Considero que hay problemas médicos, como por ejemplo el de la vitamina B12, que todavía están realmente sin resolver: mi opinión es realizar un control médico de razonable periodicidad e ir resolviendo este problema, que es de tipo médico, con el médico y que suplementarse con vitamina B12 metilcobalamina (Methylcobalamin) sublingual resulta una razonable medida de precaución, con la que no se pierde nada, pero que no da ninguna seguridad de haber resuelto el problema. En muchos documentos científicos, incluyendo la «Postura de la Asociación Dietética Americana: Dietas Vegetarianas» («Position of the American Dietetic Association: Vegetarian Diets»), se indica evidencia científica suficiente para confirmar la tesis de que la dieta excluyente de todo comestible de origen animal («vegana» o «vegetariana estricta»), agroecológica, con fuerte orientación o tendencia crudifolifrutariana, suplementada en caso necesario con vitamina B12 (lo cual es una recomendación para los «humanos» y no solamente para los «veganos»), vitamina D, «DHA», etcétera, que respeta las reglas de gradualidad, calidad, variedad, cantidad, oportunidad, combinación, modalidad, integralidad, pureza y estilo de vida saludable (baño de sol, ejercicio físico, etcétera), puede nutrir suficientemente al ser humano, en cuanto a su salud, energía y longevidad, cualesquiera que sean su edad, situación psicofísica y actividad. La deficiencia de vitamina B12 se presenta con frecuencia en los HUMANOS (incluyendo tanto a los carnivoristas como a los veganos).
(Judy McBride. B12 Deficiency May Be More Widespread Than Thought.)
(www.ars.usda.gov, 2000).
Un libro ilustrativo sobre esto es (traduzco el título inglés) «¿Podría ser B12?: Una epidemia de diagnósticos erróneos» de Sally M. Pacholok, R.N., B.S.N. y Jeffrey J. Stuart, D.O., que NO es un libro veganista, ni mucho menos. La vitamina B12 es producida exclusivamente por microorganismos -y no por animales ni vegetales-. La Higiene Natural sostiene que, en condiciones NATURALES, que actualmente prácticamente NO EXISTEN, en el contexto de la dieta vegana el organismo puede disponer de suficiente vitamina B12. De hecho, muchos veganos han estado décadas sin ninguna suplementación artificial y en perfecto estado de salud. Debido a que actualmente prácticamente NO existen estas condiciones naturales, tanto de ingestión como de absorción, es necesario en ALGUNOS casos para los veganos aplicarse inyecciones de vitamina B12, lo cual soluciona el problema tanto de ingestión como de absorción -o asimilación-. Existen también parches («patch») de vitamina B12. Las píldoras o bien los alimentos fortificados para veganos, solucionarían el problema de ingestión, pero NO el de ABSORCIÓN, en caso de que haya un problema de asimilación, es decir, un trastorno de esta clase del sistema digestivo. La absorción a través de la boca en sí misma no es del todo confiable. Los carnivoristas tienen suficiente vitamina B12 en su sistema digestivo, proveniente de los comestibles de origen animal, pero muchos carnivoristas no logran la ABSORCIÓN de la vitamina B12. Por ello muchos HUMANOS -tanto veganos como carnivoristas- necesitan una inyección de vitamina B12, lo cual asegura la ABSORCIÓN de la vitamina B12. El cuerpo humano, supuestamente, una vez que cesa la ingestión de vitamina B12 por completo, tendría reservas de esta que durarían hasta unos cuatro años, PERO LAS RESERVAS PUEDEN AGOTARSE, EN CASOS PARTICULARES, INCLUSO ANTES DE UN AÑO. No obstante, un alto porcentaje de veganos sin suplementación artificial, nunca, en décadas, ha tenido deficiencia de vitamina B12. Es decir, no es una carencia sistemática, ni mucho menos. Por otro lado, un muy importante porcentaje de carnivoristas tiene también esta deficiencia, lo cual, usando las mismas falacias, nos podría llevar a afirmar que la dieta carnívora «CAUSA» deficiencia de vitamina B12. La suplementación artificial con vitamina B12 es una medida de precaución, pero es mejor medida de precaución el control médico respecto de la vitamina B12 en especial en el embarazo y para los niños. Yo creo que todo ser HUMANO actual debería controlarse médicamente respecto de la vitamina B12 y, EN CASO NECESARIO, y en tanto sea necesario, bajo examen y administración experta, suplementar su dieta con inyección de vitamina B12. No hay que descartar la posibilidad de que un sistema digestivo enfermo sane, y recupere su posibilidad de producir (mediante la flora del cuerpo humano) y absorber la vitamina B12. El médico debería chequear periódicamente la posibilidad de que ocurra esta sanación que hace innecesaria la suplementación artificial con vitamina B12. Algo similar puede decirse para cualquier suplemento dietario de laboratorio -de cualquier nutriente, no solamente de la vitamina B12 en particular-, es decir, la conveniencia de constatar médicamente que su consumo ya no es necesario. Mi opinión y mi filosofía es no consumir suplementos dietarios, ni siquiera el de vitamina B12, sin examen médico que lo justifique. Es decir, creo que lo realmente importante es el control médico de la asimilación de la vitamina B12, y en caso de resultar necesario, bajo administración experta, usar la inyección de vitamina B12. Este control es la precaución razonable. No creo que sea una precaución razonable consumir suplementos dietarios de vitamina B12 sin un control médico que lo justifique.
Podemos sintetizar el tema en estos cinco puntos:
1. La carencia -por falta de exposición o por falta de absorción- de vitamina B12 provoca un gravísimo deterioro de la salud, en muchos casos irreversible e incluso mortal, y el bebé por nacer o nacido, es todavía más vulnerable que el adulto, y podría resultar dañado gravemente de por vida.
2. No hay fuente natural vegana confiable de vitamina B12. Es decir, la única seguridad es el control médico semestral, al menos los primeros años de experimentación de cada individuo concreto. En el embarazo y la lactancia el control médico debe ser inmediato y permanente.
3. En caso de carencia de vitamina B12 el consumo de mantenimiento es de un suplemento dietario diario de al menos DIEZ MICROGRAMOS (10 µg) de vitamina B12, o un suplemento dietario semanal de al menos DOS MIL MICROGRAMOS (puesto que esta vitamina se absorbe mejor en ingestiones más pequeñas, es decir, la proporción absorbida de lo ingerido aumenta a medida que disminuye la cantidad ingerida). No obstante, si existen problemas de absorción de la vitamina B12, lo cual es lo más probable, la solución segura es la inyección, y no las píldoras o cápsulas. La «Dietary Reference Intakes» (DRIs, Ingesta Dietética de Referencia) es de DOS MICROGRAMOS (2 µg ó 2 mcg) por día y más todavía en caso de embarazo y lactancia.
4. Ni la medición de la vitamina B12 en sangre, ni los recuentos sanguíneos, son exámenes fiables para testear la carencia de vitamina B12. El test más confiable mide el ÁCIDO METILMALÓNICO (MMA), cuyo valor normal en la sangre, promediando las cifras postuladas por diversas fuentes, para presentar una idea referencial, es inferior a 0,4 micromoles por litro (µmol/L). El ácido metilmalónico también puede examinarse mediante la muestra de orina, es decir, puede evitarse la extracción de sangre para cada examen. En cualquier caso, una minúscula extracción de sangre es infinitamente menos riesgosa que la deficiencia de vitamina B12. Chequearse dos veces por año no es nada irracional.
5. Solamente hay una prueba de que un alimento corrige la deficiencia de vitamina B12, y esta prueba es la corrección de los niveles de ácido metilmalónico. La única fuente natural confiable es la que corrige la deficiencia (es decir, los niveles de ácido metilmalónico). Hasta el momento, casi ninguna fuente vegana ha corregido claramente esos niveles. Existe la posibilidad, por supuesto, de que en el futuro algún alimento vegano demuestre claramente corregir esos niveles. Respecto del áloe o sábila («Aloe arborescens» o áloe vera -«Aloe barbadensis»-), ver, por ejemplo:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2763764.
El áloe o sábila («Aloe arborescens» o áloe vera -«Aloe barbadensis»-) podría contener potencialmente B12 asimilable. Lo mismo puede decirse de algunas algas, en particular el alga nori coreana, algunos hongos comestibles, yogur de soja, etcétera.
Varios expertos recomiendan solamente una forma de vitamina B12, la metilcobalamina (Methylcobalamin). Afirman que otras formas de la vitamina incluso pueden ser contraproducentes. El mayor peligro en materia de vitamina B12, y de cualquier nutriente, ocurre durante el embarazo y los primeros meses y años de vida. Un error en estos momentos puede causar la muerte del niño.