ensucian el país.

7/81: Ralph Nader dice que diez millones de estadounidenses están sacando agua para beber de «lagos y ríos envenenados» que contienen contaminantes que pueden provocar cáncer, malformaciones congénitas y daños genéticos.

Ahorrar agua

Un experimento realizado en Tejas demostró que los agricultores y jardineros podían recortar el uso del agua hasta en un 90% abandonando los métodos tradicionales por el sistema de riego a goteo. El agua cae directamente en las raíces, donde se necesita, y las hierbas de alrededor no crecen por falta de agua.

Un 75% del agua de Tejas se utiliza para el riego. Se espera que en 20 años, Tejas necesitará unas  4.166.666 héctareas/m2 más de agua de las que dispondrá.

Guardar semillas

Comentamos la crisis de las semillas en la Unidad 99 y mencionamos a la organización Seed Savers Exchange y su incalculable esfuerzo por conservar nuestra preciosa herencia de semillas. También ofrecimos una lista de semillas de verduras que ellos habían compilado. No obstante, me gustaría ampliar esta información:

El Garden Seed Inventory [Inventario de semillas] es un libro de 448 páginas que necesitó tres años para llegar a su fin. Se trata de un inventario de 239 catálogos de semillas de Estados Unidos y Canadá, con una lista de casi 6.000 variedades vegetales no híbridas que aún se ofrecen en el mercado. Incluye: nombre de la variedad, días que necesita para madurar, una lista de todas las compañías que aún ofrecen la variedad y la descripción de la planta. Además, fantásticas reseñas de agricultores que lo consideran como el catálogo definitivo de semillas. Cuando una de las compañías rechaza una de nuestras variedades favoritas, ya no sabemos dónde podemos encontrarla: este catálogo nos ofrece una oportunidad de encontrarla y comprarla antes de que desaparezca por completo. En cualquier caso, podemos estar seguros de encontrar algo que nos guste y que no sea híbrido. En este libro podemos ver todo lo que ofrece el mercado y encontrar variedades que se adapten al clima local, que sean resistentes a las enfermedades e incluso a las plagas. Los agricultores de latitudes norte o altas pueden utilizarlo para localizar variedades duras y de corta estación. Este libro es una herramienta increíble para cualquier agricultor serio, así que si conoce a alguien a quien le pueda interesar, hágaselo saber. Librerías, viveros, clubes de jardinería y las tiendas de alimentación que tengan libros de jardinería deberían tenerlo. Representantes de productos agrícolas, agricultores y jardineros deberían contactar con estos lugares e informarles de que el libro existe y explicarles por qué es importante. Muy poca gente conoce los antecedentes de las semillas: probablemente, la mayoría nunca piensa sobre el nombre original de la especie de semilla de la que sale el alimento que se están comiendo. Sólo ven «lechuga, calabacín, judía, etc.» y normalmente ni siquiera saben de qué zona provienen, por no hablar de la diferencia entre semillas híbridas y no híbridas (polinización libre). Hasta que no empecé a leer sobre Seed Savers Exchange «todas me parecían iguales» y la lechuga era lechuga. Con el complemento del inventario de semillas, descubrieron que el 48% de todas estas semillas no híbridas provenían de una sola fuente, de las 239 fuentes posibles. Es imperativo que los jardineros, criadores de plantas y proyectos de conservación compren estas semillas en peligro mientras aún existen fuentes. Una vez que se hayan perdido no podemos recuperarlas: sólo es cuestión de tiempo el que desaparezcan, si lo permitimos.

Seed Savers Exchange esperar generar suficientes ingresos a través de la venta de este libro para comprar una pequeña granja de tierra fértil en el noreste de Iowa y fundar una Granja de Conservación. Aquí podrían mantener y cultivar permanentemente su enorme colección de excelentes variedades originales y las variedades vegetales comerciales que están en peligro. Aquí es donde usted puede ayudar, dándolo a conocer y creando interés en el Inventario de Semillas, así como explicando a los demás la necesidad de salvar de la extinción a las semillas, contactando con tanto gente como le sea posible. Cuando usted compra el libro, también está haciendo una donación para la granja: estoy seguro de que se lo agradecerán.

Todos los que contribuyan estarán haciendo algo positivo y real para conservar nuestra herencia de semillas: para conservar la vida. Con que sólo les ayudemos a hacer realidad su sueño, estas dedicadas personas de la asociación de semillas pueden hacer cosas que nosotros no siempre tenemos tiempo o medio para hacerlas. De esta forma, estaremos colaborando a crear un futuro mejor para todos.

El Inventario se puede conseguir en Seed Savers Exchange, 203 Rural Avenue, Decorah, Iowa 52101. Nota: advierta que esta es una dirección nueva, distinta a la que ofrecemos en la unidad 99, que estaba en Missouri.

«Esta tierra es tu tierra, esta tierra es mi tierra»

En la mayoría de los países, la mejor tierra está en manos de unos pocos ricos. Por ejemplo, en América Central, la mitad de la tierra se utiliza para «cultivos comerciales»: cosechas que generan grandes beneficios, aunque no alimentos. Las corporaciones multinacionales utilizan la mejor tierra para cultivar cosas como café, té, tabaco, alimentos exóticos, flores, etc. Mientras, el pequeño agricultor se ve obligado a utilizar laderas y suelo erosionado en el que es difícil que crezcan alimentos. Las cosechas de lujo se producen para una minoría (bien alimentada) que puede pagarlas.

Por regla general, las hambrunas suelen atribuirse al aumento de la población (en la unidad 99 comentamos el crecimiento exponencial). Sin embargo, la verdad es que con la tecnología actual y el nivel de conocimiento mundial, podríamos estar intentando remediar o evitar las temperaturas extremas y otros problemas medio ambientales en vez de agravar la sequía  y los fenómenos climatológicos con los errores medio ambientales y la carencia de una buena consciencia. Somos culpables de un mal manejo a gran escala y aquellos que contaminan han hecho poco para colaborar en la protección de nuestra salud. En otras palabras, deben comenzar a poner la ética antes que los beneficios. Es inhumano vender conscientemente un producto dañino: fríos y calculadores, los traficantes de peligro parecen carecer por completo de compasión. Las elites que se benefician de la concentración e internacionalización del control de los recursos alimentarios (y otros) están felices de utilizar el crecimiento de la población y la sequía como excusas de la hambruna: se quitan la culpa de sus propios hombros y nos distraen del daño ocasionado por sus políticas de explotación.

Hoy te mereces un descanso

Noticia aparecida el 19 de julio de 1985: Joan Kroc, la viuda del fundador de McDonald, Ray Kroc, dice que puso carteles condenando la carrera armamentística en 94 periódicos porque «es vital que el pueblo de América conozca los hechos». La Sra. Kroc dijo que se gastó casi 1 millón de dólares en comprar espacios publicitarios en los periódicos y poner anuncios de paz. Explicó que «este mensaje no es una crítica a nuestro gobierno ni al de la Unión Soviética, sino que es una condena a la carrera armamentística como método válido. El silencio significa consentimiento, y así es interpretado por los líderes mundiales. «No debemos quedarnos callados», dice la Sra. Kroc.

La violencia es seguida por la pérdida de fuerza

Este no es el método de Tao

Lo que va en contra de Tao

Pronto llega a su fin

(Lao Tsu)

Proyecto de Ley sobre objetores de conciencia a los impuestos (29/7/85)

Senador Mark Hatfield, James Oberstar, D-Minn y unos 50 colegas más han presentado un proyecto de ley para crear un Fondo de Impuestos para la Paz, en el que los objetores pagarían sus impuestos.

El dinero se canalizaría a través del Congreso, como el resto de los impuestos, pero se utilizaría en asuntos de salud, educación, reeducación profesional de las personas que trabajan en producción militar, «para casi todo, excepto lo relacionado con lo militar». Los que apoyan este proyecto de ley, dicen que los objetores no dejarían de pagar ni un penique de los impuestos y se verían obligados a demostrar su caso ante el fisco. Hatfield dice que el proyecto de ley proporcionaría una ley que beneficiara a los objetores que «tienen que elegir entre abandonar sus creencias morales o desobedecer la ley». Oberstar dijo «esta legislación reafirma una característica fundamental de la república americana: el respeto por la consciencia».

APOYA ESTE PROYECTO DE LEY

¿Quién protesta hoy en día?

Una noticia publicada el 7/85 describe una manifestación que protestaba contra las armas nucleares. Entre los manifestantes se incluían: un catedrático, un físico, un estudiante de medicina, un agente de la CIA, un antiguo ministro baptista, un artística gráfico y un profesor de escuela.

Más gente que nunca está tomando un papel activo en actividades pro la paz.

El trabajo de la mujer no acaba nunca

Un artículo publicado en 1985 «Estado de la situación laboral de las mujeres en el mundo» se emitió hace poco en Nairobi. Afirmaba que en Malawi, las mujeres hacían dos veces más trabajo que los hombres en los campos de maíz y el mismo en la cosecha del algodón. En Ruanda, se calculó que las mujeres trabajaban 3 veces más horas que los hombres. En Kenia, las mujeres hacen ¾ del trabajo de granja y los hombres o bien supervisan o se van a la ciudad a buscar trabajos asalariados. Una famosa feminista dijo una vez: «Las únicas mujeres a las que no les gustan los hombres son aquellas que dependen de ellos»

¿Compartir fenómenos paranormales?

Hágame saber cualquier experiencia que haya tenido con la precognición, percepción extrasensorial, sueños, estados alterados, experiencias extracorpóreas o cualquier otro fenómeno psíquico inusual o sobrenatural. Por favor, especifique si ha sido usted quien ha tenido la experiencia (de primera mano) o si ha sido otra persona y si fue en un estado de vigilia, de meditación, sueño u otro. Por favor, envíe las cartas a:

Margaret Flynn

Rt. 1 Box 164F3

Bastrop, TX 78602

El Registro Central de Premonición se fundó cuando se descubrió que había personas que tuvieron «sensaciones extrañas» antes del hundimiento del Titanic o de otros desastres. Intenta seguir el rastro de los presentimiento de la gente y advertir cualquier paradigma que puede surgir. (Esto incluye los sueños).

Central Premonitions Registry

Bos 482

Times Square Station

New York, NY 10036

Extracto de «Data Processing» [Procesamiento de datos], de Perry Edwards y Bruce Broadwell

Capítulo 16: «Privacidad»: Con los ordenadores, una cantidad alucinante de información se puede almacenar, procesar y transmitir en segundos y por todo el mundo a todos aquellos usuarios potenciales. «La existencia de la información tienta a las personas a utilizarla». Ya tenemos una gran cantidad de información informatizada de datos bancarios.

El problema surge cuando la información es incorrecta o no está actualizada. Un representante del sherif del condado de Orange (Florida) ordenó a punta de pistola a una mujer inocente a que saliera de su coche tras comprobar que la matrícula del coche estaba en su lista de coches robados. Ella le informó que se lo habían robado hacía unos cuantos de meses, pero que lo recuperó a las pocas horas. No obstante, este dato nunca se introdujo en el ordenador.

El «aura de inefabilidad» de los ordenadores es algo que se suele dar por sentado, pero lo cierto que los sistemas informáticos son susceptibles de errores de programación, de entradas de datos insuficientes o incorrectos, fraude, robo, sabotaje, espionaje y accidente.

El temor a un identificador universal estándar está justificado. Aunque no nos oponemos al concepto en teoría, creemos que, en la práctica, los peligros inherentes de establecer uno —sin un salvaguarda legal y social contra el abuso de los sistemas de datos personales y automatizados— superaran en mucho sus beneficios prácticos. Por tanto, nuestra postura es que un identificador estándar universal no se debería establecer en los EE.UU. ni ahora ni en el futuro. (El departamento de Salud, Educación y Seguridad Social de los EE.UU., en un informe «Datos, Ordenadores y los Derechos de los Ciudadanos»)

La ley sobre la Privacidad de 1974 intenta limitar el uso del Número de Seguridad Social como identificador universal prohibiendo que cualquier gobierno federal, estatal o local pida a las personas el número de seguridad social para utilizarlos en sistemas de registro de datos establecidos en o después del 1/1/75, y no se puede denegar ningún derecho, beneficio o privilegio a la persona que se niegue a dar su número.

ES ABSOLUTAMENTE IMPERATIVO

QUE SALVAGUARDEMOS NUESTRA LIBERTAD

Y NUESTRO DERECHO A LA LIBERTAD

AL UTILIZAR LOS SISTEMAS INFORMÁTICOS

NI AHORA NI EN EL FUTURO.

Noticia del 29/7/85

El programa informático utilizado para contar más de 1/3 de los votos emitidos en la elección presidencial del año pasado es vulnerable a manipulación y fraude, según un experto que actuó como testigo en las acciones legales emprendidas para recusar las elecciones en tres estados.

Un mundo…

Indivisible…

Con libertad

Y justicia

Para todos…

El concierto en directo celebrado en pro de África en julio de 1985 demostró lo que podemos hacer cuando unimos las manos.

Los programas realizados en Filadelfia y Londres se emitieron por satélite a 150-170 estaciones, con una audiencia, que entre la radio y la televisión, se calculó de 1.500.000.000, o casi 1/3 de la población mundial.

Si esto pudo suceder una vez, puede suceder otra, y otra, y otra…

Pero tú, yo y otros que hemos aprendido esta verdad de vida, que es la más grande e importante, somos los únicos que en la actualidad estamos de hecho, y no sólo de pensamiento, fuera del camino de oscuridad y suicidio inconsciente, y vamos hacia la luz de una nueva civilización: hacia la luz de una regeneración física— como la Fundación del Progreso, como Revelación Mental y Espiritual hacia la luz de un mundo superior, es decir, de un mundo espiritual.

Esto ofrecerá una directriz de la seria naturaleza de mi trabajo, y de la necesidad de que ayudes con la mayor tarea que puedes realizar y de la que depende no sólo tu futuro destino, sino el de la sufridora e infeliz humanidad, que se encuentra a punto de un colapso físico y mental. (Arnold Ehret)