Lección 069 – Aproximación nutricional a las adicciones

EL SISTEMA HIGIENISTA DE LA SALUD

1986@ LIFE SCIENCE INSTITUTE

La Ciencia de la Nutrición

DOCEAVA PARTE:

LAS «CURAS» Y LOS CONCEPTOS MÉDICOS

SEXAGÉSIMO NOVENA LECCIÓN:

Cómo superar las adicciones con la nutrición

LIFE SCIENCE INSTITUTE

TEMA: Una dieta de alimentos crudos y un ayuno son los mejores medios para superar las adicciones.

PROFESORA: Susan Hazard, Ph.D.

*GENERALIDADES

*OBJETIVOS DE LA LECCIÓN

*DEFINICIONES

*CONCEPTOS CLAVE

*HECHOS DESTACADOS

*ESQUEMA GLOBAL DE LA LECCIÓN

*PRESENTACIÓN DE LA LECCIÓN

*PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN

*RESUMEN

*TEXTOS COMPLEMENTARIOS

*HOJAS DE TRABAJO

*RESPUESTAS

GENERALIDADES

     La gente recurre a las drogas, alcohol, tabaco, café, té, chocolate, etc., por sus efectos estimulantes temporales y/o para «aliviar» ciertos síntomas de la «enfermedad» (curación). En cualquier caso, están siguiendo una ilusión ya que después de cada estimulación vendrá un periodo más largo de depresión. Entonces el adicto siente que debe recurrir otra vez a su hábito venenoso para estimularse más y el ciclo vuelve a repetirse una y otra vez.

     El enfoque racional a dichas adicciones es primero ayunar y luego seguir una dieta normal de alimentos crudos. Cuando el cuerpo se limpia así, no habrá más deseos por las adicciones pasadas.

OBJETIVOS DE LA LECCIÓN

     Al término de esta lección, el estudiante debería saber:

     1) Que el consumo de alcohol ocasiona la depresión del sistema nervioso central.

     2) Que la dependencia de drogas del género de las opiáceas como la heroína puede ser evidente a los dos o tres días después de empezar a usarlas.

     3) Que la cafeína es una droga muy estimulante y adictiva y sus efecos negativos pueden sentirse después de una o dos tazas de café.

     4) Que cuando toma una droga,  el primer efecto será de estimulación pero el efecto secundario y duradero será justo el opuesto.

     5) Porqué es muy importante que nuestros alimentos no contengan toxinas.

     6) Porqué los condimentos son muy dañinos para el adicto.

     7) Porqué los alimentos cocinados no son aconsejables para el adicto.

     8) Porqué comer en exceso es muy perjudicial.

     9) Porqué el ayuno es muy beneficioso para el adicto.

     10) Qué fuerza está detrás de los efectos estimulantes causados por los venenos y la estimulación causada por los alimentos y cuál es la diferencia.

DEFINICIONES

ADICCIÓN: Habituación a cualquier práctica que sea dañina.

ANODINO: Compuesto menos potente que un anestésico o un narcótico pero que ocasiona la supresión del dolor.

ANTIESPASMÓDICO: Agente que provoca la supresión de las convulsionas o espasmos.

CONDIMENTO: Algo que se usa para dar un sabor determinado a los alimentos como un salsa o un aderezo. No encaja dentro de la categoría de alimento.

CONJUNTIVA: Membrana mucosa que cubre la porción anterior del globo ocular y el revestimiento de los párpados.

CORTEX: Capa externa de un órgano, a diferencia de la capa interna o medular.

DEPENDENCIA: Estado de falta de independencia al depender de una droga o sustancia determinada para satisfacer una supuesta «necesidad.»

ESCLEROSIS: Endurecimiento del tejido de origen crónico inflamatorio; especialmente endurecimiento de los nervios  y otras estructuras mediante un crecimiento del tejido conjuntivo.

ESPASMÓDICOS: Cualquier agente que ocasione espasmos o convulsiones.

ESTIMULANTE: Despertar del cuerpo o de cualquiera de sus partes incrementando la actividad funcional.

EUFORIA: Sensación de bienestar, no necesariamente bien fundada.

HIPERPNEA: Estado en el cual la respiración es más profunda y más rápida de lo normal.

INORGÁNICO: Que no está formado por organismos vivos.

MÉDULA: Cualquier estructua semejante a la médula, especialmente en el centro de una parte.

MIOCARDIACO: Capa central del corazón, formada por el músculo cardiaco.

NARCÓTICO: Droga derivada del opio o compuestos semejantes al opio, con potentes efectos analgésicos asociados a una alteración significativa del humor y del comportamiento, y con la posibilidad de la dependencia y tolerancia después de una administración continuada.

ODINO: Que causa dolor.

OPIÁCEA: Cualquier preparación o derivado del opio -una droga narcótica muy poderosa.

SISTEMA NERVIOSO CENTRAL: El sistema nervioso central (SNC) incluye el cerebro y la médula espinal, alojados en el cráneo y el conducto vertebral. Actua como un coordinador de las funciones corporales recibiendo mensajes a través de sus nervios motores para compensar cualquier desequilibrio o trastorno detectado.

TAQUICARDIA: Látidos rápidos del corazón.

TIAMINA: Vitamina B1.

TOLERANCIA: Falta de poder para responder de forma defensiva ante la presencia de un veneno.

CONCEPTOS CLAVE

     1. El alcohol, las drogas, la cafeína, la nicotina, el chocolate, etc., producen la estimulación de todos los órganos corporales en un intento por eliminar estos venenos.

     2. Todas las drogas que aparentemente fortalecen y que, durante un espacio de tiempo muy breve incrementan la función, ocasionan una reducción en la función y  causan debilidad.

     3) Todos los alimentos refinados así como los alimentos cárnicos poseen cualidades estimuladoras semejantes a las drogas.

     4) Todos los condimentos estimulan el apetito artificialmente debido a sus propiedades irritantes.

     5) La conservación de energía es importante para el adicto.

     6) Una persona que habitualmente come en exceso no es menos adicta que el alcohólico.

     7) Todos los adictos necesitan descansar mucho.

     8) Cualquier estimulante agota la energía vital en la medida en usemos esos estimulantes.

     9) Cuanto más puro esté su cuerpo, más consciente es de las cosas que son dañinas.

HECHOS DESTACADOS

     1) La estimulación del sistema nervioso central debido al alcohol es una respuesta defensiva iniciada por el cuerpo para comenzar la acción de eliminar este veneno perjudicial.

     2) Los efectos de las drogas opiáceas son tan nocivos y enervantes para el sistema nervioso y para todos los sistemas del cuerpo, que enseguida se crea una situación en la que el cuerpo está demasiado enervado para reaccionar defensivamente.

     3) La cafeína es un poderoso estimulador del sistema nervioso central afectando al córtex, luego a la médula, y finalmente  a la médula espinal a medida que la dosis se incrementa.

     4) Todos los hábitos adictivos siguen la Ley del Efecto Dual que dice así: «El efecto secundario de cualquier acto, hábito, abuso, o agente sobre el organismo vivo es exactamente opuesto e igual al efecto primario.»

     5) Para que los alimentos produzcan una renovación beneficiosa de nuestras células y tejidos, no deben contener toxinas.

     6) El uso de condimentos lleva a comer en exceso lo que al final ocasiona una serie de problemas cuando se ingieren alimentos en exceso.

     7) Los mejores alimentos para los adictos son aquellos que son fáciles de digerir y asimilar, no contienen toxinas ni cualidades sobreestimuladoras, contienen todos los nutrientes necesarios para la salud, y pueden comerse y saborearse crudos.

     8) Comer en exceso agota los poderes vitales por sobreestimulación que produce y provoca la intoxicación debido a los venenos que estos alimentos generan.

     9) En un tiempo notablemente corto, el individuo que ayuna descubre que su «deseo» artificial por las drogas u otros venenos ha desaparecido.

     10) Cuando un alimento es ingerido ocasiona un gasto de energía pero reemplaza más que gasta.

ESQUEMA GLOBAL DE LA LECCIÓN

I. INTRODUCCIÓN

II. EFECTOS ESTIMULANTES

     A. Alcohol

     B. Adicciones a las drogas opiáceas

     C. Adicciones a la cafeína

     D. Tabaco

III. UNA ILUSIÓN

IV. LOS ALIMENTOS NO DEBEN CONTENER TOXINAS

     A. Condimentos

     B. Alimentos cocinados

V. ALIMENTOS IDEALES

VI. COMER EN EXCESO

VII. AYUNAR

VIII. FUERZA VITAL

IX. SEA CONSCIENTE

CÓMO SUPERAR LAS ADICCIONES CON LA NUTRICION

por Susan Hazard, Ph.D.

INTRODUCCIÓN

     Los hábitos más adictivos proceden del deseo de suprimir síntomas o de superar la sensación de cansancio. Estos síntomas aparecen debido a un estilo de vida insano pero a menudo se recurre a venenos en lugar de corregir la causa de los síntomas. Todas las drogas además del café, té. chocolate, refrescos, tabaco, etc., estimulan y dan la falsa sensación de bienestar pero esta sólo dura un momento hasta que se produce de nuevo la depresión y el adicto recurre a dosis aún más altas de su veneno. Y el ciclo continúa otra vez.

     El enfoque higienista es muy racional. Para romper este ciclo de autoenvenenamiento, se hace un ayuno al que le sigue el establecimiento de unas pautas alimentarias normales y fisiológicas. Con este enfoque, al adicto le resultará más fácil eliminar este hábito que con cualquier otro método. Es más, no tendrá más ganas de seguir con su antiguo hábito.

EFECTOS ESTIMULANTES

Alcohol

     El alcohol es absorbido en la sangre, principalmente desde el intestino delgado. Se acumula en la sangre porque la absorción es más rápida que la oxidación y la eliminación. La depresión del sistema nervioso central es el efecto principal del alcohol. En primer lugar es estimulado el SNC. Esto es una respuesta defensiva del cuerpo para iniciar la acción de eliminar este veneno perjudicial. Debido a la enervación que invariablemente viene después, a continuación hacen su aparición el agotamiento y la depresión.

     La gente que bebe grandes cantidades de alcohol repetidas veces se vuelve algo «tolerante» a sus efectos; las dosis posteriores no parecen tener el mismo efecto intoxicador que las anteriores. Esta tolerancia no se basa principalmente en cambios en las disposiciones o metabolismo de la droga sino que está causada por cambios destructivos en las células del sistema nervioso central. Aquellos que se dice que son tolerantes al alcohol pueden tener concentraciones de alcohol en la sangre increíblemente altas. En este caso, el cuerpo se ha enervado tanto que ha perdido su capacidad de reaccionar a esta droga y a eliminar sus venenos del sistema. La supuesta «dependencia física» que acompaña a la tolerancia es profunda, y la abstención produce una serie de efectos físicos y mentales pronunciados. Aunque estos síntomas pueden ser severos, el periodo agudo dura sólo unos dos días si el alcohólico ayuna, pero puede durar hasta diez días bajo el tratamiento ortodoxo. El delirium tremens, experimentado por muchos alcohólicos, generalmente cesa después de dos días de ayuno. Puesto que el alcohol provoca la estimulación del sistema nervioso central y su depresión final, invariablemente tiene efectos similares en todas las partes del cuerpo conectadas al SNC y esto incluye todo. El cerebor resulta especialmente afectado y esto se demuestra por la falta de memoria del alcohólico, desorientación, lenguaje cercenado, etc.

     También hay un marcado predominio de deficiencia de vitamina B1, especialmente tiamina, debido en parte a la mala dieta del alcohólico y en parte a la mala absorción de esta vitamina por el deteriorado tracto gastrointestinal de dichos individuos. Muchas de las supuestas deficiencias vitamínicas han sido corregidas durante el ayuno mientras no se ingerió ningún alimento. El cuerpo se normaliza durante el ayuno y algunas vitaminas almacenadas se utilizan. Con la dieta higienista de frutas, verduras, frutos secos, no sería posible ninguna deficiencia de vitaminas porque todos estos alimentos contienen esta vitamina en abundancia. De este modo el alcohólico se beneficia considerablemente de esta dieta cruda puesto que su cuerpo dispondrá de las condiciones más ideales para  restablecer la normalidad. No sólo podrá utilizar todos los nutrientes sino que también se darán las condiciones adecuadas para la curación.

     El tratamiento ortodoxo habitual incluye grandes dosis de vitamina C y vitaminas del complejo B, sobre todo tiamina. Estas vitaminas inorgánicas no aportarán beneficio alguno al alcohólico puesto que el cuerpo no puede utilizar los nutrientes de esta forma. El resultado serán más toxinas y más problemas para el cuerpo. Además, a menudo le dan líquidos si piensan que están deshidratados. La terapia usual es 1,000 ml de un 5% de dextrosa en una solución salina seguido por 1,000 ml de un 10% de dextrosa en agua destilada. Esta práctica es totalmente antivital y ocasionará más estimulación si el cuerpo es capaz de responder defensivamente. En cualquier caso, es una práctica dañina.

     Frecuentemente se emplean drogas para tratar los síntomas de abstinencia del alcohol. Pero intercambiar una droga por otra nunca produce salud. Sólo crea más enfermedad y destrucción de los tejidos y de las células.

     Otro tratamiento que se da a los alcohólicos es la administración de Disulfiram. Esta es una droga que interfiere con el metabolismo del acetaldehido (producto intermediario en la oxidación del alcohol) de modo que el acetaldehido se acumula. produciendo síntomas tóxicos y grandes molestias. Beber alcohol doce horas después de tomar Disulfiram produce enrojecimiento facial en cinco a quince minutos, después vasodilatación intensa de la cara y del cuello con enrojecimiento de las conjuntivas, dolor de cabeza agudo, taquicardia, hiperpnea e hinchazón. Al cabo de 30 a 60 minutos se producen náuseas y vómitos y pueden ser tan intensos como para conducir a la hipotensión, mareos, y a veces a desmayos y colapsos. La reacción dura de una a tres horas. El malestar es tan intenso que pocos pacientes se arriesgarán a tomar alcohol mientras están tomando Disulfiram. Evidentemente esta es una práctica muy peligrosa.

     Tomenos un enfoque más racional. Es mucho más agradable (y beneficioso) ayunar en un ambiente lleno de aire puro, paz y tranquilidad, y después disfrutar de maravillosos alimentos crudos que la naturaleza ha preparado para nosotros. Si sigue un estilo de vida más natural, el alcohólico nunca anhelará este veneno otra vez.

Adicciones a las drogas opiáceas

     El uso de drogas opiáceas, como heroína, ocasiona la estimulación del sistema nervioso central y uno de los signos más destacables es una dependencia psíquica fuerte con un impulso irresistible a seguir tomando la droga, Esta dependencia puede ser evidente al cabo de dos o tres días después de comenzar su uso. De este modo, el supuesto uso «terapéutico» de los narcóticos que algunos médicos recetan a menudo crea tolerancia y dependencia y el usuario puede mostrar síntomas de abstinencia cuando la droga se suspende.

     Los efectos de esta droga son tan dañinos y enervantes para el sistema nervioso y todos los sistemas del cuerpo que pronto se crea una situación en la que el cuerpo está demasiado enervado para reaccionar defensivamente. En este caso, el adicto recurre a dosis mayores y mas frecuentes hasta que de nuevo logra la estimulación que está buscando.

     La intoxicación aguda con los opiáceos se caracteriza por euforia, enrojecimiento, picor de la piel, contracciones anormales de las pupilas, somnolencia, disminución de la frecuencia  e intensidad respiratorias, hipotensión, frecuencia cardiaca lenta, y descenso de la temperatura corporal.

     Todo el cuerpo está en un estado muy débil y el único remedio a la situación es descansar. Es decir, el descanso total hasta que el cuerpo pueda volver a funcionar normalmente. Así el adicto debe ayunar. Tras el ayuno, una dieta de alimentos crudos de frutas, verduras y frutos secos aportarán al cuerpo todos los nutrientes para hacer las reparaciones tan necesarias de los daños que ocurrieron mientras tomaba esta droga mortal.

     Los síntomas de abstinencia son opuestos a los efectos de la droga (hiperactividad del sistema nervioso central). En otras palabras, se produce la depresión del SNC. Los síntomas pueden ser severos y ocurrir muy rápidamente pero son autolimitadores y su duración y su severidad serán menores si ayuna que si come.

     El tratamiento ortodoxo a menudo implica la administración de metadona pero esto ocasiona otro tipo de adicción, de modo que no se consigue nada útil. Los síntomas de abstinencia de la metadona son similares a los de la heroína.

Adicciones a la cafeína

     La gente se vuelve adicta a la cafeína debido a sus efectos estimulantes. La cafeína es un poderoso estimulador del sistema nervioso central afectando primero al cortex, luego a la médula, y, finalmente, a la médula espinal cuando la dosis aumenta. Las grandes dosis de cafeína pueden ocasionar una función motora deteriorada. Pueden ocurrir efectos negativos después de 150 a 250 mg de cafeína, el equivalente a una o dos tazas de café.

     Las personas que beben grandes cantidades de café (quince a veinte tazas al día) pueden desarrollar «cafeísmo.» Los síntomas de esta enfermedad son insomnio, fiebre ligera e irritabilidad.

     Los niños resultan especialmente afectados, probablemente debido a su menor peso corporal.

     La cafeína ocasiona la estimulación del corazón con taquicardia y arritmia. La cafeína también estimula la liberación de las catecolaminas desde la médula suprarrenal, y de norepinefrina procedente de las terminaciones nerviosas al corazón. Las catecolaminas tienen un efecto marcado sobre el sistema nervioso central, la frecuencia metabólica, la temperatura y el músculo liso.

Tabaco

     Se ha descubierto que la nicotina, en el tabaco, incrementa la frecuencia cardiaca, la presión sanguínea, el gasto cardiaco, el vólumen sistólico, y la velocidad de la contracción miocardiaca. Una lección entera fue dedicada a este hábito pernicioso de no modo que no me extenderé más sólo repertir que es un hábito respaldado por sus efectos estimulantes.

UNA ILUSIÓN

     Según la Ley del Efecto Dual, «El efecto secundario de cualquier acto, hábito, abuso, o agente sobre el organismo vivo es exactamente opuesto e igual al efecto primario.»

     Esto significa que cuando toma una droga o alcohol, cafeína, etc., el primer efecto será de estimulación. Pero el segundo y más duradero será justo lo opuesto -depresión. Extendiéndonos sobre este tema, el Dr. Shelton afirma, «El té, el café, el cacao, el chocolate, las especias, la carne, etc., que parecen dar fuerza (su primer efecto), invariablemente como su efecto secundario y duradero, debilitan en proporción a la fuerza que parecen dar.»

     El alcohol que aparentemente fortalece y que, por un breve espacio de tiempo incrementa la función, la reduce y la debilita. El alcohol, como el éter y el cloroformo, no añade poder al sistema. Sólo ocasiona el gasto la energía que ya se poseía. Está clasificado de forma adecuada como irritante cáustico y la función exaltada, que se produce al principio, no es debido a la energía que comunica al cuerpo y a la mente, sino a la resistencia vital y consiguiente gasto de energía vital que sus efectos irritantes ocasionan. Su efecto secundario es debido al agotamiento de los poderes vitales y sus efectos destructivos sobre los tejidos del cuerpo.

     «El opio produce permanentemente insomnio, nerviosismo, y dolor porque alivia temporalmente estas condiciones. ¡Dar opio para curar el dolor de un hombre! ¿Quién tiene dolores semejantes a los de un adicto al opio? La nomenclatura de la medicina necesita revisión. El opio y otros anodinos y antiespasmódicos deberían clasificarse como odinos y espasmódicos. Todos los tónicos deberían clasificarse como atónicos. «Los estimulantes» deberían llamarse deprimentes. Estas sustancias deberían clasificarse según sus efectos secundarios y duraderos y no de acuerdo a sus efectos primarios y temporales.

     «Una taza de café aliviará un dolor de cabeza pero al hacerlo acelera permanentemente el hábito del dolor de cabeza del paciente. Aliviará la depresión mental, pero cuando el usuario es privado de su café se deprime doblemente. El tabaco calma los nrvios sólo para volverlos inestables. Los tónicos refuerzan sólo para debilitar. Los purgantes producen estreñimiento, los diuréticos producen inactividad de los riñones, los expectorantes producen sequedad en los pulmones. Si el usaurio habitual de cualquier droga dejase de tomarla durante unos pocos días, experimentaría en su plenitud todos sus efectos secundarios. Si volviese a consumir la droga, estaría encantado al descubrir que estos efectos secundarios se han ‘curado’ solos. La enfermedad está ‘curada’ por su causa -el café parece curar el dolor de cabeza que produce; el whiski parece restablecer la fuerza que ha consumido; el tabaco parece restablecer la estabilidad de los nervios que ha destruido.»

     Con estos factores en mente, debemos asegurarnos que nuestros alimentos no contienen cualidades igualmente estimulantes.

LOS ALIMENTOS NO DEBEN CONTENER TOXINAS

     Todos los alimentos refinados y todos los alimentos cárnicos poseen características semejantes a las drogas. Como todas las sustancias estimulantes, la estimulación conducirá con el tiempo a la depresión y enervación.

     La respuesta normal del estómago hacia el alimento se llama estimulación. Esta mayor actividad del estómago es necesaria para digerir los alimentos y es una acción normal. Pero el alimento contribuye a la renovación del organismo y, por lo tanto, aporta más de lo que quita.

     El Dr. Shelton distingue tres tipos de estimulantes:

     1. Aquellas sustancias y las fuerzas -luz, aire, agua, alimentos -que suministran los materiales de renovación y preparan al cuerpo para una actividad mayor.

     2. Aquellas influencias agradables -ardor, frescor, buenos motivos, buenos sentimientos, alegría, entusiasmo, ambición, determinación, voluntad, etc.-que invitan o inspiran una mayor acción; inspiran al cuerpo a ejercer su poder y medios en una dirección determinada; le permiten mobilizar, organizar y redirigir sus fuerzas.

     3. Aquellas sustancias, fuerzas e influencias que provocan o excitan la acción defensiva.

     Las dos primeras son renovadoras y son beneficiosas mientras que las últimas son irritantes y no aportan ningún nutrimento ni beneficio al individuo.

     Para que los alimentos ocasionen una renovación beneficiosa de nuestras células y tejidos, no deben contener toxinas.

Condimentos

     El Dr. Shelton dice, «La Naturaleza ha dispuesto que si se comen alimentos naturales, sin aderezar cuando el cuerpo los necesita y bajo condiciones mentales, emocionales y físicas adecuadas, la secreción de los fluidos digestivos  se hará de una manera perfectamente natural y la estimulación que producen nunca será suficente para dañar el vigor funcional de las glándulas digestivas. La ‘estimulación’ artificial no es necesaria, y es dañina.»

     Todos los condimentos estimulan artificialmente el apetito debido a su propiedad irritante. El deseo de alimentos normalmente procede de una necesidad fisiológica real. Cuando no existe esa necesidad, no tenemos hambre. También, cuando no se tiene hambre, el cuerpo no está listo para digerir los alimentos. El apetito nunca debería estimularse con el uso de condimentos.

     El uso de condimentos conduce a comer en exceso que al final da lugar a una serie de problemas por comer en exceso. Para recobrarse de cualquier adicción, debe asegurarse que sus alimentos no contienen estimulantes artificiales y perjudiciales para la salud.

     Todos los condimentos actuan como irritantes y, como consecuencia, inducen a la inflamación del tracto digestivo. Su cosumo habitual endurece el revestimiento mucoso del tracto digestivo. Este endurecimiento hace que las membranas sean menos sensibles a las propiedades irritantes de los condimentos pero daña la eficacia de la digestión. De modo que el efecto real de los condimentos es justo el opuesto del que se pensaba. Ocasionan depresión y obstaculizan la digestión en vez de favorecerla.

     La mostaza, la pimienta, la salsa de pimienta, el rábano picante, y otras sustancias picantes y estimulantes son muy tóxicas debido a ciertos aceites que contienen. El primer efecto es la estimulación del estómago debido a una mayor acción pero posteriormente la secreción de jugos gástricos disminuye y desciende la actividad del estómago.

     Las especias, la nuez moscada, los dientes de ajo, el jengibre, la mostaza, y todas las salsas y condimentos irritantes ocasionan la misma clase de deterioro y no mejoran la digestión. Pueden producirse adicciones alimenticias debido a la estimulación artificial  de esos aditivos en nuestros alimentos. Así como el drogadicto y el alcohólico buscan estimulación, lo mismo le ocurre a la persona que es adicta a dichos alimentos estimuladores.

     Debemos asegurarnos que nuestros alimentos no contengan estimulantes destructivos sino que sean ingeridos tal y como la naturaleza los ha preparado. Una vez que rompa el hábito de usar condimentos, se sorprenderá agradablemente de lo bien que saben los alimentos sin ellos.

     El Dr. Shelton cita al Dr. Oswald y dice, «Los carnívoros digieren su carne sin sal; nuestros parientes próximos, los frugívoros de cuatro patas, la detestan. Ninguno de los incontables tónicos, estimulantes, encurtidos y especias, que han llegado a ser necesidades domésticas de la civilización moderna, son consumidos jamás por los animales en su estado salvaje. Un lobo hambriento se echaría atrás ante  una ‘molleja sazonada.’ Para los niños y los animales frugívoros nuestros encurtidos y salsas de pimienta son, en general, más ofensivos que la carne, y por lo tanto, más dañinos.»

     El adicto debe esforzarse por comer sólo aquellos alimentos que no contienen toxinas. Es un hecho muy conocido que los alimentos cocinados son menos valiosos que los alimentos crudos y que los alimentos cocinados también contienen toxinas.

Alimentos cocinados

     La digestibilidad de las proteínas disminuye cuando se cocinan ya que la molécula de la proteína sufre alteraciones. Las sensibles aminas son saponificadas por el calor. El grupo de aminas es reemplazado por el grupo hidróxilo en los productos alimenticios y se ha demostrado que los hidróxidos no pueden ser reaminizados por el cuerpo animal.

     Los fosfatos orgánicos en los alimentos proteínicos son transformados en inorgánicos y, por tanto, se vuelven inutilizables y tóxicos. Aunque el cuerpo es capaz de absorber los fosfatos más complejos y reducirlos a fases inferiores, es incapaz de revertir el proceso. Sólo las plantas pueden hacer esto.

     La aplicación de calor a las grasas y aceites de todas clases desarrolla ácidos grasos libres que no sólo no pueden asimilarse sino que también son tóxicos. Esto  también se aplica a las grasas libres y a las grasas que están presentes en todos los alimentos. Hay una pequeña cantidad de grasa incluso en las verduras y cocinar estos alimentos siempre vuelve a esa grasa tóxica. Asímismo, los minerales y vitaminas de los alimentos se transforman de su forma orgánica y utilizable a su forma inorgánica cuando se aplica calor. Puesto que estos minerales son inutilizables, también son tóxicos.

     Es evidente que los alimentos cocinados no son adecuados para el consumo humano. Es imprescindible que el adicto no consuma estos alimentos ya que su cuerpo ya está muy tóxico. Al cuerpo se le debe dar todas las oportunidades posibles para un completo restablecimiento y no añadir más venenos que interfieren con este proceso curativo.

ALIMENTOS IDEALES

     El mejor alimento para el adicto, no importa la adicción que tenga, es aquel alimento que ses fácil de digerir y de asimilar, que no contenga toxinas o propiedades sobrestimulantes, que contenga todos los nutrientes necesarios para la salud y pueda comerse y saborearse crudo.

     Las frutas encajan dentro de esta descripción perfectamente. Las frutas dulces son especialmente valiosas puesto que se digieren tan fácilmente que apenas gastan energía en su digestión, reservando de este modo energía para otros procesos corporales como la curación y la reparación. El cuerpo iniciará la limpieza donde haya toxinas acumuladas y procederá a eliminarlas.

     El Dr. Shelton dice, «La mejor fuente de azúcar para el cuerpo son las frutas dulces -uvas, dátiles, plátanos, higos, uvas pasas, etc. Estos azúcares nos llegan casi predigeridos y bien equilibrados con minerales y vitaminas. Estas frutas son sanas, naturales, deliciosas y están llenas de propiedades que sustentan la vida. Ningún cocinero, repostero o fabricante puede imitar remotamente estos deliciosos productos del laboratorio vital y solar de la naturaleza.»

     Esta conservación de energía es extremadamente importante para el adicto. Si ayuna primero, superará su hábito tóxico. Sin embargo, después del ayuno habrá un periodo de reconstrucción y es imprescindible que reciba los materiales adecuados para su reparación. Una dieta únicamente de frutas durante este periodo sería lo ideal. Durante un tiempo, incluso alimentos tan sanos como los frutos secos no deben incluirse en la dieta debido a la mayor cantidad de gasto de energía que precisan para su digestión y asimilación. Si estuviese a una dieta a base únicamente de fruta durante un periodo de tiempo después del ayuno e incluyese montones de frutas dulces, como plátanos e higos, la recuperación sería  más rápida. Depués de ese periodo, pueden añadirse frutos secos y verduras crudas (en cantidades razonables) con éxito. La mayoría de los desechos acumulados y venenos del cuerpo son de naturaleza proteínica y cuando seguimos una dieta de frutas que es muy baja en proteínas, estos excesos proteínicos son eliminados o reorganizados más rápidamente dentro del cuerpo y utilizados.

COMER EN EXCESO

     Una persona que habitualmente come en exceso no es menos adicta que el alcohólico. Comer en exceso agota los poderes vitales mediante la sobrestimulación, el trabajo excesivo de los órganos digestivos, el corazón, el sistema endocrino, y los emuntorios, por la tensión  a la que se les somete y  produce intoxicación debido a los venenos que estos alimentos generan.

     La mayoría de la gente es adicta a comer en exceso alimentos que provocarían mala salud incluso si fuesen consumidos en cantidades moderadas. Los alimentos cárnicos, los artículos de panadería -como pasteles, pastas, tartas, etc.-el pan y todos los alimentos cocinados son tóxicos por sí mismos. Comer en exceso de dichos alimentos termina enfermando a aquellos que abusan de ellos.

     A lo largo de la historia, ha habido muchos glotones notables que siempre sufrieron de indigestión y otras enfermedades y pronto murieron a causa de sus abusos. El Dr. Shelton describe un desayuno que tomaba habitualmente Mr. Bryan, un glotón famoso:

     «Primero se servía cantalupo. Bryan se comía uno entero -un melón inmenso de pulpa amarilla. Era otoño -principios del otoño- y la codorniz estaba en el menú. Bryan se comió dos. A eso le siguieron huevos y jamón de Virginia. Byran se comió vorazmente este jamón en grande trozos y no consumió menos de seis huevos, cuando fueron servidos las tartas de albardilla, el plebeyo despachó un plato,  lleno de mantequilla y entonces aceptó una segunda porción y se marchó.

     «Numerosas tazas de café, patatas y guarniciones de diferentes clases acompañaron al cantalupo, al jamón, a los huevos y a todo lo demás.»

     Bryan tenía diabetes, endurecimiento de las arterias, enfermedades cardiovasculares y apoplejía. Pero la causa final y real de su muerte fue la glotonería. Era un hombre enfermo que cavó su tumba con los dientes.

     Por otro lado, un tal Dr. Low llevó a cabo una hazaña al levantar 1,000 libras 1,006 veces en treinta y cinco minutos y cuatro segundos, después de un periodo de entrenamiento comiendo una vez al día. Durante las cinco primeras semanas de su entrenamiento comía una comida al día, casi todo alimentos sin cocinar. Durante las últimas tres semanas de su periodo de entrenamiento comía sólo cuatro comidas a la semana; la última comida fue consumida once horas antes del levantamiento. Es significativo que se abstuviera de comer once horas antes del levantamiento ya que así la energía no era desviada al proceso digestivo mientras la necesitaba en la actividad muscular.

     La conservación de energía es la clave en la salud y en la enfermedad. Hay que  comer lo suficiente para suministrar al cuerpo los nutrientes que precisa pero no tanto  para que haya un gran excedente y que tenga que gastar energía vital en exceso para deshacerse de este excedente.

AYUNAR

     El Dr. Shelton dice,»Nada permite al alcohólico, al fanático de las drogas, al adicto al tabaco, superar su ‘deseo’ por su acostumbrado veneno y volver a un estado de buena salud, como lo hace el ayuno.»

     LLega a ser fácil comprender cómo y porqué el ayuno puede ser de gran utilidad en estas condiciones. Es un periodo de descanso durante el cual el organismo abusado lleva a cabo los ajustes y reparaciones necesarios y recupera sus energías. Cuando el ayuno termina, el sistema se ha liberado de sus toxinas acumuladas, y el sistema nervioso ha recobrado la salud.

     El alcoholismo es una enfermedad que implica anormalidades estructurales. El espesamiento y endurecimiento de las membranas de la boca, la garganta, y el estómago son conveniencias defensivas necesarias. La degeneración adiposa del hígado o la esclerosis del hígado son desarrollos posteriores. Cuando el alcohólico ayuna, el espesamiento de las membranas desaparece y se forman nuevas membranas. La nueva membrana de la boca, lengua, garganta y estómago no será espesa, endurecida, insensible a los alimentos y venenos, sino una delgada, delicada y sensible que permite la plena apreciación de los delicados sabores de los alimentos.

     Las glándulas y los nervios que se han vuelto impotentes debido a la sobrestimulación, vuelven a recuperar su capacidad funcional cuando se les dá una oportunidad. La renovación de su poder no puede suceder de otra manera, El organismo abusado se curará solo mediante el descanso al igual que un hueso roto se soldará gracias al reposo.

     Cuando el alcohólico se ha recuperado por completo de su enfermedad y el hambre ha vuelto, ninguna clase de bebida alcohólica le tentará.

     El ayuno también hace más fácil dejar el hábito del tabaco. En pocos días, el mismo sabor de este veneno llega a ser repulsivo. El ayuno mejora el sistema nervioso, y regenera las membranas de la boca y nariz del fumador.

     El Dr.Shelton cita la Encyclopedia of Physical Culture de MacFadden: «El ayuno es uno de los tratamientos más valiosos para superar las condiciones patológicas del cuerpo ocasionadas por el uso habitual de un veneno. El ayuno da al cuerpo la oportunidad de reajustarse de forma normal y también acelera la eliminación de cualquier veneno que permanezca en el sistema. El drogadicto ha perdido su apetito de todas maneras, y mediante el ayuno recupera la condición normal del canal alimentario en una fracción de tiempo que sería consumida de otro modo en el proceso. Especialmente la mente será clara y será más fuerte, y se encontrará en seguida en posesión del impulso moral y la voluntad de combatir este hábito.»

     El descanso -físico, mental y fisiológico- es muy necesario. En un periodo de tiempo notablemente corto, el individuo que ayuna descubre que su supuesto «deseo» por las drogas u otros venenos ha desaparecido.

     Las reacciones violentas a menudo se producen al abstenerse de la droga. Debido a ello, es esencial cuidar muy bien al individuo. La locura después de la abstención de la morfina o el opio, o el delirium tremens al dejar el alcohol son desarrollos similares. Indican la gravedad de la lesión al sistema nervioso y revelan lo importante y urgente que es la necesidad de dejar de tomar ese veneno.

     Las reacciones violentas pronto cesan cuando el paciente ayuna. Con la recuperación gradual de energía, la reparación de su dañado sistema nervioso, y la regeneración de sus membranas, pronto se recobrará.

     La enervación es el factor básico de toda adicción. Pare evitar la recaída en una drogadicción, es esencial que el individuo viva de tal manera que no se enerve. Todas las fuentes de enervación deben evitarse. Un cuerpo bien nutrido, cuyas energías son bien conservadas por hábitos de primera clase, no sentirá la «necesidad» de estimulantes y no «necesitará» ser «aliviado» de molestias y dolores.

     El Dr. James C. Jackson dice (How To Treat the Sick Without Medicine): «Una simple dieta nutritiva, el uso de agua pura fresca para beber, y la limpieza personal, junto con descanso abundante, resultarán ser las únicas garantías para el borracho reformado… El té, el café, el tabaco, la pimienta, la mostaza, la sal, y la carne creará tal estado a los nervios orgánicos, y al revestimiento mucoso de su estómago, que restablecerá su deseo de licor, y entonces beberá, cuando sus compromisos o su posición social lo requieran.»

FUERZA VITAL

     La fuerza vital está detrás del efecto estimulador procedente de los venenos y de la estimulación procedente de los alimentos pero los fines son diferentes. La estimulación experimentada por los alimentos, ingeridos en cantidades adecuadas, es una acción normal beneficiosa para el cuerpo. Los efectos estimuladores procedentes de los venenos es una acción defensiva. Se gasta energía vital sin que sea reemplazada. Cuando se ingieren alimentos se gasta energía vital pero reemplaza más que gasta.

     A este respecto, el Dr. R.T. Trall dice, «Vemos como el alcohol es un elemento de fuerza. Hace que se gaste fuerza, eso es todo. Si toma un sorbo pequeño, sólo gasta un poco de fuerza (no suministrada) para  que el sistema puedad defenderse de él, y el individuo está ligeramente excitado; es decir, un poco febril. Si bebe mucho, se gasta necesariamente una cantidad mayor de fuerza (no suministrada) y se manifiesta una mayor excitación, fiebre, delirio, locura, etc. El sistema consume su fuerza para deshacerse del alcohol, pero nunca obtiene ninguna fuerza, grande o pequeña, buena, mala, o indiferente, del alcohol. La estimulación no imparte fuerza -la gasta. El poder vital no hace desaparecer el brandy dentro del paciente, sino que provoca el agotamiento del poder vital del paciente para expulsar el brandy.»

     Explicar los efectos estimuladores del alcohol y cómo hace que se consuma energía vital sin restaurar la fuerza al final, el Dr. Hereward Carrington dice, «¿Qué es la estimulación? Sabemos que es un estado inducido en el que el organismo puede, temporalmente, realizar una cantidad mayor de trabajo muscular, vital o mental de lo que normalmente haría en el mismo periodo de tiempo y este incremento en su habilidad para trabajar es fácilmente atribuible al «estímulo» que ha recibido. Hay una mayor capacidad para trabajar (lo cual supone que una mayor fuerza nerviosa se gasta en dicha acción), y se sabe que hay invariablemente una «reacción» o prostración, más o menos extrema y destacable, después de dicha estimulación.»

     Sin embargo, bajo todas las circunstancias, la vitalidad o energía de cualquier clase se manifiesta invariablemente o  se aprecia cuando se gasta, más que cuando se acumula.

     El Dr. Robert Walker hablaba así en Life’s Great Law: «Cada partícula de materia viva en el cuerpo organizado está dotada de un instinto de supervivencia, generalmente llamado fuerza vital, cuo éxito es directamente porporcional a la cantidad de fuerza e inversamente proporcional al grado de su actividad.»

     De modo que cualquier estimulante, ya sea alcohol, drogas, etc., gastará esta energía vital en la medida en que consumamos estos estimulantes. Cuando ayunamos, revertimos este procedimiento. La energía vital se conserva, no se gasta. Si se siente débil mientras ayuna, es únicamente porque la energía vital se está usando para curar y no se dirige hacia la musculatura o la digestión. En efecto, se está poniendo más fuerte.

El Dr. Carrington dice, «El temor de ser obligado a esperar pasivamente; la falta de fé en los poderes curativos de la Naturaleza, es una de las causas más grandes de la práctica médica inadecuada hoy en día. Debemos recordar, siempre, que ninguna acción puede ocurrir sin una reacción igual y opuesta; que el péndulo de energía humana no puede, de ninguna manera, oscilar en una dirección indefinidamente; sino que debe, en algún momento, volver a la posición original y moverse  en la otra dirección. El descanso siempre debe seguir al esfuerzo, y el esfuerzo al descanso; y esta ley del ritmo se aplica, desde luego al cuerpo humano, en lo que respecta a su energía. Siendo esto así, ¿no es más obvio que los órganos digestivos necesiten sus periodos de descanso -al igual que los demás órganos nos piden descanso? ¿Y no es obvio, también, que la única manera que dicho descanso puede lograrse es mediante el ayuno?»

SEA CONSCIENTE

     Cuanto más puro esté el cuerpo, más consciente y sensible es a las cosas que son dañinas. Los antiguos hábitos serán repulsivos especialente el tabaco, el alcohol, las drogas, los alimentos basura, la carne, etc. Si se siente tentado por su antigua adicción, piense en los resultados que ocurrirán después de tomar ese alimento dañino. Después de ayunar, su cuerpo estará puro y reaccionará violentamente a los alimentos que no son adecuados para su consumo. ¿Vale la pena contaminar su cuerpo y sentirse enfermo? No, no vale la pena.

     Nuestros alimentos naturales son tan deliciosos por sí mismps que pronto ningún  otro alimento o drogas le atraerá. Sin duda el diente dulce de cualquiera puede satisfacerse con los higos, dátiles y plátanos deliciosos o cualquiera de las otras frutas secas y frescas que puede elegir.

     Según el Dr. Shelton, nuestros hábitos venenosos son la causa principal del deterioro de los riñones. Dice que todos los venenos de los alimentos descompuestos así como los venenos del tabaco, el alcohol, el té, el café, etc., constamente sobrecargan a los riñones y con el tiempo los dañar hasta tal punto que se desintegran. Beber café provoca un considerable deterioro corporal. Esto es debido sobre todo a la cafeína pero también a otras sustancias tóxicas que contiene. Como resultado, el estómago, el sistema nervioso, el corazón y los riñones se van deteriorando. Esto es especialmente evidente en el caso de los riñones porque beber café incrementa temporalmente la cantidad de orina expulsada ya que los riñones deben deshacerse de los venenos. Entonces los riñones con el tiempo se van deteriorando y dañando debido a al uso excesivo y a la enervación.

     Pero no sólo los riñones sino todos los órganos y todas las células del cuerpo sufren cuando practicamos hábitos tóxicos. Con esto en mente deberíamos evitar esos venenos. La educación y la información son una gran ventaja para ayudar a superar dichas adicciones. Un ayuno nos permitirá superar fisiológicamente estos hábitos pero también debemos preparnos psicológicamente. Sea resuelto. Elimine toda la negatividad y piense positivamente. No tiene que estar enfermo, depende por completo de usted. Si desea sentirse bien cada dia con una gran abundancia de energía y entusiasmo por la vida, puede sentirse de esa manera, Todo lo que tiene que hacer es seguir los sencillos requisitos para estar sano: alimentación y agua adecuadas, ejercicio, descanso, sueño, luz solar, aire puro, y equilibrio emocional.

PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN

PREGUNTA: ¿Puede el adicto disminuir su consumo de drogas durante el ayuno?

RESPUESTA: Todas las drogas deben ser eliminadas la primera semana del ayuno. Esto es una necesidad absoluta. Después de los primeros días, los deseos artificiales cesarán y la reparación del cuerpo comenzará.

PREGUNTA: ¿Puede realmente una persona llegar a ser adicta a un alimento determinado?

RESPUESTA: Sí, es bastante posible. De hecho, ocurre frecuentemente. La gente se vuelve adicta a los alimentos que son especialmente estimulantes como los alimentos cocinados con condimentos, azúcar blanco, artículos de panadería, alimentos basura, alimentos cárnicos, etc. Sin embargo, esta estimulación temporal conduce en seguida a la depresión. Entonces el «adicto a la comida basura» busca alivio a esta depresión  a través de más estimulación con la comida basura. Se convierte en un ciclo interminable que con el tiempo ocasiona enervación y enfermedad.

PREGUNTA: ¿Es cierto que un hábito estimulante a menudo conduce a otro?

RESPUESTA: Sí, a menudo es así. Una vez estimulado por caramelos, helado, galletas, y tartas, una persona suele buscar algo más estimulante y recurre a los cigarrillos o quizás a beber café. alcohol o tomar drogas. Es raro que un fruitariano fume y también beba alcohol. A una persona con una dieta así no se le ocurre buscar estimulación. Están sanos y disfrutan de la vida. No buscan ningún veneno para sentirse «bien» o alterar su estado de ánimo.

PREGUNTA: ¿Hay algunas personas que tienen «personalidades adictivas»?

RESPUESTA: La «personalidad adictiva» ha sido descrita por los científicos conductuales, pero existen pruebas científicas de que existan factores característicos de esa personalidad. Algunos han concluido que los adictos son básicamente escapistas, personas que no pueden hacer frente a la realidad y que huyen. Otros han descrito a los adictos como individuos esquizoides que son temerosos, tímidos, y deprimidos, y que tienen un historial de frecuentes intentos de suicidio y numerosas heridas voluntarias. Los adictos también han sido descritos como básicamente dependientes y dominantes en sus relaciones, exhibiendo frecuentemente una furia abierta e inconsciente y una sexualidad inmadura. Estas descripciones suelen usarse como excusas para un hábito pero son irrelevantes. Sabemos que estas adicciones son inapropiadas y que deben eliminarse. Bajo un programa higienista, todo el mundo puede superar sus adicciones, cualquiera que sea su personnalidad.

RESUMEN

     Las adicciones al alcohol, drogas, cafeína, tabaco, ciertos alimentos, etc., ocasionan una estimulción temporal. Es esta sensación de estimulación la que el adicto busca, pero puesto que esta sensación es temporal y el efecto final es la depresión, el adicto busca su veneno en cantidades cada vez mayores. Para interrumpir este ciclo, se inicia un ayuno. Durante el ayuno, el adicto no sólo supera su adicción, sino que elimina toxinas y el cuerpo inicia la curación y reparación.

     Después de un ayuno, la dieta ideal para todos los adictos es exactamente la misma  a la que todos estamos adaptados. Es decir, una dieta de fruta, verduras, frutos secos y semillas. Esta dieta nos proporcionará todo lo que necesitamos y el cuerpo estará tan puro que el adicto no anhelará su veneno otra vez.

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

CAFÉ, TÉ Y CACAO

por Dr. Herbert M. Shelton

(Reimpreso de Health for Millions)

     En los Estados Unidos, que parece ser la nación más adicta a las drogas del mundo, cerca del 96% de las familias beben café diariamente. Ocho de cada diez adultos bebe café cada día, al igual que uno de cada cuatro niños. Actualmente los norteamericanos beben, por término medio, un 50 por ciento más café que hace diez años. Algunos han calculado que los norteamericanos beben casi más miles de millones de galones de café al año que leche.

     En años recientes el gobierno indio, en una tierra que sufre de hambre perpetua, ha destruido todos los árboles de la fruta de Santiago para dejar sitio para los árboles de café. La fruta de Santiago, una fruta grande parecida al melón, es deliciosa. Tanto la pulpa como las semillas son comestibles. Pero no puede ser exportada. Cuando pregunté a un banquero indio porqué su gobierno está destruyendo tantas plantas que daban alimentos para dejar sitio para el café, su respuesta fue: «El café trae dólares norteamericanos.» Este es un ejemplo sorprendente de las estupideces de una economía en la que la producción es para obtener beneficios. No es concevible que en una economía dedicada a la producción una acción tan estúpida como esta pudiese ocurrir.

     En nuestro loco mundo enfocado a los beneficios, millones de acres de tierra están dedicados a la producción de tabaco, café, té, y similares sustancias venenosas. Millones de toneladas de granos y frutas son tranformadas en bebidas alcohólicas, en un mundo que está luchando con el espectro de una explosión demográfica y una escasez de alimentos a nivel mundial. Es imposible concebir que una cosa así se produzca en un sistema social inteligentemente ordenado.

     Beber té se ha extendido por toda la tierra, aparentemente desde China, del mismo modo que el consumo de café y de chocolate se ha extendido. El té fue introducido en Europa casi al mismo tiempo que el café.

Estas tres sustancias, café, té y cacao o chocolate, todas contienen casi un alcaloide idéntico. LLamado cafeína en el café, teína en el té, y teobromina en el chocolate, este alcaloide puede ser mortal para el hombre o para el animal. Clasificado por los farmacólogos como un estimulante, es ingerido por aquellos que piensan que necesitan estimulación. Frecuentemente escuchamos decir que el té y el café «excitan el ejercicio del pensamiento.»

Aunque es costumbre incluir dichos hábitos narcóticos como tabaco, alcohol, opio, y marihuana bajo la designación general de hábitos estimulantes, esta no parece ser la razón por la que se toman estas sustancias. Cuando las toman no buscan estimulación, sino alivio a sus molestias.

     Por otro lado, cuando se toma café, té, chocolate y cacao, y refrescos estimulantes, parece que se busca un tipo de alivio diferente, alvio a la debilidad y al agotamiento. Cuando se toman estimulantes estomacales (irritantes) como pimienta, mostaza, especias picantes, y salsa de pimienta, parece haber una necesidad de estimulación.

     Debido a que hay una tendencia a que las molestias aumenten y que el alivio que estos venenos proporcionan disminuya, hay una tendencia natural e inevitable a incrementar el tamaño o la frecuencia de la dosis, o ambos. Como al final esto tampoco proporciona el deseado alivio, se recurre a un veneno más fuerte. Esta es la razón por la que el empleo de una de estas sustancias puede conducir al empleo de otra. El bebedor de café, el bebedor de cacao, el adicto a los bombones de chocolate, aunque él mismo masque tabaco o sea un fumador, puede condenar a su vecino por su hábito con el alcohol. Cuando elegimos ser adictos a narcóticos o estimulantes, ¿qué derecho tenemos a creernos superiores a aquellos que eligen narcóticos o estimulantes diferentes? Todos son adictos, independientemente de la naturaleza de la adicción.

     La búsqueda de alivio es la esencia de la drogadicción. No se desean venenos; sólo desasosiego, malestar, y sufrimiento que conducen a la víctima a dosis más frecuentes y más grandes de su veneno favorito en su búsqueda de alivio. Se sabe que algunos adictos han tomado hasta 96 gramos de morfina diariamente sin efectos nocivos, excepto la estupefacción que les hace olvidar el dolor. Cuando se abstienen de la droga, se producen vómitos rebeldes, purgas violentas y otros síntomas molestos. Son llamados falsamente síntomas de abstinencia.

     La pura realidad es que son síntomas de envenenamiento, y que están presentes todo el rato. Pero se mantienen deprimidos por las repetidas dosis de la droga. Dichos síntomas se producen, en varios grados de severidad, después de la eliminación de cualquier hábito tóxico -tabaco, alcohol, morfina, heroína, marihuana, café, té y chocolate.

     Incontables miles de personas salen a hacer sus obligaciones diarias tan cansadas que apenas saben cómo trabajar a menos que los estimulantes les empujen. Lamentan su sometimiento al trabajo y a los negocios y desearían poder olvidarse  de ellos. Si supieran lo bastante como para dejar de comer alimentos inadecuados y abandonar sus hábitos estimulantes, y si supieran lo bastante  como para suministrar a sus cuerpos los nutrientes adecuados y descansar y dormir más, en dos meses se encontrarían como personas nuevas. La «pausa para el café» ya no les parecería «necesaria.» Pronto descubrirían la verdad de la observación del Dr. Samuel Johnson de que es más fácil ser abstemio que moderado. Ya han aprendido que la tendencia de todos los hábitos venenosos es progresiva.

     El hecho de que se haya descubierto que casi cada tribu humana es adicta a algún hábito venenoso ha sido ofrecido como prueba de que hay un gusto normal para estos venenos, y, por lo tanto, una necesidad natural para tomarlos. ¡Qué absurdo! ¿Porqué no argumentar que porque mentir es un vicio universal, es necesario y bueno? Cada sustancia que el hombre emplea en su intento vano por buscar alivio por molestias causadas por él mismo tiene que ser juzgada no por su supuesto gusto universal a ella, sino por efectos finales.

     Frecuentemente se nos recuerda que, desde los tiempos de Hipócrates, los médicos han considerado al opio inestimable para aliviar el sufrimiento agudo humano. Es costumbre añadir que, «como muchas otras grandes bendiciones de Dios a la humanidad,» el opio debe ser usado con razón o con discreción, o «se descubrirá que es una de las mayores maldiciones para la humanidad.» Nunca les parece extraño a estos devotos de los cultos a las drogas que Dios debiera envolver su mayor maldición en el mismo paquete que su bendición más grande. Quizás Dios cometió un error o, quizás es el hombre él que lo cometió. Sin duda los efectos de tomar opio habitualmente no son deseables.

     El que masca cacao está perjudicado por está práctica un poco menos que el comedor de opio por la suya. Se le conoce por su andar inseguro, su complexión cetrina, sus ojos sin brillo y ojerosos, hundidos profundamente en su cabeza, sus labios temblorosos, su lenguaje incoherente y su apatía estólida. Es indeciso, suspicaz y falso; en la flor de la vida parece senil y en sus últimos años un idiota completo.

     Habiendo afirmado que los estimulantes son necesidades naturales del sistema, llega a ser necesario encontrar alguna disculpa para su empleo. De modo que nos dicen que no sólo son alimentos, sino que ayudan a la digestión de otros alimentos. Que esto es falso puede verse tras considerar los siguiente hechos. Incluso en cantidades pequeñas, el té paraliza completamente la secreción salivar. Cuando la infusión equivale hasta un quinto de los contenidos del estómago, el té retarda la digestión del estómago. El café y el cacao tienen poco efecto en la digestión salivar, pero interfieren tanto como el té con la digestión del estómago.

     A las bebidas alcohólicas de los antiguos hemos añadido té, café, cacao, chocolate, tabaco, absintio, cloral, opio, especias picantes y una serie de hábitos adictivos destinados a proveer el efímero alivio a las molestias de nuestra alimentación errónea. La bebida soma, mencionada frecuentemente en el Rig Veda, estaba hecha de una planta que todavía hoy no ha sido identificada. La bebida era tóxica y desempeñaba un papel importante en la vida ritual de los primeros iranís además de los indios. Hemos recogido nuestros hábitos tóxicos de todas las esquinas de la tierra. Cada año parece que se incrementan.

     La sensación de exaltación que sigue la ingestión de un estimulante ha llevado a la falacia de que los estimulantes deben ser buenos. La depresión que sigue, y que está en exacta proporción al grado de estimulación ocasionada, o bien es ignorada o bien es atribuida a alguna otra causa. Es probable que sea satisfecha con otra dosis del mismo estimulante que la causó. Tan imbuidos estamos con la idea de que los estimulantes son sanos, que frecuentemente nos dicen que «el alimento es un estimulante.» Esta afirmación está basada una concepción totalmente errónea del carácter de la estimulación.

     Estimulación es irritación; un estimulante es una sustancia que ocasiona temporalmente un aumento en el vigor de la acción por unos medios que agotan el poder de la acción, reduciendo en realidad el vigor. Cuando esto ocurre, debe haber un periodo correspondiente de descanso y sueño. El agotamiento necesita a la depresión; la estimulación será seguida por la debilidad. Todos nuestros hábitos venenosos tienen efectos debilitadores sobre el organismo e incrementan la precariedad y fragilidad de la vida.

LOS EFECTOS DE LOS ESTIMULANTES

por Sylvester Graham, M.D.

(Reimpreso de Lectures on the Science of Human Life)

     A la hora de explicar y de ilustrar las leyes constitucionales de la relación externa, he afirmado que cada sustancia en la naturaleza de la que el cuerpo humano pueda obtener nutrimento, posee cualidades específicas y peculiares que los órganos humanos tienen poderes vitales para percibir y apreciar. Así las propiedades visuales de las cosas son percibidas por el sentido especial de la vista; las propiedades auditivas de las cosas son percibidas por el sentido especial del oído; las propiedades olfativas, por el sentido especial del olfato; las propiedades gustativas, por el sentido especial del gusto; y las propiedades tangibles por el sentido especial del tacto. Estas sustancias externas tienen también algunas otras propiedades, que sólo son percibidas y apreciadas por los sentidos especiales orgánicos que residen en los órganos que pertenecen al dominio de la vida orgánica, o el sistema ganglionar de los nervios. Estas propiedades, en todas las sustancias alimentarias adecuadas, son los estímulos naturales y apropiados de esos nervios de sensibilidad orgánica que son adaptados por el Creador para percibirlos y apreciarlos, y para transmitir las impresiones recibidads de ellos hacia el centro especial que preside las demás funciones del órgano o aparato determinado. Pero hemos visto que algunas sustancias alimentarias son mucho más estimulantes que otras, en proporción a la cantidad de nutrimento que en realidad permiten al sistema, y que algunas sustancias en la naturaleza son puramente estimulantes sin proporcionar ningún nutrimento.

     La estimulación producida por estas sustancias diversas agota siempre las propiedades vitales de los tejidos sobre los que actuan, en proporción a su intensidad y duración; y cada estímulo daña las susceptibilidades y poderes vitales, en proporción a su inadecuación a los deseos reales de la economía vital, y a su hostilidad a los intereses vitales.

     Pero cualquiera que sea el carácter real del estímulo, cada estimulación a la que el sistema se acostumbra incrementa, según el poder e intensidad de su influencia, lo que se conoce como el tono y la acción de las partes sobre las que es ejercida, y mientras la estimulación dure, siempre incrementa la sensación de fuerza y vigor en el sistema, tanto si el sistema recibe o no nutrimento.

     Sin embargo, en la medida en que la estimulación sea superior a la que es necesaria para un funcionamiento pleno y saludable de la función o funciones de los órganos estimulados, el gasto de poder vital y el agotamiento de la sustancia organizada excederá durante un tiempo la economía de reabastecimiento y de renovación del sistema; y, por consiguiente, el agotamiento y debilidad indirectas que se producen despúes de la estimulación siempre son proporcionales al exceso.

     De ahí que, aunque ese alimento cuyo poder de estimulación es mucho mayor que su capacidad de aportar nutrientes,  siga estimulando, dando la sensación de mayor fuerza y vigor,  producirá también necesariamente un  mayor agotamiento al final, proporcionalmente molesto y violento al alivio que produce, por la repetición del estímulo acostumbrado; y puesto que el mismo alimento, más rápidamente que cualquier otro, proporciona el alivio deseado, al suministrar el grado adecuado de estimulación, nuestras sensaciones siempre nos llevan a creer que es en realidad más fuerte.

     De ahí que, siempre que una dieta menos estimulante sustituye a otra más estimulante, se produzca siempre la correspondiente depresión fisiológica, o falta de tono y acción, variando en intensidad y duración segun el estado general del sistema, la brusquedad y magnitud del cambio; y esta depresión siempre está acompañada por una sensación de debilidad y lasitud, que inmediatamente es suprimida, y la sensación de fuerza y de vigor reestablecida, por la intensidad acostumbrada de estimulación, producida por lo que sea, tanto si el sistema recibe o no un incremento en el nutrimento.

     Los estimulantes puros, por lo tanto,  que no aportan ningún nutriente al sistema, y sólo sirven para incrementar el gasto de propiedades vitales y agotar la sustancia organizada, al incrementar la acción vital, causan, mientras su estimulación dure, una sensación de más fuerza y vigor; y de este modo nuestras sensaciones nos llevan a creer que los estimulantes puros realmente son tonificantes; y de la misma manera somos engañados por esos estimulantes perniciosos que no sólo agotan por estimulación, sino que irritan, debilitan, y deterioran, por sus propiedades perjudiciales.

     Por lo tanto, la sensación de fuerza producida por la estimulación no es prueba de que la sustancia estimulante esté nutriendo, o que sea sana, ni siquiera que no sea decididamente nociva.

     Pero hemos visto, que aquellas sustancias alimentarias adecuadas cuyo poder estimulativo apenas es suficiente para excitar un funcionamiento pleno y saludable de la función de los órganos digestivos, en la apropiación de su nutrimento al sistema, son más favorables para el bienestar general del cuerpo en todos los sentidos, haciendo que todos los procesos de asimilación y organización sean llevados a cabo de la manera más perfecta, sin ningún gasto innecesario de poder vital, contribuyendo así a la salud y vigor más permanentes y uniformes del cuerpo, y a una mayor longevidad. En la medida en que la estimulación sobrepase esto, necesariamente aumentará el agotamiento vital, sin contribuir de ninguna manera al bienestar del cuerpo.

     Con una verdadera aplicación de estos principios bien comprobados, la evidencia fisiológica en relación al carácter dietético natural del hombre puede ser comprendida correctamente y apreciada exactamente; pero la mayor precaución, perspicacia y circunspección son requisitos en cada paso, para evitar el engaño y el error en los caminos enmarañados y engañosos de la experiencia e historia humanas.

EL GRAN ENGAÑO

por Dr. Robert Walter

(Reimpreso de The Nutritive Cure)

     Del principio de irritación surge el engaño más importante que jamás afligió a la humanidad. La irritación significa  aumento de la acción de la parte irritada, y, por consiguiente, de todas las partes simpáticamente conectadas entre ellas, y un incremento en la fuerza. Los tónicos, nervinos, y estimulantes producen sus efectos sólo a través de este principio. Así es como el alcohol y el tabaco incrementan la acción del cerebro y del sistema nervioso; cómo el calomel y el podófilo mejoran aparentemente las funciones del hígado; cómo otras drogas producen sus efectos; cómo el arsénico y la estricnina, los ácidos nítrico, muriático, clorhídrico, prúsico, sulfúrico, etc., incrementan el vigor aparente de todo el sistema, sobre todo gracias a su simpatía con el estómago, que ha sido calificado como el gran órgano de la simpatía. Por esta misma razón los hombres a menudo se sienten más vigorosos de lo normal antes de una ataque severo de enfermedad; a veces se retiran a la cama sintiéndose bien, sólo para despertar en otro mundo. Por esta razón a menudo dolencias repentinas y violentas a menudo se producen tras  gozar de una salud aparentemente más robusta. Es el mismo engaño que tienta al médico a administrar a sus pacientes venenos violentos hasta que el agotamiento y la muerte cierran la escena. Es la base del consumo de alcohol, así como es la causa de la temible y monstruosa borrachera, ya sea por alcohol, opio, o tabaco, que inunda la tierra. El incremento en la acción,  el aumento aparente de la fuerza, la supuesta mejoría de la función, el resultado del uso de irritantes, engañan al médico y al paciente, y les hace ser víctimas de un engaño monstruoso.

     El engaño impregna todas las clases de la sociedad, y es la principal explicación de las enfermedades frecuentes y muertes repentinas e inoportunas que son noticia en todas partes. Cuando consideramos las cantidades inmensas de irritantes que son introducidas en los organismos humanos a modo de alimentos, bebidas, medicinas, etc., lo único extraño es que la constitución humana resista tanto como lo hace.

     Pero la irritación produce un efecto secundario, que es bastante importante, y es un aumento del flujo de sangre a la parte irritada. El ejercicio normal hace lo mismo. Pensar induce un aumento de flujo al cerebro, y el parto, a los pies y a las manos. Si este flujo sobrepasa la capacidad de los vasos para enviarlo de vuelta, como en el caso de la irritación, la sangre se acumula, los vasos se relajan, y tenemos congestión. Este incremento de sangre a un punto necesita un descenso en otro punto, y de ahí que la circulación desequilibrada sea propia de todas las enfermedades.

DROGADICCIÓN

por Herbert M. Shelton

(Reimpreso de Fasting for Renewal of Life)

     La ciencia, como es llamada normalmente la medicina, siempre está buscando curas. En su columna sindicada, Albert Edward Wiggam una vez escribió que la ciencia no ha descubierto una cura de éxito seguro para el alcoholismo, pero ha descubierto una droga que ayuda. Decía que, después de que a un borracho se le pasa la embriaguez, la droga equanil tranquiliza sus tensos nervios y ayuda a reducir el deseo de otra copa.  Es decir, la droga sustituye al alcohol, La droga es lo suficientemente peligrosa como para poderla comprar únicmanete por prescripción médica.

     La drogadicción frecuentemente es consecuencia del empleo de drogas en el tratamiento de la enfermedad. Sedantes, narcóticos y estimulantes son empleados para producir un alivio temporal, pero ficticio, a las molestias y el dolor. La conciencia somática, no menos que la conciencia psíquica, resulta embotada al tomar sedantes y la limpieza interior que es tan necesaria no se lleva a cabo. Cada repetición de la dosis tiende a formar un hábito adictivo. Un renacer de la conciencia se produce con la excreción de la droga. Es entonces cuando el usuario de la droga se da cuenta de su actual condición. Su médico llamará a estos síntomas síntomas de abstinencia. Debería darse cuenta  de que son los gritos de un organismo que ha sido ultrajado con venenos. La drogadicción procede de la búsqueda de alivio para el desasosiego, la aflicción, la desolación y  el dolor que ocasiona el empleo de drogas y no de un deseo genuino por la repetición de la droga. No eixiste un deseo por las drogas sino una demanda subconsciente en busca de alivio.

     Durante cincuenta años he insistido en que lo que llamamos drogadicción surge de la búsqueda de alivio para el desasosiego, molestias, pesar y sufimiento causados por haber tomado antes una droga. El adicto a los narcóticos obtiene un breve respiro a su sufrimiento renarcotizando sus nervios. El adicto a estimulantes recibe una breve ilusión de fuerza renovada aguijoneando sus nervios con el estimulante que antes fue responsable de su debilidad. En julio de 1971 un antiguo borracho fue entrevistado en la televisión aquí en San Antonio. Cuando le preguntaron qué le impulsaba a beber respondió: «Bebería hoy para obtener alivio del sufrimiento causado por el beber de ayer.» Hablando desde su experiencia personal, confirmó mi punto de vista.

     Tan persistente y tan insistente es la demanda de alivio de la droga que causó sufrimiento, que la víctima de la práctica adictiva se encuentra incapaz de resistir a la tentación de volver una y otra vez a la fuente de su desgracia por el «alivio» temporal que proporciona. Proveer este «alivio» requiere un aumento progresivo del tamaño y de la frecuencia de la dosis. Los procedimientos típicos en estos casos siguen girando en torno a los intentos por romper el círculo vicioso mediante una reducción gradual de la dosis, en tamaño y en frecuencia, y sustituir una adicción por otra. Ambos planes han resultado ser insatisfactorios, por la razón de que cada uno de ellos sigue ultrajando al sistema nervioso al continuar drogando y buscando alivio mediante las drogas. En lugar de dejar la droga a la que el cliente habitual es adicto, se sigue usando o se hace un esfuerzo por sustituirla por otra droga -un narcótico por otro o un estimulante por otro. El adicto sigue siendo ahogado por sus sufrimientos inducidos por las drogas. No se emplea ningún medio efectivo para beneficiar la salud del individuo, de ahí que el adicto no recupere la salud normal. En aquellos pocos casos donde se produce la recuperación aparente de las adicciones, la tendencia a recaer es grande.

     Las enfermedades y los vicios, al proceder de las mismas causas generales, y siendo esencialmente las mismas, son controlados con el mismo plan general. Esa forma de curar que restablecerá la salud del hombre enfermo, aliviará eficazmente al hombre vicioso y vice versa. Si falla en uno, fallará en ambos. Cuando la enfermedad o el vicio maduran totalmente, están, hasta cierto punto, más allá del control de la voluntad. Un ambiente adecuado y un estilo de vida sano proporcionarán la mejor esperanza en este caso. Es inútil suponer que un hombre que ha violado las leyes de la naturaleza hasta que todas sus sensaciones son anormales, y las causas principales de su vida, malas condiciones y hábitos viciosos, son todas ignoradas, pueda meramente ejercitar la voluntad de recuperarse, y ni siquiera la recuperación sería suficiente a menos que le sigan buenos hábitos y una revolución completa de la vida. Recurrir simplemente al intelecto y sentido moral de un fumador de tabaco o de un comedor de opio o de un borracho, como un medio de inducirle a abandonar su práctica generalmente es tan eficaz como pedirle a un paciente con escalofríos que deje de temblar.

     Cuando el profesor Carlson, que era un fumador habitual de puros, experimentó un ayuno breve en sus estudios del hambre, descubrió que después del segundo día de abstinencia, no disfrutaba fumando. «De hecho,» informa, «fumar tendía a producirme náuseas.» No es una experiencia rara que el ayuno obligue al fumador a dejar la práctica. Muchos han sido capaces de seguir fumando a lo largo de un ayuno largo, pero todos los que dejan de fumar al principio del ayuno descubren que después de dos o tres días sin comida, no tienen más deseos por la hierba. Lo mismo se aplica a otras formas (mascar, por ejemplo) de adicciones al tabaco.

     Una experiencia similar puede verse con otras drogadicciones. Es una cuestión simple dejar el café, el té, la marijuana, el alcohol, el opio, la morfina, y adicciones similares ayunando al mismo tiempo que se deja la droga. Es mejor abandonar todas las adicciones de una vez abruptamente. Por ejemplo, el alcohólico medio también fuma tabaco y bebe café. Encotrará más fácil dejar el alcohol si también deja el café y el tabaco al mismo tiempo. Esto se entenderá fácilmente cuando se comprenda el verdadero carácter de la adicción.

     La mayoría de los adictos piensan que será más fácil dejar una droga primero y luego otra. Una organización en California tiene una casa donde ingresan a los drogadictos. Con un programa similar al empleado por Alcohólicos Anónimos, lentamente educan al adicto para que deje su adicción. Frecuentemente son necesarios dos años o más para vencer el hábito a la morfina. Los adictos toman una dieta convencional, fuman tabaco y beben café generosamente. Esta es la forma difícil: es el camino largo y probablemente refleje muchos fallos. No puede haber ninguna duda de que su programa educativo y su cultivo de la autoestima son rasgos útiles de la rehabilitación del adicto, pero el programa educativo no llega más lejos.

      La educación errónea es la causa principal, sino la única, de toda drogadicción. Puede ser y probablemente es verdad que los individuos con tendencias neuropáticas caigan más fácilmente presas de las supuestas drogas que producen hábito, pero el hecho sigue siendo que el uso inicial de las drogas surge de la mala educación. Si toda la población no hubiese sido educada erróneamente desde la infancia en adelante, no recurrirían a las drogas en busca de «apoyo» cuando alguna circunstancia inusual sobrecarga al sistema nervioso. El dolor, el insomnio, las emociones profundas y duraderas, las pérdidas, etc., hacen que al inestable emocionalmente recurra a estas fuentes de paliación que les han enseñado a creer que suministran el deseado alivio. Por esta falsa educación y todos los males que engendra inevitablemente, somos deudores a la profesión médica y no a otra.

     La legítima industria farmacéutica ha indundado el mercado actual con grandes cantidades de fármacos adictivos que se venden, especialmente a la juventud, a través de canales legales e ilegales. La mayoría de las drogas que la juventud de hoy consume son suministradas por los vendedores de drogas de los fabricantes debidamente autorizados de fármacos. SI asumimos. como se hace popularmente, que estos fármacos son útiles desde el punto de vista médico, todavía seguimos enfrentándonos al temible hecho de que los fabricantes de fármacos están produciendo miles de veces más fármacos de los que la profesión médica pueden posiblemente encontrar válidas desde el punto de vista  médico. Tan grande es el hambre de beneficios de los fabricantes de fármacos que están dispuestos a destrozar las mentes de la juventud actual para incrementar sus dividendos. Me maravillo de la apatía e indiferencia de los padres de este país que les hace sentarse y observar la destrucción de sus hijos, en lugar de unirse y poner un fin eterno a la industria de los fármacos.

HOJAS DE TRABAJO

Sección Rellene el espacio en blanco

1) ________________ del sistema nervioso es el efecto principal del alcohol.

2) Muchos alcohólicos son diagnosticados con deficiencia en la vitamina, ______.

3) Los síntomas de abstinencia de las drogas opiáceas son opuestos a los efectos de ____________.

4) La gente se vuelve adicta a la cafeína debido a sus efectos____________.

5) Todos los estimulantes deberían ser clasificados en realidad como _______________.

6) Los alimentos contribuyen a la ______________ del organismo y por lo tanto aportan más que quitan.

7) Todos los condimentos estimulan artificialmente el apetito debido a su propiedad ______________.

8) El deseo de comer normalmente procede de una ___________ fisiológica real.

9) La mejor fuente de azúcar para el cuerpo son las __________ ___________:

10) La conservación de ___________ es importante en la salud y en la enfermedad.

Sección Verdadero o Falso

1) El descanso fisiológico es la necesidad más importante del adicto.

2) La estimulación procedente de los venenos es una acción defensiva.

3) El alcohol hace que la fuerza se conserve.

4) Notamos la vitalidad o energía cuando se acumula.

5) Cualquier veneno ya sea alcohol, drogas, etc., agotará la energía vital en la medida en que usemos ese veneno.

6) Cuanto más puro esté el cuerpo, más sensible será a las cosas que son dañinas.

7) Sólo ciertas células del cuerpo sufren cuando practicamos hábitos venenosos.

8) La tolerancia representa la falta de poder para responder defensivamente ante la presencia de un veneno.

9) Hay que administrar al alcohólico dosis grandes de vitamina C y de vitaminas del complejo B.

10) La adicción a las drogas opiáceas puede ser evidente al cabo de dos o tres días depués de empezar su uso.

Sección Respuestas Breves

1) Enumere algunos de los síntomas de la intoxicación aguda con opiáceos.

2) ¿En que se diferencia la estimulación que los alimentos producen y la causada por el consumo de café, alcohol, etc.?

3) ¿Por qué el uso de condimentos a menudo lleva a comer en exceso?

4) ¿Por qué la digestibilidad de la proteína disminuye cuando se cocina?

5) Describa los alimentos ideales para el adicto.

6) ¿Por qué comer en exceso agota los poderes vitales?

7) ¿Por qué el ayuno está indicado para el adicto?

8) Defina adicción.

9) ¿Qué es un espasmódico?

10) Defina estimulación.

RESPUESTAS

Sección Rellene el espacio en blanco

1) depresión

2) tiamina

3) de las drogas

4) estimulantes

5) deprimentes

6) renovación

7) irritante

8) necesidad

9) frutas dulces

10) energía

Sección Verdadero o Falso

1) Verdadero.

2) Verdadero.

3) Falso. -se malgasta.

4) Falso. -gasto.

5) Verdadero.

6) Verdadero.

7) Falso. -todas las células sufren.

8) Verdadero.

9) Falso.

10) Verdadero.

Sección Respuestas Breves

1) Euforia, enrojecimiento, picor de la piel, contracción anormal de las pupilas, somonolencia, disminución de la frecuencia e intensidad respiratorios, hipotensión, frecuencia cardiaca lenta y descenso de la temperatura corporal.

2) Los alimentos renuevan y son beneficiosos mientras que el café, etc. son irritantes y no aportan ningún nutriente o beneficio al individuo.

3) Su propiedad irritante estimula artificialmente el apetito.

4) La proteína molecular sufre alteraciones.

5) Alimentos que sean fáciles de digerir y asimilar, que no contengan toxinas ni propiedades sobeestimulantes, que contengan todos los nutrientes necesarios para la salud y puedan comerse y saborearse crudos. Las frutas encajan dentro de esta descripción.

6) Comer en exceso agota los poderes vitales al sobreestimular y al hacer trabajar en exceso a los órganos digestivos, al corazón, al sistema endocrino, y a los emuntorios ya que los sobrecarga y los venenos que estos alimentos generan los intoxican.

7) Es un periodo de descanso durante el cual el organismo lleva a cabo unos ajustes y reparaciones necesarias y recupera sus energías. Cuando el ayuno finaliza, el sistema ha sido liberado de sus toxinas acumuladas, y el sistema nervioso ha recobrado la salud.

8) Habituación a cualquier práctica que sea dañina.

9) Cualquier agente que provoque espasmos o convulsiones.

10) El despertar del cuerpo o cualquiera de sus partes u órganos aumentando su actividad funcional.