UNIDAD 84: LA DIETA DE LOS CUATRO GRUPOS BÁSICOS DE ALIMENTOS
TEMA: El método tradicional de enfocar la nutrición, representado por el Plan de los Cuatro Grupos Básicos de Alimentos, no puede fomentar un estado de salud y bienestar óptimo.
INSTRUCTOR: Mike Benton
Razonamiento
Objetivos de la unidad
Definiciones
Conceptos claves
Puntos principales
Índice
Introducción a la unidad
Preguntas sobre la unidad
Resumen
Material suplementario
Ejercicios
Respuestas a los ejercicios.
RAZONAMIENTO
La Dieta de los Cuatro Grupos de Básicos de Alimentos (PCGBA) se ha fomentado insistentemente y se le ha dado mucha publicidad como método, tanto sano como inocuo, de enfocar la nutrición. En realidad, este enfoque tradicional sólo es una táctica comercial, inadecuada desde el punto de vista nutricional y responsable de la mayoría de enfermedades que actualmente se relacionan con la alimentación. Esta unida expone las falacias que subyacen bajo el PCGBA.
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Cuando haya acabado esta unidad, el estudiante debería poder:
Citar los cuatro grupos de alimentos básicos y las cantidades recomendadas.
Comentar las ventajas o desventajas de cada uno de estos grupos.
Describir los efectos que resultan de seguir la dieta de PCGBA.
Exponer el punto de vista de la Ciencia de la Vida (Higiene Natural) ante el PCGBA.
DEFINICIONES
LOS CUATRO GRUPOS DE ALIMENTOS: Las cuatro categorías en las que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos clasifica todos los alimentos:
Carne y Alternativas a la carne.
Leche y productos lácteos.
Pan, cereales y productos gramíneos.
Frutas y verduras.
LACTOSA: Azúcar de la leche. En esta unidad se utiliza al comentar la intolerancia de los adultos a la leche y a los productos lácteos.
ALTERNATIVAS A LA CARNE: Término utilizado en el PCGBA para referirse a los alimentos con un alto contenido en proteínas (judías, frutos secos, queso, etc.)
CDR: Cantidad Diaria Recomendada. La cantidad de un nutriente específico recomendada por el gobierno y que es necesario tomar diariamente para asegurar un estado óptimo de salud. (Nota: la Vida Científica no está de acuerdo ni recomienda las CDR establecidas.)
RACIÓN: La cantidad específica de un alimento que se debe comer de una vez o en una sola comida.
DAEU: Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (creadores del PCGBA)
INSTRUCTOR: Mike Benton
Razonamiento
Objetivos de la unidad
Definiciones
Conceptos claves
Puntos principales
Índice
Introducción a la unidad
Preguntas sobre la unidad
Resumen
Material suplementario
Ejercicios
Respuestas a los ejercicios.
RAZONAMIENTO
La Dieta de los Cuatro Grupos de Básicos de Alimentos (PCGBA) se ha fomentado insistentemente y se le ha dado mucha publicidad como método, tanto sano como inocuo, de enfocar la nutrición. En realidad, este enfoque tradicional sólo es una táctica comercial, inadecuada desde el punto de vista nutricional y responsable de la mayoría de enfermedades que actualmente se relacionan con la alimentación. Esta unida expone las falacias que subyacen bajo el PCGBA.
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Cuando haya acabado esta unidad, el estudiante debería poder:
Citar los cuatro grupos de alimentos básicos y las cantidades recomendadas.
Comentar las ventajas o desventajas de cada uno de estos grupos.
Describir los efectos que resultan de seguir la dieta de PCGBA.
Exponer el punto de vista de la Ciencia de la Vida (Higiene Natural) ante el PCGBA.
DEFINICIONES
LOS CUATRO GRUPOS DE ALIMENTOS: Las cuatro categorías en las que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos clasifica todos los alimentos:
Carne y Alternativas a la carne.
Leche y productos lácteos.
Pan, cereales y productos gramíneos.
Frutas y verduras.
LACTOSA: Azúcar de la leche. En esta unidad se utiliza al comentar la intolerancia de los adultos a la leche y a los productos lácteos.
ALTERNATIVAS A LA CARNE: Término utilizado en el PCGBA para referirse a los alimentos con un alto contenido en proteínas (judías, frutos secos, queso, etc.)
CDR: Cantidad Diaria Recomendada. La cantidad de un nutriente específico recomendada por el gobierno y que es necesario tomar diariamente para asegurar un estado óptimo de salud. (Nota: la Vida Científica no está de acuerdo ni recomienda las CDR establecidas.)
RACIÓN: La cantidad específica de un alimento que se debe comer de una vez o en una sola comida.
DAEU: Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (creadores del PCGBA)
CONCEPTOS CLAVES
El PCGBA clasifica todos los alimentos en cuatro categorías básicas.
El PCGBA se creó en un principio como un método simple de explicar la nutrición básica a una gran audiencia. En consecuencia, se trata de un enfoque demasiado simplista que ignora algunos hechos básicos.
Tres de los cuatro grupos de alimentos de esta dieta contienen alimentos de baja calidad que no deberían consumirse en la dieta normal.
El método que la Ciencia de la Vida utiliza para obtener una dieta sana evita las categorías arbitrarias de los alimentos, así como establecer unas cantidades determinadas forzosamente.
PUNTOS PRINCIPALES
El consumo de carne sólo se fomenta debido al contenido proteínico de la carne. Obtener una cantidad suficiente de proteínas en un dieta estrictamente vegetariana o de frutas nunca supondrá un problema, siempre y cuando se coma una cantidad suficiente de alimentos que satisfagan las necesidades de calorías.
Un 75% de la población mundial no puede digerir la leche o los productos lácteos. Por tanto, la segunda categoría de alimentos (leche y productos lácteos) es muy dudosa y cuestionable.
Los productos gramíneos y el pan son alimentos de baja calidad y está claro que no hay ninguna necesidad de incluirlos en una dieta óptima. La mayoría de los gramíneos que integran una dieta típica ha sido tan procesados y refinados que cualquier nutriente beneficioso que pudieran contener se ha destruido parcial o totalmente.
Las cantidades de frutas y verduras que recomienda el PCGBA son absurdamente pequeñas. Para disfrutar de un estado de salud óptimo, estos alimentos deberían constituir la mayor parte de la dieta diaria, si no toda.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
los cuatro grupos de alimentos
Carne
Leche
Pan
Frutas y verduras
Las razones por las que se originó el PCGBA.
Las ventajas del PCGBA.
LA VERDAD SOBRE LA DIETA DE LOS CUATRO GRUPOS BÁSICOS DE ALIMENTOS.
La carne (y productos alternativos) no es necesaria para obtener proteínas.
Los productos lácteos no son necesarios para obtener calcio.
Los gramíneos no son necesarios para obtener vitamina B.
Debería comerse más frutas y verduras.
La falacia de las cantidades y de las categorías en las dietas.
¿FUNCIONA LA DIETA DE LOS CUATRO GRUPOS BÁSICOS?
“LA DIETA DE LOS CUATRO GRUPOS BÁSICOS” DE LA CIENCIA DE LA VIDA.
LA DIETA DE LOS CUATRO GRUPOS BÁSICOS DE ALIMENTOS
Por Mike Benton
- INTRODUCCIÓN
Había un gran póster en la pared, y la profesora de tercer curso lo señalaba mientras me enseñaba a mí y a mis compañeros de primaria nuestra primera lección sobre nutrición.
En el póster había cuatro dibujos grandes. Uno de ellos mostraba una vaca rodeada de leche, mantequilla y queso. En otro dibujo había filetes, chuletas, una columna de salchichas, y algunas judías repartidas entre las diferentes clases de carne. En la parte de abajo del póster había un dibujo con rebanadas de pan y un bol de cereales. Por último, en la otra esquina del póster había una lechuga, manzanas, naranjas y una limonada.
La profesora señalaba cada dibujo. «Para crecer sano y fuerte_decía_ debéis comer alimentos variados todos los días. En cada comida, necesitáis leche, carne, pan y algunas verduras o frutas.» Señaló el dibujo de la vaca y, después, el del filete (¡Por aquel entonces yo no sabía que el filete provenía de la vaca!) y después el bol de cereales y la limonada.
A mis ocho años, eso sonaba bastante bien. Todo lo que había que hacer para comer bien y de forma sana era acordarte de comer los cuatro tipos de alimentos en cada comida. Era lógico y el gran gráfico que proporcionó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos lo explicaba de forma muy clara.
Doce años después de haber estado siguiendo esa dieta, supe que mi profesora de tercero me había mentido. Yo no estaba sano, ni fuerte ni bien. Estudié nutrición por mi cuenta y descubrí la verdad sobre la dieta y el bienestar, esa verdad que con tanto cuidado se me había escondido y que en la actualidad se le siguen negando a los niños en las escuelas.
La dieta de los cuatro grupos de alimentos básicos que estaba tan bien explicada en esa gráfica sigue siendo la dieta más famosa y el plan nutricional más conocido del país (Estados Unidos). Y es peligrosamente incorrecta.
¿EN QUÉ CONSISTE LA DIETA DE LOS CUATRO GRUPOS BÁSICOS DE ALIMENTOS?
El PCGBA lo creó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (DAEU) y, oficialmente, se conoce como el Plan de los Cuatro Grupos Básicos de Alimentos del DAEU.
Este plan clasifica todos los alimentos en cuatro grupos básicos, y recomienda un número mínimo de raciones de cada uno de los grupos para satisfacer la Cantidad Diaria Recomendada (CAR) de nutrientes. Las CDR son una serie de recomendaciones para la ingestión diaria de calorías, proteínas, vitaminas y minerales que han sido dictadas por la Comisión sobre Alimentación y Nutrición de la Academia Nacional de Ciencias (Estados Unidos). Según esta comisión, las cantidades recomendadas « aseguran una nutrición optima en los estadounidenses saludables».
En el PCGBA, los alimentos se dividen en cuatro categorías:
Grupo lácteo.
Grupo cárnico.
Grupo del pan y los cereales.
Grupo de fruta y verduras.
Cada grupo contiene alimentos con un contenido similar de nutrientes y que son más o menos intercambiables, o al menos eso es lo que ellos dicen. El cuadro de abajo muestra los cuatro grupos de alimentos, las cantidades recomendadas para cada grupo, y los productos alternativos que pueden utilizarse cuando planeamos una dieta siguiendo el PCGBA:
Plan de los Cuatro Grupos Básicos de Alimentos
Grupos de Alimentos Cantidad mínima para adultos
1) Grupo Lácteo 2 raciones. (Una ración de unos 240ml de
leche o yogur, o 1 loncha de queso.)
2) Carne y productos alternativos 2 raciones. (Una ración de unos 85 gr. de:
carne magra, pescado, marisco, huevos,
pollo, queso con judías desecadas o
mantequilla de cacahuete.
3) Pan y cereales 4 raciones. (Una de 1 rebanada de pan o
28,35 gr. de cereales desecados o 2/3 de
de un bol de cereales preparados.)
4) Frutas y verduras 4 raciones. (Una de ½ bol de frutas o
verduras preparadas, o una fruta o
verdura cruda de tamaño medio.)
- las razones por las que se creó la dieta de los cuatro grupos básicos de alimentos.
Esta dieta se creó básicamente para que abarcara los alimentos que más producen nuestras empresas agrícolas y económicas. En apariencia, este régimen simplificado de comidas garantizaba todas nuestras necesidades nutricionales y era un método fácil para entender la nutrición.
He aquí los principales nutrientes de la dieta que se supone suministra cada grupo de alimentos:
PROTEÍNAS: Grupo cárnico, grupo lácteo.
CALCIO: Grupo lácteo.
HIERRO: Grupo cárnico.
VITAMINAS B: Pan y grupo de cereales, grupo lácteo.
VITAMINA A: frutas y verduras.
VITAMINA C: frutas y verduras.
- Las ventajas del PCGBA
El utilizar el PCGBA tiene dos ventajas principales:
El régimen es bastante sencillo de entender. Todos los alimentos se dividen en cuatro grupos fácilmente reconocibles, y se especifica una cantidad exacta de cada grupo de alimentos. Incluso aquellas personas que no saben nada en absoluto sobre nutrición pueden utilizar este régimen sin una educación adicional.
Algunos no-alimentos y comidas basuras, como los refrescos, chucherías y otros productos, no están incluidos en ninguna de las categorías. (Sin embargo, deberías notar que en estos grupos se incluyen muchos alimentos pobres en nutrientes y procesados; por ejemplo: carnes conservadas con nitrato pan blanco, arroz refinado, leche pasteurizada, etc.)
- Y, AHORA, A POR LA VERDAD
El PCGBA es incorrecto en un 75%. Tres de los cuatro grupos de alimentos que utiliza (carne, leche y pan) son perjudiciales para la nutrición y el bienestar de los humanos. La inclusión de alimentos que pertenecen a estos tres grupos es la causa de la mayoría de las enfermedades nutricionales que en la actualidad se padecen en Estados Unidos.
Sólo el grupo de las frutas y las verduras puede considerarse esencial para una buena nutrición. Por tanto, el PCGBA tiene un porcentaje de aciertos del 25%. Quizá no sea malo para un equipo de baloncesto, pero es un porcentaje deplorable para tu estado de salud.
Puesto que el PCGBA sigue siendo la dieta más recomendada y conocida del país, necesitarás algunas duras verdades para convencer a los demás de que se trata de una dieta peligrosa e incorrecta. Para ayudarte a entender por qué esta dieta no puede fomentar la salud, y ni siquiera satisface las necesidades nutritivas básicas, en los próximos apartados vamos a examinar con todo detalle cada uno de los cuatro grupos:
Lo que a uno cura a otro mata
El grupo de alimentos cárnicos es uno de los que más se fomentan en los Estados Unidos. Nos han dicho que debemos comer carne cada día para obtener todas las proteínas necesarias y completas que los productos alimentarios animales nos proporcionan.
En realidad, la supuesta necesidad de comer carne se basa por completo en la necesidad de que en la dieta humana haya proteínas. A excepción de algunas pocas vitaminas B, las proteínas es el único nutriente importante que proporciona la carne. El grupo cárnico de alimentos que se incluye en el PCGBA sólo se ha incluido por culpa de la insana obsesión con las proteínas cárnicas que tienen casi todos los estadounidenses.
No sólo se fomentan mucho los alimentos proteínicos, sino que se asocian tan íntimamente con la carne que son casi sinónimos. Dile a alguien que no comes carne y casi seguro que te preguntará: «Pero, ¿de dónde obtienes las proteínas?»
Al denominar el primer grupo «Carne y productos alternativos» el PCGBA propaga el error de que las proteínas se obtienen casi en exclusiva de la carne. Observa que el grupo no se llama «alimentos proteínicos» ni «alimentos compuestos de aminoácidos esenciales», sino «Carne». El resto de alimentos proteínicos que se incluyen en el grupo y que no son alimentos cárnicos (como el queso, las judías y los guisantes, y la mantequilla de cacahuete) se denominan alternativas a la carne. Y alternativa se define como «una segunda opción o algo que puede utilizarse en el lugar de la primera opción». En otras palabras, según el PCGBA, la carne es la fuente número uno en proteínas. El resto de los alimentos proteínicos son denominados alternativas u opciones de segunda clase.
El Dr. Shelton declaró que «[…] el así llamado mundo científico está casado con la práctica carnívora y todos sus consejos dietéticos están pensados para inducir a la humanidad a comer más carne, huevos y leche.» observa que la fuente más saludable de proteínas concentradas, los frutos secos y semillas, ni siquiera está incluida en el grupo de proteínas o «Carne y alternativas a la carne».
Lo más probable es que el consumidor habitual del PCGBA llegue a la conclusión de que la primera necesidad nutritiva son las proteínas, y preferiblemente, las proteínas cárnicas. Obviamente, esta conclusión le viene muy bien a las industrias cárnicas y de productos lácteos. Por favor, recuerda que este PCGBA lo creó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, que tiene la obligación de apoyar y promover la cría y producción de vacuno, leche y huevos, así como otras industrias ganaderas. De hecho, los principales dirigentes de este departamento son miembros de estas industrias.
¿Es la necesidad de proteínas tan grande que este nutriente debería ser nuestra principal preocupación? Está claro que el PCGBA le da una gran importancia al hecho de obtener muchas proteínas (o carne o alternativas a la carne) en nuestra dieta. ¿Necesitamos fuentes de proteínas concentradas o alternativas al «Grupo cárnico»?
En su obra maestra, Human Life: Its Philosophy and Laws [Vida humana: su filosofía y leyes], el Dr. Shelton nos dice que «[…] el cuerpo adulto sólo necesita las proteínas suficientes para hacer las reparaciones y esta cantidad es extremadamente pequeña si se cuida de forma adecuada el cuerpo. Podemos decir con toda seguridad _sigue el Dr. Shelton_ que si la persona adulta nunca tocara ninguno de los alimentos proteínicos más concentrados nunca dejaría de obtener todas las proteínas que su cuerpo requiere para repararse.»
Entonces, ¿qué podemos decir nosotros sobre este primer grupo del PCGBA? En pocas palabras, sólo esto: el comer carne no sólo no es esencial, sino que se trata de una práctica degenerativa que acarrea malestares y enfermedades. No hay necesidad de buscar alternativas a la carne, y las recomendaciones de otros alimentos con un alto contenido proteínico son absurdas.
Si sigues una dieta basada en alimentos naturales y no procesados, obtendrás muchos aminoácidos o proteínas. Está claro que no necesitas comer una o dos raciones diarias de un grupo de alimentos que, principalmente, consiste en trozos descompuestos de cadáveres animales, conservados químicamente y cargados de hormonas.
Evita el grupo de «Carnes y alternativas a la carne»: existen maneras biológicamente más correctas de satisfacer las necesidades de proteínas.
Si no te comes la vaca, ¿por qué bebes su jugo?
El siguiente grupo principal del PCGBA el de «Leche y productos lácteos». Antes de centrarnos en las razones de por qué los productos lácteos constituyen un categoría diferente, deberías conocer un hecho: un 75% de la población mundial _3 de cada 4 habitantes de la tierra_ no pueden digerir la leche (o el azúcar de la leche: lactosa) tras los tres años de edad.
Mucha gente padece indigestión, gases, calambres o diarrea tras ingerir un simple vaso de leche. ¿Acaso suena esto como un alimento o grupo alimentario esencial cuando la mayoría de la gente no puede tolerar los productos lácteos, por no decir digerirlos y asimilarlos?
Hagamos otra pregunta: ¿De verdad creen los nutricionistas del gobierno que cada ser humano debe beber uno o dos vasos de leche cada día para sobrevivir con buena salud? Quizá sí, quizá no, pero una cosa es segura: a las industrias lácteas y de derivados lácteos, así como a las que tienen intereses similares les gustaría que todo el mundo lo creyera.
El Dr. Shelton advierte que «[…] la leche ha llegado a ser uno de los principales negocios de este país, y los beneficios que produce la distribución de leche son muy grandes. Esta industria ha fomentado la idea de que el hombre siempre debe estar mamando _nunca debería ser destetado_ y que debe mamar de las tetas de la vaca incluso aunque viva entre noventa y cien años» El mismo autor concluye: «Para los adultos, la leche es tanto un alimento ineficaz como antieconómico. Está claro que no es un alimento esencial en la dieta humana.»
Unos 2/3 de la población mundial nunca ha tomado un vaso de leche de vaca. Ellos consumen menos leche en toda su vida de adultos de la que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos recomienda para un día. Sólo en los Estados Unidos se fomenta tanto que los adultos beban leche.
Entonces, ¿por qué el beber leche y comer queso se ha convertido en un asunto tan importante para nuestra sociedad, y por qué los productos lácteos forman uno de los cuatro grandes grupos de alimentos? Bien, la razón obvia es el dinero. La mejor forma de hacer que la gente compre y consuma un producto determinado es convencerla de que es absolutamente esencial para su salud.
Y, ¿por qué se fomentan la leche y los productos lácteos como elementos esenciales para nuestro bienestar? La respuesta es una sóla palabra: calcio.
El calcio es para la industria de productos lácteos lo que las proteínas son para la industria cárnica. Si puedes convencer a la gente de que un nutriente que abunda en una categoría específica de alimentos (como el calcio en los productos lácteos y las proteínas en la carne) se necesita en grandes cantidades para disfrutar de un estado de salud óptimo, entonces, los alimentos que contienen esos nutrientes se consumirán en más y más cantidad.
A excepción de unas pocas Vitaminas B y proteínas, el calcio es el principal nutriente de los productos lácteos. Los productores de lácteos intentan reforzar sus productos añadiéndoles vitamina D y fortaleciéndolos con otros aditivos. Sin embargo, y a pesar de todo lo que se ha dicho y se ha hecho, incluso el tan fomentado calcio de la leche puede no servir para nada.
Los estudios han demostrado que el cuerpo digiere y asimila mal el calcio de los productos lácteos pasteurizados y procesados. De hecho, el calcio de esos productos se utiliza más para formar piedras o depósitos inorgánicos en el cuerpo que para formar huesos fuertes. ¿Es mera coincidencia que los pacientes con tendencia a desarrollar cálculos renales no tengan este problema cuando eliminan los productos lácteos de su dieta?
No obstante, el calcio es un mineral esencial para nuestro bienestar. De hecho, es el mineral que más abunda en el cuerpo. Entre las personas mayores, sobre todo entre las mujeres, la pérdida de calcio supone un problema real. Los huesos se ablandan (osteoporosis) y se rompen. Las lesiones de cadera son frecuentes debido a la desmineralización y pérdida de calcio. Sin embargo, la solución no está en consumir leche para obtener calcio, sino en evitar aquellos alimentos que aumentan nuestra necesidad de calcio y en consumir aquellos alimentos que lo suministran en su mejor forma.
Eso es correcto. Una dieta con un alto contenido en productos cárnicos y en alimentos basura es la verdadera culpable de la pérdida y deficiencias de calcio.
Muchos de los alimentos que componen la dieta típica de los estadounidenses ya son pobres en calcio, como las carnes, féculas, cereales refinados y los alimentos muy azucarados. Además, la mayoría de estos alimentos también son generadores de ácidos. Para neutralizar estos ácidos que se crean por culpa de una mala dieta, el cuerpo necesita más cantidad de la normal de estos minerales básicos, como el calcio, Lo que es más, el cuerpo necesita una cantidad extra de calcio y de otros minerales para metabolizar estos alimentos refinados y deficientes. Por otra parte, cuando los alimentos se cocinan, gran parte del calcio se descompone y no es utilizable.
Cuando se consumen alimentos procesados (ya pobres en calcio) que poseen un alto contenido de residuos ácidos, la necesidad de calcio aumenta. En consecuencia, se nos dice que bebamos más leche para satisfacer las necesidades de calcio de la dieta del s. XX.
Cuando se ingieren alimentos naturalmente alcalinos, como las frutas y verduras frescas, las necesidades de calcio son menores debido a que disminuye la acidez del organismo. Por tanto, las recomendaciones de los nutricionistas de tomar alimentos con un alto contenido en calcio no son válidas para aquellos que siguen una dieta natural y no procesada de frutas y verduras crudas.
En su libro, Superior Nutrition [Nutrición superior], el Dr. Shelton declara: «En un estado de alcalinidad marcadamente baja o acidosis, el calcio no se utilizará aunque abunde en la dieta. Una mayor alcalinidad de la sangre provoca una mayor utilización del calcio.» Una dieta basada en frutas frescas y verduras mantiene el cuerpo en un estado óptimo de alcalinidad, lo que hace que el uso del calcio sea más eficaz. De esta forma, aunque en una dieta que no incluya leche ni productos animales la cantidad de calcio sea menor, este es continuamente asimilado por el cuerpo en mayor proporción y con más eficacia de la que lo haría el cuerpo de una persona que coma carne y beba leche.
Y si tú eres un vegetariano que insiste en tomar leche y otros productos lácteos, deberías preguntarte la razón. Si no hay ninguna necesidad nutricional para tomar alimentos lácteos, por qué, entonces, te bebes el jugo (leche) de la vaca si te niegas a comer su carne?
En realidad, compadécete de la pobre vaca. La crían para obtener tanto carne como leche, y los consumidores la compran con un paquete de mentiras por las razones más viles. Y, al igual que la vaca, los consumidores de este animal y de sus productos también son mantenidos en la ignorancia por los hombres que promueven y fomentan el consumo de la bestia.
Ahora la ignorancia ya no es excusa. Sabes que dos de los cuatro grupos de alimentos (Carne y leche) nunca son esenciales para nuestra salud y bienestar y, en realidad, son patógenos. La necesidad de proteínas y de calcio son reales, pero estas necesidades se pueden satisfacer por completo con una dieta natural a base de frutas frescas y verduras.
¿El bastón de la vida de quién?
El tercer grupo contiene pan, cereales y otros productos gramíneos. ¿Es este grupo tan poco esencial como los grupos de la carne y leche? En primer lugar, veamos por qué estos alimentos se consideran tan importantes.
Si tienes dudas sobre estas declaraciones del Dr. Shelton, entonces, por favor, investiga los casos de esos seguidores entusiastas de la dieta macrobiótica que han intentando sin éxito vivir con una dieta basada 100% en productos gramíneos. Quizás deberíamos decir ex seguidores, puesto que todos los intentos de vivir a base de una dieta sólo de cereales han resultado en un pobre estado de salud o en la muerte.
“La razón principal para incluir los cereales y granos en uno de los cuatro grupos principales es que se piensa que tales alimentos nos proveen del complejo de vitamina B, al igual que de vitamina E y, en el caso del pan fortalecido, de hierro.
Los gramíneos naturales, no procesados ni refinados sí contienen una cantidad importante de vitaminas B. Pero, ¿las variaciones de estos alimentos fomentan la salud y son beneficiosos?
La verdad es que los cereales naturales y los productos derivados de ellos son los alimentos de segunda clase de más calidad. En épocas de hambruna o cuando las frutas frescas y las verduras no se pueden almacenar o no hay, entonces, los cereales pueden utilizarse como abastecimiento alimenticio temporal. Sin embargo, los cereales naturales, integrales, no son un alimento completo u óptimo y cuando se comen procesados en vez de en su estado natural, no ayudan a sustentar la vida.”
«Los únicos productos gramíneos que son permisibles en la dieta de una persona inteligente e informada son los cereales integrales en su estado natural. Sin embargo, los cereales son unos alimentos de inferior calidad y está claro que no forman parte de la dieta natural del hombre. Cada hombre, mujer y niño en la tierra estaría mucho mejor si los sacara de su dieta.»
El PCGBA no defiende una dieta única a base de cereales. Entonces, ¿por qué nos dicen que comamos cuatro raciones diarias, o más, de pan o cereales? El razonamiento para esta recomendación es que la dieta típica de los estadounidenses consiste principalmente en productos con azúcar y harina refinada. De hecho, estos artículos no alimenticios reducen las vitaminas B del cuerpo . Para recuperarlas, nos dicen que comamos más pan y cereales.
Sin embargo, los alimentos que ellos mismos recomiendan, el pan y los cereales y otros productos hechos con harina, suelen estar procesados, refinados y cocinados, por lo que todas las vitaminas B se han destruido. Entonces, los fabricantes de estos productos gramíneos procesados añaden vitaminas B artificiales al pan y a los cereales. Por supuesto, como estudiante de Ciencia de la Vida, tu ya sabes lo desastrosos que son el pan y los cereales para la salud.
Los fabricantes de pan han encontrado, además, otra forma de vender sus vanos productos. Empezaron añadiendo hierro a la harina para que sus alimentos se consuman por el contenido en hierro. ¿Por qué pararse ahí? Añadamos algo de calcio, proteínas y vitamina C. Entonces, se supone que obtienes todas las necesidades nutritivas de una deliciosa rebana de pan blanco fortalecido.
Al contrario que el grupo de la Carne y la Leche, la categoría del Pan y alimentos gramíneos no es totalmente inútil o destructiva. Cuando los gramíneos son retoños y se comen crudos, son una adición aceptable para una dieta óptima. Si se comen frescos y crudos, cuando aún están un poco lechosos (como pasa con el maíz) son un alimento digerible y utilizable. Incluso si se cocinan y se utilizan aquellos integrales y no refinados, los efectos negativos de estos alimentos no son tan grandes como los de la carne y la leche. Pero, si la harina y el pan refinados se introducen en la dieta cuatro veces al día, son tan destructivos para la salud de la persona como lo son la leche pasteurizada y el asado de carne.
En resumen, deberíamos recordar estos cuatro puntos señalados por el Dr. Shelton en el volumen II de su libro Orthotrophy:
Los cereales (pan y gramíneos) no forman parte de la dieta natural del hombre y no son necesarios para la salud y la vida. El hombre no se convirtió en comedor de cereales hasta bien entrada la Historia.
Lo mejor que podemos hacer es omitir por completo los productos gramíneos de la dieta, en especial, de la de los lactantes y niños.
Cuando se quiera comer cereales, sólo se deberían comer aquellos integrales y no procesados.
En todo caso, los productos gramíneos, cereales y pan deberían constituir una parte mínima de la dieta y deberían estar adecuadamente equilibrados y combinados con una gran abundancia de verduras de hojas verdes.
Y el ganador es …
El último grupo de productos alimenticios está formado por las frutas y las verduras. Como estudiante de la Ciencia de la Vida, tú sabes que estos alimentos deberían constituir entre el 90-100% de tu dieta diaria.
El PCGBA aconseja a sus seguidores que coman cuatro raciones diarias de frutas y verduras. Una ración consiste en una pieza de fruta o una verdura fresca, o media taza de frutas o verduras cocinadas.
Las frutas y las verduras se incluyen en el PCGBA con el objetivo de satisfacer la necesidad de vitamina A y vitamina C. Los creadores de esta dieta también aconsejan a la gente que se aseguren de que una de estas raciones consista en una verdura de hojas verdes oscuras o amarillas, para así poder obtener una cantidad suficiente de vitamina A.
No hay nada malo en estas sugerencias, excepto que las verduras y frutas cocinadas no son saludables, ni comer cuatro raciones de frutas frescas y verduras es suficiente comida para una persona que quiera seguir una dieta sana. Las frutas y las verduras no deben comerse simplemente para obtener vitaminas o unos nutrientes específicos. Deben incluirse en la dieta porque son los alimentos más adecuados para la fisiología digestiva del hombre y, de entre todos los alimentos, son los que más contribuyen a un estado de salud óptimo.
Hasta hace muy poco, los nutricionistas tradicionales y los portavoces del gobierno siempre habían minimizado la importancia de las frutas y de las verduras en la dieta. La única cualidad buena que estos alimentos tienen, según estas personas, es su contenido en vitamina A y C.
Las verduras eran consideradas meras guarniciones para la dieta de cereales y carne que sigue la mayoría de la gente, y la fruta era algo para comer en el postre o hacer pasteles. Hoy en día, mucha gente sigue teniendo esta actitud y sigue considerando las frutas y las verduras alimentos de segunda clase. Sugerir que toda un comida pueda consistir sólo en frutas, o en una sola pieza de fruta, provoca caras de asombro y miradas de incredulidad.
No obstante, los estudiantes de Ciencia de la Vida y de Higiene Natural saben desde hace tiempo que una dieta que consista casi por completo en alimentos frescos y crudos de este último grupo (frutas y verduras) no sólo es satisfactoria, sino que fomenta un estado de salud óptimo.
El Dr. Shelton advierte seriamente que «[…] la mayor parte de una comida debe consistir en frutas frescas o verduras de hojas verdes frescas». Según este autor, esto es así por cuatro razones:
Impide la sobrealimentación de alimentos concentrados.
Asegura un suministro abundante de minerales.
Proporciona las vitaminas de mayor calidad.
Asegura el volumen de comida necesario para tener unos movimientos peristálticos normales.
Está claro que si tu comida va a consistir principalmente en frutas frescas o verduras, las cuatro raciones que recomienda este PCGBA son absurdamente mínimas. Una persona que lleve una dieta bien programada de frutas y verduras debe comer 20 raciones o más, en vez de las cuatro sugeridas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Y esto nos lleva a la siguiente pregunta sobre el PCGBA: ¿Son las raciones o las cantidades medidas una buena forma de controlar la dieta?
¿Alguien quiere repetir?
La mujer estaba rodeada de libros de notas, de libros de cocina, tazas de medida y pesos. Estaba cortando una zanahoria cruda y pesando la cantidad, después, miraba una gráfica dietética.
«Sé que se supone que debería comer una ración de verdura amarilla hoy, pero no sé si debería comer 100 gramos o media taza de zanahorias», me dijo cuando la visité.
¿Por qué no te comes la zanahoria y acabas con eso? _bromee_. Ella me miró muy seria: «No, voy a hacer esto siguiendo el libro _contestó_. O.K, ¿qué es lo siguiente? _preguntó mientras cogía su plan dietético_ Veamos … cuatro hojas de lechuga o dos tallos de apio hacen una ración de verduras verdes …»
La dejé con sus gráficas y tazas de medida. Me preguntaba si sería capaz de solucionar lo que se suponía que tenía que comer en el almuerzo antes de que llegara la hora de la cena.
¿Tú también intentas «comer por el libro»? Muchas dietas de las que existen en la actualidad, entre las que se incluye la del PCGBA, se dividen en grupos, categorías y raciones. Puedes comer una ración de esto y dos raciones de aquello, y 100 gramos de carne o 200 ml de leche.
Comer a base de raciones es como hacer el amor con un cronómetro, e igual de necesario.
Si comes los alimentos adecuados y naturales que se adaptan a nuestra constitución fisiológica y a nuestra herencia biológica, entonces, podrás olvidarte de raciones y cantidades. Come cuando tengas hambre, come hasta que te sientas satisfecho y no comas otra vez hasta que no vuelvas a sentir hambre.
Comer a base de raciones es una costumbre innatural e inútil. El PCGBA recomienda estas cantidades para que la persona se asegure de que obtiene todas las vitaminas, minerales y demás nutrientes necesarios. Si tu dieta es biológicamente correcta, no necesitas preocuparte por el tema de las raciones.
Según el Dr. Shelton, «[…] las frutas frescas, sin cocinar; los frutos secos y las verduras proporcionan al cuerpo un abundante suministro de todas las vitaminas conocidas y desconocidas, de todos los minerales, estudiados y no estudiados, de excelentes azúcares, de grasas fácilmente digeribles y de proteínas de la máxima calidad.» No tienes ninguna necesidad de comer una ración de este grupo o dos raciones de aquel otro: mientras todas tus raciones provengan del grupo de las frutas frescas y naturales, podrás comer todo lo que quieras y ¡no tengas miedo de repetir!
III. ¿FUNCIONA LA DIETA DE LOS CUATRO GRUPOS BÁSICOS DE ALIMENTOS?
Para completar nuestro estudio sobre esta dieta veremos lo bien o lo mal que cumple lo que promete: una dieta equilibrada y completa que satisface todas nuestras necesidades nutricionales.
He aquí una comida que, supuestamente, proporciona «todas las raciones para un día», según recomienda esta dieta:
La comida nutricional completa:
Dos hamburguesas con queso.
Un batido de leche.
Una ración de patatas fritas.
Una pastel de manzana.
He aquí como esta comida se descompone en cantidades racionadas y grupos de alimentos:
Grupo de carne: dos raciones de hamburguesas.
Grupo lácteo: una ración de queso y una de leche.
Grupo de cereales: cuatro raciones de panecillos de hamburguesa.
Frutas y Verduras: cuatro raciones, con una de patatas, una de relleno de manzana, y dos para la lechuga, tomates y cebollas de las hamburguesas de queso.
Y aquí la tienes. Una comida rápida que satisface todos los requisitos nutritivos para un día, según la dieta que nos ocupa.
Por supuesto, que el Departamento de Agricultura no quería decir que debíamos comer comida rápida y comida basura para satisfacer las cantidades que ellos recomiendan, pero, por favor, advierte que ellos no recomendaron que esa clase de comida no se comiera.
Este es otro de los principales fallos de esta dieta: no se ha pensado en eliminar los alimentos realmente dañinos y destructivos para la salud (sal, azúcar, grasas cocinadas, harina refinada, etc.) que forman una gran parte de la dieta típica, y tampoco se ha pensando en la forma de combinar adecuadamente de alimentos.
Al igual que muchas otras dietas, el PCGBA se centra por completo en lo que deberíamos comer y en la cantidad, e ignora los alimentos perjudiciales que deberían evitarse.
Lo mejor que se puede decir de este enfoque nutricional es que es simple y fácil de entender. Incluso los niños pueden clasificar los alimentos que comen en las categorías y cantidades básicas.
Pero, si las categorías son totalmente erróneas y las cantidades de las raciones totalmente inútiles, entonces ¿qué importancia tiene que alguien puede entender esta dieta?
Centrémonos en una dieta de «Grupos Básicos de Alimentos» aún más fácil de entender y que cumple las reglas de una nutrición óptima.
- LA DIETA DE LOS CUATRO GRUPOS BÁSICOS DE ALIMENTOS DE LA CIENCIA DE LA VIDA
Si quieres dividir tu dieta en categorías y en raciones, entonces, aplica lo que sabes sobre la dieta óptima para hacerlo. He aquí los cuatro grupos de alimentos que deberían interesar a un Científico de la Vida:
Frutas frescas y desecadas.
Verduras crudas (a excepción de cebollas, ajo, guindilla)
Frutos secos y semillas, todo crudo.
Brotes de cereales y legumbres.
Del «Grupo Uno» (frutas frescas y desecadas), come gran cantidad de raciones. Recuerda que las frutas desecadas están cuatro veces más concentradas que las frutas frescas, por lo que come en consonancia. No comas raciones de este grupo con otras raciones de ninguno de los tres grupos restantes, y combina las frutas de forma adecuada.
Del «Grupo Dos» (verduras crudas), come una cantidad moderada de raciones. No incluyas las verduras irritantes de la familia de las cebollas y las guindillas, y no comas en exceso de este grupo bajo en calorías, de forma que dejes de comer las raciones de fruta fresca.
Del Tercer Grupo (frutos secos y semillas) no comas más de 80-100 gramos diarios. Cuando comas una ración de este grupo, asegúrate de incluir raciones del Grupo Dos (verduras crudas), ya que la digestión, asimilación y los beneficios nutritivos aumentan cuando las verduras con hojas y los frutos secos se comen juntos.
El Grupo Cuatro (brotes) lo dejamos a tu elección y gusto. Si es que quieres comer otros brotes (lentejas, trigo y otras legumbres), hazlo en cantidades moderadas.
Deja que sea la verdadera hambre la que te dicte el número de raciones que comes de cada grupo. Te aconsejo que no comas alimentos que no estén incluidos en estos grupos y que evites todas las carnes, productos lácteos y los productos alimentarios procesados.
Cubrirás todas tus necesidades nutricionales si comes una cantidad suficiente de alimentos calóricos de estos cuatro grupos. No pesas ni midas los alimentos y no te preocupes de las cantidades. Come los alimentos como si la naturaleza los hubiera empaquetado y en cantidades proporcionales al hambre que tengas. De esta forma, no te equivocarás nunca.
PREGUNTAS SOBRE LA UNIDAD
PREGUNTA: Una pregunta simple: Si el PCGBA es tan malo como vosotros decís, entonces, ¿por qué es tan popular? Incluso a pesar de los intereses comerciales y la propaganda gubernamental la gente debería descubrir la verdad sobre la nutrición.
RESPUESTA: Ese es un punto de vista muy interesante. Después de todo, nos gustaría pensar que el hombre normal tiene la inteligencia y el discernimiento necesario para saber que le están mintiendo.
Es un error pensar que todos los males dietéticos de nuestro país deben atribuirse por completo al PCGAB. De hecho, muy poca gente sigue un régimen: bueno o malo.
Te darás cuenta de que el PCGBA es muy, muy similar a lo que una persona media come: un montón de carne y proteínas, productos lácteos, harina y pan refinado, etc. De hecho, si sólo añadieras un quinto grupo denominado «Sal, Grasas y Comida Basura», tendrías la dieta del siglo veinte en los Estados Unidos.
Esa es la razón de que el método que el PCGBA tiene de enfocar la nutrición se haya impuesto: la gente come así de cualquier forma, por lo que piensan que el gobierno y las industrias alimentarias les están dando un buen consejo.
Todo el mundo es igual: a todos nos gusta que nos digan que lo que estamos haciendo está bien y es correcto, incluso aunque con el tiempo pueda matarnos siendo aún relativamente jóvenes.
PREGUNTA: Habláis sobre el PCGBA como si todo el mundo en este país lo conociera. Tengo 63 años y es la primera vez que alguien me ha explicado este concepto. ¿No estaréis exagerando sobre lo difundido que está este concepto?
RESPUESTA: Con 63 años, puede que usted nunca se haya visto expuesto a este plan nutricional, pero, pregunte a sus hijos y nietos. Ellos habrán oído hablar de esta dieta porque es la que se enseña en la educación primaria. Esta es la norma, el enfoque prescrito para enseñar salud y nutrición a los niños en edad escolar.
PREGUNTA: ¿Qué podemos hacer entonces? ¿Podemos hacer que nuestras escuelas enseñen otro método de enfocar la nutrición?
RESPUESTA: Quizá dependemos demasiado de la educación pública. Probablemente, sería mejor dejar fuera de los planes de estudio la enseñanza de la nutrición, ya que el enfoque tradicional y conservativo que adoptan todas las escuelas simplemente perpetúa una información falsa y errores institucionalizados.
No olvide que las escuelas enseñan a los niños lo que los padres quieren que aprendan. ¿Cuál cree que sería la reacción si un profesor dijera en una clase que la leche no sólo es innecesaria para la salud y el crecimiento, sino que es realmente perjudicial? Los padres cortarían la cabellera de profesor si este enseñara a los niños alguna información sobre nutrición que entrara en conflicto con las prácticas alimentarias normales de la familia.
Esa es la razón por la que el PCGBA seguirá enseñándose en nuestras escuelas durante bastante tiempo: simplemente refleja la dieta tradicional que se sigue en este país. No «hunde el barco» y es un enfoque nutricional que no supone una amenaza.
No importa que sea un enfoque totalmente erróneo o que perpetúe la ignorancia que minará la salud de cada persona que sigue sus consejos. Es a lo que estamos acostumbrados, ¡y que el cielo ayude a la persona o profesor que tenga el suficiente valor para exponer sus falacias, peligros y mentiras!
Como padres, tendrán que esforzarse mucho para superar la propaganda nutricional y las tonterías que se imparten en nombre de la educación. Por favor, enseña a tus hijos y nietos las alternativas sensatas que existen al PCGBA.
RESUMEN
El Plan de los Cuatro Grupos Básicos de Alimentos es el método más conocido y popular que se utiliza para enseñar nutrición.
Por desgracia, este plan de nutrición contiene información engañosa y se basa en conceptos no válidos sobre las verdaderas necesidades alimenticias. Tres de los cuatro grupos de este plan no son en absoluto necesarios en la dieta. El cuarto grupo, frutas y verduras, debería ser la base de una dieta sana.
Este PCGBA fue creado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y refleja los intereses creados de la industria agrícola, de productos lácteos y cárnica. A la gente se la anima a que coma ciertos alimentos no porque sean necesarios, sino porque es rentable.
Puesto que, de cualquier forma, la dieta que nos concierne se corresponde con lo que la mayoría de los estadounidenses come (mucha carne, productos lácteos y cereales), ha encontrado una rápida aceptación y ha sido fácilmente fomentada.
Los estudiantes de la Ciencia de la Vida ya saben que no hay ninguna necesidad de incluir la carne, las alternativas a la carne, o las fuentes de proteínas concentradas en la dieta. De igual forma, tampoco hay ninguna necesidad de tomar productos lácteos para obtener calcio, puesto que este se puede obtener de forma adecuada con una dieta alcalina de frutas y verduras. Aunque no son tan destructivos para la salud como la carne y los productos lácteos, los productos gramíneos también pueden eliminarse de la dieta. De esto, sólo resultará un mejor estado de salud.
El PCGBA se limita a perpetuar el statu quo de las industrias alimentarias y la ignorancia sobre nutrición de los ciudadanos estadounidenses.
TEXTOS SUPLEMENTARIOS
¿DEBEMOS BEBER LECHE?
Por el Dr. Alec Burton
Los higienistas siempre han compartido la opinión de que la leche es para los lactantes _la leche de la madre_ y que esta es la práctica habitual entre todos los mamíferos. Durante las fases iniciales de la vida, el tomar leche de la madre es una práctica invariable entre todas las especies de mamíferos, tras lo cual son destetados. Después, durante el resto de su vida se sustentan con otros alimentos. En contraposición, el hombre enseña que la leche es un alimento ideal, en especial la leche de vaca y que, después de la lactancia materna, la vaca debe ocupar el lugar de la madre. Con esta forma de alimentar a los lactantes, el hombre ha creado toda clase de leches artificiales y métodos con los que usurpar la costumbre natural de amamantar. El hombre también incluye la leche en la dieta de sus mascotas mamíferas.
Muchas mujeres consideran que dar el pecho es una costumbre pasada de moda y primitiva, algo que deberíamos abandonar lo antes posible. Dicen que arruinan su figura, que los pechos se les ponen flácidos y caídos. Estas opiniones son infundadas y son otros los factores responsables, factores que rara vez se toman en cuenta.
En la Naturaleza, es normal que los mamíferos mamen hasta bastante después de que les salgan los dientes, no sólo unos cuantos de dientes, sino todos. Especies de simios maman hasta los seis o siete meses, aunque sus primeros dientes aparecen a finales del tercer mes. Entre los mamíferos hay una gran diferencia en el periodo de transición y, en muchos, el destete se prolonga durante mucho tiempo.
Sin embargo, ¿debe la leche constituir una parte integral de nuestra dieta tras el destete? ¿es la leche un alimento natural para los adultos? La respuesta para ambas preguntas es un inequívoco ¡no!
Los higienistas sospechan de la leche y de los productos lácteos como el queso y el yogur. ¿Cuáles son las características desfavorables de la leche? En la actualidad, la leche es un producto muy procesado. Es pasteurizado, homogeneizado, esterilizado y tratado de varias formas para hacer que sea inocuo. Todos estos procesos dañan en gran medida su valor nutritivo.
Además de todo esto, hay grandes evidencias de que los jugos gástricos de los adultos no contienen rennina, una enzima que abunda en el estómago de los lactantes y que inicia la digestión de la leche. Las proteínas y grasas de la leche se constituyen de tal forma que las enzimas del tracto digestivo humano no puede digerirlas adecuadamente _algunos de los elementos se absorben intactos, y provocan problemas_.
La leche también tiene un alto contenido de colesterol y ha sido un factor importante en el desarrollo de la enfermedad de arteriosclerosis coronaria. Mucha gente es testigo de la rápida acción que acomete el cuerpo cuando se consume leche: se secreta mucho moco o se agravan muchas enfermedades relacionadas con las membranas mucosas: asma, sinusitis, bronquitis, etc. Se dice que la leche es un alimento formador de moco. Aunque yo no estoy de acuerdo con esta descripción, sí sugiero que la presencia de leche y de productos lácteos en el cuerpo pueden ocasionar una mayor actividad mucosa.
La leche se suele considerar la fuente principal de un elemento vital: el calcio. El mito es que si no bebemos leche, se nos caerán los dientes, se nos romperán los huesos o alguna tontería de por el estilo. El hecho es que el calcio abunda en la Naturaleza. La mayoría de los alimentos (frutas, verduras y frutos secos) que nosotros recomendamos son fuentes excelentes de calcio. Tendríamos que llevar una dieta realmente pobre para no conseguir medio gramo de calcio diario. Una buena dieta higiénica proporciona sobre un gramo.
De cualquier forma, es muy dudoso que podamos utilizar alguna parte del calcio que contiene la leche. El calcio de la leche está ligado a su complemento proteico: la caseína. Sin la enzima clave, la rennina, ni la caseína ni su complemento nutritivo, el calcio, pueden ser utilizados por el sistema digestivo.
La leche no forma parte de la dieta natural del hombre tras el periodo de lactancia y, por tanto, nuestro consejo es: no bebas leche ni consumas productos lácteos.
CONSIDERACIONES HIGIÉNICAS EN LA SELECCIÓN DE ALIMENTOS
Por el Doctor en Medicina, Ralph C. Cinque
Para disfrutar de un estado de salud óptimo, la selección de los alimentos exige que se tengan en cuenta muchos factores, entre los que se incluyen: el contenido nutritivo; la facilidad de masticación, deglución, digestión, absorción y asimilación; presencia o ausencia de irritantes; la cantidad de fibra vegetal (que podría ser demasiado poca en el caso de los alimentos refinados o excesiva en el caso de la col rizada madura); un sabor agradable para los sentidos no pervertidos; y el efecto sobre la alcalinidad sanguínea. Un alimento ideal debería contener una gran cantidad de nutrientes, ser delicioso, contener una cantidad moderada de fibra, ser fácil de comer y digerir en su estado crudo, no tener ni irritantes ni sustancias antagónicas al sistema digestivo y debe dejar un residuo alcalino tras el metabolismo. Si aplicásemos estos criterios, no encontraríamos ningún alimento perfecto. Por ejemplo, la mayoría de las frutas y de las verduras contienen al menos una pequeña cantidad de ácido oxálico que es un irritante leve y que tiene el efecto de ligar el calcio. El ácido tánico que contiene la piel de algunos frutos secos (sobre todo las almendras) es también un irritante leve. Se dice que la lechuga contiene lactucario, un alcaloide levemente tóxico con efectos soporíficos. Esto ocurre realmente con los troncos de lechuga. Las judías contienen inhibidores de tripsina, aflatoxinas y cuerpos purínicos que elevan los niveles de ácido úrico en suero. Los cereales o gramíneos contienen mucho ácido fítico que liga los minerales como el zinc y el hierro, haciendo que el cuerpo no pueda utilizarlos. Debería ser obvio que los alimentos perfectos (como la salud perfecta) son una idea utópica, no una realidad.
Desde el punto de vista higiénico, hay tres principios básicos que nos guían en la selección de alimentos. Estos principios nos permiten construir una dieta que es tanto filosófica como fisiológicamente ideal para la especie humana. Admitimos de antemano que debido a las distintas debilidades y defectos anatómicos y fisiológicos, no todo el mundo puede adherirse a la dieta filosóficamente ideal con un éxito completo. Sin embargo, antes de hacer alteraciones y supresiones es importante que determinemos en qué se basa una dieta verdaderamente natural e ideal, y, después, actuemos en consecuencia.
Nuestros tres principios básicos son que:
Los alimentos integrales (naturales) son mejores que los alimentos fragmentados y refinados.
Los alimentos crudos son mejores que los alimentos cocinados.
Los alimentos vegetales son mejores que los alimentos animales.
Estos tres principios resumen la filosofía higiénica por lo que respecta a la selección de alimentos. A continuación hablaremos de cada uno de ellos.
La mejor calidad de los alimentos integrales
El hecho de que los alimentos totalmente naturales son mejores que los alimentos refinados (como el azúcar blanco, la harina blanca, el arroz refinado) no requiere justificación para los lectores de este artículo. Sin embargo, debemos enfatizar que cualquier fragmentación de un alimento natural destruye los nutrientes y disminuye la adecuación de ese alimento como artículo de una dieta. Las zanahorias naturales son unos alimentos nutritivos más completos que el zumo de zanahoria. El arroz integral es un alimento mejor que el arroz refinado. El trigo integral es superior al germen de trigo. Considera los siguientes experimentos realizados por el estomatólogo Weston A. Price, el conocido autor del libro Nutrition and Physical Degeneration [Nutrición y degeneración física].
«Pusimos ratas en tres cajas y las alimentamos con una dieta a base de trigo. El primer grupo sólo recibía trigo integral, recién cogido. El segundo recibía un producto compuesto de harina blanca. Y al tercero le dábamos una mezcla de salvado y germen de trigo. Se midieron las cantidades de cada residuo: de calcio como óxido, de fósforo como pentóxido y las cantidades de hierro y cobre presentes en la dieta. Clínicamente, se descubrió una marcada diferencia en el desarrollo físico de las ratas. Las ratas del primer grupo, que recibían el producto gramíneo integral, se desarrollaron por completo y se reprodujeron con normalidad a los tres meses de edad. Estas ratas tenían un temperamento tranquilo y se las podía coger de las orejas o del rabo sin peligro de que te mordieran. Las ratas alimentadas con harina blanca eran marcadamente más pequeñas de lo normal. El pelo les salió por trozos y tenían muy mal carácter, tan malo que amenazaban con romper la pared de la caja cuando nos acercábamos a mirarlas. Tenían caries y eran incapaces de reproducirse. Las ratas alimentadas con salvado y germen de trigo no tenían caries, pero eran más pequeñas de lo normal y tenían poca energía. El germen de trigo se compró al molinero, por lo que no estaba recién recogidos. El trigo que se le dio al primer grupo se consiguió integral mientras aún estaba en el molino. Es interesante hacer notar que a pesar de la gran cantidad de calcio, fósforo, hierro y cobre que contenía el alimento del último grupo, las ratas no maduraron con normalidad, como sí hicieron las del primer grupo. Esto pudo ser debido en gran parte a que el material no estaba recién recolectado. En consecuencia y debido a la oxidación, las ratas no podían obtener un contenido normal de vitaminas del germen del grano. Además, esto se pudo ver en el hecho de que las ratas de este grupo no se reprodujeron, probablemente debido en gran parte a una falta de vitamina B y E, vitaminas que se perdieron por la oxidación del embrión o germen de grasa.»
Este experimento demuestra lo importante que es distinguir entre el contenido nutritivo de un alimento y el efecto biológico que tiene en conjunto. Se ha demostrado repetidamente que comer salvado de trigo impide la absorción de hierro, a pesar del hecho de que contiene una abundante cantidad de hierro. Esto puede ser el resultado de factores mecánicos o, quizá, el resultado del alto contenido de ácido fítico del salvado. En cualquier caso, demuestra que los alimentos no pueden evaluarse sólo por las tablas matemáticas del análisis de nutrientes.
A primera vista, puede parecer que los alimentos fragmentados son más nutritivos que los integrales. Por ejemplo, los albaricoques desecados tienen mucho más calcio y hierro que los frescos. Es bastante obvio, si extraemos el agua de los albaricoques, podemos triplicar o cuadriplicar el número de frutas que estamos comparando y, por tanto, el número de nutrientes es mayor. Este aparente aumento es, por supuesto, un producto de la imaginación. Los alimentos integrales ofrecen la nutrición más completa. La leche en polvo es una sombra nutritiva comparada con la leche integral. La clorofila que se extrae es una fracción inerte de las hojas verdes. Los granos de lecitina son fragmentos desnaturalizados de la haba de soja. Estos distintos extractos y concentrados son de inferior calidad que los alimentos totalmente naturales, integrales, de los que se supone que provienen. El proceso conlleva una drástica pérdida de nutrientes como resultado del calor, de la oxidación, de los productos químicos y de la destrucción enzimática. Es correcto decir que estos alimentos han sido desvitalizados. Sólo los productos totalmente naturales contienen la cantidad y proporción de nutrientes que necesita el cuerpo. En una dieta higiénica sólo son aceptables los productos totalmente naturales.
la superioridad de los alimentos crudos
Aunque parezca que algunos alimentos se hacen más digeribles al cocinarlos, es un hecho que la mayoría de los alimentos se hacen menos digeribles. Lo que es más, cualquier alimento que sea difícil de comer y digerir cuando no está cocinado no forma parte de la dieta natural del hombre. Cocinar parcial o totalmente un alimento destruye el contenido nutritivo de dicho alimento. Las vitaminas solubles en agua, como el ácido ascórbico y el ácido pantoténico son particularmente susceptibles a la destrucción térmica, algo que también se aplica a todas las vitaminas. No obstante, lo que es más importante es el hecho de que el calor altera la proporción de las distintas vitaminas que contiene un alimento. Por ejemplo, el calor altera la proporción natural entre la tiamina y niacina en los alimentos. Esto ocurre porque la tiamina se destruye rápidamente con el vapor, mientras que la niacina es más resistente. Por tanto, cocinar no sólo disminuye el contenido vitamínico de los alimentos, sino que también modifica la proporción de vitaminas, que es una característica muy importante de los alimentos integrales.
Los minerales pueden dejar de ser utilizables para el cuerpo como resultado de la cocción. Un buen ejemplo de este hecho es el efecto que la pasteurización tiene sobre la leche. El complejo de sales orgánicas de calcio y magnesio, en conjunción con el carbón y el fósforo, se descompone por la acción del calor, resultando en la precipitación de sales de fosfato cálcico indisolubles. Estas sales inorgánicas no son asimilables por el cuerpo. Esta es una de las razones de que las caries hayan alcanzado proporciones epidémicas entre los engullidores de leche estadounidenses.
El calor tiende a eliminar los aminoácidos de las proteínas y a desnaturalizar sus configuraciones secundaria y terciaria. A excepción de las claras de huevo y de algunas legumbres desecadas, se hacen más difíciles de digerir cuando se cocinan. Someter las grasas al calor produce hidrocarburos cíclicos tóxicos y ácidos grasos libres, de los cuales ambos son altamente irritantes. Incontables experimentos han demostrado que las grasas y aceites expuestos al calor son altamente cancerígenos. Ninguna persona informada consumirá grasas expuestas al calor de ninguna forma.
El calor provoca que los alimentos pierdan una gran cantidad de minerales solubles y hace que gran parte del alimento vaya a la atmósfera en forma de gases (esto ocurre en especial con el sulfuro y el yodo). El calor ablanda la fibra vegetal, lo que puede impedir la motilidad intestinal y fomentar la fermentación y putrefacción. Aunque el cocinar hace que algunos alimentos sean más agradables al paladar (ej. batatas, espárragos, calabacines, cereales) la mayor parte de los alimentos son menos sabrosos, lo que da lugar a que se utilicen potenciadores del sabor malsanos, condimentos, salsas, etc.
En base a estas y otras consideraciones, para que una dieta pueda ser consideradas higiénica debería consistir predominantemente en alimentos crudos.
La superioridad de los alimentos vegetales
(De la revista del Dr. Shelton, hygienic Review)
Esta categoría también podría haberse llamado los efectos detrimentales de los alimentos animales. Todos los productos animales (a excepción de la leche de la madre) tienen algunas características negativas que hace que su consumo en la dieta sea cuestionable. Primero de todo, piensa sobre los efectos que los alimentos animales tienen sobre la ingestión de proteínas. Incluso un consumo moderado de carne, pescado, huevos y productos lácteos tiende a crear una sobrecarga proteínica y esto es uno de los excesos dietéticos más peligrosos. Las investigaciones han demostrado que una dieta alta en proteínas fomenta el envejecimiento y una pronta degeneración. Una cantidad excesiva de proteínas ejerce una carga tremenda sobre el hígado y los riñones. También deja residuos ácidos en la sangre y en los tejidos que deben neutralizarse sacrificando reservas de minerales alcalinos indispensables. El proceso de envejecimiento se caracteriza por el paso del calcio de los huesos a los tejidos blandos, es decir, a las arterias (arteriosclerosis), a la uretra (cálculos renales), a la piel (arrugas), a las articulaciones (osteoartritis), a las válvulas del corazón (hombro helado) y a otros órganos. Está claro que esto deja el cuerpo osteoporótico, lo que acarrea que se adopte una postura encorvada (cifosis), que se produzcan fracturas espontáneas y otras afecciones tan comunes en las personas de edad avanzada. Las dietas altas en proteínas (debido a la acumulación de ácido fosfórico, sulfúrico, úrico y otros) aceleran esta desmineralización de los huesos y crean depósitos cálcicos en los tejidos blandos.
Alguien podría aducir que los frutos secos y las semillas contienen tantas proteínas como las carnes, huevos, etc., y que, por tanto, tienen la misma posibilidad de provocar un exceso. Sin embargo, la mayoría de la gente se siente satisfecha comiendo unos pocos de gramos de frutos secos o semillas cada día, mientras que pocas personas se conformarían con comer unos cuantos de gramos de yogur. Los restaurantes sirven hasta medio kilo de carne en una sentada, junto con otros productos. El requesón y otros quesos blandos se comen en grandes cantidades, incluso por los vegetarianos. La simple verdad es que todas las proteínas animales tienden a fomentar la sobrealimentación mucho más que las proteínas vegetales.
La relación entre una dieta alta en proteínas y el cáncer se ha demostrado claramente por estudios realizados tanto de poblaciones animales y humanas. Recuerda que las células cancerígenas se caracterizan por realizar una desenfrenada síntesis de las proteínas y una rápida división celular. La síntesis de proteínas se acelera debido al aumento de la ingestión de proteínas, por lo que no es sorprendente descubrir que el cáncer tiene una estrecha relación con el exceso de proteínas. Existe una correlación directa entre la cantidad de proteínas en la dieta y la incidencia de cáncer en todo el mundo. Los estadounidenses, australianos y europeos occidentales, quienes ingieren la mayor cantidad de proteínas también son los que tienen la mayor incidencia de cáncer; mientras que la China rural, India Oriental y los indígenas latinoamericanos tienen la menor incidencia de cáncer. Esta no es una relación casual y no puede anularse culpando al estrés de la vida moderna.
Los productos animales están repletos de la peor clase de grasas: grasas animales saturadas y cargadas de colesterol. Montones de datos se acumulan relacionando una gran ingestión de grasa animal con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (que se caracterizan por el depósito de grasas saturadas y colesterol en las capas internas de las arterias), así como con muchas otras enfermedades, entre las que se incluyen el cáncer de mama, de colon, de recto y el cáncer de hígado. Incluso afecciones tan diversas como la esclerosis múltiple y la diabetes se han relacionado con la ingestión de grasa animal. Como ya hemos dicho, se ha demostrado que las grasas animales expuestas al calor son aún más cancerígenas y, si tenemos en cuenta que los estadounidenses comen toda la carne, leche y huevos bien pasados, no es de sorprender que una de cada cuatro personas sucumba ante el cáncer. En general, aquellas personas que subsisten con dietas bajas en grasas, proteínas, principalmente vegetarianas y no refinadas demuestran la mayor resistencia al cáncer. La incidencia de cánceres y enfermedades coronarias entre los estadounidenses que pertenecen a la Iglesia Adventista es, aproximadamente, la mitad de la media nacional. Esto es bastante importante considerando que sólo la mitad de los que pertenecen a este grupo se consideran vegetarianos.
La carne, el pescado, el yogur y el queso contienen varios productos putrefactivos que resultan de la descomposición bacteriana. Introducir alimentos medio estropeados en el cuerpo difícilmente puede considerarse una práctica higiénica, a pesar de los argumentos aducidos por los entusiastas de los alimentos fermentados. La carne también contiene una cantidad considerable de subproductos del metabolismo (como el ácido úrico) que se quedan en los tejidos cuando se produce la muerte del animal. Estos desechos son venenosos, irritantes y perjudiciales para el cuerpo. Piensa que los productos animales suelen utilizarse para hacer pesticidas, herbicidas, y otros contaminantes inorgánicos y tóxicos: hay muy buenas razones para evitar su consumo. Una dieta higiénica no debe contener más que una mínima cantidad de alimentos animales; aún mejor, ninguna.
Sólo hay cinco clases de alimentos que satisfacen todos los criterios establecidos por nuestros tres principios principales: frutas, verduras, frutos secos, semillas y brotes. Una dieta compuesta de estos alimentos será abundante en todos los nutrientes que se sabe que los humanos necesitan, con la excepción de la vitamina B-12, y según parece la mayoría de las personas obtienen suficiente de la síntesis bacteriana que se produce en los intestinos. Sin embargo, debemos advertir que las bacterias de la tierra también producen vitamina B-12 sobre la superficie de las raíces, por lo que si añadimos a la dieta raíces fibrosas que hayan nacido de un suelo orgánico (con una actividad microbiana abundante) nos haríamos con una fuente adicional de vitamina B-12 que sería un suplemento perfectamente aceptable a la dieta higiénica. Las verduras que encontramos en los supermercados no son adecuadas para este propósito.
Para acabar, deberíamos advertir que añadir a la dieta algunos alimentos cocinados (como patatas asadas y arroz integral) o una cantidad limitada de alimentos animales (como queso crudo y sin sal), aunque no sea una dieta estrictamente higiénica, puede ser necesario en algunas condiciones patológicas. Algunas personas experimentarán un drástica y no deseada pérdida de peso cuando adopten de forma inmediata una dieta 100% vegetal y cruda. Para estas personas, comer de vez en cuando una patata asada representa no sólo una mera transigencia, sino más bien una modificación necesaria de su régimen higiénico.
Citando al Dr. Alec Burton: «Debemos adaptar el sistema a las necesidades del individuo y no adaptar el individuo a las necesidades del sistema.» Con este conocimiento podemos afirmar, como conclusión, que para que una dieta puede ser considerada higiénica debe consistir predominantemente (si no exclusivamente) de alimentos crudos, de origen vegetal e integrales.
¡Sufre en silencio, gourmet galopante!
Por Cary Fowler
Al Krebs, del Proyecto de Responsabilidad Agropecuaria, nos cuenta una historia sobre una escena que vio en un popular programa de TV (en Estados Unidos). «En Fernawood, Ohio, una ama de casa está preparando una empanada de piña para su familia. Cuando saca el más bien grotesco contenido del relleno de piña de una lata y lo echa en el molde, su hermana Kathy, que estaba viendo el proceso, le pregunta en voz alta dónde está la piña. El ama de casa lee la información de la etiqueta. Entre los distintos ácidos, potenciadores del sabor y azúcares, no se hace ninguna mención de la piña, excepto en el nombre de la etiqueta. Se detiene y, mirando interrogativamente a su hermana, dice: “ No veo que ponga piña por ninguna parte”. Kathy replicó: “Ya no sacan comida de la comida.” El ama de casa preguntó: “¿Qué hacen entonces con los alimentos, si ya sacan comida de ellos?”».
¡Esa es una buena pregunta! Comer es una actividad personal que todo el mundo comparte. En el fondo, comer es una experiencia emocional que nos vincula con nuestro hogar y crianza y con la sociedad y época en la que vivimos. Sin embargo, en la actualidad se nos está escapando de las manos el control de nuestra nutrición. Las decisiones sobre la clase, forma y calidad de los alimentos que comemos ya no las tomamos nosotros.
El control del sistema alimentario de nuestra nación ha pasado de gente como tú y yo a una industria alimentaria concentrada económicamente. La deslumbradora gama de productos alimentarios que encontramos en los supermercados modernos nos da la impresión de que existe una gran y competitiva industria alimentaria. Damos por hecho que productos como café, cacao, leche, etc., eeel el los fabrican compañías distintas, cuando, en realidad, sólo son unos cuantos productos de los muchos que fabrica una misma firma: Día, Hacendado, etc.
De los 1.500 artículos que esas fábricas ponen a disposición de los supermercados cada año, sólo unos cuantos llegarán a estar en las estanterías de las tiendas: aquellos que más se anuncian, que se venden rápidamente y que más beneficios acarrean. La competitividad por ganar un espacio en las estanterías es dura. Las decisiones iniciales sobre lo que comeremos las hacen las cadenas de supermercados cuando dividen el espacio en sus estanterías. Y estas decisiones se basan en unos valores diferentes a los que nosotros aplicaríamos a un asunto tan crucial como es nuestra alimentación.
Lo más frecuente es encontrar una fila de frutas frescas y verduras y diez o doce filas de cajas y latas. La revista de la mayor compañía agropecuaria mundial, la holandesa Uniliver Corporation (té Lipton, margarina Imperial, etc.) francamente resume el asunto cuando admite que «[…] recuperar las inversiones en el negocio de la nutrición no es exactamente prometedor.» Esto explica en gran medida por qué se anuncian más las patatas fritas que las patatas crudas para asar en casa.
¿Una manzana al día el médico te ahorraría?
Desde que el control del sistema alimentario ha cambiado de manos, se han producido cambios alarmantes en las pautas de consumo. Desde 1950 a 1070, el consumo per cápita de fruta fresca descendió un 26%. En 1970, los estadounidenses comían más azúcar, al peso, que verduras. Los refrescos se venden el doble. Por suerte, un reciente estudio ha demostrado que en los bares y restaurantes las ensaladas son cada vez más populares, creando una nueva demanda de verduras frescas. No obstante, la gente sigue sin comer suficiente, considerando que suelen cocinar aquellas verduras que no están en las ensaladas.
Un estudio del Departamento de Agricultura ha llegado a la conclusión de que una dieta más sana reduciría los problemas de diabetes en un 50%, las enfermedades coronarias en un 20%, la obesidad en un 80%, el alcoholismo en un 33% y el cáncer intestinal en un 20%. Estudios recientes han relacionado el 50% de los casos de hiperactividad en niños con grandes dosis de colorantes sintéticos y de potenciadores del sabor en los alimentos.
El divorcio de los alimentos y la nutrición
No se debe culpar al individuo en particular por la cada vez menos calidad de la dieta estadounidense. Poca gente que valore las «comidas que mamá solía hacer» puede ser acusada de exigir las clases de alimentos que comemos en la actualidad. El deterioro de los alimentos y el divorcio de estos y la nutrición vienen de la mano del control corporativo sobre la producción y distribución de los alimentos. En la actualidad, casi el 75% de los artículos manufacturados de alimentos están controlados por sólo 50 corporaciones.
Los pequeños granjeros locales que antes suministraban a los pueblos y ciudades productos realmente deliciosos han sido expulsados del mercado. En la actualidad, la productos de los supermercados, importados de enormes granjas corporativistas en Florida o California, tienen poco que ver en calidad, sabor y precio con aquellos productos de producción local que solíamos tener.
Nuestra relación con los alimentos no es ya una relación con la naturaleza, ni siquiera con los granjeros locales o las tiendas de alimentación del vecindario. Nos relacionamos con los alimentos a través de nuevos proveedores. La mayoría de los alimentos puede que aún provengan de la tierra, pero sólo tras pasar por las manos de General Foods o Del Monte. De esta forma, los alimentos se han convertido en otro producto que fabricar, alterar, empaquetar y vender como si fuesen pasta de dientes o cuchillas de afeitar. Los alimentos ya no son simplemente alimentos.
Los fabricantes utilizan la televisión para enseñarnos que algunos alimentos, al igual que otros aparatos, pueden «mejorar la vida», convertirte en un atleta olímpico o ayudarte en tu vida amorosa. Al atribuir falsamente estas capacidades a los alimentos con el objetivo de vender unos artículos muy lucrativos, el antiguo y crucial vínculo que había entre los alimentos y nuestras verdaderas necesidades físicas se ha roto. ¿Nuestros alimentos deben proporcionarnos nutrientes o acaso deben «mejorar la vida»? ¿Por qué deberíamos preparar nosotros mismos la salsa de los espaguetis cuando podemos comprar una marca que nos «lleva a la vieja Italia»?
La dieta actual de los estadounidenses demuestra una frustración profundamente arraigada y no un menor grado de confusión sobre los alimentos y el lugar que deben ocupar en nuestras vidas. La forma en la que la gente prepara y sirve los alimentos dice mucho sobre cómo se ven a sí mismos y a los demás. Nos dice algo sobre el espíritu de una sociedad y sobre la calidad de vida, porque los alimentos son vida.
Las estrellas doradas, coroneles y soldados de infantería, junto con otro montón de trucos, han conseguido en parte distraernos de lo que está pasando con nuestra comida. Pero, para aquellos de nosotros que aún recuerdan a lo que sabe una verdadera comida, y pueden recodar lo agradable que era sentarse en privado con la familia o amigos y disfrutarla, este cambio nos produce una rabia sorda. Sentimos que los cambistas de dinero han profanado el templo.
Ahora, el vivir y comer son siempre una cuestión de política. Podemos tener cualquier clase de política alimentaria y cualquier clase de programa agrícola que queramos. Podemos optar por comer sólo hamburguesas y azúcar, tirar los buenos alimentos en el océano, dejar morir de hambre a los pobres y salvar a una o dos familias de granjeros para ponerlas en un museo.
O también podemos decidir que los alimentos, al ser una necesidad, también deberían ser un derecho, que necesitamos familias de granjeros que produzcan buenos alimentos y que no necesitamos a los mediadores que se encargan de destruirlos y contaminarlos. Incluso podemos decidir que no queremos que los comerciantes que enseñan buenos hábitos de compra en lugar de buenos hábitos de alimentación nos adoctrinen ni a nosotros ni a nuestros hijos.
Jim Hightower, autor de Eat Your Heart Out [sufre en silencio], pone el dedo en la llaga cuando dice: «Los alimentos no se pueden fabricar como si fuesen teléfonos y no hay razón para que se haga así. Si algo tiene que ser real en la vida, si tiene que dejarse a la naturaleza antes que dejar que unos técnicos corporativistas lo imiten es el alimento. Los conglomerados monopolistas no pueden hacer que funcionen nuestros teléfonos; ¿por qué, entonces, son tan arrogantes como para pensar que pueden controlar nuestras cenas? Más directamente, ¿por qué debemos ser idiotas y dejarlos que lo hagan?
EJERCICIOS
Respuestas cortas
En esta secciones te hacemos una serie de preguntas cuyas respuestas puedes encontrar en el texto. Intenta ser breve y conciso.
Cita los cuatro grupos básicos de alimentos.
Cita los principales nutrientes que se supone que cada grupo aporta a la dieta.
Cita las dos únicas ventajas que tiene el PCGBA para explicar la nutrición.
Cita las razones de por qué las frutas frescas y las verduras deberían formar la mayor parte de la dieta.
Cita los principales argumentos que utiliza el Dr. Shelton para el consumo de cereales en la dieta.
Cita las raciones y cantidades recomendadas para cada uno de los cuatro grupos.
Cita los cuatro grupos básicos de alimentos que conformaría la dieta óptima (es decir, los cuatro grupos de alimentos básicos de la Ciencia de la Vida).
Cita las alternativas cárnicas o las fuentes con un mayor contenido de proteínas que recomienda el PCGBA.
Comentarios
Intenta responder a las preguntas de la forma más concisa posible.
Comenta por qué el Grupo de la Leche no es necesario en la dieta.
Comenta la falacia sobre la necesidad de ingerir proteínas concentradas y productos alternativos a la carne.
Comenta por qué el PCGBA es tan popular.
Explica cómo se satisface la necesidad de calcio diario con una dieta que no utiliza productos lácteos.
Comenta la idea de las raciones con cantidades limitadas y si esto debería utilizarse para elaborar una dieta.
RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS
Respuestas cortas
En la Dieta de los cuatro grupos básicos, los alimentos se dividen en cuatro categorías:
Grupo de la Leche
Grupo de la Carne
Pan y cereales
Frutas y verduras
He aquí los principales nutrientes que se supone que aporta cada uno de los grupos:
PROTEÍNAS: Carne y leche
CALCIO: leche
HIERRO: carne
VITAMINAS B: Pan, cereales. Leche
VITAMINA A: Frutas y verduras
VITAMINA C: frutas y verduras.
El PCGBA es relativamente fácil de entender. Todos los alimentos se dividen en cuatro grupos fácilmente reconocibles, y se especifica una cantidad exacta de cada grupo de alimentos.
Algunos no alimentos o comidas basuras, como los refrescos, dulces, etc., no se incluyen en ninguna de las cuatro categorías.
- Previene la sobrealimentación que provocan los alimentos concentrados.
Asegura un suministro abundante de minerales.
Proporciona las vitaminas de mayor calidad.
Asegura el volumen necesario para unos movimientos peristálticos normales.
Cereales (pan y productos gramíneos) no forman parte de la dieta natural del hombre y no son necesarios para la salud ni para la vida. El hombre no comenzó a comer cereales hasta bien entrada la Historia.
Lo mejor que se puede hacer es omitir por completo los productos gramíneos de la dieta, sobre todo de la de los lactantes y niños.
Si queremos comer productos gramíneos sólo deberíamos consumir aquellos integrales y no procesados.
En cualquier caso, los productos gramíneos, pan y cereales sólo deberían ser una parte mínima de la dieta y deberían equilibrarse y combinarse con una gran abundancia de verduras de hojas verdes.
- He aquí los cuatro grupos y las cantidades respectivas:
Grupo lácteo: 2 raciones (una ración de 240 ml de leche o yogur, o una loncha de queso)
Carne y productos alternativos: 2 raciones (Una ración de 85 gr. de lo siguiente: carne magra, pescado, marisco, huevos, pollo, queso con judías secas, guisantes secos o mantequilla de cacahuete.)
Grupo de los cereales y pan: 4 raciones (una ración de 1 rebanada de pan o 30 gr. de cereales desecados o 2/3 de una taza de cereales cocinados).
Frutas y verduras: 4 raciones (una ración de ½ taza de frutas o verduras cocinadas o 1 fruta o verdura fresca de tamaño mediano)
7.
frutas frescas y frutas desecadas.
Verduras crudas (a excepción de cebollas, ajos o guindilla).
Frutos secos y semillas crudos.
Brotes de cereales o legumbres.
Las alternativas a la carne en la dieta de los cuatro grupos de alimentos incluyen huevos, pollo, queso con judías secas o guisantes o mantequilla de cacahuete.
Comentarios
El 75% de la población mundial ni siquiera puede digerir la leche. No forma una parte importante, ni siquiera significativa de la dieta de ninguna otra parte del mundo, a excepción de algunos países europeos y Estados Unidos. La mejor forma de satisfacer las necesidades de calcio es ingerir frutas frescas y verduras.
Las proteínas concentradas no son necesarias, puesto que todos los aminoácidos necesarios se encuentran en las frutas y verduras frescas sin procesar.
El PCGBA es tan popular porque refleja muy de cerca lo que una persona típica come en este país.
Con una dieta vegetariana alcalina, las necesidades de calcio se satisfacen mejor, puesto que todo el calcio orgánico que se encuentra en las frutas y verduras se absorbe con más facilidad y eficacia.
Los alimentos no deberían medirse, pesarse o comerse en raciones prescritas de antemano, sino según el hambre y la necesidad real que tengamos.